El Opus Dei es un grupo fundamentalista que funciona al interior de la
iglesia Católica, fortalecido por el sacerdote español José María Escrivá de
Balaguer durante la dictadura de Francisco Franco. Así como el nazismo tiene su
inspiración en el "Mein Kampf" de Adolfo Hitler, los miembros del Opus Dei se
nutren en las enseñanzas de "El Camino", texto matriz de esta ideología
integrista proclamada por Escrivá como "Obra de Dios".
El Opus Dei también fue un sostén, no sólo espiritual, de la dictadura de
Franco. Durante la II Guerra Mundial Escrivá insistía en que el gobierno de
Franco recibiera ayuda de Hitler para salvar del comunismo a la Cristiandad
Según el ex Opus Dei Wladimir Felzman, Escrivá arengaba: "Hitler contra los
judíos, Hitler contra los eslavos, significa Hitler contra el comunismo".
El Opus Dei se propagó mejor en el mundo católico de América Latina después
que Juan Pablo II lo convirtiera en "prelatura personal" en 1982 y en 1992,
beatificara a Escrivá en tiempo récord.
En Perú, uno de sus exponentes es el ministro de Relaciones Exteriores de
Fujimori, Rafael Tudela. En Argentina, se expresa, entre otras vertientes, a
través de Tacuara, organización antijudía y anticomunista que produjo hombres
como Rodolfo Barra, un joven nazi que advino en juez de la corte suprema y
secretario de Obras Públicas y ministro de Justicia del gobierno de Menem.
En Chile muy poco se sabe del Opus. Hay quienes creen que se trata de un muy
exclusivo y elegante club. Son exigentes para reclutar entre los creyentes
católicos a los estudiantes más brillantes, a quienes obnubilan con toda la
parafernalia de secreto que rodea al clan, útil también como trampolín para el
ascenso social, sobre todo en países donde la rigidez de sus estructuras
sociales no permite un escalamiento fácil a los arribistas de todo género y
pelaje.
La dictadura de Pinochet extrajo del Opus Dei a muchos de sus más cercanos
colaboradores, aquellos que integraron la nueva clase política construida sobre
los escombros de los partidos proscritos cuyos dirigentes eran perseguidos. Pero
ahora es cuando la "Santa Mafia", como la llaman en Europa, tiene por primera en
Chile a un descarado exponente en la clase política: Lavín.

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