RESUMEN
Desde 1993 funciona en la Estación Experimental Agropecuaria
de Rafaela (INTA) una unidad de producción de leche orgánica bovina de acuerdo
a las normativas oficiales, siendo otorgada la certificación a partir de 1996.
El objetivo de este trabajo consistió en determinar durante 1997 y 1998, el
máximo de productividad física factible de lograr en un sistema de producción
de leche orgánico certificado. Dicha unidad (denominada UPLO) mantuvo una carga
animal de 1,71 animales/ha de vacas de raza Holstein con parición estacionada
en febrero-marzo.
Los recursos alimenticios utilizados fueron: pasturas
perennes y verdeos de invierno (utilizados en pastoreo rotativo), silaje de
sorgo forrajero, heno de pasturas y grano de maíz molido. La producción
individual registrada superó los 19 litros/vaca/día con una composición química
promedio de 3,47 % de grasa butirosa y 3,11 % de proteína bruta. La calidad
higiénico-sanitaria de la leche producida fue en promedio menor a 270.000
células somáticas/ml y 28.000 unidades formadoras de colonias/ml. La
productividad lograda alcanzó un valor de alrededor de 10.000 litros de
leche/ha ocupada por las vacas (correspondiente a 350 kg de grasa butirosa),
superando holgadamente los valores medios estimados para la cuenca lechera donde
está emplazado este sistema demostrando consecuentemente su viabilidad física.
INTRODUCCIÓN
En concordancia con lo que sucede en EEUU, Australia, Nueva
Zelanda y algunos países europeos (Dinamarca, Suecia, Francia y Alemania), se
constata en la Argentina un notable y sostenido incremento de la producción
orgánica. En efecto, mientras que en 1992 se registró una superficie dedicada a
la producción orgánica de 5.500 has, existen actualmente 475.000 has
certificadas pertenecientes a 955 productores agropecuarios (Foguelman y
Montenegro, 1998), correspondiendo más del 90% de dicha superficie a
producciones animales de distinto tipo (fundamentalmente bovina). Se deja
constancia que, a diferencia de los países industrializados citados, en
Argentina no existen subsidios para la conversión hacia la producción orgánica.
La Secretaría de Agricultura, Pesca y Alimentación de
Argentina, a través de las Resoluciones 423/92 y 424/92, brinda el marco legal
necesario para las operaciones del sector definiendo a la agricultura orgánica
como un "sistema de producción sustentable en el tiempo, que mediante el
manejo racional de los recursos naturales, sin la utilización de productos de
síntesis química, brinde alimentos sanos y abundantes, mantenga o incremente la
fertilidad del suelo, la diversidad biológica y que asimismo permita la
identificación clara por parte de los consumidores de las características
señaladas, a través de un sistema de certificación que las garantice".
Desde 1993 funciona en las instalaciones del INTA Rafaela un
modelo físico denominado Unidad de Producción de Leche Orgánica (UPLO), de
acuerdo a las indicaciones (y restricciones) de la normativa oficial
(Resolución 1286/93 del Servicio Nacional de Sanidad Animal) (SENASA, 1993).
Dicha unidad se encuentra ubicada en la cuenca lechera santafesina obteniéndo
su certificación a partir de 1996.
El objetivo de este trabajo consistió en determinar durante
1997 y 1998 el máximo de productividad física factible de lograr en un sistema
de producción de leche orgánico certificado evaluando a su vez los componentes
del sistema.
MATERIALES Y MÉTODOS
La UPLO se desarrolló sobre una superficie total de 19,3 has
de las cuales 1,8 correspondían a caminos y monte. Esta superficie fue
seleccionada en función de su historia previa y de los resultados de análisis
de suelos en cuanto a presencia de contaminantes organoclorados. El tipo de
suelo donde está asentada la UPLO corresponde a un complejo de suelos
Argiudoles típicos y ácuicos y Argialboles típicos, los cuales son
representativos de la cuenca lechera). Los análisis químicos de estos muestran
los siguientes rangos de valores: 5,7-6,0 de pH ; 54,5-64,6 ppm de fósforo ;
90,1-121,5 ppm de nitratos ; 0,157-0,174 % de nitrógeno total ; 2,75-3,24 % de
materia orgánica.
Los recursos forrajeros utilizados fueron: pasturas perennes
compuestas por alfalfa (Medicago sativa), gramíneas y achicoria (Cichorium
intibus), verdeos de invierno (avena), silaje de sorgo forrajero y heno de
alfalfa. Las pasturas y los verdeos fueron utilizadas bajo un sistema de
pastoreo rotativo con franjas para uno o dos días de ocupación.
La suplementación con concentrados se realizó exclusivamente
con grano de maíz molido la cual no superó los 900 kg por lactancia debido a
las restricciones impuestas por la normativa oficial. Cabe acotar que fueron
fijados tres niveles de suplementación en función del momento de la lactancia,
el cual se correspondió con los tres últimos trimestres de cada año.
Se utilizaron vacas Holstein, de las cuales un 23% eran de
primera parición, con una carga animal de 1,71 vacas totales/ha útil. La
parición fue estacionada entre el 15 de febrero y el 30 de marzo.
Durante los dos años considerados se efectuaron las
siguientes evaluaciones:
Determinaciones
periódicas de la disponibilidad de la oferta de los recursos forrajeros
utilizados,
Medición semanal de
la producción de leche individual y análisis de su composición química (grasa
butirosa y proteína bruta),
Análisis
bacteriológicos de los cuartos de las vacas en forma periódica con el objeto de
detectar la presencia de organismos patógenos de la glándula mamaria,
Recuentos mensuales
de leche de tanque de organismos mesófilos viables y células somáticas.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los registros de precipitación pluvial anual de los dos
ciclos estudiados fueron inferiores con respecto a la media normal (serie
histórica desde 1931 hasta 1998), con diferencias notables en la distribución
trimestral .
Los rendimientos medios de los distintos recursos forrajeros
utilizados, expresados en materia seca por año, fueron:
Pasturas perennes :
10.500 kg/ha
Verdeo de invierno :
4.200 kg/ha
Sorgo forrajero para
silaje : 9.800 kg/ha
Los recursos alimenticios consumidos estimativamente por las
vacas en producción (expresado en kg de materia seca/vaca/día) en los dos
períodos analizados se presentan en el cuadro 1.
Cuadro 1.- Consumo promedio de alimentos por las vacas en
producción
Estación del año |
Pasturas perennes y verdeo
invernal |
Silaje de sorgo forrajero |
Grano de maíz molido |
Heno de pastura |
--------(kg de materia seca por vaca y por
día)-------- |
||||
Otoño
Invierno Primavera |
12,4 8,1 15,9 |
2,0 6,2 -- |
4,0 2,5 1,5 |
0,9 1,3 1,1 |
La producción media de leche por vaca y por día fue de 19,2
y 19,8 litros para 1997 y 1998 respectivamente, con una composición química de
3,53 y 3,41 % de grasa butirosa, y 3,09 y 3,13% de proteína bruta
respectivamente.
Los valores medios de calidad higiénico-sanitaria de la
leche obtenida en 1997 y 1998 fueron los siguientes:
Recuento de células
somáticas (CS/ml) : 322.570 y 215.740 (extremos de 133.120 y 369.210).
Unidades formadoras
de colonias (UFC/ml): 30.600 y 24.500 (extremos de 6.000 y 62.000).
Los valores obtenidos cumplen holgadamente los
requerimientos exigidos por la industria siendo notablemente inferior al valor
del recuento de CS aceptado por la Unión
Con respecto a la sanidad de los animales se trataron seis
casos de mastitis clínica y cinco de pododermitis séptica en los dos años
considerados. Los tratamientos aplicados fueron satisfactorios procediéndose al
descarte de la leche como lo expresa la normativa oficial (doble del tiempo
indicado en el marbete del producto, con un mínimo de 3 días). La prevalencia
de infecciones intramamarias subclínicas de las vacas fue muy baja al lo largo
de la lactancia y el plan de control de mastitis utilizado fue efectivo. En
efecto, a través del procesamiento de 600 muestras de leche de cuartos mamarios
se detectaron 3 cuartos infectados con patógenos mayores y 8 con patógenos
menores resultando el resto (98,5%), sin desarrollo bacteriano.
En función de la producción individual y la carga animal
lograda, se obtuvo una productividad de 9.895 y 10.203 litros/ha ocupada por
las vacas en ordeño y secas/año para 1997 y 1998 respectivamente
(aproximadamente 350 kg de grasa butirosa/ha). Estos valores superan en casi un
200% el promedio registrado para la cuenca lechera central santafesina (120 kg
de grasa butirosa por ha) (Buelink, Schaller y Labriola, 1996) y en un 40% al
obtenido por los productores considerados "de punta" (240 kg de grasa
butirosa).
CONCLUSIONES
En base a las
características en las que se desarrolló el modelo de producción de leche
(fundamentalmente en cuanto a la aptitud de los suelos y los recursos
alimenticios utilizados) así como a las restricciones que impone la normativa
oficial para la producción orgánica animal, se concluye que es factible lograr
excelentes resultados de producción física compatibles con una buena calidad de
la leche.
BIBLIOGRAFÍA
Buelink,D, Schaller, A., Labriola, S., 1996. In :
Principales Cuencas Lecheras Argentinas Ed.Secretaría de Agricultura, Pesca y
Alimentación, 2da edición-Octubre 1996. 54 pp.
Foguelman,
D. y Montenegro, L. 1998. Production and farmers in Argentina. Abstracts of the
XII IFOAM International Scientific Conference (Mar del Plata, Argentina).
Secretaría de Agricultura, Pesca y Alimentación de
Argentina. 1992. Resoluciones 423/92 y 424/92. Mimeo.
SENASA- Secretaría de Agricultura, Pesca y Alimentación de Argentina. 1993.Resolución 1286/93. Mime.