Consumo de bovinos en pastoreo
¿De qué depende el consumo de bovinos en pastoreo?
* La producción de carne depende de la alimentación que se
les ofrezca a los animales. Son factores fundamentales en la producción de
carne en pastoreo la cantidad y la calidad del forraje consumido por el animal.
Lamentablemente, muchas veces se desconocen estos dos aspectos. En esta nota se
analiza cuánto comen los animales y si es suficiente lo que se dispone de pasto
para saciar el consumo
* La restricción nutricional y el posterior aumento
compensatorio son indispensables cuando hay escasez del pasto; pero si éste
alcanza o sobra, la restricción no trae beneficios
CONSUMO
¿De qué depende el consumo? La respuesta no es simple, ya
que se rige por múltiples factores, pero que pueden resumirse en la siguiente
ecuación:
consumo/día = cantidad de horas que comen X cantidad de
bocados/hora X peso de cada bocado.
CANTIDAD DE HORAS QUE COMEN
Generalmente el animal, aunque tenga hambre, no pastorea más
de diez horas. Los picos de consumo son al amanecer y atardecer (una hora antes
que se ponga el sol y una hora después), aunque esto es variable; por ejemplo,
cuando hay calor intenso, no comen durante el día y lo compensan con pastoreos
nocturnos; si la noche también es calurosa, las caídas en el consumo pueden ser
de hasta un 25%. Cuando hay temporal, muchas veces la tropa no sale a la
pastura y permanece guarecida bajo los árboles.
En una pastura de máxima calidad y oferta, el tiempo que el
animal destina a pastorear es el mismo que tarda en llenarse. El problema surge
cuando éste no le alcanza y se queda con hambre.
CANTIDAD DE BOCADOS POR HORA
Si bien puede haber variaciones, existe un valor máximo de
alrededor de sesenta bocados por minuto. El tiempo para arrancar y llevar el
pasto a la boca es casi fijo, lo que más varía es el que tarda en buscar un
bocado (lo que depende de la distribución del forraje) y el tiempo que le lleva
masticarlo (según la calidad del forraje consumido). Si la pastura es
desuniforme en su distribución y el pasto está por manchones, pierde tiempo
caminando en busca de un bocado sea éste bueno o no.
Si el bocado que levanta es chico (es corta la pastura o
elige las hojitas que están en las ramas de la alfalfa o del trébol rojo),
aumenta el número de bocados, pero como éste tiene un máximo no alcanza a
compensar el consumo. En caso de que el forraje sea de baja calidad, muy
fibroso, el animal pierde tiempo en la masticación y debe aumentar también el
número de bocados.
PESO DE CADA BOCADO
Es tal vez el factor más importante y el que más incide
sobre el consumo. Responde a la siguiente ecuación: peso del bocado = volumen
del bocado X densidad de bocado.
VOLUMEN DE BOCADO
Para poder evaluarlo se debe determinar el área y la
profundidad del forraje. Un animal, frente a cualquier tipo de pasto, come por
estratos u horizontes, cortando en forma aproximada la mitad de la altura total
del pasto disponible. Así, corta a 50 cm. un sorgo forrajero de 1 m. y a 5 cm.
una pastura de 10 cm. En una segunda pasada como la mitad de la mitad que había
quedado, y así sucesivamente. Esto es la profundidad.
Para determinar el área, el valor depende del tamaño de la
boca de cada animal (por lo cual es poco modificable) y, obviamente, está
relacionado con el peso vivo. Esta relación no es directamente proporcional.
Por ejemplo, un novillo de 380 kg no tiene el doble de
tamaño de boca que un novillo de 190 kg, sino sólo un 65% más.
La densidad depende de la estructura del forraje. Cada tipo
de pastura distribuye en forma diferente el peso sobre los distintos estratos
de pastoreo antes mencionados. Varía según la estructura espacial de cada
especie.
Por ejemplo, la alfalfa tiene en su primer 50% de altura la
mitad de su peso total, y el segundo
bocado es mucho menos tierno y denso (diferencia clara entre el primer día del
piquete y el último, cuando se realiza pastoreo rotativo). Una gramínea anual en cambio tiene un primer
bocado profundo pero que solo contiene el 20% del peso total de la planta, lo
que hace que el segundo bocado sea parecido al primero.
¿QUÉ SUCEDE EN EL POTRERO?
El manejo de la carga instantánea no alcanza para lograr que
los animales consuman a voluntad. Ofreciendo la misma cantidad de forraje por
animal se pueden obtener ganancias distintas; por ejemplo, en una situación de
invernada de hembras en pastoreo, cuatro vaquillonas en un potrero con una
disponibilidad de pasto de 2.000 kg/ha, se obtiene una asignación de 500 kg de
pasto por cabeza. Con este nivel de consumo las vaquillonas seguramente tendrán
un importante nivel de aumento diario de peso vivo.
Mientras que si en un potrero con una disponibilidad de 500
kg/ha de pasto pastorea solamente uno de estos animales, se dispondrá de la
misma asignación de forraje por cabeza (500 kg/cabeza), pero no se logrará el
mismo nivel de aumento diario, ya que a este animal no le va a alcanzar el día
para poder comer lo mismo que las cuatro vaquillas citadas en el primer
ejemplo.
Esto se debe a que los cuatro primeros animales levantan
bocados de gran tamaño y peso durante todo el día, mientras que cada bocado que
realiza el animal mencionado en segundo término pesa el 75% menos que lo que
logran comer los primeros. Para contrarrestar esta situación opta por dar más
bocados por minuto, pero el máximo aumento de frecuencia de bocados es del 10%,
por lo cual no alcanza a lograr el mismo nivel de consumo diario que tienen los
animales en el potrero con buena disponibilidad. Al cabo del día, con la misma
oferta por cabeza (500 kg) y una carga cuatro veces mayor, las cuatro
vaquillonas comieron más.
Relación entre el consumo voluntario y la eficiencia de
cosecha
Para un mayor engorde es necesario lograr el máximo consumo
partiendo de la premisa de que consumo es igual a producción. La restricción
nutricional y el posterior aumento compensatorio son indispensables cuando hay
escasez del pasto, pero si alcanza o sobra, la restricción no trae beneficios.
Fuente: Trabajo realizado en base a conceptos del Ingeniero
Pablo Solfanelli, publicado en la revista de la Sociedad Rural de Jesús María
Córdoba No. 114