Ramón Sáenz Morales

 

 

 

Vida, Sueño, Muerte y Otras Tristezas Mas..( fragmento)

 

 

 

 

 

A Rubén Darío

 

¡Tierra la tierra mía!

¡Tierra esta Nicaragua tan bendita de Dios!

¡Si es de oír como pasa sobre tanta armonía

el eco inmarcesible de la Suprema Voz...!

 

Aduladores mares la cercan. Grandes mares

rivales en suspiros, en trovas y halagos;--

pero mi tierra virgen prefiere los cantares,

sin maldad ni malicia, de sus sencillos lagos.

 

Los montes verde y flor, los valles abrisados,

un río, una laguna, un volcán que descuella,

cielo de maravilla, pájaros encantados...

¡Quien contempló estas cosas ya se ganó una estrella!

 

Desde cuándo se canta por aquí?

Que respondan los siglos. Sólo recuerdo ahora

del trovador que en noches del viejo Nindirí,

cuando cantaba hacía que asomara la aurora.

 

¡Poetas! ¡Los poetas! Para todos levanto

este licor de aldea que mi espíritu encierra:

¡si sabéis la mandrágora inefable del canto

nunca habléis de belleza sin conocer mi tierra!