Francisco Rizzo Pastor

 

 

Las verdades sobre la leche

 

 

 

El Ecuador es uno de los países con mayor incremento en la producción de la leche de vacuno en la ultima década. Las compañías transnacionales de producción de derivados lácteos establecidas en los países en desarrollo prefieren para aumentar su rentabilidad importar leche en polvo de los países que la exportan a precios subsidiados como la Unión Europea y los Estados Unidos de Norteamérica. En éstos países en sus mercados internos se vende la leche a superior precio del valor que la exportan. Los ganaderos de éstos países tienen subsidios a la producción , recibiendo de 32 a 35 centavos de US dólares por litro en finca. En la Unión Europea, un litro de leche descremada cuesta 63% más que un litro exportado, en  USA  cuesta 47% más que el exportado.

 

 

 

Para las compañías transnacionales es fácil agregar agua, azúcar y aceite vegetal a la leche en polvo y luego empaquetarla en fundas de polietileno, bolsas laminadas o en cartón.

 

 

 

Por las razones descritas algunos industriales, no todos, pregonan y presionan a las autoridades para importar leche en polvo o estacionalmente demandan leche pagando precios bajos, originando que el ganadero paulatinamente abandone y venda al camal sus hatos lecheros al no tener un precio de sustentación de su actividad. Entonces la crisis provocada tiene como consecuencia  una oferta de menor volumen de leche y así algunos procesadores piden autorización para importar leche porque sus máquinas se paralizan.  Resultado de ésta protección colonial  es el incumplimiento de las obligaciones del sector nacional con la banca,  y la merma paulatina de las ganaderías con alto desarrollo genético, acelerando el empobrecimiento rural perdiéndose el patrimonio de muchos años de trabajo  y destruyendo el núcleo familiar en la cordillera, litoral y oriente.

 

 

 

Otro resultado encadenado al anterior es que se elimina a los ganaderos lecheros y a los auténticos procesadores ecuatorianos,  la posibilidad de crecer y exportar sus productos lácteos a los países vecinos. Así algunos transnacionales  que tienen su explotación en el Ecuador y en los países vecinos  aseguran el oligopolio de sus actividades, declarando que Ecuador no puede competir en  el nuevo mercado global. 

 

 

 

Los ganaderos ecuatorianos necesitan un equilibrio y estabilidad de los precios de la leche al consumidor, pero a los canales de distribución  les interesa mantener  una ficticia escasez o abundancia de la leche natural, jugando así con la oferta y demanda.

 

 

 

Cuando el supermercadismo es dueño también de la producción de los lácteos y pretenden que los autoricen para importar leche en polvo para hidratarla y venderla en sus góndolas, el daño al ganadero es total,  porque no demandarán  sus productos u ofertarán precios de compra absurdos, y así los centros de ventas atenderán cómodamente nichos de distintos consumidores, por lo que definen sin competencia el precio final de cada derivado lácteo, perjudicando también el derecho del consumidor a elegir calidad y precio.

 

 

 

La autorización para importar leche en polvo en Junio de éste año a empresas con industrias en Guayaquil, afectará directamente a los ganaderos en la provincia del  Guayas , porque disminuirá la demanda regional de la leche natural . Este enfrentamiento desigual e inaceptable con favores al lucro maquinista , acrecenta el abandono del campo y la inseguridad social .

 

 

 

Un hato ganadero que produce quinientos litros de leche por día necesita mínimo un predio de cincuenta hectáreas con ocho jornaleros. Para entregar veinticinco mil litros de leche diaria a una planta, se necesita cincuenta predios con un total de cuatrocientos jornaleros , dos mil quinientas hectáreas y cinco mil cabezas de ganado. La planta pasteurizadora solamente precisa de quinientos metros cuadrados y cinco operadores con una inversión que no supera los cuatrocientos mil dólares, versus la inversión agrícola de doce millones de dólares.

 

 

 

Los ganaderos pedimos a las autoridades que no cedan ante la presión política de los grupos económicos, que ofrecen listas de precios de alimentos, y a la vez los favorecen  con la importación de leche  o suero en polvo.

 

 

 

Los ganaderos no queremos regalías, pero ante los subsidios que se entregan  a los importadores de leche y suero en polvo, ante la falta de crédito y el mísero ingreso per capita del agricultor , nos preocupa carecer de fondos para la capacitación y servicios de transferencia tecnológico. Todos los esfuerzos del Gobierno  en ésas tareas son bienvenidos, como importar equipos agrícolas con facilidades de aranceles .

 

 

 

Otro de los requerimientos urgentes es el tratamiento de las obligaciones a largo plazo y bajo interés, para sostener la actual producción agropecuaria y la paz social. Caso contrario, el sector de lácteos tendrá los problemas financieros graves que tienen las agroempresas en Argentina

 

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Proyecto SICA Banco Mundial