Proyecto SICA Banco Mundial

 

 

 

Los nutrientes vegetales

 

 

Los elementos nutritivos reciclables a través de los residuos vegetales y animales pocas veces bastan para compensar lo que se elimina con la cosecha

 

 

 

FERTILIDAD DEL SUELO

 

 

 

El restablecimiento, mantenimiento e incremento de la fertilidad de los suelos son prioritarios en la agricultura, particularmente en las zonas del mundo en desarrollo donde los suelos inherentemente carecen de nutrientes vegetales, y está aumentando rápidamente la demanda de alimentos y materias primas. Un suelo fértil proporciona una base sólida a los sistemas flexibles de producción de alimentos que, con las limitaciones del terreno y el clima, pueden producir una amplia variedad de cultivos para satisfacer las necesidades en transformación.

 

 

 

Actualmente se está prestando más atención a los Sistemas Integrados de Nutrición de las Plantas, que mantienen o incrementan la productividad de los suelos mediante una utilización equilibrada de fertilizantes minerales en combinación con nutrientes vegetales de origen orgánico. Los sistemas integrados de nutrición de las plantas son viables ecológica, social y económicamente, y pueden producir incrementos sostenibles de la productividad de los suelos y de las cosechas. Se centran en un sistema de cultivo por ciclos agrícolas o anual (en vez de en los cultivos en particular), en la gestión de los elementos nutritivos de las plantas en el conjunto del sistema agrícola, y en el concepto de zonas de la aldea o de la comunidad en lugar de en las parcelas individuales.

 

 

 

SISTEMAS INTEGRADOS

 

 

 

En la finca, los sistemas integrados de nutrición de las plantas se proponen sacar el máximo provecho de la productividad del conjunto de elementos nutritivos que pasan por el sistema agrícola durante la rotación de los cultivos. Esto significa aplicar nutrientes vegetales y enmiendas externos, una elaboración eficiente y reciclaje de los residuos de las cosechas y de los desechos orgánicos de la finca que limitan la pérdida de nutrientes de las plantas. En tanto, los sistemas integrados de nutrición de las plantas fortalecen a los agricultores al enriquecer sus conocimientos técnicos y reforzar su capacidad de tomar decisiones, a la vez que promueven la introducción de cambios en los usos agrarios, la rotación de cultivos, y la interacción entre la silvicultura, la ganadería y los sistemas de cultivos en apoyo a la intensificación agrícola.

 

 

 

En la aldea y la comunidad agrícolas, los sistemas integrados de nutrición de las plantas toman en cuenta otros nutrientes vegetales externos a las zonas cultivadas, inclusive los que hay en el agua de riego y en los sedimentos de las inundaciones, el estiércol del ganado, y los desechos del bosque y los materiales orgánicos que se trasladan físicamente desde los bosques y los pastizales. Los sistemas integrados de nutrición de las plantas fomentan la racionalización del traslado de materia orgánica y elementos nutritivos de las plantas desde las zonas no agrícolas, y la movilización de recursos nutritivos sin utilizar o el ahorro de otros elementos nutritivos vegetales que se desvían para utilizarse como combustibles domésticos, materias primas para la construcción o para la industria.

 

 

 

ORIGEN DE LOS NUTRIENTES VEGETALES

 

 

 

Las plantas obtienen sus nutrientes - sobre todo nitrógeno, fósforo y potasio, pero también micronutrientes u oligoelementos - de siete fuentes principales: Las reservas naturales de los suelos, en cantidades que dependen de la composición de los suelos y de la estación. Todos los años las plantas reciben apenas una reducida porción de esos nutrientes.

 

 

 

Los fertilizantes minerales, fabricados en forma líquida o sólida, tienen un contenido de nutrientes vegetales más elevado y en menor volumen que las fuentes orgánicas de éstos.

 

 

 

Las fuentes orgánicas, inclusive la harina de huesos y la sangre, el estiércol, la lama, los fertilizantes orgánicos y los fangos de las cañerías, pueden mejorar la retención de agua de los suelos y sus condiciones físicas .

 

 

 

Algunos microorganismos promueven la fijación biológica del nitrógeno, al ser capaces de convertir el nitrógeno del aire en amoníaco de donde derivan nitrógeno.

Depósitos del aire, inclusive los nitratos de la lluvia, el amoníaco en gas o disuelto en la lluvia, el azufre de la lluvia ácida, las sales y el cloro del rocío.

 

 

 

El agua del riego, de las inundaciones y la subterránea proporcionan elementos nutritivos, ya sea de manera natural o por los fertilizantes incorporados al agua de riego.

 

 

 

LOS NUTRIENTES COMO CAPITAL

 

 

 

Un ecosistema agrícola difiere de otro natural porque los elementos nutritivos de las plantas constantemente se están eliminando y exportando. Los agricultores tratan de satisfacer la demanda de nutrientes vegetales mediante la utilización del "capital fijo" de los elementos nutritivos del suelo y el "capital de explotación" de los nutrientes derivados de fuentes naturales y orgánicas, con el complemento de otros externos. Como los elementos nutritivos almacenados en el suelo no se pueden trasladar rápidamente de una parcela a otra, los que están en los residuos de las cosechas, el estiércol, los desechos del bosque, el abono verde y los desechos domésticos componen un "capital de explotación" que los agricultores pueden trasladar y asignar a algún cultivo específico durante una rotación de cultivos y a una parcela en particular.

 

 

 

En la práctica, la cantidad de nutrientes que se pueden reciclar a través de residuos vegetales y animales pocas veces basta para compensar las cantidades eliminadas en los productos agrícolas, incluso en la agricultura de baja productividad. Además, hay pérdidas inevitables, aun en los sistemas mejor administrados. A consecuencia, los fertilizantes minerales tienen que desempeñar una función clave en las zonas donde se requiere una producción agrícola mayor.

 

 

 

EFECTOS EN EL RENDIMIENTO

 

 

 

Los agricultores aplican nutrientes vegetales sólo cuando sus efectos en el rendimiento de las cosechas resulta rentable. La decisión de aplicar nutrientes vegetales externos suele tener un fundamento económico -precios y posibilidad de adquirirlos-, pero también depende de que los haya y de los riesgos de producción implícitos. La búsqueda de una mayor productividad tiene que confrontarse con la necesidad de mantener la fertilidad de los suelos e impedir que se degraden. La rentabilidad de adoptar los sistemas integrados de nutrientes de las plantas debería, no obstante, juzgarse a futuro, ya que una mayor eficiencia de la utilización de nutrientes para los cultivos tiende a manifestarse apenas después de numerosos ciclos agrícolas.

 

 

 

También tienen que tomarse en consideración otros factores económicos e institucionales: la relación de precios entre los nutrientes vegetales y los cultivos a los que se aplican, junto con la perspectiva comercial de dichos cultivos, determinan el beneficio de utilizar fertilizantes; de los ingresos y la disponibilidad de créditos depende que los agricultores puedan comprar nutrientes vegetales; y la falta de seguridad en la tenencia de las tierras puede reducir los incentivos para que los agricultores utilicen fertilizantes.

 

 

 

Los campesinos que tienen pocos recursos se ven obligados a tratar de obtener resultados a corto plazo cuando aplican nutrientes vegetales. Si se eliminaran las limitaciones para tener acceso a los mercados y a la tecnología para la producción, y se brindara protección contra los riesgos, los campesinos podrían utilizar de manera económica los nutrientes vegetales y de forma tal que se apoyara una producción agrícola sostenible.

 

 

 

ASESORÍA EN MATERIA DE NUTRICIÓN VEGETAL EFICIENTE.

 

 

 

 La mejor manera de promover una intensificación sostenible de la agricultura consiste en proporcionar recomendaciones atinadas a los agricultores para mejorar su capacidad de tomar decisiones.

 

 

 

Las recomendaciones para cada parcela deben fundarse en experimentos locales realizados en la finca, que brinden información sobre las repercusiones en el rendimiento de las cosechas de dosis de combinaciones de nutrientes, sobre el momento oportuno de aplicarlos y de dónde obtenerlos. Los experimentos deben ser sencillos y de dos tipos: pruebas específicas en el sitio de que se trata y ejercicios de comprobación. La información recopilada de estos ejercicios se utiliza para obtener curvas de la reacción de los nutrientes para los sistemas de cultivo y las condiciones predominantes. Estas pruebas suelen correr a cargo de investigadores del sector público, porque exigen un grado razonable de control de la variabilidad, así como un alto nivel de supervisión.

 

 

 

La participación campesina en la recopilación de información y en la toma de decisiones es mínima. Con todo, los investigadores pueden interactuar con los agricultores y conocer sus métodos de producción. Los factores importantes para organizar las pruebas propias del sitio son: la definición de la población, una selección de emplazamientos, una selección de tratamientos, la preparación de los experimentos y la gestión de los mismos. Los sitios donde se lleven a cabo las pruebas deben de ser representativos de las condiciones agrícolas de la zona estudiada.

 

 

 

ASESORIA EN FINCAS

 

 

 

La asesoría en las fincas debe fundarse en el conocimiento de la finca en su conjunto y de su sistema de rotación de cultivos, inclusive los objetivos de producción, los recursos disponibles, las necesidades de consumo doméstico, las oportunidades del mercado y las condiciones meteorológicas. Además, los asesores tienen que determinar cuáles son los centros donde se toman las decisiones, la organización del uso de las tierras y la rotación de los cultivos, así como la competencia que hubiera por los recursos escasos como el material orgánico, la mano de obra y el capital.

 

 

 

Una vez reconocidas todas las posibles fuentes de nutrientes vegetales y las tecnologías seleccionadas, los propios agricultores pueden determinar la mezcla adecuada de estas tecnologías y aprovechar al máximo su utilización para satisfacer sus objetivos de producción. Las nuevas opciones pueden incluir el incremento de la mano de obra necesaria o inversiones financieras, modificar la estructura de la finca o adaptar el aprovechamiento de la tierra y la rotación de los cultivos. Por lo tanto, hará falta organizar un suministro complementario de insumos externos. Debería probarse un paquete tecnológico que incluya utilizar nutrientes vegetales de orígenes diversos, a través de una red de fincas experimentales locales, para comprobar su idoneidad para la situación de los agricultores y evaluar su aceptación entre éstos.

 

 

 

GESTION DE LA NUTRICION VEGETAL

 

 

 

En muchos sistemas agrícolas de baja relación entre insumos y producción se necesita asesoría en el ámbito de la aldea donde la gestión de la nutrición vegetal depende de los recursos nutritivos locales obtenidos en otras zonas distintas de las agrícolas. Mejorar el traslado de estos materiales (por ejemplo, los desechos de los bosques y los forrajes de los pastos) puede enriquecer el contenido de nutrientes vegetales de la zona cultivada. Entre los ejemplos de mejores prácticas de gestión están el cultivo de especies leguminosas forestales, la producción de cultivos forrajeros en franjas en los bosques, la fertilización mineral de los forrajes, la regulación de los incendios de matorrales y la creación de sistemas de asignación del estiércol producido por los rebaños colectivos.

 

 

 

La conservación de los suelos y de los recursos hídricos puede reducir en gran medida las pérdidas de nutrientes vegetales por las escorrentías y la lixiviación. Además, las técnicas de acopio de agua y la creación de sistemas de riego conducirán a una mayor eficiencia del aprovechamiento de nutrientes. Estas inversiones exigen la cooperación de toda la aldea y, por lo tanto, tienen que tomarse en cuenta durante la creación de sistemas de gestión de nutrientes vegetales eficientes.

 

 

 

Un manejo deficiente de los nutrientes vegetales por parte de los campesinos en lo individual hace disminuir la fertilidad de los suelos por un exceso de explotación, erosión, sedimentación y deforestación. De manera similar, un exceso de nutrientes puede contaminar el agua potable, y una mala gestión de los desechos orgánicos es un peligro potencial para la salud. Así pues, hacer participar a la comunidad agrícola en su conjunto resulta fundamental para la creación de un sistema de gestión de los nutrientes vegetales en el ámbito de la aldea.

 

 

 

ADQUISICIÓN DE INSUMOS

 

 

 

En la aldea, los grupos campesinos pueden crear las condiciones propicias para la adquisición de insumos y para poder obtener créditos. Las asociaciones de agricultores, las relaciones comerciales entre esas asociaciones y el sector de los insumos, así como con los comerciantes de productos agrícolas y los bancos, deberían entonces fomentarse para apoyar una mejor gestión de la nutrición vegetal entre los campesinos.

 

 

 

APOYO A LA INVESTIGACIÓN

 

 

 

La asesoría en materia de las cantidades de nutrientes que se deban aplicar puede depender de los resultados obtenidos en los experimentos realizados en el campo, en el análisis de suelos o de las plantas, de hacer un balance general de nutrientes, de modelos matemáticos de la dinámica de los nutrientes, o de una combinación de métodos. A falta de información más pormenorizada, conocer las cantidades de nutrientes que eliminan los cultivos en el nivel buscado de producción proporciona un punto de partida para calcular las necesidades de elementos nutritivos.

 

 

 

Los experimentos de campo sirven para proporcionar información cuantitativa sobre el suministro de nutrientes de los suelos y los residuos orgánicos, y sobre los efectos a corto plazo en el rendimiento de los cultivos de los fertilizantes minerales aplicados en formas y cantidades diversas. Esto ofrece una base fundamental para asesorar a los campesinos y experimentar y mejorar los sistemas de asesoría.

 

 

 

EXPERIMENTACIÓN DE CAMPO

 

 

 

Siempre que sea posible deben de realizarse experimentos de campo para poder estudiar y tomar en cuenta los efectos residuales de los fertilizantes y de los nutrientes orgánicos en el crecimiento de los cultivos y en las propiedades del suelo, y a la hora de formular las recomendaciones en materia de elementos nutritivos. Esos experimentos también pueden aportar información sobre la acción recíproca entre las aplicaciones de nutrientes y otras actividades agrícolas, y de la posibilidad de que se presenten problemas imprevistos, como contaminación de los suelos o deficiencia de algún micronutriente o elemento nutritivo secundario.

 

 

 

Fuente: FAO – 1998