La semilla del Cardo simbolizando la siembra de cultura

Bibliotecas Rurales Argentinas

 

 

DE LAS EDADES QUÍMICAS

1

Estrellas que sangran en la niebla incendiada
y concitan la estética del sepia

Flecos grises de magia en las ventanas azucaradas
invernaderos salados en los ojos

Algún poder del dios anhelante pero no del animal caído
Me debo al cuidado absoluto del tiempo

2

Agilidad del simio en la mirada del sueño
las alas en la bestia y el hombre
El estómago pulsátil y los ejes al apretar los tendones

Hay esos polos elásticos a la luz de las quimeras
como tus ojos prensiles y fantásticos con el zumo alcohólico

Las teclas en la espina dorsal susurrando al ombligo vacío
un espacio de cuadrículas y olas membranosas

El aire lluvioso se va filtrando por el diafragma
y reconozco al ángel de lana asomado entre las hiedras

3

Manos que forman el barro
con culebras encadenadas y ritmos disueltos en hiel

Las yemas de los dedos en el barro de fríos poros cultivados
Este brillo perfecto de la memoria
añadiendo curvas de mercurio y estaño
al desplazamiento armilar de los dedos que perturba el oxígeno

En el torno desbrozados los mecanismos de la gloria
Sabiduría suicida, manos de plata, belleza volcada

Probemos entonces a hundirnos con vana tranquilidad
moldeados por la vergüenza de la fiesta insolidaria

4

Polen del viento caído y expulsado adonde la fascinación
que es sed y luz de la gloria fría del Norte

La señal del Trópico de Capricornio
la pobreza en una luna de alcohol prolongada

Tulipanes muertos sobre las telas del cuerpo desnudo
Los delirios y el rancio barniz de aquél que escapaba

5

Anudados los ojos verdes de clorofila al colchón del vientre centinela
levantas el diafragma rendido a mis venas hoscas
Escalas los huesos del pecho ebrio de aire
bajo el ritmo arenoso de lámparas y vidrieras

Melodía de la perspectiva en que la silla adapta los quejidos
a la meditación y el cielo colgados en los dedos

Lirios arrugados como corales
en el combate aritmético de la paciencia
Movimiento en los ejes de otros cuerpos al mirarlos en la luz

6

Nunca el tiempo ofreció tan lunático poder
acariciaré tu semejanza sobre los espejos de los niños

La tormenta quiso ser océano para embarcar a los hombres
La religión es una sonrisa regalada a un perro

Alguna serena estancia
nos llevará a la linfa de los daguerrotipos antiguos

El mar sin libros sagrados no asentó las tierras ni las algas de tu vientre

7

Cristal en tu danza ávida de bronces oscuros
creciendo en el metal fresco del sudor y la brisa

Licor amargo que abre el vapor de la mirada
a un resplandor antiguo y al químico delirio

Noble en tu artesano sueño de ojos suaves como labios
mientras las nubes como hinchados animales
lavan los osarios y los podridos tesoros

Aire en la pulpa de los libros que vertebran un arco hacia el viento
Alguna doméstica inflexión de voz arde en la acrobacia insomne

Sedienta absorbes el opio de las estaciones
Desnudas al animal de arena para beber la redención de sus muñecas

8

Alguna tarde descubres un ángel al pie de la puertas
contando el amor que desde allí inundó la ciudad

Recibes el delirio de un halcón oscuro que purifica los mapas
No apuesto tal embriaguez exacta por el ojo transparente del cielo

Tal vez alguien escapa siempre frágil como una espalda por nacer

Dejas un sol extraño sobre el orgullo de los lugares
Exacta palabra de pan vertida en la ciudad roja

Una estatua camina sobre el mar
ha comido del árbol prohibido y grita que no volverá

9

Acechad al guerrero de Acuario
cuando retroceda la aceitosa noche atada a la noria

Lamed al niño con mares tiernos
lavadlo con la sangre de galopes profundos
perfumadlo del animal sosiego habitado

El guerrero que vela por las armas del pueblo elegido
ahuyentando el pánico del simio azul

FIN

 

 

 

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