Ricardo Goncebat

 

 

Brócoli, el anticancerígeno número uno

 

 

 

Esta especie de col permite que las células se mantengan sanas y no se degeneren

 

Todas las coles tienen un gran poder nutritivo y remineralizante, así como cualidades protectoras que ayudan a prevenir el cáncer, adelgazar, retrasar el envejecimiento, aumentar las defensas naturales y desintoxicar.

 

Pero hay una, entre más de cien variedades de crucíferas que existen, que destaca por su riqueza en fitocompuestos y es protagonista principal en los estudios sobre alimentos que curan: el bróculi.

 

Tal es su poder, que algunos laboratorios están desarrollando fármacos basados en los compuestos que contiene, como uno destinado a prevenir el cáncer, que incluye fenoles, indoles, isotiocianatos y otros factores azufrados de la col. También se intenta introducir las sustancias anticancerígenas, como el sulforafano, en otras hortalizas mediante la manipulación de sus genes vegetales.

 

Concentrado

El bróculi es originario del Mediterráneo europeo. Se trata de una variedad de crucífera que recuerda a una coliflor de color verde.

 

Emparentada con la coliflor, tiene una inflorescencia más tierna y un sabor más agradable. Sus tallos, más leñosos y finamente ramificados, similares a los espárragos. Salvo las hojas, todo se aprovecha de esta verdura con ramilletes, cuyo consumo es ya habitual y se está popularizando cada vez más.

 

Es una de las fuentes más ricas en betacarotenos, sustancias antioxidantes que ayudan a prevenir el cáncer, el envejecimiento y enfermedades degenerativas, al frenar la proliferación de los radicales libres, moléculas que hacen estragos en el organismo al fomentar la oxidación, deteriorar las células y disminuir las defensas orgánicas.

 

El residuo o fibra vegetal que dejan las coles después del proceso digestivo, actúa como una esponja en el intestino al aportar volumen, consistencia y humedad a las heces, y facilitar su tránsito, previniendo el estreñimiento, la diverticulosis y el cáncer de colon.

 

El bróculi es la col más rica en vitamina C: 100 gramos de verdura cruda contienen 110 miligramos de esta vitamina, y la misma cantidad de hortaliza hervida cubre poco más de la mitad del requerimiento diario de vitamina C. Ello la convierte en aliada de las defensas naturales y enemiga de los resfriados

 

Vitaminas y minerales

 

También contiene abundantes minerales como potasio, selenio e hierro, lo que la hace idónea para prevenir y solucionar carencias nutricionales y anemias, ayudar al organismo a reponer los minerales perdidos durante la práctica de una actividad física intensa. Pero sobre todo es rica en magnesio, imprescindible para la actividad muscular, la función cardiaca, trasmisión de estímulos nerviosos y producción hormonal.

 

Ayuda a tener más calcio en los huesos aportando dosis de este mineral clave para prevenir la osteoporosis y para regular el funcionamiento del corazón, nervios y músculos.

 

Previene hemorragias

 

Además, posee mucha cantidad de vitamina K, un compuesto cuyo nombre deriva de la palabra alemana “koagulation”, debido a su papel esencial en la coagulación de la sangre. Algunos médicos aconsejan aumentar su consumo si se tienen períodos menstruales abundantes.

 

Asimismo, con un 89 % de líquido es una de las verduras que contienen mayor proporción de agua, después del pepino, tomates, espinacas y zanahorias, aportando una hidratación vital para que se cumpla la acción antiestreñimiento y depuradora de la fibra en el intestino.

 

Si una virtud destaca entre todas las que tiene el bróculi es su capacidad de prevenir y combatir distintos tipos de cáncer, principalmente los de mama, pulmón, colon, estómago y vejiga según vienen confirmando desde hace años estudios médicos.

 

El enorme poder anticancerígeno se debe fundamentalmente a los indoles crucíferos. Estos compuestos ayudan a estimular al organismo para que produzca unas enzimas protectoras que neutralizan la acción de los estrógenos, hormonas femeninas que aceleran el crecimiento de tumores asociados a la actividad hormonal.

 

También evitan que las sustancias cancerígenas dañen el ADN, sustancia que contiene el material genético e interviene en las funciones celulares.

 

Pero el potencial antitumoral se debe sobre todo a sulforafanos, compuestos responsables del característico olor a azufre que se produce al hervir la col. Estas sustancias, que inhiben los efectos nocivos de los agentes carcinógenos sobre las células sanas, pueden convertirse en un arma poderosa contra el cáncer, según han demostrado investigadores del centro John Hopkins, de EE.UU., que han aislado los sulforafanos del bróculi.

 

En la dieta semanal

 

Además de ser una barrera contra el cáncer, su consumo regular ejerce una acción saludable en el funcionamiento de los órganos y la salud de los tejidos: basta con incluirlo dos o tres veces en la dieta semanal, para aprovechar sus beneficios.

 

La fibra y el agua que contiene ayudan a eliminar toxinas que se acumulan en el cuerpo favoreciendo diversos desórdenes, y que además perjudican la salud de la piel y los cabellos, porque se eliminan a través de los tejidos epidérmicos.

 

A partir de los carotenos del bróculi, el cuerpo sintetiza la vitamina A, que neutraliza los radicales libres que, entre otros perjuicios, dañan las células epiteliales de las mucosas: la primera y principal barrera de protección del sistema inmunológico, contra las infecciones bacterianas y víricas.

 

Esta hortaliza también ayuda a controlar el peso, tanto por su poder saciante debido a la fibra, como por su bajo contenido energético: aporta un 6 % de azúcar, casi ninguna grasa y poca energía, apenas 15 calorías cada media taza.

 

Muy saludable, pero...

 

A pesar de todas sus ventajas, tomar bróculi puede estar contraindicado o requerir algunas precauciones en determinados casos. Por ejemplo, si se sigue un tratamiento con teofilina, como los empleados para afecciones respiratorias crónicas, interacción entre el alimento y el fármaco, hace que este último pierda parte de su eficacia.

 

Además, hay que evitar el consumo de bróculi si se toman anticoagulantes, unos fármacos para las enfermedades cardiovasculares severas, porque el alto contenido de vitamina K del brécol, estorba la acción de estos fármacos.

 

Si se sufren problemas con los riñones, conviene evitar el consumo de esta col cruda, porque sus compuestos de azufre pueden irritar el tejido renal.

 

Asimismo, las crucíferas contienen sustancias que parecen afectar las funciones tiroideas, pero los estudios son contradictorios y algunos indican que el consumo de coles protege esta glándula.

 

Por las dudas, consuma bróculi con moderación si es propenso a estos tipos de trastornos.

 

 

Consejos para aprovecharla

 

 

Esta verdura se consume con regularidad y está todo el año en los mercados.

 

Para aprovechar al máximo los nutrientes, conseguir las piezas de mejor calidad y evitar sus molestias, los expertos aconsejan una serie de medidas.

 

-Cuánto más oscuras son las flores de la planta, mayor es su contenido de vitamina C y betacaroteno. Dado que es una hortaliza delicada que no se puede conservar mucho tiempo, conviene adquirirla ultracongelada para mantener inalterados sus nutrientes.

 

-Al comprarla hay que elegir las piezas pesadas y compactas, de colores vivos y brillantes, sin manchas, golpes, parásitos, ni zonas amarillentas, secas, florecidas o ennegrecidas.

 

-Si se la compra fresca, conviene envolverla en una bolsa de plástico perforada, e introducirla en el frigorífico lo antes posible.

 

-Como hervirla hace que pierda hasta el 60 % de su vitamina C, y buena parte de sus betacarotenos, es mejor cocerla al vapor; así solo pierde el 20 % de vitamina C.

 

-También se la puede cocer en el microondas, incluso freírla ligeramente.

 

-Para mitigar su mal olor, hay que envolver la tapa de la cacerola con un trapo empapado en vinagre o colocar un trozo de pan fresco en el agua de la cocción, ya que la miga actúa como esponja que absorbe el aroma desagradable.

 

-Para aprovechar mejor sus compuestos nutritivos, conviene combinarla con verduras que contengan biotina, una vitamina B necesaria para procesar grasas y comidas ingeridas. Entre las comidas que la contienen figuran el tomate, aguacate, espinacas, maíz, nueces, cacahuates, leche, yema de huevo, soja en grano y los cereales enriquecidos.

 

-El brócoli contiene mucha celulosa, lo que lo vuelve algo indigesto, si se come en exceso, así como sustancias que fermentan en el intestino causando flatulencias.

 

-Para digerir mejor esta hortaliza hay que remojarla durante cinco minutos en agua hirviendo, la cual se desecha, antes de cocinarla definitivamente en otra agua.

 

-Para evitar los gases hay que tomar un yogur de postre, y también conviene masticar lentamente la comida.

 

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Proyecto SICA Banco Mundial