POESIA QUECHUA HIMNO A UIRA-COCHA ¡Oh, Uira-cocha! Señor del Universo ya seas varón. Ya seas hembra, señor de la reproducción, Ya seas lo que fueres, oh, Señor de la adivinación, ¿en dónde estás? Ya estés encima, Ya estés debajo, O acaso en derredor De tu espléndido trono y cetro, ¡Oh, escúchame! En el alto cielo En donde tal vez moras, En el hondo mar Donde tal vez residas, creador del mundo, Hacedor del género humano, Señor de Señores, mis ojos son débiles Para mi ansia de verte, para el solo deseo de conocerte. ¡Fuérame dado verte, fuérame dado conocerte, fuérame dado considerarte, fuérame dado comprenderte! ¡Oh, dígnate mirarme, pues tú me conoces! El sol y la luna El día y la noche, La primavera y el invierno, no en vano ordenaste. ¡Oh, Uira-cocha! Todos ellos recorren El camino que les señalaste; Todos ellos llegan A la meta que les destinaste, Adondequiera que quisiste. Tú, cetro real Portas. ¡Oh, escúchame! ¡Oh, elígeme! No permitas Que me fatigue, Que me muera. (ANONIMO) YO CRIO UNA MOSCA Yo crío una mosca De alas de oro, Yo crío una mosca De ojos encendidos. Trae la muerte En sus ojos de fuego, trae la muerte En sus cabellos de oro, En sus alas hermosas. En una botella de ginger ale Yo la crío, Nadie sabe Si bebe, Nadie sabe Si come. Vaga en las noches Como una estrella, Hiere mortalmente Con su resplandor rojo Con sus ojos de fuego. En sus ojos de fuego Lleva el amor, Fulgura en la noche Su sangre El amor que trae en el corazón. Nocturno insecto Mosca portadora de la muerte En una botella verde Yo la crío Amándola tanto. Pero ¡eso sí! ¡eso sí! Nadie sabe Si le doy a beber Si le doy de comer. (ANONIMO) CELSO MEDINA
¿En dónde encontraste, viajero, a don Celso Medina? Abandonando a su amada, se ha marchado solo. Yo lo encontré en la cumbre, cerca de los santuarios, Bajo los copos de nieve y el granizo trataba de enterrarse En la gran nieve, bajo los témpanos, trataba de enterrarse. ¿No te preguntó por su dulce amante, Por aquella que en el viento y en el frío le ayudó a penar, Por aquella que en el viento y en el frío lloró con él? En sus tristes ojos se acabaron ya las lágrimas, En su corazón se secó el sufrimiento; Como los vientos fúnebres debe estar viajando sin saber adónde.
(ANONIMO) PLEGARIA DEL
AMANECER Ha amanecido ya el Universo, y sacudiendo su Resplandor, rinde homenaje A su Dios. Ya el Mundo, arrojando las nubes grises, ha Abierto su manto negro, para rendir homenaje A su Creador. Ya el Rey de las estrellas, y el ardiente Sol, empieza a Lanzar su luz; y tendiendo su cabellera Dorada en el Universo, rinde homenaje A su Hacedor. Y aparecido el Sol, las montañas se vistieron de Luz; ríen para adorar A su Dios. Y con el soplo de los vientos, los árboles se juntan Y agitan el alto cielo, y cantan en tropel, Para rendir homenaje A su Dios. Y en los árboles frondosos se han posado los pájaros, Y desde los más grandes hasta los pequeñuelos, Abren sus picos hacia el alto cielo, Y cantan en tropel, para rendir homenaje A su Creador. Y los pastos, los pajonales, sacuden su rocío sobre Las flores de la tierra, para rendir homenaje A su Creador. Y el Río Sagrado, el Wilkanota, expandiendo su Garganta, grita con la fuerza entera de sus Aguas, para rendir homenaje A su Creador. Y en el agua ondeante de los lagos, en su luz Cristalina, los peces nadan y hierven, Rindiendo homenaje A su Creador. Y aún los barrancos y las rocas más duras se han Cubierto de verdor, para rendir homenaje A su Creador. Y las serpientes salvajes de la gran selva han Despertado, para rendir homenaje A su Creador. Ya las montañas han tendido sus yerbas, desde Los pequeños helechos hasta la achicoria, para Rendir homenaje A su Creador. Y la genciana de la fría estepa ha florecido; la Alta paja brava, el acuático sura, encendieron Su verdor para adorar A su Creador. Y los encorvados árboles de las quebradas, Florecieron de nuevo, para rendir homenaje A su Creador. Las culebras han arrojado su añosa piel, y Vestidas de nuevo rinden homenaje A su Creador. Y el agua de los torrentes ha fundido a las rocas Duras; y la salvaje vicuña se ha tornado en Mansa criatura, para rendir homenaje (en la aurora) A su Creador. Sólo el hombre no se ha hermoseado, siendo el Único que vive en la morada de Dios (no se ha embellecido), Para rendir homenaje A su Creador. Sólo el hombre no se ha engalanado a pesar de Que es semejante a Dios, para adorar a su Dios Creador. Sólo el hombre no recuerda sus pecados del día y De la noche, no siente la tristeza de sus culpas Y se niega a purificar su vida, para rendir homenaje A su Dios Creador. Sólo el hombre no escucha que debe purificarse, Para adorar a su Dios Creador en toda la Redondez del mundo. Por nuestra fe sabemos que viviendo en la Corrupción, Dios nos juzgará y castigará. Y la palabra de Dios es oída por todo lo creado, Por la piedra y las yerbas, por las bestias y los árboles; Sólo el hombre huye de la voz, de Todos los mandatos de Dios. Y ahora mi Dios, mi Hacedor, mi Salvador, ¿con qué Boca he de adorarte, yo, tu criatura errante y Pecadora, siendo Tú la Excelsa Hermosura? ¿Con qué lengua he de bendecirte, siendo huérfano Y errante? Y Tú, Padre mío, que eres el manantial de la ternura, escógeme para ser, En este mundo temeroso, tu creyente, el Que oye la voz. Limpia mi palabra impura, Desata mi lengua encadenada, para ser con Tus ángeles, el adorador de tu grandeza; y Bendecirte por la eternidad de la eternidad. (ANONIMO) |