La semilla del Cardo simbolizando la siembra de cultura

Bibliotecas Rurales Argentinas

 

 

La juventud fulminada
Nicanor Molinares (Chile)

Un lunes por la mañana, me decidí... me dije: "¡Nicanor¡
¡Adelante¡ ¡Cuéntales la historia de todo los días¡...¡La
miseria¡ ¡La violencia¡ ¡Toda la impotencia¡... y todo lo que la
genera ¡¡Date el valor muchacho¡¡

Así es como comienzan las cosas... y sus cauines... poco a
poco, no te das ni cuenta, y tienes la soga por el cuello, los
ojos desorbitados y cometiendo un crimen nefasto ¡¡Que horror!!
¡¡Que se levante el culpable!!

-¡¡Buenos días mi amor!!- bosteza echo un cadáver...
Santiago... estirando las costillas... separando el esternón, de
mal humor... asunto de todos los días... ¡¡Qué tienen de buenos!!

Santiago se levanta exhausto a trabajar. El dispositivo
competitivo y asesino enciende las turbinas y se escucha el rugir
del motor. Los brazos fibrosos de los obreros manipulan las
maquinarias... los dentistas arrancan las muelas infectadas... en
la calle Compañía de Jesús venden zapatos ortopédicos... el
cirujano concentradamente desliza el bisturí y cercena la
carne... la secretaria burocrática y mediocre coquetea con el
jefe... los artistas aplauden sus desgracias... el indiferente
bosteza... etc, etc...

¡¡Fantástico!!... Nada ha cambiado a simple vista... ¡¡Todo
bacán!!... ¡¡Wendy total!!

Sin embargo el sensible presiente... lo percibe... frunce el
ceño... echa un looking... ¡ojo al Cristo¡... ¡estate atento!
¡hay un peligro! una bomba de tiempo... ¡¡un tic tac que
anuncia!! un cansancio negro que vaticina... se siente en el
aire, sobre la calle... una epidemia, un desastre.

En la calle nos daremos cuenta de que los rostros son muy
fuertes. Las facciones son profundas, caricaturescas.

Los semblantes transitan taciturnos... sin brillo en los
ojos... -"¡Qué raro!... es como si arrebatada la energía vital
aún navegaran tan sólo con el impulso de la inercia. Y como si ya
no importara hacia donde, ni cómo"-- ¡¡ Extraño !! ¡¡ Muy extraño
!!

No se equivoquen más al pensar que el agotamiento negro que
se contagia en nuestra gran ciudad, sea el cansancio arrebatador
de una jornada extenuante de trabajo. No. El trabajo nunca será
el problema. La enfermedad contagiosa es el no percatarse, en lo
más mínimo, que el pequeño brote de sensibilidad del que todos
gozamos, se nos está

Muriendo como un recién nacido en nuestros brazos... es
terrible... Imperdonable.

Hemos ido envenenando paulatinamente todo lo que nos vivifica
interiormente, que sólo ha bastado el paso del tiempo para ver
como todo se hace pedazos a nuestro alrededor. Y no quedarán más
que ruinas y esa será nuestra cultura. -" Me alegro... esto me
ayuda a comprender la negra y monstruosa poesía que el hombre
joven destila para no volverse asesino"-

Este pequeño brote de sensibilidad al que me refiero, cuando
logra su total germinación, el estallido de la flor, puede llegar
a ser tan poderosa... ¡Ay, dios mío! tan llena de belleza... un
equinoccio... una hecatombe cargada de sustancia vital, que en
una fracción nos hará ver las cosas como son: infinitas,
ilimitadas e inmensas en potencialidad (así lo predijo Blake en
uno de sus poemas) Y el fruto que de ahí se desprenda nos lo
comeremos con apetito voraz, y nos sentiremos mucho más
satisfechos. Y entonces sí que nos podremos tirar de cabeza a la
gran ciudad, y trabajar como Dios manda.

El pequeño brote que crece sí o sí en nuestro interior, se
alimenta a través de sus raíces de nuestro flujo sanguíneo, del
que extrae todo tipo de sustancias autónomas y vitales -si
existiesen-para crecer poderoso y exaltar así su propia belleza y
originalidad. De esta manera fortalecer el mundo que vive en
nuestro interior, y de esa misma manera proyectarse al exterior.
Pero no como un muerto, ni intrínsecamente enfermo y neurótico,
como el perro que se persigue rabiosamente su propio rabo.

Es increíble que después de tanto tiempo infértil, el pequeño
brote continúe con vida y abriéndose paso por entre las grietas
de un alma desbastada. Alimentándose de las pocas sustancias
vitales, que fluyen desperdigadas por una sangre ecológicamente
-por así decirlo-muerta. Esto nos afirma que aún tenemos una
inmensidad de posibilidades.

La falta de alimento decente trae consigo consecuencias que
degeneran, traumatizan el desarrollo, aniquilan las defensas,
desequilibran la mente...¿y que se puede esperar de una mente
enferma? ¡¡Esto está más que claro!! Eso supongo.

En todos los casos los resultados suelen ser monstruosos.

El brote del que estamos hablando está siendo atacado tan
brutalmente por no contar con sangre sabia que lo nutra, que
cuando se produzca el milagro del estallido y su correspondiente
metamorfosis, nos trastabillaremos de terror --¿Esto es lo que
hemos logrado?-nos diremos con espanto.

La gran ciudad tan ocupada en irrumpir en el progreso se
olvida y hace la vista gorda a la enfermedad que se genera. ¡Esa
es la triste verdad verdad¡

La base se carcome señores. El edificio tambalea. La
superestructura se sacude... los huesos se astillan... los
músculos se desmayan... ¡No es broma!... ¡¡ No me estoy riendo!!
¡¡Lo que es legal es legal!!... ¡¡Dense cuenta canallas!!...
Nuestra juventud se enferma. No encuentra la salida. Tiene las
manos atadas y la mirada blindada...

¡¡Atinen por el amor de dios!!

Hoy en día no hay hombres jóvenes. Nacen viejos, como dice
Céline, en un discurso a Emilio Zolá. Estamos atrapados por una
obsesión sadista-masoquista y no habrá liberación -entiéndase
bien-hasta que no se nos elimine a todos. Agrega que Hitler no es
nada comparado con los asesinos que han de venir. Es la pulsión
de muerte maldita sea. De la que hablan los psicólogos...

El peligro de que nuestra juventud nazca avejentada es un
hecho inminente. Como menciono antes, la pobreza que recorre
nuestra sangre-alma, la que tiene la tarea de irrigar al brote
más humano con el que contamos, no cuenta con la sanidad
suficiente para engendrar la paz y la armonía. No señor.

El joven hará manifiesta la malformación que carga
infectándole el interior, comportándose iracundo, payasezco, y
con violencia -"¡¡No estoy ni ahí con toda esa mierda!! ¡¡Valen
callampa!!... "- y se cagará de la risa... una risotada feroz.

Si lo vemos bajo una comprensión más oscura y detallada,
tendrá razón, y si no se trata de razón al menos tendrá un
motivo; como ya lo veremos.

Nos rodearemos entonces con seres amargados, con la
sensibilidad dura como el granito, y las paredes de nuestra gran
ciudad se tatuarán con obscenidades... ¡La monstruosa poesía viva
de hoy!

La gente ya no transitará tranquila por la calle. La guerra
callejera sólo será una pequeña bofetada de todo lo que vendrá.
Los adultos maldecirán entonces a la juventud.

Mandarán a construir rejas alrededor de los edificios...
grilletes... reformatorios... se impondrán leyes... nuevas
sanciones... para estirpar el mal... nunca lo entenderán... me
dije:-"¡¡No escupas al cielo Nicanor!!"- ¡¡Está bien!!...
¡¡Canallas!!...

La frustración con que vivirá la juventud, la hará ver las
cosas tan vacías y sin sentido, que asumirá un conformismo tan
absoluto, que rayará lamentablemente en lo asesino.

Es posible que si la degradación interior continua, esta
juventud logre alcanzar el colmo del asesino, trasmutándose en
suicida.

En general no me refiero a una muerte carnal. No. El hombre
vivirá sus días con un alma muerta en el interior, y eso es peor
aún.

Al nacer generalmente somos inocentes...pero no hace falta
mucho para que la corrupción...¡Joder!... ¡A mala hora! Porque el
primer veneno lo recibimos de la teta... mala leche... mala
madre... infame sociedad... Madre ruin, interesada, venial...
¡Puerca que se devora hasta sus propios marranos!... Me dije:
¡Tranquilo Nicanor!... ¡Los nervios Nicanor¡... -¡Está bien, está
bien!- demasiada pasión.

¡Ok! Al entrar en el flujo de la vida civil, nos damos cuenta
que todo funciona bajo el cálculo, y cualquier expresión original
que no entre en las conveniencias ganadoras, será castrado,
resignando al muchacho a seguir con un pedazo menos. Esto suele
suceder con demasiada frecuencia. Y los resultados: almas
mutiladas... ¡despojos humanos¡... ¡calamidades en dos patas¡...
Tal vez protervos, obstinados en la maldad.

Todo niño nace con este brote en su interior, y sin
percatarnos de su actividad clandestina, inconsciente,
principalmente en el camino hacia una plena juventud, la
sensibilidad hace de las suyas en nuestro ser, y divagamos
fijamente alucinados con la idea que nos hará estallar. Estallar
significa:

"Que cada ser guarda una revelación, y se la debería
obsequiar al mundo"

¿Pero qué pasa si el camino recorrido, a tan temprana edad, a
sido tan hiriente, castrante y maligno, donde nada de lo que nos
hemos propuesto como seres humanos lo hemos logrado ? ¿Ah?
¿Contesten? ¡No se queden callados¡... tómense la molestia...
córranse esa paja...

Encima de todo esto, la falta de sangre sabia a debilitado
los órganos de contemplación. Así que el joven marcha a ciegas,
ha perdido completamente su norte. La intransigencia de un mundo
indiferente lo ha desviado años luz de su dirección. Camina a
tientas y siente mucho temor.

Ahora sí que está solo.

Un joven enfrentado solo al camino, que no haya experimentado
un estallido de su sensibilidad, se verá enfrentado a encontrarla
en la obscuridad, y como no conoció en lo vivido el significado
de generosidad, puede caer en cualquier desviación ¡Aquí comienza
lo aberrante¡ ¿Qué se puede esperar de una mente que ha sido
sometida tanto tiempo a la obscuridad?

No hablamos de la obscuridad real que se traga la luz. La
obscuridad de la que hablamos, se refiere a no haber gozado de la
oportunidad de aprender a manejar y dominar todos los
significados... ¡la información¡... ¡los símbolos¡... los
instrumentos y maquinarias...el machete que necesitábamos para
desarrollarnos y alcanzar así nuestra más íntima revelación.

La dolorosa soledad en la que vive lo inicia en el abyecto
camino del hombre que trata de comunicarse con los demás. Pero
este ser es frío y torpe como un metal. Sus principios se
encuentran tan distantes de la humanidad, que no se daría cuenta
si comete un tormento, suplicio, o una maldad. En su turbio mundo
es otro el significado del dolor.

Su alma sufre -como sufre todo ser humano- esa maldición de
no poder estar solo... la trata de superar... cueste lo que
cueste... una obsesión...

Esta sola tarea será su motivo de vida y luchará por ella.

Pero los códigos que utilizará para entablar esta
comunicación serán egoístas y terribles. Todo los esfuerzos se
harán en función y con el propósito de llenar ese vacío que se
explaya como una lepra en su interior.

Estamos hablando de una mente que ya está podrida...¡Ay! un
órgano demencial... un mecanismo descompuesto... ¡Todo mal!

Por un ¡clic! incomprensible se activo la parte más enferma
del cerebro... hay un caos... las cosas no están en su lugar...
las ideas destrozadas... veremos por un momento el tambaleo
mental... A si llega a la convicción que el mundo le quiere robar
a la madre... lo único que posee, separarlos, no lo soporta, se
desordena aún más... Entonces inocentemente desequilibrado
secuestra a su propia madre.

La encierra para protegerse de los demás. La persecución de
las ideas en su gulivera es infernal. La madre le trata de
explicar ¡que no está bien! ¡que está un poco confundido! ¡nadie
los quiere separar!... No hay caso, el martirio continua... El
muchacho deambula apesadumbrado por la casa... Como no puede
entablar una comunicación normal, en entendimiento, cae en un
agujero psíquico, y en un acceso de rabia descontrolada le quita
violentamente la vida.

Totalmente enajenado, en plena obscuridad, sin un destello de
luz, continua la persecución... Encarcelado en el maldito delirio
descuartiza el cuerpo avejentado de su madre, lo zampa dentro de
un jarrón gigantesco de leche, y lo entierra llorando como un
niño en el patio de la casa.

Confirmándose luego con clarísima convicción que todo lo
ocurrido no está del todo mal, si contribuye apaciguar su más
profunda dolencia interior.

Transcribo este arrebato criminal como un simple ejemplo que
hay. Lo leí en un periódico... ¡Filo! Pero no se queden con esta
idea, acuérdense que hay grados y grados en todo. Y dimos -no al
azar- el ejemplo mayor: el matricidio ¿o es el infanticidio?

Debo admitir que llegar a semejante extremo para explicar un
fenómeno social, teniendo cualquier ejemplo mucho más común y
cotidiano de destrucción, es un poco exagerado y cruel de mi
parte. Entonces ahora estamos claritos de que hablamos del grado
más elevado de desesperación que un alma pueda alcanzar. Una
soledad en el individuo que le hace sentir un vacío pero tan
grande: "Que aunque todos los muertos de todos los tiempos
resucitaran no lo llenarían"

El conducirlos a esta aberración tal vez sea la manera más
adecuada de llegar entender el comportamiento de esta masa que se
mece en la incertidumbre, desde su mismo nacimiento, hasta su
último suspiro.Y de esa perspectiva de faro, asumir
definitivamente que a nuestra juventud algo la está encaminando a
una vejez prematura.

¡Ojo! ¡Flag! Alcanzar con la vista desde lo más alto del faro
los dos extremos... los dos grandes excesos... la sanidad e
insania... pasando inevitablemente la mirada por todos los
acontecimientos que navegan extremauciosos por entre los dos, te
da una perspectiva mucho más amplia de observación.

Porque después de todo si uno reúne unos cuantos
acontecimientos aislados extraídos de la realidad... uno de acá y
otro de allá... haría -como dice André Gide- un conjunto
monstruoso.

Hay que asumir con la mano en el corazón que nuestro mundo
sufre de unos desordenes mentales... desde la insania a la
neurosis, en una u otra forma. Los hospitales, los manicomios y
las cárceles, desbordan de gente.

Están todos enfermos¡ -"¡Vos mismo¡"- y lo gritan.

El creador, o digamos mejor el humano que ha podido estallar
su sensibilidad ya en variadas ocasiones, también vive en este
caos general. Pero se juega la vida, asume su soledad, soporta la
locura, y se comunica con generosidad.

¡¡Cuidado!! Comunicación que puede llegar a ser tan brutal
como la del joven fulminado... Nos la entrega un poco, pero sólo
un poco más digerible, extraída directamente de su ficción, con
la pluma... el papel maché... unas pinceladas... o unos
decibeles. Un conjunto estético, y no una acción sangrienta
contra su mundo ¡¡Aunque eso quisiera!!

Sin embargo el artista siempre sabrá que la realidad es
inconfundiblemente más brutal ¡¡Ni dudarlo!!

Por sentido común se les pide a los que manipulan deste la
cumbre de la sociedad, que no castren el ingenio de la juventud.
No agotad su sensibilidad en una lucha interior innecesaria.

De todas maneras yo también me siento cansado... Soy uno más
de los enfermos que va caminando... con la mirada distante... el
cuerpo que no siente... los reflejos que no se activan... el alma
entera que bosteza... y la gran ciudad crece ahí afuera como un
cáncer... y nosotros persistimos en vivir en sus entrañas.

-"Han creado leyes y códigos en tal cantidad que abrirse paso
entre ellos es más difícil que para un marinero contar las
estrellas ¡¿Para qué, para qué?! -Preguntad al profeta.

Preguntad al profeta que espera sentado, que espera y ora por
nuestra destrucción, mientras alza la mirada al firmamento y
contempla en el universo a gusto el advenimiento de un nuevo
periodo, el nuevo signo zodiacal que se avecina... Acuario del
año 2160... En tanto sonríe a sabiendas que la neurosis no es un
fenómeno nuevo en la historia de las enfermedades humanas, ni su
flor más maravillosa la esquizofrenia. Ni que sea la primera vez
que el suelo cutural, y aún el subsuelo, han quedado exhaustos...
¡¡Y lo vaticina ahora!!

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¿Ángeles... o demonios?
©1999 Nicanor Morales volver al índice

 

 

 

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