EL DESARROLLO DE LA TECA EN CÔTE D'IVOIRE Y SU COMERCIO Y
COMERCIALIZACIÓN EN UN CONTEXTO NACIONAL E INTERNACIONAL EN EVOLUCIÓN.
Son las cualidades
físicas y estéticas de su madera las que han dado a la teca (Tectona grandis),
originaria de Asia, la reputación de la que goza a escala mundial. Es muy
apreciada para la construcción de barcos y para el revestimiento suntuario de
interiores y exteriores. La teca, con una producción que se cifra actualmente
en tan sólo 1,5 a 2 millones de metros cúbicos anuales (Wint, 1995), ocupa una
posición secundaria respecto de la producción mundial de madera, pero compite
en mercados especializados de madera de frondosas de gran valor y es un
elemento estratégico importante en las economías forestales de los principales
países productores (Myanmar, Indonesia, Tailandia y la India). Según Keogh
(1996), la teca supone la mejor oportunidad de producir madera de calidad para
un gran número de países tropicales.
El crecimiento de la demanda internacional ha ampliado el
suministro tradicional para incluir trozas de pequeño diámetro cultivadas en
plantaciones, especialmente de África y América Latina. Côte d'Ivoire ocupa el
primer lugar entre los nuevos productores por lo que respecta al volumen de
producción de madera, con unas exportaciones de madera de teca que en 1997 eran
de aproximadamente 130 000 m3 (Maldonado, 1999). En el presente artículo se
analizan las opciones que ha adoptado Côte d'Ivoire en la producción de teca y
se abordan distintos aspectos como la política forestal nacional (el contexto
de un sector en evolución) y el comercio internacional (nuevos mercados y
corrientes comerciales).
UN RECURSO EN EXPANSIÓN
La teca es la principal especie de plantación de Côte
d'Ivoire. En 1998, las plantaciones de teca alcanzaban casi 52 000 ha (SODEFOR,
1998), representando la mitad de las plantaciones forestales del país. En
cuanto a la extensión de plantaciones de teca situadas fuera de Asia, Côte
d'Ivoire ocupa el segundo lugar después de Nigeria, que cuenta con una
superficie de 70 000 ha (Béhaghel, 1999).
La teca, introducida en 1927 con semillas procedentes de
Togo (Belouard, 1957), en 1929 ya se había introducido en la zona limítrofe
entre el bosque denso y la sabana (Bouaké), difundiéndose desde allí con gran
rapidez. Pronto aparecieron plantaciones comunales de teca en los límites de
las zonas coloniales de plantación.
Después de que Côte d'Ivoire obtuviera la independencia en
1960, se creó (en 1966) la Sociedad de Fomento de las Plantaciones Forestales
-rebautizada más tarde con el nombre de Sociedad de Desarrollo Forestal
(SODEFOR)- para conservar y ordenar los recursos forestales del país y promover
la repoblación forestal y el establecimiento de plantaciones. SODEFOR creó
grandes plantaciones de teca mecanizadas en reservas forestales del Estado,
intensificando el ritmo de plantación.
Tras una interrupción entre 1974 y 1984 a consecuencia de
una crisis económica y de graves dificultades de comerciali-zación (en
particular, la imposibilidad casi total de vender madera procedente de los
primeros aclareos), la tasa de plantación volvió a aumentar de nuevo, con la
expansión de las principales plantaciones y la creación de otras. El interés en
la especie se reavivó después de que los devastadores incendios de 1983
destruyeran numerosas plantaciones de distintas especies, pero no las de teca; la
buena resistencia al fuego se convirtió en un importante atractivo. Tras la
adopción del Plan forestal general en 1992, junto con el Proyecto del sector
forestal, la teca pasó definitivamente a ocupar el primer lugar entre las
especies de plantación en Côte d'Ivoire.
Se pueden distinguir, por tanto, varias fases en el
establecimiento de los recursos de teca de Côte d'Ivoire: plantación no
mecanizada y a menudo en pequeña escala; plantación mecanizada en grandes
estaciones; nuevas estaciones en la región de Bouaké, establecidas con la
participación obligatoria de las empresas madereras en la constitución de
plantaciones, decretada recientemente.
La repoblación forestal obligatoria data de la reforma del
sector de 1994; las empresas están obligadas a plantar una hectárea por cada
250 m3 de madera extraídos. Las empresas prefieren la teca por la facilidad de
su introducción. La mayor parte de las plantaciones de este último grupo son de
muy corta edad y el 40 por ciento de ellas tienen menos de diez años (SODEFOR,
1998). Alrededor del 90 por ciento de las plantaciones de teca existentes en el
país pertenecen al Estado y el 10 por ciento restante está constituido por
pequeñas plantaciones privadas y comunales (excluyendo las establecidas por
empresas privadas desde 1998; éstas son tan jóvenes que no se toman en
consideración). Las principales plantaciones de teca están situadas en una
docena de reservas forestales y se están estableciendo otras con gran rapidez
con la participación de personas, empresas y asociaciones privadas. El número
de estaciones y su dispersión dificultan su manejo a SODEFOR, que sólo cuenta
con un personal y unos recursos de capacitación limitados.
Debido a su dispersión geográfica, las plantaciones de teca
de Côte d'Ivoire están sujetas a condiciones ambientales diversas. Por ello, el
crecimiento, en el que influyen principalmente las precipitaciones y la
profundidad del suelo, varía considerablemente. La producción inicial oscila
entre menos de 5 m3 por hectárea y año y más de 16 m3 por hectárea y año cuando
se dan las condiciones óptimas (Dupuy y Verhaegen, 1993).
UNA GRAN VARIACIÓN GENÉTICA
La calidad del material de plantación es un factor
fundamental en el establecimiento de las plantaciones de teca. La amplitud de
la tarea de plantación ha obligado a SODEFOR a utilizar semillas no
seleccionadas la mayor parte de las veces; la semilla procedente de huertos
semilleros o de masas seminales seleccionadas (Bamoro, Matiemba) sólo es
suficiente para unos pocos centenares de hectáreas por año. Se está ejecutando
un programa de selección clonal y de propagación en gran escala con apoyo
financiero de la Organización Internacional de las Maderas Tropicales (OIMT)
(SODEFOR, 1998).
Hasta la fecha, la mejora del crecimiento y la conformación
de los árboles de teca ha sido la principal preocupación de los mejoradores y
la calidad de la madera raramente ha figurado entre los criterios de selección,
a pesar de que los fabricantes se han quejado de grandes diferencias de
calidad. Por ejemplo, la teca procedente de la Séguié (Rubino) es más clara y
menos densa que la de Bamoro (Bouaké), que es veteada y dorada, cualidades
estéticas muy apreciadas por los fabricantes (Durand, 1984). Estos dos
emplazamientos tienen condiciones cli-máticas y ambientales muy diferentes.
También se han observado grandes diferencias de densidad y color entre la
madera de parcelas próximas de la misma zona (Société Forestière Tropicale,
1994). No se ha estudiado todavía si esas variaciones responden a factores
gené-ticos o a factores relacionados con la estación o la silvicultura.
Las variaciones cualitativas y cuantitativas son un
obstáculo para el desarrollo de la industria de la teca. Los fabricantes
también ponen reparos a la teca joven de Côte d'Ivoire afirmando que tiene
numerosos nudos. Sin embargo, el mercado internacional de teca procedente de
ese país experimentó un crecimiento considerable a comienzos del decenio de
1990.
La calidad, una cuestión sin resolver
La calidad de la teca cultivada en plantaciones y los
efectos de la reducción del ciclo de crecimiento han sido objeto de una
encendida controversia. Las principales cualidades son la durabilidad y el
atractivo estético. Los estudios realizados han llegado a conclusiones
diferentes sobre la cuestión de si existen diferencias físicas entre la madera
cultivada en plantaciones y la que procede de bosques naturales. Bath (2000)
sostiene que el acortamiento del ciclo no afecta a las propiedades físicas de
la teca, en tanto que Durand (1984) afirma que tiene un claro efecto negativo
sobre la durabilidad natural de la madera. En lo que concierne a las
propiedades estéticas, la madera que crece rápidamente y se tala cuando aún no
ha alcanzado la madurez no tiene las cualidades deseadas: es de un color más
apagado, más clara y más uniforme, menos aceitosa a la vista y menos agradable
al tacto. El principal problema es que un ciclo corto no permite la formación
del duramen, que es un proceso lento; en los árboles jóvenes, la proporción de
albura puede alcanzar hasta el 50 por ciento (Société Forestière Tropicale,
1994).
Las variaciones de calidad entre la teca natural y la que
procede de plantaciones podrían tener repercusiones económicas, y algunos
fabricantes europeos han comenzado a expresar una cierta inquietud a este
respecto (P.Y. Durand, comunicación personal).
DESARROLLO DE UN COMERCIO DINÁMICO
Las limitaciones internas y los cambios ocurridos en el
mercado mundial de la teca han impulsado a Côte d'Ivoire a desarrollar un
comercio de exportación de este producto con excelentes resultados.
ESTANCAMIENTO DEL MERCADO INTERNO
La comercialización de trozas de teca empezó a plantear
problemas a SODEFOR a finales de los años setenta, cuando comenzó a aumentar el
volumen de los aclareos. Los únicos usos a los que se podían destinar las
trozas de pequeño diámetro eran los postes eléctricos y telefónicos, y en este
aspecto la teca no tardaría en encontrar la competencia de materiales como el
cemento y el aluminio, más competitivos y menos vulnerables a los incendios.
Por otra parte, el consumo interno de madera no ha dejado de
disminuir durante los últimos 30 años, al tiempo que la industria de la madera,
dominada en un 85 por ciento por empresas extranjeras, se ha orientado
principalmente hacia la exportación. Los precios no están diferenciados en el
mercado nacional y la teca tiene un bajo valor de mercado asociado con su venta
como leña en los mercados urbanos próximos a los centros de producción.
La población local ha fomentado diversos usos madereros y no
maderos (Maldonado y Louppe, 1999), en particular la utilización de la madera
en rollo (postes, estacas y piquetes) en la construcción, en la agricultura y
en el hogar (utilización de las hojas como envoltorio de la carne en los
mercados, y fabricación de tintes y productos farmacéuticos, por ejemplo, en
baños para niños anémicos). Estos productos no alcanzan todavía la rentabilidad
de las trozas de madera, pero son útiles como sucedáneos de otros productos más
costosos.
INSEGURIDAD DE LA INDUSTRIA NACIONAL DE TRANSFORMACIÓN
Durante largo tiempo, las compañías transformadoras de Côte
d'Ivoire ignoraron la teca y más en general la producción de las plantaciones,
por considerar que quedaba fuera de su ámbito natural. Estimaban que la teca
ocupaba una posición carente de importancia y marginal en una producción
nacional de más de 2 millones de metros cúbicos anuales (OIMT, 1996).
Sin embargo, especialmente desde la devaluación del franco CFA
(Com-munauté financière africaine) (FCFA) en 1994, se ha considerado que la
revi-talización de la industria forestal tiene mayor prioridad que la necesidad
de conservar los recursos forestales (Thiam, 1999), y ello ha comportado la
rápida pérdida de importancia de los bosques naturales. La escasez de madera ha
provocado un declive inevitable del sector de la elaboración, que en 1997
representó tan sólo el 1,3 por ciento del producto interno bruto (PIB). La
principal preocupación de la industria ha consistido en obtener recursos
suficientes, a pesar de la permanente expansión de la diversidad de especies
utilizadas.
Algunas empresas forestales han sabido aprovechar la
aparición de oportunidades comerciales y se han introducido en el mercado de la
teca, que a mediados de los años noventa fue muy rentable. No obstante, las
unidades de elaboración existentes están obsoletas desde el punto de vista
tecnológico y la inseguridad de tipo cuantitativo y cualitativo (la falta de
garantías de un suministro regular de madera elaborada de calidad uniforme) ha
bloqueado la inversión. Por añadidura, el exceso de capacidad de la industria
de elaboración ha empeorado la crisis del sector. Una reforma de gran alcance
del sector forestal iniciada en 1995 ha contribuido a reducir drás-ticamente el
número de operadores, de 400 en 1995 a 180 en 1996 (Ibo y Kesse, 1998) y 100 en
1999 (Louppe,1999).
EL DOMINIO ASIÁTICO DEL MERCADO MUNDIAL
La región asiática domina desde hace largo tiempo la
producción y comercialización de maderas tropicales. Esto es especialmente
cierto en el caso de la teca: Asia acumula el 88 por ciento de las existencias
mundiales y solamente Indonesia tiene más del 40 por ciento de las plantaciones
mundiales de teca. Parece probable, pues, que el mercado de la teca seguirá
estando dominado por las tendencias del mercado asiático, tanto por lo que
respecta a los países productores como consumidores.
En los últimos años ha aumentado considerablemente la
demanda interna en los países asiáticos productores, la mayor parte de los
cuales han comenzado a importar teca de las plantaciones de África y América
Latina, que tiene un precio inferior: de 150 a 250 dólares EE.UU. por metro
cúbico (de 140 a 150 dólares en febrero de 2000). En Asia, las empresas locales
de elaboración son en muchos casos artesanales y están mucho mejor adaptadas a
la transformación de trozas de pequeño diámetro. Durante algunos años, países
como Côte d'Ivoire, el Ecuador y Trinidad y Tabago han atendido la demanda
asiática de trozas de teca (en detrimento de la comercialización de productos
acabados o semiacabados). Los productores tradicionales de trozas de teca de
Myanmar se han visto afectados en cierta medida por esa nueva competencia, con
la pérdida de algunos clientes de la India desde 1995 (TEAKNET, 1998).
LA BÚSQUEDA DE UN MERCADO DE EXPORTACIÓN: LA DEMANDA DE LA
INDIA
Ante las deficiencias del mercado y de la industria de la
madera nacionales, el Centre Technique Forestier Tropical y algunos fabricantes
comenzaron a realizar estudios de mercado y actividades de promoción en el
decenio de 1980 con miras a buscar salidas para la madera de las plantaciones
(en particular la teca, Gmelina spp., y el pino). Estas actividades
contribuyeron a dar a conocer la teca de Côte d'Ivoire en el mercado
internacional.
En tanto que los mercados de teca europeos y americanos han permanecido en su mayor parte fieles a las fuentes asiáticas de suministro (en su mayor parte trozas) existe una fuerte demanda de la India, en rápido crecimiento, de trozas de teca de Côte d'Ivoire
En el lapso de unos pocos años, la India se ha convertido en
el cliente casi exclusivo de Côte d'Ivoire, al que compra el 99 por ciento de
las trozas de teca que exporta. El precio FOB de la teca procedente de Côte
d'Ivoire ha experimentado un aumento pronunciado, de 60 dólares por metro
cúbico (35 000 FCFA) en 1993 a más de 300 dólares cúbico
(160 000 FCFA) a finales de 1997 (Figura 3) (Maldonado,
1999). Las exportaciones de trozas han resultado ser un mercado muy rentable.
El volumen exportado ha seguido los movimientos de los precios en el mercado
internacional, aumentando, por ejemplo, con los incrementos de precio en 1996 y
1997 y disminuyendo al bajar los precios en 1998.
SODEFOR y los organismos forestales han visto con buenos
ojos este nuevo mercado y han hecho un esfuerzo especial para atender la
demanda de la India. Se ha modificado la legislación para hacer posible el
comercio de trozas, mientras que la exportación de trozas sin elaborar está
prohibida para todas las demás especies. La sociedad estatal se ha unido a varias
empresas forestales para tratar de conseguir los derechos exclusivos de
comercialización, adquiriendo el control estratégico y comercial del sector.
DIFICULTADES Y OPORTUNIDADES PARA LA TECA PROCEDENTE DE
CÔTE D'IVOIRE
El desarrollo de un nuevo mercado: la teca de dimensiones
reducidas
Durante el último decenio, uno de los factores que ha impulsado la inversión privada en la teca en la India, Ghana y la América tropical (Costa Rica, el Brasil, etc.) ha sido el desarrollo de una estrategia de comercialización adaptada a productos procedentes de madera joven y de pequeñas dimensiones. Por ejemplo, diversas empresas de Costa Rica están elaborando teca de dimensiones reducidas y comercializando parquet, componentes de muebles y mobiliario a precios que alcanzan hasta 1 000 dólares por metro cúbico.
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