JOHN LINCH

 

 

 

CAUDILLOS EN HISPANOAMÉRICA 1800-1850 (fragmentos)

 

 

 

ÍNDICE (personal)

 

Cap. VI. Juan Manuel de Rosas: Argentina 1829-1852.

Antes de 1829

Desde abril de 1829

Desde abril de 1835

Crisis de Rosas. 1851

Caída de Rosas. 1852

 

 

Cap. VI. Juan Manuel de Rosas: Argentina 1829-1852.

 

Antes de 1829

 

            "[...] Rosas, quien poseía grandes extensiones de tierra y era comandante militar, mientras que su esposa pertenecía a la clase alta porteña y había nacido en el lujo. [...]"

            "[...] Rosas se quejaba de la «turba de ociosos, vagos y delincuentes» [...]."

            "[...] La palabra clave de su vocabulario era «subordinación», [...]."

            "[...] Llegó a dominar a los gauchos nómadas, a los peones perezosos, a los indios rebeldes y a todo el entorno pampeano. Un estanciero que podía hacer todo esto pasaba la prueba de liderazgo y se convertía en un ejemplo para sus asociados. [...]"

            "[...] obtuvo poder militar, una reputación política y más tierras. [...]"

            "[...] No tenía ninguna simpatía por el gobierno de Rodríguez y mucho menos por el de Rivadavia, [...]."

"[...] Durante la segunda mitad del año 1826, Rosas, a la cabeza de una red formada por sus amigos, allegados y clientes, se alió con el partido federalista, al que finalmente absorbería y destruiría. No ingresó en el partido por razones de ideología política —puesto que carecía de ella—, sino porque la política del unitarismo amenazaba con despojar a Buenos Aires de sus privilegios y anular su supremacía. [...]"

            "[...] Rivadavia claudicó ante la fuerza combinada de sus oponentes y renunció a la presidencia. En cierto sentido, se puede decir que Rosas causó su caída, pero Rosas no gobernaba. Fueron los verdaderos federales los que asumieron el poder, guiados por Manuel Dorrego [...]. Dorrego fue derrotado por el ejército unitario y fusilado por orden de Lavalle, lo que creó un vacío de poder en el liderazgo federal que fue ocupado inmediatamente por Rosas. Rosas no tenía ningún rival de peso. Como comandante de la milicia circunstancialmente se había asegurado el monopolio del poder militar en el campo. Sus negociaciones pacíficas en la frontera le habían hecho ganar muchos amigos entre los indios, los aliados y los reclutas. Asimismo, sus logros le habían proporcionado el respeto de los estancieros, quienes gozaban de una paz y una seguridad inusitada. [...]"

 

Desde abril de 1829

 

            "[...] Rosas derrotó al ejército regular de Lavalle [... Fue] elegido gobernador, se le concedieron facultades extraordinarias, lo que en realidad significaba poder absoluto, [...]."

            "¿Cómo podemos explicar el ascenso de Rosas? [...] En primer lugar, representaba la llegada al poder de nuevos intereses económicos, de un nuevo grupo social: los estancieros. [El] mismo Rosas nos proporciona la segunda razón de su ascenso. Era un caudillo por derecho propio, [...]."

            "Su ejemplo y autoridad ayudó a que Rosas se convierta en el líder natural de los estancieros. Sin embargo, era lo suficiente astuto como para no apoyarse en una sola base. Como estanciero entró en contacto directo con los gauchos, peones, indios, maleantes y vagabundos, y otros pobladores de las pampas, todos ellos trabajadores en potencia para sus fincas o bien reclutas para sus milicias. [...]"

            "[...] Para los indios, el leviatán no era aterrador; [...]."

            "[...] La elite de los terratenientes y sus aliados del partido federal se enfrentaron a una serie de retos que consideraron imposibles de vencer por medios exclusivamente constitucionales. [...]"

            "[...] dividió la sociedad en los que mandan y los que obedecen. [...]"

            "[...] Creía que el régimen colonial había sido una edad de oro de gobierno fuerte e instituciones estables. La Revolución de Mayo de 1810 había sido necesaria, pero imperfecta; otorgó a la Argentina su independencia, pero dejó un vacío en donde prevalecían los anarquistas y gobernaban los rebeldes. Él mismo tuvo que venir a rescatar a la nación del caos en 1829, [...]."

            "[...] Tampoco fue Rosas un verdadero federalista; en 1829 negó pertenecer al partido federal o cualquier otro y expresó su desdén hacia Dorrego. En una entrevista con el enviado uruguayo Santiago Vázquez, al día siguiente de ascender al poder, insistió: «Ya digo a usted que yo no soy federal, nunca he pertenecido a semejante partido, [...].» [...]."

            "[...] Rosas utilizaba las clases bajas, pero no las representaba y, mucho menos, procedía a emanciparlas. Sentía horror por la revolución social y beneficiaba a las clases populares, no para darles poder o propiedades, sino para alejarlas de la protesta y la oposición. [...]"

 

Desde abril de 1835

 

            "[...] Rosas fue elegido nuevamente para el cargo el 13 de abril de 1835; [...]."

            "[...] Es cierto que algunos estancieros se opusieron a Rosas; había algunos que lo censuraban políticamente, unitarios a los que disgustaba su federalismo, federales que detestaban la dictadura. [...]"

            "[...] Moussy explicaba que: «La Dictadura, que inicialmente se apoyaba en el elemento gaucho y en los montoneros para conservar el poder, rápidamente acabó con este instrumento de su ascenso. Creó un ejército compacto, incrementó la infantería y la artillería, y redujo la caballería a un papel secundario»."

            "Rosas era ahora el mandatario soberano de un estado, moldeado según los intereses de los estancieros y las demandas de una economía basada en las exportaciones. [...]"

            "[...] la policía ocupó el lugar de los políticos; [...]. Se impuso un control político total. No se permitían la fidelidad a los rivales, ni la existencia de partidos alternativos; desde la prensa y el púlpito se proclamaba una única verdad y todos los actos públicos convergían en el culto hacia Rosas. [...]"

            "Además de controlar la legislatura, Rosas dominaba el poder judicial; él no sólo escribía las leyes, también las interpretaba, las cambiaba y las aplicaba. [...] Rosas también controlaba la burocracia; [... Los] nombramientos de todo tipo estaban reservados para los camaradas políticos y para los federales; [...]."

            "[...] En resumidas cuentas, Rosas era un dictador, [...]. En un sentido estricto, el régimen no construía una dictadura militar: era un gobierno civil que empleaba un ejército sumiso. [...]. Reclutado entre los peones, vagos y delincuentes, con una oficialidad profesional mantenida por el despojo y la exacción de las estancias, [quizás] unos 20.000 efectivos [...]."

            "La propaganda era un agente esencial del rosismo [...]. La gente estaba obligada a vestir una cierta clase de uniforme y a utilizar el color federal, el rojo. Se esperaba que las mujeres llevaran lazos rojos en el cabello, los hombres debían tener un aspecto fiero e hirsuto y usar bandas rojas de seda con la inscripción «¡Viva la Confederación Argentina! ¡Mueran los Salvajes Unitarios!», [... Los] retratos de Rosas se llevaban en triunfo por las calles y eran colocados en los altares de las principales iglesias [...]."

            "[...] El clero se convirtió en un entusiasta ayudante del régimen, en caudillos de barrio que predicaban que oponerse a Rosas era pecado. [...]"

            "[...] La Gaceta Mercantil también expresaba, aunque incoherentemente, las ideas políticas de Rosas, su «americanismo» y su esfuerzo [...]."

            "Rosas estableció su residencia principal en Palermo, donde el caudillo tenía un cuerpo de 300 servidores, [...]."

            "[...] su hija Manuelita, que actuaba como una especie de filtro a través del cual se tramitaban los asuntos de carácter extrajudicial, incluyendo las peticiones de clemencia."

            "[...] la mayor parte del pueblo obedecía, unos voluntariamente, otros por costumbre y muchos por miedo. [... Estaban] sometidos mediante el terror. [...]"

            "[...] Para ejercer su soberanía, Rosas utilizó la burocracia, a los militares y a la policía; [...]."

            "[...] Oponerse a Rosas era, por supuesto, un crimen y no había suspensión de sentencia; él vivía bajo un constante riesgo [...]."

            "[...] Pero el agente especial del terrorismo era la Sociedad Popular Restauradora, club político y organización paramilitar. Dicha sociedad poseía un brazo armado llamado popularmente la «mazorca», compuesto por terroristas activos reclutados entre la policía, la milicia, criminales y asesinos, que formaban pelotones armados que tenían una misión específica: asesinar, robar y amenazar. Aunque la «mazorca» era una creación de Rosas, su radicalismo superaba al de su creador: como muchos otros escuadrones de la muerte, gozaba de una semiautonomía que su autor creía necesaria permitir como un medio indispensable para gobernar. [...]"

            "Rosas también aplicó el terrorismo económico, golpeando a sus enemigos y a sus familias donde realmente les dolía, en sus propiedades. La ley fundamental de expropiación fue probada el 16 de septiembre de 1840, dictada en el momento en que la presión combinada de los enemigos franceses y los unitarios incrementó la sensación de peligro, [...]."

            "Rosas no podía aplicar fácilmente el terrorismo en el interior de Argentina, allí tenía que proceder con cautela y diplomacia. [...]"

"[...] Hasta el fin, Rosas se opondría a una organización constitucional de Argentina [...]."

 

 

Crisis de Rosas. 1851

 

            "[...] las obligaciones contraídas por el ejército aumentaban en un momento en que las rentas públicas se reducían, y algo tenía que terminar cediendo. [...]"

            "[...] Internamente existió una oposición ideológica, por una parte de los unitarios, y por otra, de los jóvenes reformistas. [... También] existía la oposición externa al régimen, por parte de otras provincias y potencias extranjeras; [...]."

            "[...] La intervención británica se convirtió, [...] en un factor desestabilizador."

            "Durante el año 1851, existían ciertos indicios que apuntaban a que Justo José de Urquiza, el caudillo de Entre Ríos, estaba organizando la oposición en el litoral y hablando acerca de una constitución. [...]"

            "Brasil tenía sus propias cuentas que saldar con Rosas [por la] navegación libre a través de la red fluvial desde el Matto Grosso hasta el mar, [...]. Al igual que Rosas, Urquiza era un caudillo rural [y] sus ambiciones personales se combinaron fácilmente con los intereses provinciales, y como político estaba dispuesto a reemplazar a Rosas e iniciar una reorganización constitucional en Argentina. [...] De esta manera, el dictador fue enfrentando desde fuera por la triple alianza de entre Ríos, Brasil y Montevideo, que entró en acción en mayo de 1851. Incluso en el interior del país, su posición había declinado."

            "[Ante la defensa rosista] Urquiza se quedó asombrado al ver «que un país tan maltratado por la tiranía de ese bárbaro, se haya reunido en masa para sostenerlo»."

            "En resumen, rosas no quedó abandonado en su búnker, todavía contaba con la lealtad de sus seguidores tradicionales; [...]."

            "[...] Un anciano magistrado [contaba que] «la mayoría de los jóvenes han sido ya reclutados, o han desaparecido de la vecinidad para evitar el servicio militar», y que para cumplir con su cuota debía llevarse a los chicos de quince años; [...]."

 

Caída de Rosas. 1852

 

            "[...] dos de sus ejércitos regulares —el de Urquiza y el de Oribe— se habían pasado al bando enemigo, [... También en Buenos Aires] allí los militares le fallaron [...] y el 3 de febrero fue derrotado, comprensiblemente, en Monte Caseros. Abandonó el campo de batalla y se refugió en la casa del encargado de negocios británico, subió a bordo de la nave Conflict de la armada de Su Majestad y partió hacia el exilio en Inglaterra."

            "[...] Pero éste no fue el final de los caudillos; Urquiza conquistó el terror con el terror y reemplazó al gobierno de Rosas con su propia versión de la dictadura. [...]"

            "«Casi todos los jefes en los que Rosas confiaba están al servicio de Urquiza, las mismas personas a quienes les he oído jurar su devoción a la causa y a la persona del general Rosas; nunca se había traicionado a un hombre de tal manera. [...]»"

            "[Rosas] fracasó en reunir a las provincias en una gran Argentina, [...] fueron sus propios grupos de apoyo —conscientes de la nueva distribución del poder— los que no tenían ni la intención ni los deseos de salvarle. [...]"

 

 

 

LINCH, John: Caudillos en Hispanoamérica 1800-1850, Madrid, MAPFREE, 1993, cap. VI, fragmentos.

 

Compendia: Eugenio Tait