Orietta
Favaro
Mario
Arias Bucciarelli
Reflexiones en torno a una experiencia populista provincial.
Neuquén (Argentina),
1960-1990
[1]
Considerando que la apelación
a la categoría "estado de bienestar" o el postulado Neuquén-isla o modelo neuquino no resuelven el problema, creemos operativo intentar
reapropiarnos y dar nuevo contenido al populismo -una de las cuestiones más
estudiadas por las ciencias sociales de América Latina- y confrontar la pertinencia de su utilización
para un caso provincial. En este marco, combinamos discusiones teóricas y
metodológicas con análisis de caso, asumiendo el carácter general y complejo
en la construcción de conceptos; para ello optamos por la propuesta de encuadramiento
estructural de Carlos Vilas
[2]
.
El populismo ha sido ciertamente
un tema recurrente de la sociología política latinoamericana. De controvertida
y equívoca trayectoria conceptual ha generado, desde la segunda guerra mundial
hasta mediados de los setenta, una vasta producción bibliográfica. Pese a
la connotación peyorativa que lo acompaña, la ambigüedad y polisemia que lo
caracteriza, “el concepto
muestra una gran resistencia a ser pasado a retiro, más bien se obstina
en perdurar, ronda el lenguaje cotidiano, asoma en los trabajos académicos,
señalando quizá, la existencia de una zona de experiencia política y social
particularmente importante..."
[3]
. A su vez, casi no existen experiencias políticas en los
países de la región que no sean o hallan sido -en un determinado momento de
su evolución histórica- catalogadas como populistas.
La carga de negatividad que
aún persiste en el término se vincula, en
líneas generales, a dos razones concurrentes. Por una parte, deviene de la
reducción de esta categoría a un conjunto de relaciones entre el líder
y la masa; articuladas a través de una cadena de discursos, liderazgos carismáticos
y clases populares manipuladas para fines de control del poder. Por otra,
se asienta en una visión sesgada del sentido histórico y el carácter específico
del fenómeno, atribuirle a una lectura eurocéntrica de la experiencia latinoamericana
[4]
. Con diferentes matices y respondiendo a enfoques teóricos
e ideológicos de diverso signo se examina al
populismo como una desviación del proceso histórico, “en
tanto vastos sectores de la población son englobados en la categoría de masas,
es decir, son percibidos como objetos de la historia -en ocasiones como sus
beneficiarios privilegiados- pero no como sujetos”
[5]
.
Como bien señala Giovanni Pasquino, el “populismo es un fenómeno social y político de tal complejidad que no
se puede formular una elaboración teórica capaz de contener todas sus facetas,
porque varía según la experiencia de cada país adoptando modos, formas y tiempos
diversos de desarrollo y afirmación, de manera que puede ser visto sea como
ideología, movimiento, conglomerado de
partidos o régimen político”
[6]
. La riqueza temática que engloba y su contribución a la
discusión de problemáticas de notable actualidad política y teórica justifican
el esfuerzo por clarificar su alcance y significación. El considerable conjunto
de trabajos referidos al tema permite detectar varias líneas de abordaje que
enfrentan el problema desde enfoques no sólo distintos sino excluyentes
[7]
.
Aquí se reconoce al populismo
como una categoría idónea para la interpretación de procesos que se manifiestan
en una diversidad de contextos. Descartando las explicaciones que lo ligan
a una circunscripta fase del desarrollo económico o una base social específica,
consideramos que pueden articularse determinadas características que trascienden
los distintos períodos históricos y los diversos espacios nacionales
[8]
. El presupuesto que guía las opciones seleccionadas responde
a la necesidad de buscar una explicación que de cuenta de la dinámica política
latinoamericana, alejándose de las teorizaciones basadas en la contrastación
con el modelo clásico de desarrollo capitalista europeo y avanzando en la
línea que prioriza la reflexión en torno a las imbricaciones entre sociedad
y Estado en el marco del capitalismo dependiente.
Si bien Vilas interpreta el populismo
como una estrategia de acumulación apoyada en la ampliación del consumo personal
y lo ubica, por tanto, en un determinado momento del desarrollo latinoamericano,
el enfoque admite su proyección. “Aunque desde una perspectiva estructural los
fenómenos populistas están estrechamente ligados a determinados niveles de
desarrollo de la sociedad y la economía, es indudable que el populismo en
cuanto ideología y proyecto de sociedad ha sobrevivido a las condiciones originarias
y se presenta como una recurrencia política en varios países de la región”
[9]
. A la vez coincidimos con Tarcus cuando afirma que “...populismo
no define tanto la naturaleza de un gobierno o de un régimen político [...]
sino, antes que nada, a una modalidad de acumulación de capital, a un tipo
de estructura de clases y a una forma de estado (y deberíamos agregar, a una
ideología y a una cultura política específica)”
[10]
.
La dinámica en un espacio de 'frontera'
El espacio de estudio, al igual
que otros, es la expresión territorial de la división social del trabajo;
proceso que adquiere contornos definidos en Argentina desde fines del siglo
XIX. Precisamente a partir de esos
años es cuando el Estado nacional afirma su presencia en áreas hasta entonces
escasamente pobladas -ocupadas en su mayoría por indígenas o extranjeros-
y carentes de vinculación con la instancia de dominación central.
Luego de la conquista militar, por la legislación establecida
y la expansión de organismos e instituciones nacionales, adquiere entidad
geográfico política el “triángulo” ubicado en el extremo noroeste de la Patagonia.
De tal manera, se configura Neuquén, territorio mediterráneo y periférico,
que mantendrá hasta la segunda mitad del siglo XX una situación de subordinación
política y limitada articulación con el Estado y mercado nacional
[11]
.
En el transcurso la etapa territoriana
se llevan a cabo acciones que, sin estructurar un ámbito homogéneo, sientan
las bases productivas y socio espaciales características de la futura provincia.
En la zona cordillerana, se desenvuelve una producción ganadera de tipo extensiva
y en el vértice oriental comienza la agricultura bajo riego y la explotación
energética (descubrimiento del petróleo, 1918). De todos modos, estas actividades
por su propia envergadura no provocan radicación de población ni definen un
perfil productivo integrado. Sólo la presencia del Estado nacional a través
de su aparato político administrativo y militar permite aumentar la demanda
de servicios, hecho que dinamiza relativamente la zona.
El surgimiento de este espacio
se da en el ciclo de incorporación de la Argentina al mercado mundial como
proveedora de carnes y cereales provenientes del litoral- pampa húmeda. Durante
la vigencia del modelo agroexportador, Neuquén asiste al auge, deterioro y
crisis de este régimen de acumulación ya que sus actividades no tienen inserción
en el área dominante. La provincialización del espacio (1955/58) coincide
a nivel nacional con el comienzo de los cambios en el modo de desarrollo;
período que se extiende -con etapas y subetapas- hasta 1989 y en el que se suceden sin continuidad políticas
económicas de contenido diverso
[12]
. El desarrollismo, que entre otros aspectos impulsó la
explotación del petróleo, no instala a Neuquén como área prioritaria, aunque
se continúa con la exploración que permite avanzar hacia el centro y noroeste
de la cuenca
[13]
, localizándose yacimientos gasíferos.
Es a comienzos de la década del
setenta, con el inicio de las obras del complejo Chocón-Cerros-Colorados y
los estudios de factibilidad de otras centrales hidroeléctricas, que Neuquén
se convierte en polo de radicación de la población
[14]
y crecimiento de empresas, que se expanden
a través de las compras en forma directa y los contratos con organismos
públicos. El efecto de estas inversiones contribuye al desarrollo de la industria
de la construcción
[15]
y a la ampliación de los servicios, sobre todo en el área
de la Confluencia.
Hay que tener en cuenta que paralelamente
a la inserción del espacio se va configurando el sistema político provincial,
caracterizado por la hegemonía de un partido local: Movimiento Popular Neuquino
(MPN). Creado a tres años de la provincialización (1961) este entramado partidario
no solo triunfa en las instancias electorales sino que mantiene el poder aún
en las coyunturas de quiebra del orden constitucional
[16]
. Dado que sus cuadros políticos se mantienen vinculados
al aparato gubernamental, se materializa una instancia burocrática que como
forma de organización “emplea” actores sociales y se convierte en funcional
al estado provincial
[17]
. Hacer planes significa, para estos técnicos con un fuerte
compromiso político, ampliar la acción del estado y su injerencia en toda
la vida económica y social.
Sin embargo, los proyectos de
radicación industrial elaborados
durante las décadas del '60 y del '70 no logran concretarse, obstaculizando
el crecimiento económico autónomo
[18]
. Por una parte el Estado nacional, que era la instancia
que financiaría los proyectos, privilegia la realización de grandes obras
en otras localizaciones; por otra, los
actores privados optan por el área pampeana y/u
otras regiones de la Patagonia. A ello se agrega la ausencia de un
empresariado local con vocación industrial y las prioridades políticas y de
legitimación de los gobiernos emepenistas.
En la década de 1970, pero con efectos visibles en los 80, es cuando
se asiste a la definición de la matriz productiva en la provincia de Neuquén.
En el transcurso de estos años comienzan
a observarse cambios cuantitativos respecto del petróleo y el gas, tanto en
lo que hace al descubrimiento de yacimientos, los volúmenes de producción,
el incremento en las regalías
[19]
y la consecuentemente inserción de la provincia en el mercado
nacional como fuerte proveedora de recursos
energéticos
[20]
.
Hasta que no se ponen en marcha
los cambios estructurales de los '90 en el orden nacional, caracterizados
entre otras cuestiones por la privatización, la economía provincial se apoya
en la expansión del gasto público y las rentas provistas por las empresas
del Estado nacional. Con lo obtenido, el gobierno neuquino, en un contexto
de rápido, intensivo y sostenido crecimiento poblacional
[21]
, establece una estrategia
populista de desarrollo, consolidando un modelo de política de ‘bienestar’ durante
los años 1980 que no sólo ocultó la crisis general sino que también permitió
postergar reformas y ajustes en la provincia.
Estrategia populista
de desarrollo
El desenvolvimiento de la economía
en este espacio configura una estructura productiva caracterizada por la no industrialización de los recursos
en el lugar de origen y la consolidación de un perfil energético-exportador,
cuya dinámica reproductiva se sostiene en la demanda y las inversiones del
Estado nacional y sus entes de carácter empresario; la expansión del gasto
público provincial
[22]
y la ampliación consecuente de los servicios
[23]
.
Con el proceso democrático en
los '80 la sociedad neuquina muestra los cambios operados, revelando
un alto grado de complejidad. En ella se han consolidado
sectores con importante capacidad de movilización y reclamo que demandan
a la instancia provincial respuestas a una multiplicidad de problemas. En
este sentido, el fuerte crecimiento poblacional que se venía verificando desde
hacía más de una década, unido al hecho de la nueva situación política plantea
fuertes y variadas expectativas en los habitantes, quienes adoptan una actitud
que adquiere contornos abiertamente contestatarios
[24]
. Este comportamiento no sólo se verifica a nivel individual
sino también en las características que reviste la iglesia neuquina, la fortaleza
del movimiento por los Derechos Humanos, el dinamismo de las juntas vecinales
y la creciente autonomía del sindicalismo local
[25]
.
En este contexto, la fracción
dominante de la burguesía que controla el estado provincial, dotado de fuertes
ingresos en concepto de regalías hidrocarburíferas e hidroeléctricas, "impone a la sociedad la dinámica de
la acumulación populista"
[26]
. En ausencia
de otra fracción con un proyecto de desarrollo alternativo, adopta una estrategia
que atribuye a la ampliación del consumo personal y la activa presencia del
estado en la regulación económica y social
[27]
, las bases esenciales para aumentar la acumulación y obtener
el consenso necesario para asegurar su permanencia en la direccionalidad del
sistema político
[28]
.
La modalidad regulativa de la
administración provincial adquiere una incidencia sustancial en el crecimiento
económico y el desarrollo social, dado que las actividades más dinámicas -explotación
de petróleo y gas, generación de hidroelecticidad, construcción, comercio
mayorista y minorista- están directa o indirectamente asociadas a la capacidad
estatal de reproducir en el ámbito provincial la estructura de acumulación.
Así, las posibilidades de absorción de la demanda laboral y realización de
los distintos intereses sociales resultan vulnerables a la acción estatal,
ya que en gran parte se originan y retroalimentan en la obra pública, en las empresas estatales
o en la provisión de bienes y servicios o abastecimiento del consumo de los
empleados públicos que realiza el sector privado
[29]
.
La propuesta no presenta contradicciones
para el resto de las fracciones burguesas, cuya posibilidad de acumulación siempre estuvo orientada
a satisfacer las necesidades del consumo personal y a la provisión de bienes
y servicios. La ampliación en la cobertura de los programas sociales (salud,
vivienda, educación, comunicaciones, esparcimiento), el crecimiento y diversificación
en la demanda y el bajo nivel de presión
tributaria interna, entre otras cuestiones, concurren a avalar esta modalidad
de intervención. Por otra parte, las políticas ejecutadas, generan condiciones
favorables para la aparición y afianzamiento de "contratistas del estado",
que crecen a partir de la articulación con los intereses burocráticos y su
interpenetración con las esferas del poder político
[30]
.
El estado neuquino alcanza una
activa presencia en el mercado de trabajo, actuando de manera directa como
empleador e indirectamente a través de la contratación de empresas que ejecutan
la obra pública. Es posible afirmar que a partir de los años 1980, anexa a
su tradicional carácter "interventor-planificador-distribucionista"
[31]
, el de empleador.
Esta función adquiere un papel relevante si se atiende al hecho que en la
estructura ocupacional de la provincia, más del 70 % de la PEA se ubica en
la categoría "empleados u obreros"
[32]
.
Tanto desde la instancia local
como desde las empresas nacionales que explotan los recursos, no sólo se otorga
una importante salarización capitalista
sino también se amplían los beneficios sociales. Ello permite, a un sector importante de la heterogénea población
asentada en la provincia acceder a un nivel y calidad de vida que posibilita
la movilidad social ascendente, generando nuevas expectativas. En este marco,
el gobierno emepenista difunde la imagen de Neuquén como “isla del bienestar”
hecho que en sí mismo provoca el arribo de más personas
[33]
.
Por las características de los
grupos migrantes se conforma una sociedad integrada, en un gran porcentaje,
por sectores medios. Ello daría
lugar a una cultura materialista, habida cuenta que ese segmento social se
orienta sobre patrones de ascenso
[34]
. Asimismo, el cambio de hábitat y el desarraigo provoca
rupturas con las lealtades partidarias originales, desarrollando aquí "una
moral de frontera", que pasa a engrosar la cultura política neuquina.
De una ‘sociedad simple’ con pocos clivajes -en un momento muy “igualitaria”-
se pasa a una configuración múltiple, en la que el partido del orden y de
la modernidad, facilita la resolución de conflictos funcionales sin poner
en juicio la estructura de la sociedad. No obstante, ello no encubre la otra
cara de la migración masiva, la existencia de una población
pauperizada que se instala en los alrededores del centro capitalino,
constituyendo un cinturón periférico denominado "gran Neuquén".
Una de las razones que explican
la fuerza del populismo neuquino, reposa en el éxito para interpelar estas
familias nuevas, dando cuerpo a sentimientos y necesidades de una población
que salía de sus lugares de origen en el contexto del proceso de urbanización
nacional, pero también de una situación global recesiva. La construcción del
interés general a partir de la articulación no conflictiva de los diferentes
intereses particulares se asienta en la definición de un enemigo externo.
En la cultura política neuquina, se trata del Estado nacional y la bandera
que se esgrime es el federalismo,
elemento fundamental en la estrategia de legitimación.
El arraigo de este estilo provincialista
de representación de intereses sociales, alcanza un éxito notable en la articulación
del sistema político local, logrando trasladar el conflicto interno a la instancia
nacional.
La unidad sin diferencia a partir
de la cual se erige el MPN, le permite al partido provincial ir construyendo la identidad neuquina, con clivajes ideológicos definidos -"la lucha
contra el poder central"- y propuestas
programáticas concretas -negociación ventajosa con los gobiernos nacionales
de turno-; que en su conjunto, coadyuvan a esclarecer el particular comportamiento del electorado desde 1963 a la actualidad. En este
orden de consideraciones debe tenerse en cuenta no sólo la capacidad del entramado partidario y de sus figuras de
validar sus intereses y los del estado como intereses generales, sino también
las serias dificultades del resto de los partidos "para institucionalizar su estructura y convocar el consenso de la
ciudadanía"
[35]
.
La interpelación inclusiva de
la retórica populista se traduce en una configuración ideológica cuyos aspectos
elementales permiten particularizarla como, sensible,
orientada al interior, reformista, pragmática y global
[36]
; rasgos que en nuestro caso se articulan en
base al aparente carácter externo de las contradicciones: la puja estado provincial
vs. Estado nacional. Ello permite enunciar un discurso que se asienta en torno
a la defensa de los derechos esenciales de 'la provincia', pone
énfasis en la satisfacción de las necesidades básicas de los 'neuquinos',
y potencia la sensación de cambios rápidos en las condiciones materiales y sociales;
recreando en el imaginario colectivo la idea del equilibrio entre todos los
sectores y la viabilidad de su participación y progreso dentro de los límites
provinciales. Por la dinámica del sistema político y la fuerte tendencia a la personalización del liderazgo,
los dirigentes del MPN conservan una relativa autonomía que posibilita reformular
posiciones según las circunstancias, sin que ello implique pérdida de legitimidad
electoral.
Una modalidad esencial en el ejercicio
del poder político del MPN lo constituye el clientelismo. Atendiendo a las
características socioespaciales de la provincia, se trata de una práctica
con dimensiones tanto urbanas como rurales que aplicada con estrategias diferentes
"no excluye a priori a nadie del
mercado de prebendas"
[37]
. Resulta claro que, tanto a nivel provincial como municipal, la relación está vigorosamente
institucionalizada por la estructura burocrática provincial y las organizaciones
y expresiones barriales propias del partido que mediatizan la relación colectiva
de los ciudadanos con las esferas del poder político. Sin embargo,
no puede negarse el rol fundamental que juega el liderazgo carismático
de los referentes del MPN y básicamente el de Felipe Sapag
[38]
y sus "recorridas por el interior neuquino",
que en una dimensión simbólica, concurren a reforzar compromisos, lealtades
y sentimientos.
De todos modos, admitiendo la
importancia del contacto fluido, individual y cotidiano que pueda establecerse
con los pobladores del interior y los sectores marginales urbanos, en esta
provincia donde el partido aparece como la única institución sólida del estado,
es obvio que "el carisma se traduce
en obras". En este sentido coincidimos con la afirmación de Vilas
respecto a las virtudes extracotidianas
que los seguidores atribuyen al dirigente político, "es mayor la adhesión a lo que el líder representa que a la persona
del líder".
El populismo neuquino como ordenador de las prácticas sociales y
productor de las representaciones simbólicas, internaliza en la sociedad provincial
la certeza en torno a que es una función del estado procesar y traducir los
intereses y las reinvindicaciones de las clases en políticas públicas. Al
ser el estado el encargado de garantizar la vigencia de estas relaciones y
de asegurar su reproducción, se crea la imagen de un poder separado, por encima
del bloque de fuerzas que lo controla y de las contradicciones que nutren la dinámica
de la sociedad capitalista. La posibilidad de emergencia del dirigente populista,
con su amplio margen de acción personal, entronca también en este ensanchamiento
de la autonomía relativa del Estado capitalista en la periferia.
El triunfo del MPN, hace mas de 30 años, constituye como objeto de
estudio un fenómeno complejo. En este caso,
no limitamos a reflexionar sobre aquellos rasgos que vinculan esta
experiencia con una versión del populismo en la periferia capitalista. La
conquista del poder exigió disponer de una base de apoyo que el emepenismo
fue armando y que le permitió afrontar la lucha política en todos los terrenos
y cada vez con menores dificultades en el campo electoral. Para ello convocó
a todos 'los neuquinos' o los que se 'sintieran neuquinos'. El resto de los
partidos políticos nacionales con expresión local no pudo inclinar el aparato
partidario a su favor ni siquiera convocar a los disconformes y marginados.
La estrategia aplicada en su modalidad
populista, se preocupó más por captar la mayor parte del excedente del nivel
exportador para reproducir la estructura de acumulación asentada en la ampliación
del consumo personal, que por crear condiciones para afianzar un sector productivo
menos dependiente de la renta agotable de los recursos naturales. Como toda
estrategia populista fue cortoplacista, no sólo por estar fundada en los beneficios
derivados de la explotación de recursos no renovables sino por la dependencia
de decisiones extraregionales, a la vez condicionadas por un mercado con alta
volatilidad de precios. Los cambios en las orientaciones internacionales y
la consecuencia reestructuración del capitalismo argentino a partir de los
’90, desnudan su vulnerabilidad.
Con la privatización de la escena
pública, se continuó manteniendo solidaridad en la población producto de la
dinámica política que había adquirido la sociedad neuquina en los "años
de bienestar". Pese a que la globalización determina el estallido del
modelo económico en su versión ‘populista’ y que los sectores dirigentes del
partido en el gobierno buscan nuevas alternativas en la reconversión económica
de la provincia, desde los distintos sectores sociales se continúa operando
con una lógica demandante sin asumir que Neuquén dejó de ser "la isla de bienestar" para convertirse en "un archipiélago del conflicto social".
[1]
El presente trabajo se encuentra publicado en Nueva
Sociedad. Caracas, 2001,172.
[1]
Carlos Vilas: “El populismo latinoamericano: un enfoque
estructural". En Desarrollo Económico, Bs.As, IDES, 1988,
111.
[1]
María Moria Mackinnon y Mario Alberto Perrone (Comp)
Populismo y neopopulismo en América
Latina. El problema de la Cenicienta. Introducción, Bs.As, Eudeba, 1996,
p. 14.
[1]
Aníbal Quijano, "Populismo y fujimorismo".
En Felipe Burdano de Lara (Comp), El
fantasma del populismo. Aproximaciones a un tema (siempre) actual, Venezuela,
Nueva Sociedad, 1998.
[1]
Carlos Zubillaga, "El batllismo: una experiencia
populista". En Carlos Vilas (Comp): La
democratización fundamental. El populismo en América Latina. México, Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes, 1994, p. 180.
[1]
Citado por Valeria Napoli,, "Reflexiones sobre
el populismo en Italia. El fenómeno Lauro". En
Entrepasados, Bs.As., 1997,12, p. 58.
[1]
Entre otros, Emilio de Ipola,
Ideología y discurso populista. México, Folios, 1982; Críticas
de la economía política. Edición Latinoamericana. Los populismos. México,
El Caballito, julio-diciembre de 1981, 20/21;
Bobbio, Mateucci, Pasquino, Diccionario
de Política. México, Siglo XXI, 1995, pp.1247-1258; Carlos Vilas (Comp),
La democratización...., op.cit.;
María Moria Machinnon y Alberto Petrone (Comp) Populismo y neopopulismo...op. cit.; Pierre André Taguieff, "Las
ciencias políticas frente al populismo: de un espejismo conceptual a un problema
real". En Paul Piccone et al: Populismo Posmoderno. Bs.As., Universidad de Quilmes, 1998; Felipe
Burbano de Lara (Editor), El fantasma
de... op. cit.
[1] "Buena parte de la incomprensión del populismo latinoamericano y de las discusiones al respecto se origina en la propensión de los autores a reducir un fenómeno complejo a uno de sus elementos aislados: ‘las políticas de distribución de ingresos’, ‘la heteronomía del movimiento obrero’, ‘la adhesión a las masas marginales’, ‘el discurso político’, ‘la promoción industrial’,etc". Carlos Vilas (Comp) La democratización....op.cit., p.38.
[1]
Carlos Vilas, "Estudio preliminar. El Populismo
o la democratización fundamental de América Latina". En Carlos Vilas
(Comp) La
democratización....op.cit., p. 14.
[1]
Horacio Tarcus, "La crisis del estado populista.
Argentina, 1976-1989". En Realidad Económica. Bs.As., IADE, 1992,107.
[1]
Neuquén reviste como Territorio Nacional entre
1884 y 1955, es una porción geográfica
que, a diferencia de las provincias, carece de autonomía política y representación en la estructura del
poder central
[1]
Julio César Neffa, Modos
de regulación, regímenes de acumulación y sus crisis en Argentina, 1880-1996. Eudeba, Bs.As.,1998, pp.257-261
[1]
La cuenca neuquina, comprende el sudeste de La Pampa,
sur de Mendoza, noroeste de Río Negro y prácticamente toda la superficie de
la provincia de Neuquén.
[1] Estos emprendimientos se localizan en el departamento Confluencia que para 1970 reúne el 58% de la población provincial, cifra que se eleva al 68% en 1991. En él se encuentra la ciudad capital que aglomera el 43% de la población.
[1]
"La construcción representó el 26% del PBG en 1970,
donde el 76% correspondía a la construcción pública, lo que demuestra la importancia
de los emprendimientos hidroeléctricos primero y luego los planes oficiales
de vivienda en la formación del producto provincial. La construcción fue aumentando
en términos absolutos y en forma continuada entre 1970 y 1976, disminuyendo
algo entre 1977 y 1979 debido a las restricciones de la política económica
nacional, pero se recuperó en 1980 para llegar a su máximo histórico dos años
después". Humberto Zambón, "La economía de la Patagonia Norte".
En Boletín Economía y Sociedad, Neuquén, Fundación
Confluencia, Año 2, 8, 1998, p32.
[1]
Entre 1955 y 1983 en Argentina se producen cuatro golpes
de estado.
[1]
Orietta Favaro, "El Movimiento Popular
Neuquino, 1961-1973. ¿ Una experiencia neoperonista exitosa?". En Estudios Sociales. Revista Universitaria Semestral, Santa Fe,
1995, 8.
[1]
Graciela Iuorno y Alicia González, "Una interpretación
global de las políticas económicas neuquinas. El intento de desarrollo industrial
1958-1976". En Orietta Favaro (Editora), Neuquén. La construcción de un orden estatal.
Neuquén, Cehepyc, 1999.
[1]
La regalía es la apropiación de la renta hidrocarburífera
por parte de la provincia poseedora del recurso y hasta la desregulación petrolera
(1989), el actor único que las liquidaba era la empresa estatal YPF, gravitando
significativamente en los ingresos provinciales. Llegó a representar en 1988
más del 50 % del presupuesto.
[1]
Orietta Favaro y Mario Arias Bucciarelli, "La conformación
de una provincia exportadora de energía, Neuquén 1950-1980", En O.
Favaro (Editora): Neuquén. La
construcción...op.cit.
[1]
Resulta impactante el registro de población de la provincia
que en términos de incremento porcentual es, entre 1960-1991, de 254%.
[1]
La participación del sector público oscila entre el
43% y el 60%. Dada la estructura productiva, el aporte proviene en su mayoría
del sector publico nacional (entre
el 39% y el 59% del PBG). COPADE, Actividad Económica Provincial, Neuquén,
1983.
[1]
El producto bruto provincial desagregado por
sectores, revela un incremento sustancial del sector terciario con
45,5% en 1960; 41,5% en 1970 y 61,6%
en 1980. Según el censo de 1980, el 70% de los empresarios se ubica en "comercio
y servicios", al igual que el 80,2% de los "profesionales"
y el 87,9% de los "productores autónomos". Demetrio Taranda y Mónica
Ocaña, "El Estado de la provincia del Neuquén, sus políticas públicas:
un ejemplo de mediación". En Orietta Favaro et al (Comp.), Estado, Capital y Régimen político, Neuquén,
El Espejo, 1993.
[1]
Un ejemplo de ello lo constituyen
las masivas movilizaciones contra las leyes de "Obediencia Debida"
y "Punto Final" y las manifestaciones en defensa de la legalidad
constitucional ante los sucesivos levantamientos militares. Por estas acciones
Neuquén pasa a ser considerada, por la prensa regional y nacional, "Capital de los Derechos Humanos".
[1]
Entre los gremios más combativos se destaca la UOCRA
(construcción), que registra dos conflictos prolongados y duramente reprimidos
en 1984 y 1986 y ATEN (educación), creado en 1982 que logra una activa participación
de los afiliados, revelando un alto poder de convocatoria y capacidad de protesta.
Por otra parte SUTEN (trabajadores del Estado provincial), adquiere desde
el inicio una clara actitud confrontativa con el gobierno local.
[1]
Carlos Vilas: "El populismo latinoamericano...",
op.cit., p.337.
[1]
Se advierte una fuerte expansión del gasto público,
representado el ítem "trabajos públicos", el mayor porcentaje de
las erogaciones de capital. En el período 1970-1990 su participación ha oscilado
entre el 80% y el 95%. En Mario Pilatti: Estadísticas
básicas para el estudio del sector público, Neuquén, UNCo, 1990.
[1]
Para el caso neuquino, nos parece válida la afirmación
en torno al populismo de Helena Hirata en el artículo
"El populismo como impulsor del desarrollo capitalista "semiindustrial".
El caso Brasil". "Es la debilidad del grado de acumulación de capital
y la debilidad consecuente de las clases fundamentales de la sociedad cuyas
relaciones de fuerza son más o menos equilibradas, lo que permite el auge
de los regímenes populistas y lo que permite, por otro lado, a estos regímenes
negar o minimizar la existencia de las
clases sociales y la lucha entre estas clases". En Carlos Vilas (Comp) La democratización... op.cit.
[1]
Mario Arias Bucciarelli: “El estado neuquino. Fortalezas
y debilidades de una modalidad de intervención”. En Orietta Favaro (Editora):
Neuquén. La construcción..., op.cit.
[1]
Un caso testigo es el de la vivienda. Entre 1964 y 1983
se construyeron 7.078 viviendas y entre 1984-1990, 20.631. La concreción de
estos planes oficiales, gestionada a través
del Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo, favoreció a
15 empresas -viejas y nuevas-, 6
de las cuales construyeron el 67 % de las viviendas de la capital neuquina. En COPADE,
Anuarios estadísticos, 1979/
1990.
[1]
Orietta Favaro, Mario Arias Bucciarelli y María Carolina
Scuri: “El Neuquén. Límites estructurales de una estrategia de distribución,
1958-1980”. En: Realidad Económica. Bs.As., IADE, 1993,118.
[1]
La tasa de empleo en Neuquén, para el período de referencia,
es similar a la de los núcleos urbanos más importantes, manteniendo dos puntos
sobre el promedio nacional. Respecto
del "empleo público" se observa un fuerte crecimiento, pasa de 5.422
empleados en 1978 a 12.360 en 1982 y a 29.802 en 1991. COPADE
[1]
Según los datos del INDEC, el incremento de la población
total de Neuquén, considerando el proceso migratorio y el crecimiento vegetativo,
alcanzó para el período 1980/91, el 59, 5 %.
[1]
Vicente Palermo: Neuquén: la creación de una sociedad. Bs.As.,CEAL, 1988, 212.
[1]
Orietta Favaro y Mario Arias Bucciarelli: "El sistema
político neuquino. Vocación hegemónica y lucha faccional en el partido gobernante". En Orietta Favaro (Editora): Neuquén...,op.cit., pp 253-275.
[1]
Rasgos atribuidos por Arturo Fernandez citados en Carlos
Zubillaga, "El batllismo..."op. cit.
[1]
Graziano Luigi, "Clientelismo". En Falletti,
Tulia et. al. (Comp.) Clientes y Clientelismo en América Latina,
Bs.As., UBA,1997, p-22.
[1]
Felipe Sapag es uno de los fundadores del MPN y fue
en cinco oportunidades gobernador de la provincia.
FACILITADO Y AUTORIZADA
SU PUBLICACIÓN POR EL CONSEJO LATINOAMERICANO DE CIENCIAS SOCIALES, CLACSO
- http://www.clacso.org/
[1] El presente trabajo se encuentra publicado en Nueva Sociedad. Caracas, 2001,172.
[2] Carlos Vilas: “El populismo latinoamericano: un enfoque estructural". En Desarrollo Económico, Bs.As, IDES, 1988, 111.
[3] María Moria Mackinnon y Mario Alberto Perrone (Comp) Populismo y neopopulismo en América Latina. El problema de la Cenicienta. Introducción, Bs.As, Eudeba, 1996, p. 14.
[4] Aníbal Quijano, "Populismo y fujimorismo". En Felipe Burdano de Lara (Comp), El fantasma del populismo. Aproximaciones a un tema (siempre) actual, Venezuela, Nueva Sociedad, 1998.
[5] Carlos Zubillaga, "El batllismo: una experiencia populista". En Carlos Vilas (Comp): La democratización fundamental. El populismo en América Latina. México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 1994, p. 180.
[6] Citado por Valeria Napoli,, "Reflexiones sobre el populismo en Italia. El fenómeno Lauro". En Entrepasados, Bs.As., 1997,12, p. 58.
[7] Entre otros, Emilio de Ipola, Ideología y discurso populista. México, Folios, 1982; Críticas de la economía política. Edición Latinoamericana. Los populismos. México, El Caballito, julio-diciembre de 1981, 20/21; Bobbio, Mateucci, Pasquino, Diccionario de Política. México, Siglo XXI, 1995, pp.1247-1258; Carlos Vilas (Comp), La democratización...., op.cit.; María Moria Machinnon y Alberto Petrone (Comp) Populismo y neopopulismo...op. cit.; Pierre André Taguieff, "Las ciencias políticas frente al populismo: de un espejismo conceptual a un problema real". En Paul Piccone et al: Populismo Posmoderno. Bs.As., Universidad de Quilmes, 1998; Felipe Burbano de Lara (Editor), El fantasma de... op. cit.
[8]
"Buena parte
de la incomprensión del populismo latinoamericano y de las discusiones al
respecto se origina en la propensión de los autores a reducir un fenómeno
complejo a uno de sus elementos aislados: ‘las políticas de distribución
de ingresos’, ‘la heteronomía del movimiento obrero’, ‘la adhesión a las
masas marginales’, ‘el discurso político’, ‘la promoción industrial’,etc". Carlos Vilas (Comp) La democratización....op.cit., p.38.
[9] Carlos Vilas, "Estudio preliminar. El Populismo o la democratización fundamental de América Latina". En Carlos Vilas (Comp) La democratización....op.cit., p. 14.
[10] Horacio Tarcus, "La crisis del estado populista. Argentina, 1976-1989". En Realidad Económica. Bs.As., IADE, 1992,107.
[11]
Neuquén reviste como Territorio
Nacional entre 1884 y 1955, es una
porción geográfica que, a diferencia de las provincias, carece de autonomía política y representación
en la estructura del poder central
[12] Julio César Neffa, Modos de regulación, regímenes de acumulación y sus crisis en Argentina, 1880-1996. Eudeba, Bs.As.,1998, pp.257-261
[13] La cuenca neuquina, comprende el sudeste de La Pampa, sur de Mendoza, noroeste de Río Negro y prácticamente toda la superficie de la provincia de Neuquén.
[14]
Estos emprendimientos se localizan en el departamento Confluencia que
para 1970 reúne el 58% de la población provincial, cifra que se eleva al
68% en 1991. En él se encuentra
la ciudad capital que aglomera el 43% de la población.
[15] "La construcción representó el 26% del PBG en 1970, donde el 76% correspondía a la construcción pública, lo que demuestra la importancia de los emprendimientos hidroeléctricos primero y luego los planes oficiales de vivienda en la formación del producto provincial. La construcción fue aumentando en términos absolutos y en forma continuada entre 1970 y 1976, disminuyendo algo entre 1977 y 1979 debido a las restricciones de la política económica nacional, pero se recuperó en 1980 para llegar a su máximo histórico dos años después". Humberto Zambón, "La economía de la Patagonia Norte". En Boletín Economía y Sociedad, Neuquén, Fundación Confluencia, Año 2, 8, 1998, p32.
[16] Entre 1955 y 1983 en Argentina se producen cuatro golpes de estado.
[17] Orietta Favaro, "El Movimiento Popular Neuquino, 1961-1973. ¿ Una experiencia neoperonista exitosa?". En Estudios Sociales. Revista Universitaria Semestral, Santa Fe, 1995, 8.
[18] Graciela Iuorno y Alicia González, "Una interpretación global de las políticas económicas neuquinas. El intento de desarrollo industrial 1958-1976". En Orietta Favaro (Editora), Neuquén. La construcción de un orden estatal. Neuquén, Cehepyc, 1999.
[19] La regalía es la apropiación de la renta hidrocarburífera por parte de la provincia poseedora del recurso y hasta la desregulación petrolera (1989), el actor único que las liquidaba era la empresa estatal YPF, gravitando significativamente en los ingresos provinciales. Llegó a representar en 1988 más del 50 % del presupuesto.
[20] Orietta Favaro y Mario Arias Bucciarelli, "La conformación de una provincia exportadora de energía, Neuquén 1950-1980", En O. Favaro (Editora): Neuquén. La construcción...op.cit.
[21] Resulta impactante el registro de población de la provincia que en términos de incremento porcentual es, entre 1960-1991, de 254%.
[22] La participación del sector público oscila entre el 43% y el 60%. Dada la estructura productiva, el aporte proviene en su mayoría del sector publico nacional (entre el 39% y el 59% del PBG). COPADE, Actividad Económica Provincial, Neuquén, 1983.
[23] El producto bruto provincial desagregado por sectores, revela un incremento sustancial del sector terciario con 45,5% en 1960; 41,5% en 1970 y 61,6% en 1980. Según el censo de 1980, el 70% de los empresarios se ubica en "comercio y servicios", al igual que el 80,2% de los "profesionales" y el 87,9% de los "productores autónomos". Demetrio Taranda y Mónica Ocaña, "El Estado de la provincia del Neuquén, sus políticas públicas: un ejemplo de mediación". En Orietta Favaro et al (Comp.), Estado, Capital y Régimen político, Neuquén, El Espejo, 1993.
[24] Un ejemplo de ello lo constituyen las masivas movilizaciones contra las leyes de "Obediencia Debida" y "Punto Final" y las manifestaciones en defensa de la legalidad constitucional ante los sucesivos levantamientos militares. Por estas acciones Neuquén pasa a ser considerada, por la prensa regional y nacional, "Capital de los Derechos Humanos".
[25] Entre los gremios más combativos se destaca la UOCRA (construcción), que registra dos conflictos prolongados y duramente reprimidos en 1984 y 1986 y ATEN (educación), creado en 1982 que logra una activa participación de los afiliados, revelando un alto poder de convocatoria y capacidad de protesta. Por otra parte SUTEN (trabajadores del Estado provincial), adquiere desde el inicio una clara actitud confrontativa con el gobierno local.
[26] Carlos Vilas: "El populismo latinoamericano...", op.cit., p.337.
[27] Se advierte una fuerte expansión del gasto público, representado el ítem "trabajos públicos", el mayor porcentaje de las erogaciones de capital. En el período 1970-1990 su participación ha oscilado entre el 80% y el 95%. En Mario Pilatti: Estadísticas básicas para el estudio del sector público, Neuquén, UNCo, 1990.
[28] Para el caso neuquino, nos parece válida la afirmación en torno al populismo de Helena Hirata en el artículo "El populismo como impulsor del desarrollo capitalista "semiindustrial". El caso Brasil". "Es la debilidad del grado de acumulación de capital y la debilidad consecuente de las clases fundamentales de la sociedad cuyas relaciones de fuerza son más o menos equilibradas, lo que permite el auge de los regímenes populistas y lo que permite, por otro lado, a estos regímenes negar o minimizar la existencia de las clases sociales y la lucha entre estas clases". En Carlos Vilas (Comp) La democratización... op.cit.
[29] Mario Arias Bucciarelli: “El estado neuquino. Fortalezas y debilidades de una modalidad de intervención”. En Orietta Favaro (Editora): Neuquén. La construcción..., op.cit.
[30] Un caso testigo es el de la vivienda. Entre 1964 y 1983 se construyeron 7.078 viviendas y entre 1984-1990, 20.631. La concreción de estos planes oficiales, gestionada a través del Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo, favoreció a 15 empresas -viejas y nuevas-, 6 de las cuales construyeron el 67 % de las viviendas de la capital neuquina. En COPADE, Anuarios estadísticos, 1979/ 1990.
[31] Orietta Favaro, Mario Arias Bucciarelli y María Carolina Scuri: “El Neuquén. Límites estructurales de una estrategia de distribución, 1958-1980”. En: Realidad Económica. Bs.As., IADE, 1993,118.
[32] La tasa de empleo en Neuquén, para el período de referencia, es similar a la de los núcleos urbanos más importantes, manteniendo dos puntos sobre el promedio nacional. Respecto del "empleo público" se observa un fuerte crecimiento, pasa de 5.422 empleados en 1978 a 12.360 en 1982 y a 29.802 en 1991. COPADE
[33] Según los datos del INDEC, el incremento de la población total de Neuquén, considerando el proceso migratorio y el crecimiento vegetativo, alcanzó para el período 1980/91, el 59, 5 %.
[34] Vicente Palermo: Neuquén: la creación de una sociedad. Bs.As.,CEAL, 1988, 212.
[35] Orietta Favaro y Mario Arias Bucciarelli: "El sistema político neuquino. Vocación hegemónica y lucha faccional en el partido gobernante". En Orietta Favaro (Editora): Neuquén...,op.cit., pp 253-275.
[36] Rasgos atribuidos por Arturo Fernandez citados en Carlos Zubillaga, "El batllismo..."op. cit.
[37] Graziano Luigi, "Clientelismo". En Falletti, Tulia et. al. (Comp.) Clientes y Clientelismo en América Latina, Bs.As., UBA,1997, p-22.
[38] Felipe Sapag es uno de los fundadores del MPN y fue en cinco oportunidades gobernador de la provincia.