FRANCISCO J. MUÑIZ

 

 

 

LA VACUNA INDÍGENA

 

 

 

Bástenos agregar los documentos que comprueban el hecho, para dar completa idea de su importancia, por cuanto puede sobrevenir el caso de agotarse ó desvirtuarse el vírus procedente de Europa, y encontrásele de nuevo en nuestras vacas, para renovarlo.

Omitimos en este capítulo consagrado á la medicina, incluir un opúsculo del doctor Muñiz de ochenta pájinas sobre la escarlatina, de grande servicio en la época de su publicacion, pero que hoy, gracias á los progresos de la ciencia, ofrecería poco interés. En cambio conservamos el relato de una estraccion del húmero practicada en un niño que es hombre hoy, y conserva la accion de su brazo deshuesado, y hace alarde de dar fuertes puñetazos á amigos y á enemigos, de chanza ó de veras, según el caso, echando su brazo al hombro, cuando está de humor y quiere hacer alarde de su flexibilidad.

En el artículo Correspondencia Etrangera, de la noticia anual que publica la Real Sociedad Jenneriana é institucion de la vacuna de Lóndres, se registran en la del año anterior, despues de una nota á su Secretario del señor D. Manuel Moreno, Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de la Confederacion Argentina cerca de S. M. B. las comunicaciones que se transcriben á continuacion, á las que dice referencia la precitada nota del Ministro Argentino.

"El abajo firmado tiene el honor de trasmitir al señor Secretario el estado anual de los individuos de ambos sexos vacunados en esta Capital y su Campaña, desde el 1º de Enero hasta el 31 de Diciembre de 1841, el que asciende en su totalidad al número de 1877.

La terrible seca que nos ha aflijido este año, ha privado á los encargados de la Vacuna de los medios de transporte, y ha impedido igualmente á los habitantes, concurrir á las estaciones ó depósitos de Vacuna, cuyo desgraciado suceso ha sido causa de no haberse vacunado un mayor número.

"Cuando la viruela es combatida con vigor apenas se muestra; hasta que vuelve á acometemos de algunos de los pueblos del interior.

"Un suceso el mas afortunado ha venido á recompensar él infatigable celo del doctor don Francisco Javier Muñiz, Administrador de la Estacion Ausiliar de Vacuna en el Departamento de Lujan, habiendo descubierto la vacuna en una vaca perteneciente a la haciencia de don Juan Gualberto Muñoz, con la cual vacunó varios niños con el mas feliz resultado, como aparece de las actas solemes estendidas en el Partido dé la Exaltacion de la Cruz en 24 de Diciembre, y en la Villa de Lujan el 26 de Setiembre del año próximo pasado.

"Siento el mas vivo placer en certificar, que yo tambien he tenido la buena fortuna de hacer varios esperimentos en este Departamento Central, con materia orijinal que me fué remitida por dicho doctor Muñiz, con la cual fueron vacunados ocho niños con resultados los mas espléndidos en todos los casos, y yo continuo propagándola de persona en persona.

"Saludo á Vd. con la mas distinguida consideracion y respeto, y quedo su affmo servidor Q. B. S. M.

 

"Justo Garcia Valdez

Presidente del Tribunal de Medicina y Administracion de la Vacuna

 

"Llamamos encarecidamente la atencion de todos los interesados en la Vacuna, al siguiente valioso documento que demuestra que la Vacuna orijinal existe en la América del Sur. El presenta tambien una hermosa evidencia corroborativa, (respecto á la descripcion de la vacuna segun se ha presentado en Buenos Aires) de la perfeccion de la descripcion de Jenner: y ofrece además el hecho, que la Vejiguilla Vacuna, como toda composición química, tiene la misma constitucion atómica, el mismo carácter, en cualquier parte del mundo que se haya presentado.

 

"J. Epps"

"Médico Director".

 

El Tribunal de Medicina.

 

Buenos Aires, Setiembre 20 de 1844.

 

Excelentísimo Señor:

 

El Tribunal de Medicina encargado hoy de la administracion de la Casa Central de Vacuna, tuvo el sentimiento de anunciar á V.E. en el mes próximo pasado que, á pesar del empeño y esmero que se ponía en práctica, para obtenerse vacuna de brazo, no había podido conseguirlo, sin duda porque las costras que habia encontrado en dicho Establecimiento eran viejas y desvirtuadas, sucediendo lo mismo con dos remesas de costras que se recibieron de Lóndres por conducto del Exmo. Señor Ministro de Relaciones Exteriores.

El Tribunal puso tambien en conocimiento de V. E. que se habia escrito al Médico de Lujan, encargado de la vacuna de ese distrito Dr. D. Francisco Muñiz, y este mandó algunas costras sacadas el 9 de Setiembre, de que no se hizo uso por haber llegado el mismo Doctor Muñiz, y con una hija de meses, depositaria de una excelente vacuna, la que fué puesta á disposicion del Presidente de este Tribunal, y de mútuo acuerdo llevada el Viernes 12 del corriente á la casa central de vacuna, en donde se vacunaron veinte y tantas personas, cuyo resultado ha correspondido á los sacrificios que ha hecho el Dr: D. Francisco Muñiz transportando parte de su familia con el solo objeto de dar un paso mas de beneficencia y humanidad, y que el Tribunal no puede menos que hacérselo presente á V. E.

 

Dios guarde á V. E. Muchos años,

 

Exmo. Señor

Dr. Francisco P. Almeyda. - Matias Rivero.

Dr. Juan José Fontana. – Dr. Eugenio Perez, Secretario Interino.

 

Octubre 7 de 1844

 

 

Contéstese al Tribunal de Medicina, manifieste al Dr. D. Francisco Javier Muñiz lo satisfactorio que le ha sido al Gobierno su proceder en el particular, y publíquese.

 

Rúbrica de S. E.

 

Garrigós.

 

"Provincia de Buenos Aires, Villa de Lujan, Enero 20 de 1842.

"Al señor Médico Director de la Real Sociedad Jenneriana é institucion de Vacuna de Lóndres, D.Juan Epps.

 

Señor:

"Tengo el honor de informar á Vd. que la vacuna orijinal, ó sea la pústula de la vaca preservativa de la viruela en nuestra especie, ha sido estraidá de uno de estos animales dentro del Departamento, en el cual soy Administrador de Vacuna. Los documentos justificativos de la estraccion y de la aplicacion del humor jenuino á 46 personas de distintos partidos, de edad, de sexo y temperamento contrarios, se han sometido á la consideracion del Sr. Administrador General de Vacuna en la Capital.

"La pústula que se me permitirá llamar secundaria ó de trasmision, aquel signo libertador del contajio variólico, ha demostrado en todos los vacunados sus peculiaridades naturales: sin embargo, en los tres cuartos del número total de estos fué notable la erupcion de pústulas en varias partes del cuerpo, lo adolorido de los miemlros, el aumento en los síntomas febriles, la tumefaccion de las glándulas de la áxila y aún de las cervicales.

"Las pruebas, señor, se han multiplicado. El Administrador jeneral que con tanto celo preside el Departamento Central ha hecho esperimentos con costras orijinales y secundarias que tuve la satisfaccion de remitirle. Allí, lo mismo que en todas partes, los ensayos produjeron el resultado mas feliz y completo.

"Ya es, pues, un hecho que el cow-pox de las Vacas de Glocester, teatro glorioso de las operaciones descubridoras del inmortal Jenner, existe tambien en las de este país. Pero si tal descubrimiento no es esclusivo de aquel Condado en el antiguo Hemisferio, ni esclusivo tampoco de la campaña perteneciente á la Capital de la Confederacion Arjentina en el hemisferio cle Colon, habiéndose realizado en algun punto de la América equinoccial; sin embargo parece que nadie hasta ahora ha reconocido esperimental y repetidamente entre nosotros, ni en alguna otra Seccion de este Continente, aquella estraordinaria propiedad de los granos vacunos. A lo menos si así ha sucedido, el ensayo no se ha aconpañado de ningún jénero de solemnidad, ni revistió la notoriedad de pruebas, la irrefragable autenticidad de que sobreabunda el presente.

"Cómo hace ya veinte.años que contrajimos nuestras investigaciones (aunque sin el fruto que en la última tentativa) sobre la erupcion variólica en la vaca, podemos asegurar tal vez contra la opinion del hombre memorable y digno del respeto universal que la descubrió, que ella no es necesaria y precisamente provenida del humor vertido de la ranilla (caux aux jambes de los Franceses; arestin de los Españoles) enfermedad caballar conocida entre nosotros con el nombre jenérico; mal del vaso, pues comprendemos en esta denominacion también laulcerácion llamada aguajas.

"Si el cow-pox ó la viruela en la vaca, como algunos aseguran, no se desarrolla sinó por el contacto de las manos de aquellos que las llevan, al ordeñar, impregnadas del humor ó serosidad producida por aquella enfermedad equina (siendo intrasmisible la erupcion variólica mediante los efluvios ó emanaciones de vaca á vaca) resultaría que el cow-pox sería estraño á esta provincia, quizá á toda la América, y probablemente á una máxima parte del globo. En casi todo él, como entre nosotros, y en el resto del Mediodia de la América, el ordeñamiento de las vacas está esclusivamente confiado á las mujeres, quienes como es sabido, jamás tocan á los caballos de presa la afeccion indicada. En este país, además no hay albeitares: por consiguiente aquella dolencia, en cortísimas escepciones, se abandona á la naturaleza, y se puede afirmar, que uno ú otro charlatan que se ocupara de algun remedio empírico contra la ranilla, no ordeña jamás una vaca.

"Por otra parte, en cinco casos de observacion sobre el cow-pox, en ninguno se ha ni sospechado el contajio por aquella causa. Con el intento de remover todo escrúpulo en el particular, se escudriño menuda y atentamente el estado de los caballos pertenecientes á la lechería ó tambo, ó fuese en otros casos hacienda, donde existían las vacas atacadas. Se hizo más; se esploró el ganado yeguarizo á los alrededores, para no sentir ni la mas remota aprehension de un contacto fortuito y singular, y nada se pudo descubrir de semejante y mucho menos la dolencia eaux aux jambes.

"Confesamos con franqueza que creemos no sin pena (aunque esté admitido por escritores estimables) que aquel humor acre de las manos del caballo en contacto momentáneo con las tetas de la vaca, se observa en medio del torrente de la circulacion, por órganos como estos espuestos al ambiente, y envueltos en un tejido eréctil, poco penetrado respectivamente de vasos linfáticos y sanguíneos. La dificultad al ascenso aumenta todavía algunos grados cuando se considera, que para que el fluido vacuno tomado del racional produzca el cow-pox es necesario insinuar sobre la teta la lanceta preparada algo mas que en aquel cuando se intenta comunicarle el contajio vaccínico. Unicamente de este modo se logra la infeccion sobre el bruto, cuyo producto, como preservativo de la viruela, es preferido por algunos vacunadores, ó por algunos que desean ser vacunados.

"Nos parece oportuno observar, que si la humedad del terreno y la frescura de la yerba son condiciones requeridas para la manifestación del cow-pox en Inglaterra, país sinó de su primer descubrimiento, donde é aseguró á lo menos un triunfo glorioso y cosmopolita para los siglos futuros, -en esta Provincia esto, absolutamente hablando, no se verifica con el mismo vigor. El año presente cuya sequedad y sus efectos están visibles para todos (no habiendo caido desde primero de Mayo, época en que principian las aguas del invierno, hasta últimos de Setiembre sinó seis aguaceros no abundantes) hemos tenido la agradable satisfaccion de encontrar la viruela en la vaca dentro de este partido. En 1831, año de los mas secos que recuerda la historia del país; año funesto á su riqueza pastoril y á su ganadería, habiéndose perdido por aquella causa, solo en el Norte de la Provincia de Buenos Aires mas de dos millones de vacuno y sin cuento en el lanar, el cow-pox fué sin embargo reconocido por nosotros en el mes de Enero. Cuando nos preparábamos á la estraccion de las costras, desgraciadamente bandas inmensas, columnas impenetrables de polvo, flotantes en la atmósfera á merced de los vientos, ofuscando el luminar casi sin interrupcion por dos días consecutivos, paralizaron nuestro propósito. La vaca de la observacion desapareció con otras á favor de aquellas sofocantes tinieblas, y nosotros vimos con dolor perdido el fruto interesante de nuestros continuados desvelos.

"En cuanto á la estacion mas favorable á la aparicion ó desenvolvimiento de la viruela en la vaca, creemos que cualquiera de las del año lo es indistintamente; pero particularmente lo son (y esto consta de nuestras particulares inquisiciones) los meses de Agosto, Setiembre y Octubre, meses de primavera, y en los que es general también la paricion del ganado vacuno.

"No habiéndonos sido posible observar el primer periodo llamado de infección nos valimos para reconocerlo y describirlo (despues de principiado el segundo) de los signos conmemorativos ó antecedentes á este estado. Nuestros recuerdos sobre ellos nos muestran al animal en aquella época, taciturno y sin apetito; que disminuye en él la secrecion lactífera; que preserva los ojos como vidriosos y encendidos. Huye la sociedad de los demás animales, y ejecuta un ruido sordo (especie de musitacion) con la lengua y los lábios. Este período dura apenas cuatro dias.

En el segundo que es el eruptivo, aparecen varias pustulillas en línea circular sobre el límite de la teta ó sea en su conjuncion con la piel vellosa que envuelve la ubre. Su número varía de dos á tres en cada una, y quizá ellas no se descubren siempre en todas las cuatro tetas. En el espacio que las separa, y rara vez sobre su mismo cuerpo, salen algunos granos, los que suelen tambien aparecer sobre el ámbito total de la ubre. Aquellas se entumecen, se hinchan y aparentan cierta disminucion de longitud. La ubre presenta distintos puntos endurecidos y dolorosos, que son otras tantas glándulas sobreirritadas. La figura de las costras es redonda, achatada y tiene un hundimiento umbilical en su promedio. Una línea color púrpura, que aumenta en estension hasta principiar la maturacion, cuando forma un verdadero disco, circuye las costras.

"Desde que se inicia este período, el animal entra y permanece en un continuo exceso de irritabilidad. No permite á su cria la lactacion. Si la traban para emulgirla, patea y se agita estraordinariamcnte, y procura cuando siente la ruda mano de la ordeñadora, desasirse de las ligaduras. Entónces, en el lenguage de estas, la vaca se enloquece, y es menester soltarla -qué equivale á decir, no volver á ordeñarla hasta pasado aquel estado febril y doloroso.

"Regularmente al cuarto dia de principiada, termina la erupcion. El animal que estaba antes taciturno y sombrío, aparece ahora mas alegre y apetitoso, como si se hallara menos oprirnido, de aquella afliccion que antes lo molestara.

"La maturacion de las pústulas que constituyen el tercer periodo, principia el cuarto ó quinto dia, contando del en que empieza el eruptivo. A este tiempo las vesículas han adquirido todo su volúmen; el líquido que contienen de trasparente pasa á blanco mate ó argentado.

"Entre tanto la vaca aunque en alivio de la revolucion que ha esperimentado en su constitucion al depurar de un vírus elaborado específicamente de sus porpios órganos (esta es nuestra opinion), ó al sufrir su accion si es proyectado en la circulacion jeneral por causas estcrnas, la vaca, decíamos, conserva todavía una viva sensibilidad sobre las mamas y aún sobre la ubre entera.

"En el cuarto período de disecacion, el humor que llena las pústulas pierde su límpidez, pasa á gris amarillento, adquiere en seguida un tinte rosaceo, y queda en perfecta condensacion al duodécimo dia.

"Las costras quë conservaban un color plumbeo, principian en esta época á oscurecerse y á perder de su forma celulosa en proporcion que avanzan en densidad. Estrechan algo su diámetro en la misma progresion en que se concreta el humor que contienen. Su superficie no es tan lisa y suave, como la de la vacuna humana: es rugosa y áspera, aunque conserva en toda circunstancia la depresion central característica de este jénero de erupcion.

"El animal, hasta el completo desprendimiento de las costras, que acaece el catorceno día en adelante, rehusa el lactífero sustento al becerrillo. Hasta la mas leve presion sobre aquellos endurecidos tubérculos para excitar un excesivo dolor, que lo hace conocer por su violenta inquietud, por sus embestidas y propension á dañar con los cuernos.

"Estrajimos las costras de nuestra última observacion, temiendo perderlas, al decimo tercio día cuando estaban firmemente adheridas aun. Profundas cicatrices quedaron en el sitio de su implantacion.

"Hemos concluido, Señor, nuestras observaciones sobre la vacuna natural: si insuficientes, si conducidas sin el debidop tino, si defectuosas en sus pormenores, son, sin embargo, dignas de induljencia. Nadie ha debido esperar quizá ni exijir mas órden, presicion, claridad ni talento de un pobre médico de aldea. Y si nos fuera permitido concebir alguna satisfaccion en la materia que tratamos, esta sería la de habernos empeñado tanto cuanto nos fue posible. Si algún día ella llegara, por fatalidad, á faltar ó á denaturalizarse. La belleza de una ó más generaciones nada tendría que temer de la devastación variólica, desde que existe en este territorio la costra vacuna ingígena. (1)

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( 1) Este párrafo y el siguiente han sido suprimidos por el Dr. Epps en la impresión de la carta del Sr. Muñiz, pero existen en la del mismo tenor que dirijió al Sr. Garcia Valdez, Administrador General de Vacuna.

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"Los médicos en situacion mas afortunada qe la que nos ha cabido á nosotros podrán mas adelante contraerse á ampliar y perfeccionar un trabajo tan digno de sus miras filantrópicas, como él es interesante á la salud pública de la cual son, y deben ser ellos fieles y vijilantes custodios.

"Al terminar esta comunicación sólo nos resta suplicar á V. Se digne elevar al conocimiento de la Real Sociedad Jenneriana, lo principal de su contenido. Siendo este ya un paso honroso para nosotros, esperaríamos sumisos el juicio que ella formara sobre nuestros ensayos. Entónces ellos podrían valoraraunque no como el mas digno, al menos como el mas justo tributo de gratitud á la noble jenerosidad con que en 1832 se sirvió premiar, inscribiéndonos en el número de sus miembros, otras de nuestra inmeritorias tareas.

"Desea que Dios Guarde á V. Su importante vida muchos años, señor Director:

 

Francisco J. Muñiz

Médico de Policía y Administrador de Vacuna del Departamento

en la Provincia de Buenos Aires.

 

 

CONTESTACION

 

Casa Central de la Vacuna, calle de

la Providence, núm. 18, Plaza de

Finsbury.

Lóndres, Junio 3 de 1842

 

D. Francisco Javier Muñiz, M. D. Profesor de Medicina y vacunador de Departamento de Buenos Aires.

 

"Querido señor:

"La Comision de Directores de la Real Sociedad Jenneriana é institucion de Vacuna de Lóndres, dá á V. las mas sinceras gracias por la valiosa comunicácion con que V. se ha dignado favorecer a dicha institucion. "Los servicios que V. ha prestado á la buena causa, deben haber sido con frecuencia un motivo de mucha satisfaccion para V. al paso que han sido acompañados de grandes béneficios para el público; y la Comision cree, que los hechos que V. cita, tienden á establecer que la Vacuni orijinal existe en las vacas de ese País -hecho de alta importancia. "La Comision estimará se sirva V. favorecerle con cualesquier otros hechos, que pueda V. en adelante adquirir sobre este punto. "Los miembros que componen dicha Comision se complacen en tener un tan celoso, tan activo amigo de la vacuna en un pais tan distante; y todos anhelan que viva V. Muchs años para consuelo del vecindario y País donde V. Reside.

"A nombre de la Cornision nos suscribimos

 

Querido Sr.,

 

de V. obedientes servidores,

 

JUAN EPPS,

Médico Director

Cárlos Chantry,

Secretario

 

(*) Citado por Sarmiento, Domingo Faustino, en "Vida y escritos del Dr. D. Francisco Javier Muñiz", Cap. VI, Félix Lagouane Editor, Buenos Aires, 1885.

Por razones de interés documental, se respetó la escritura original.

 

 

 

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