ANTOANSELMO(
1033-1109)
Cap.
I
No
se busca entender para creer sino creer para entender.
Cap.
II
Acepta una "inteligencia de la fe".
"[...] creemos ciertamente que Tú eres algo infinito [infinitud]. ¿Y si, por ventura, no existe una tal
naturaleza puesto que el insensato dijo en su corazón: no existe Dios? Mas el
propio insensato, cuando oye esto mismo que yo digo: "algo infinito", entiende
lo que oye; y lo que entiende está en su entendimiento, aunque no entienda que
aquello exista realmente. Una cosa es, pues, que la cosa esté en el
entendimiento, y otra entender que la cosa existe en realidad. [...] El
insensato debe convencerse, pues, de que existe, al menos en el entendimiento,
algo infinito, porque cuando oye esto, lo entiende, y lo que se entiende existe
en el entendimiento. Y, en verdad, aquello infinito, no puede existir sólo en el
entendimiento. Pues si sólo existe en el entendimiento, aquello infinito es lo
mismo que aquello finito [... esto no es un razonamiento válido]. Pero esto
ciertamente no puede ser. Existe, por tanto, fuera de toda duda, algo infinito,
tanto en el entendimiento como en la realidad. [...] Luego existe verdaderamente
algo infinito, y de tal modo que no puede pensarse que no exista.
[...]"
1ra. deducción: "[...] Existe, por tanto, fueras de toda duda,
algo mayor que lo cual nada puede pensarse, tanto en el entendimiento como en la
realidad."
Cap.
III
2da. deducción: "[...] Luego existe verdaderamente algo mayor que
lo cual nada puede pensarse, y de tal modo que no puede pensarse que no
exista."
Cap.
IV
"[...] Dios, pues, es aquello mayor que lo cual nada puede pensarse.
[...]"
Cap.
IV
Dios es aquello que es mejor que exista a que no
exista.
Cap.
VI
"[A Dios:] ¿cómo eres sensible no siendo cuerpo?
[...]"
"[...] si sentir no es sino
conocer, o al menos, vía para conocer, [...]"
Cap.
VII
"[De Dios:] ¿cómo lo puedes todo, si no puedes corromperte, [...] ? ¿Tal vez porque
poder estas cosas no es potencia, sino impotencia? [...] De ahí, por tanto, mi
Señor y Dios, que seas más verdaderamente omnipotente porque nada puedes por
impotencia, porque nada puedes contra Ti."
Cap.
VIII
"[...] ¿Cómo eres y no eres misericordioso, Señor? ¿Tal vez porque eres
misericordioso según nosotros y no según Tú? [...] Y eres misericordioso, pues
salvas a los míseros y perdonas a tus pecadores, y no eres misericordioso porque
no eres afectado por la compasión de ninguna miseria."
Cap.
IX
Se pregunta cómo siendo justo hace Dios injusticias. "Tal vez porque tu
bondad es incomprensible [...]"
Cap.
X
"[...] ¿Acaso castigas con un género de justicia a los malos, y con otro
género de justicia los perdonas? [Será porque] justamente castigas y justamente
perdonas."
Cap.
XI
"[...] justo es que Tú seas justo de tal modo que más justo no puedas ser
pensado, [...] Porque sólo es justo lo que quieras e injusto lo que no quieras.
[...]"
Cap.
XII
"[...] Tú eres, pues, la misma vida por la que vives;
[...]"
Cap.
XIII
Dios es ilimitado, eterno y contiene en Él todas las
cosas.
El alma de las personas se encuentra difundida en todo el cuerpo de un
modo orgánico.
Cap.
XIV
"[Al querer ver a Dios con el alma] Se ciega, ciertamente, por ella y se
deslumbra por Ti. [...]"
Cap.
XVII
La
prueba ontológica de la existencia de Dios.
"[...] creemos ciertamente que Tú eres algo mayor que lo cual nada puede
pensarse. ?Y si, por ventura, no
existe una tal naturaleza puesto que el insensato dijo en su corazón: no existe
Dios? Mas el propio insensato, cuando oye esto mismo que yo digo: "algo mayor
que lo cual nada puede pensarse", entiende lo que oye; y lo que entiende está en
su entendimiento, aunque no entienda que aquello exista realmente. Una cosa es,
pues, que la cosa esté en el entendimiento, y otra entender que la cosa existe
en realidad. [...] El insensato debe convencerse, pues, de que existe, al menos
en el entendimiento, algo mayor que lo cual nada puede pensarse, porque cuando
oye esto, lo entiende, y lo que se entiende existe en el entendimiento. Y, en
verdad, aquello mayor que lo cual nada puede pensarse, no puede existir sólo en
el entendimiento. Pues si sólo existe en el entendimiento, aquello mayor que lo
cual nada puede pensarse es lo mismo que aquello mayor que lo cual puede
pensarse algo. Pero esto ciertamente no puede ser. Existe, por tanto, fuera de
toda duda, algo mayor que lo cual nada puede pensarse, tanto en el entendimiento
como en la realidad. [...] Luego existe verdaderamente algo mayor que lo cual
nada puede pensarse, y de tal modo que no puede pensarse que no exista.
[...]"
trad.
por Manuel Fuentes Benot, 5a
ed., Bs. As., Aguilar, 1970, fragmentos.
Compendia:
Eugenio Tait