Esta especie de col permite que las células se mantengan
sanas y no se degeneren
Todas las coles tienen un gran poder nutritivo y
remineralizante, así como cualidades protectoras que ayudan a prevenir el
cáncer, adelgazar, retrasar el envejecimiento, aumentar las defensas naturales
y desintoxicar.
Pero hay una, entre más de cien variedades de crucíferas que
existen, que destaca por su riqueza en fitocompuestos y es protagonista
principal en los estudios sobre alimentos que curan: el bróculi.
Tal es su poder, que algunos laboratorios están
desarrollando fármacos basados en los compuestos que contiene, como uno
destinado a prevenir el cáncer, que incluye fenoles, indoles, isotiocianatos y
otros factores azufrados de la col. También se intenta introducir las
sustancias anticancerígenas, como el sulforafano, en otras hortalizas mediante
la manipulación de sus genes vegetales.
Concentrado
El bróculi es originario del Mediterráneo europeo. Se trata
de una variedad de crucífera que recuerda a una coliflor de color verde.
Emparentada con la coliflor, tiene una inflorescencia más
tierna y un sabor más agradable. Sus tallos, más leñosos y finamente
ramificados, similares a los espárragos. Salvo las hojas, todo se aprovecha de
esta verdura con ramilletes, cuyo consumo es ya habitual y se está
popularizando cada vez más.
Es una de las fuentes más ricas en betacarotenos, sustancias
antioxidantes que ayudan a prevenir el cáncer, el envejecimiento y enfermedades
degenerativas, al frenar la proliferación de los radicales libres, moléculas
que hacen estragos en el organismo al fomentar la oxidación, deteriorar las
células y disminuir las defensas orgánicas.
El residuo o fibra vegetal que dejan las coles después del
proceso digestivo, actúa como una esponja en el intestino al aportar volumen,
consistencia y humedad a las heces, y facilitar su tránsito, previniendo el
estreñimiento, la diverticulosis y el cáncer de colon.
El bróculi es la col más rica en vitamina C: 100 gramos de
verdura cruda contienen 110 miligramos de esta vitamina, y la misma cantidad de
hortaliza hervida cubre poco más de la mitad del requerimiento diario de
vitamina C. Ello la convierte en aliada de las defensas naturales y enemiga de
los resfriados
Vitaminas y minerales
También contiene abundantes minerales como potasio, selenio
e hierro, lo que la hace idónea para prevenir y solucionar carencias
nutricionales y anemias, ayudar al organismo a reponer los minerales perdidos
durante la práctica de una actividad física intensa. Pero sobre todo es rica en
magnesio, imprescindible para la actividad muscular, la función cardiaca,
trasmisión de estímulos nerviosos y producción hormonal.
Ayuda a tener más calcio en los huesos aportando dosis de
este mineral clave para prevenir la osteoporosis y para regular el
funcionamiento del corazón, nervios y músculos.
Previene hemorragias
Además, posee mucha cantidad de vitamina K, un compuesto
cuyo nombre deriva de la palabra alemana “koagulation”, debido a su papel
esencial en la coagulación de la sangre. Algunos médicos aconsejan aumentar su
consumo si se tienen períodos menstruales abundantes.
Asimismo, con un 89 % de líquido es una de las verduras que
contienen mayor proporción de agua, después del pepino, tomates, espinacas y
zanahorias, aportando una hidratación vital para que se cumpla la acción
antiestreñimiento y depuradora de la fibra en el intestino.
Si una virtud destaca entre todas las que tiene el bróculi
es su capacidad de prevenir y combatir distintos tipos de cáncer,
principalmente los de mama, pulmón, colon, estómago y vejiga según vienen
confirmando desde hace años estudios médicos.
El enorme poder anticancerígeno se debe fundamentalmente a
los indoles crucíferos. Estos compuestos ayudan a estimular al organismo para
que produzca unas enzimas protectoras que neutralizan la acción de los
estrógenos, hormonas femeninas que aceleran el crecimiento de tumores asociados
a la actividad hormonal.
También evitan que las sustancias cancerígenas dañen el ADN,
sustancia que contiene el material genético e interviene en las funciones
celulares.
Pero el potencial antitumoral se debe sobre todo a
sulforafanos, compuestos responsables del característico olor a azufre que se
produce al hervir la col. Estas sustancias, que inhiben los efectos nocivos de
los agentes carcinógenos sobre las células sanas, pueden convertirse en un arma
poderosa contra el cáncer, según han demostrado investigadores del centro John
Hopkins, de EE.UU., que han aislado los sulforafanos del bróculi.
En la dieta semanal
Además de ser una barrera contra el cáncer, su consumo
regular ejerce una acción saludable en el funcionamiento de los órganos y la
salud de los tejidos: basta con incluirlo dos o tres veces en la dieta semanal,
para aprovechar sus beneficios.
La fibra y el agua que contiene ayudan a eliminar toxinas
que se acumulan en el cuerpo favoreciendo diversos desórdenes, y que además
perjudican la salud de la piel y los cabellos, porque se eliminan a través de
los tejidos epidérmicos.
A partir de los carotenos del bróculi, el cuerpo sintetiza
la vitamina A, que neutraliza los radicales libres que, entre otros perjuicios,
dañan las células epiteliales de las mucosas: la primera y principal barrera de
protección del sistema inmunológico, contra las infecciones bacterianas y
víricas.
Esta hortaliza también ayuda a controlar el peso, tanto por
su poder saciante debido a la fibra, como por su bajo contenido energético:
aporta un 6 % de azúcar, casi ninguna grasa y poca energía, apenas 15 calorías
cada media taza.
Muy saludable, pero...
A pesar de todas sus ventajas, tomar bróculi puede estar
contraindicado o requerir algunas precauciones en determinados casos. Por
ejemplo, si se sigue un tratamiento con teofilina, como los empleados para
afecciones respiratorias crónicas, interacción entre el alimento y el fármaco,
hace que este último pierda parte de su eficacia.
Además, hay que evitar el consumo de bróculi si se toman
anticoagulantes, unos fármacos para las enfermedades cardiovasculares severas,
porque el alto contenido de vitamina K del brécol, estorba la acción de estos
fármacos.
Si se sufren problemas con los riñones, conviene evitar el
consumo de esta col cruda, porque sus compuestos de azufre pueden irritar el
tejido renal.
Asimismo, las crucíferas contienen sustancias que parecen
afectar las funciones tiroideas, pero los estudios son contradictorios y
algunos indican que el consumo de coles protege esta glándula.
Por las dudas, consuma bróculi con moderación si es propenso
a estos tipos de trastornos.
Consejos para aprovecharla
Esta verdura se consume con regularidad y está todo el año
en los mercados.
Para aprovechar al máximo los nutrientes, conseguir las
piezas de mejor calidad y evitar sus molestias, los expertos aconsejan una
serie de medidas.
-Cuánto más oscuras son las flores de la planta, mayor es su
contenido de vitamina C y betacaroteno. Dado que es una hortaliza delicada que
no se puede conservar mucho tiempo, conviene adquirirla ultracongelada para
mantener inalterados sus nutrientes.
-Al comprarla hay que elegir las piezas pesadas y compactas,
de colores vivos y brillantes, sin manchas, golpes, parásitos, ni zonas
amarillentas, secas, florecidas o ennegrecidas.
-Si se la compra fresca, conviene envolverla en una bolsa de
plástico perforada, e introducirla en el frigorífico lo antes posible.
-Como hervirla hace que pierda hasta el 60 % de su vitamina
C, y buena parte de sus betacarotenos, es mejor cocerla al vapor; así solo
pierde el 20 % de vitamina C.
-También se la puede cocer en el microondas, incluso freírla
ligeramente.
-Para mitigar su mal olor, hay que envolver la tapa de la
cacerola con un trapo empapado en vinagre o colocar un trozo de pan fresco en
el agua de la cocción, ya que la miga actúa como esponja que absorbe el aroma
desagradable.
-Para aprovechar mejor sus compuestos nutritivos, conviene
combinarla con verduras que contengan biotina, una vitamina B necesaria para
procesar grasas y comidas ingeridas. Entre las comidas que la contienen figuran
el tomate, aguacate, espinacas, maíz, nueces, cacahuates, leche, yema de huevo,
soja en grano y los cereales enriquecidos.
-El brócoli contiene mucha celulosa, lo que lo vuelve algo
indigesto, si se come en exceso, así como sustancias que fermentan en el
intestino causando flatulencias.
-Para digerir mejor esta hortaliza hay que remojarla durante
cinco minutos en agua hirviendo, la cual se desecha, antes de cocinarla
definitivamente en otra agua.
-Para evitar los gases hay que tomar un yogur de postre, y
también conviene masticar lentamente la comida.
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