Santa Teresa de Jesús

 


Pensamientos y sentencias

 



Aprended de mí, que soy manso y humilde.

San Crisóstomo: No sólo es perfecto martirio cuando la sangre se derrama, mas
aun también consiste el martirio en la verdadera abstinencia de los pecados y en el
ejercicio y guarda de los mandamientos de Dios. También hace mártir la verdadera
paciencia de las adversidades.

Lo que da valor a nuestra voluntad es juntarla con la de Dios, de manera que no
quiera otra cosa sino lo que Su Majestad quiere.

Gloria es tener esta caridad en perfección.

*

Día de la profesión y hábito, es constitución de las antiguas que comulguen las
hermanas que lo hubieren recibido.

*

Remedio para las persecuciones e injurias. Considerar que primero la hacen a
Dios que a mí; porque cuando llega a mí el golpe, ya está dado a esta Majestad por el
pecado.

Y también que el verdadero amador ya ha de tener hecho concierto con su Esposo
de ser del todo suyo y no querer nada de sí; pues si Él lo sufre, ¿por qué no lo
sufriremos nosotros? El sentimiento había de ser por la ofensa de Su Majestad, pues a
nosotros no nos toca en el alma, sino en esta tierra de este cuerpo, que tan merecido
tiene el padecer.

Morir y padecer han de ser nuestros deseos.

No es ningún tentado más de lo que puede sufrir.

No se hace cosa sin la voluntad de Dios. Padre mío, carro sois de Israel, y guía
de él, dijo Eliseo a Elías.

*

Antíoco traía tan mal olor de los pecados muchos que tenía, que ni él se podía
sufrir a sí, ni los que iban con él a él.

La confesión es para decir culpas y pecados y no virtudes, ni cosas semejantes
de oración, si no fuere con quien se entienda que se puede tratar, y esto vea la
priora, y la monja le diga la necesidad, para que vea lo que conviene; porque dice
Casiano que es el que no lo sabe como el que no ha visto ni sabido que nadan los
hombres, que pensará si los ve echar en el río que todos se han de ahogar.

Que quiso Nuestro Señor que José dijese la visión a sus hermanos, y se supiese,
aunque le costara tan caro a José como le costó.

Como el temor que siente el alma cuando le quiere Dios hacer una gran merced, se
entiende es reverencia que hace el Espíritu, como los veinte y cuatro viejos que dice
la Escritura.

Como no hay pecados si no se entienden, que así no dejó pecar con la mujer de
Abraham, aquel rey, Nuestro Señor, porque pensaba era hermana y no mujer.

*

Como se puede entender cuando las potencias están suspendidas que se representan
al alma algunas cosas para encomendarlas a Dios, que las representa algún ángel, que
se dice en la Escritura que estaba incensando y ofreciendo las oraciones.