Millones de hectáreas destruidas cada año- Elevadas pérdidas
de vida
En todo el mundo, los incendios devastan cada vez más los
bosques destruyendo cada año millones de hectáreas de madera y otros productos
forestales, alertó hoy la Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación (FAO).
La expansión incontrolada de actividades agrícolas y del
turismo, así como el incremento del uso de los bosques para actividades
recreativas plantean un grave peligro para la vida de las personas y a los
recursos naturales. La destrucción de bosques e infraestructuras y la lucha
contra los incendios cuestan cada año miles de millones de dólares, informó la
FAO.
La FAO instó a los países a involucrar a las comunidades
locales en la ordenación y protección de sus bosques. "Cuando las personas
están interesadas en proteger sus recursos forestales, los incendios provocados
por el ser humano desaparecen más pronto o más tarde", declaró Mike
Jurvelius, Oficial de Prevención de Incendios Forestales de la FAO.
"Muchos ecosistemas forestales se adaptan a los
incendios, necesitan algún tipo de incendio para regenerar el bosque
natural", agregó Jurvelius . "Pero, desgraciadamente, la mayor parte
de los incendios son nocivos cuando escapan al control". Los incendios
forestales fue uno de los temas del XII Congreso Forestal Mundial que se
celebró del 21 al 28 de septiembre de 2003 en Quebec City (Canadá) y al que
acudieron alrededor de 3.000 expertos forestales procedentes de más de 120
países.
UN TEMA CANDENTE
Los incendios de este año se cuentan entre los peores de los
últimos tiempos, en términos de pérdidas de vidas humanas y de daños a los
bosques y a la infraestructura: alojamientos, carreteras, puentes y
telecomunicaciones". Hasta la fecha, Portugal ha perdido alrededor de
417.000 hectáreas (ha), lo que representa un aumento del 300 por ciento
respecto al promedio de las dos últimas décadas. Este año, en Francia, los
incendios han destruido alrededor de 45.000 hectáreas de bosques, un aumento
del 30 por ciento respecto al promedio de 1980-2000. En la Federación Rusa se
han perdido 23,7 millones de hectáreas en 2003, una superficie prácticamente
igual a la de Reino Unido. En 2002 la Federación perdió 11,7 millones de
hectáreas. En Estados Unidos, alrededor de 2,8 millones de hectáreas han sido
destruidas por incendios forestales, respecto a los 1, 7 millones de hectáreas
de 2002. Sin embargo, en Canadá, las pérdidas pasaron de los 2, 6 millones de
hectáreas en 2002 a los 1,5 millones de este año, a pesar de la gravedad de los
incendios forestales en la zona occidental del país. Australia ha perdido más
de 60 millones de hectáreas durante los incendios de este año, la mitad de los
cuales fueron intencionados. Sin embargo, algunos incendios "provechosos",
necesarios para ordenar el ecosistema en el Norte de Australia se siguen
llevando a cabo desde hace miles de años.
La zona con mayor peligro de incendio se encuentra en África
Sub-sahariana, donde arden todos los años más de 170 millones de hectáreas.
Alrededor del 10 por ciento de estos incendios son necesarios para el
ecosistema. En el mundo, según los últimos datos disponibles, se quemaron más
de 350 millones de hectáreas de bosques en el año 2000, una superficie igual a
la de India.
A VECES ES CUESTIÓN DE UN CIGARRILLO
"El verano, extremadamente caluroso, en Europa, Estados
Unidos, Canadá y Australia, ha contribuido sin lugar a dudas a la intensidad y
la gravedad de los incendios", afirmó Jurvelius. "Cuanto más calor
hace, más alto es el peligro de incendios. Los incendios no son nocivos
solamente para los bosques, queman y destruyen también la superficie del suelo
y aumentan el peligro de erosión del terreno y de desprendimientos de
tierra".
Pero la causa principal de estos incendios no es la naturaleza
sino la gente. A nivel global, el 95 por ciento de todos los incendios están
provocados por diversas actividades humanas. Y a veces basta una cerilla o un
cigarrillo para quemar un bosque entero, advierte la FAO.
Las principales causas de los brotes de incendio en las
zonas rurales son: el desbroce del terreno por parte de los agricultores de los
países desarrollados y de las naciones en desarrollo; la agricultura
migratoria; la quema de residuos y basuras, y el empleo de fuegos para cazar o
recoger miel expulsando a las abejas del nido. La mayor parte de los incendios
escapan al control porque los agricultores carecen de las herramientas para
contenerlos.
La utilización de los bosques como zonas recreativas aumenta
también el peligro de incendios en muchos países. Las acampadas, el
excursionismo y cocinar en los bosques son actividades que cada vez se
practican más en todo el mundo y muchas personas no se dan cuenta de los
riesgos del fuego.
En Europa y África del Norte, la migración de las zonas
rurales contribuye también a los incendios forestales. Los jóvenes se van a las
ciudades, así las labores arborícolas, el pastoreo y la recogida de leña a
menudo se paralizan. Los árboles podridos y los arbustos se acumulan en el
terreno y aumenta el peligro de incendio. Además, muchos incendios están
provocados por la construcción de carreteras, lo que lleva aparejado el
calentamiento del asfalto y el desbroce de caminos.
La piromanía, las actividades militares y las controversias
entre propietarios sobre tenencia de terrenos son también causa de incendios
forestales.
EDUCAR A LAS PERSONAS
"Países como Austria, Alemania y Suiza han logrado
contener los incendios forestales", afirmó Jurvelius. "Durante
siglos, han llevado a cabo campañas de sensibilización, inculcando en las
personas los valores y las funciones de sus bosques. Además, las comunidades
locales y los propietarios privados se preocupan de sus bosques porque dependen
de los recursos forestales para su sustento".
Namibia y Mozambique, por ejemplo, han fomentado la
implicación de las personas en la ordenación forestal. Este hecho ha ido
acompañado de campañas de sensibilización pública. El resultado ha sido que en
Namibia el número de incendios forestales ha disminuido de forma significativa.
La FAO invita a los países a compartir el costoso material
de lucha contra los incendios, como las avionetas, firmando acuerdos de ayuda
mutua en caso de emergencias de incendio. Este año, los bomberos españoles
ayudaron a sus colegas en Portugal con avionetas y personal para luchar contra
los devastadores incendios forestales. Instados por la FAO, ambos países habían
renovado hacía poco sus acuerdos de cooperación.
La FAO informa a los países acerca de la gestión activa de
la lucha contra los incendios, recogiendo información sobre las causas de los
incendios forestales y elaborando estrategias nacionales de lucha contra el
fuego. La FAO contribuye también a la Red Mundial contra los Incendios
Forestales en nueve regiones.
Del 4 al 8 de octubre de 2003 se celebró en Sydney
(Australia), organizada en colaboración con la FAO, la Conferencia
Internacional sobre Incendios Forestales para hacer frente al problema de los
incendios y subrayar las estrategias de protección.
Fuente: FAO