La semilla del Cardo simbolizando la siembra de cultura

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EN DEFENSA DE LA NOVELA, OTRA VEZ

Salman Rushdie

Hijos de la medianoche, la novela río de Salman Rushdie (Bombay, 1947), narra la historia de la generación que surgió con la India como nación soberana. En este ensayo, Rushdie responde con apasionados argumentos a las fúnebres profecías de George Steiner

En el centenario de la Asociación de Editores Británicos, el profesor George Steiner pronunció una pieza sustanciosa:

Nos estamos hartando de nuestras novelas[...] Los géneros surgen, caen; la épica, la épica en verso, la tragedia en verso formal; grandes momentos que luego decaen. Se seguirá escribiendo novelas durante mucho tiempo pero, cada vez con mayor frecuencia, l

Así que aquí está, una vez más, envuelta en la mejor, la más pulida retórica. Quiero decir, aquella vieja y sabrosa castaña, la Muerte de la Novela. A la cual el profesor Steiner agrega, por si hiciera falta, la Muerte (o, por lo menos, la radical transfo

No obstante, aun erguida en medio de la carnicería, permanece una figura solitaria y poderosa, un verdadero Fortinbrás, ante quien todos nosotros, escritores de textos anónimos, lectores posletrados, la Casa de Usher que es la industria editorial (la Dina

Un gran escritor, por lo menos, también anunció en semanas recientes el fallecimiento de la forma en la que él ha sido tan celebrado como practicante. V.S. Naipaul no sólo ha dejado de escribirlas, sino que la propia palabra ``novela'', nos dice, ahora lo

Otro de los principales escritores británicos echa su cuarto a espadas:

Casi no se necesita señalar que en este momento el prestigio de la novela es extremadamente pobre, tan pobre que la frase `nunca leo novelas', que incluso hace doce años era generalmente pronunciada con un gesto de disculpa, ahora se pronuncia en un tono

Esto lo escribió George Orwell en 1936. Parece -y el profesor Steiner lo acepta- que la literatura tal vez no ha tenido nunca un futuro. (Incluso la Ilíada y la Odisea recibieron malas reseñas al principio). La buena escritura siempre ha sido atacada, de

Así que cuando los críticos alemanes atacan a Günter Grass, cuando los literatos italianos de la actualidad se ``sorprenden'', como nos dice el novelista y crítico francés Guy Scarpetta, de saber que Italo Calvino y Leonardo Sciascia tienen grandes reputa

El profesor Steiner comenta: ``Es casi axiomático decir que en la actualidad las grandes novelas vienen de la orilla lejana, de la India, del Caribe, de América Latina'', y a alguno le sorprenderá que yo explore este asunto de un centro exhausto y una per

¿Qué importa de dónde vengan las novelas, mientras sigan llegando? ¿Cuál es esta tierra plana en la que vive el buen profesor, con decadentes romanos en el centro, hotentotes terriblemente dotados y antropófagos acechando en las orillas? El mapa que está

Fue, después de todo, el éxito del régimen de Franco en su esfuerzo por obstaculizar a la literatura española década tras década, lo que cambió los reflectores hacia los excelentes literatos que trabajaban en América Latina. De acuerdo a ello, el llamado

Incluso el retrato del profesor Steiner acerca de una Europa exhausta es, en mi opinión, simple y demostrablemente falso. Los pasados cincuenta años nos han dado las obras de, sólo por nombrar a unos cuantos, Albert Camus, Graham Greene, Doris Lessing, Sa

En mi opinión, no hay crisis en el arte de la novela. La novela es precisamente esa "forma híbrida" que el Profesor Steiner añora: es en parte investigación social, en parte fantasía, en parte un confesional; cruza fronteras de conocimiento así como límit

Hace algunos años, el novelista británico Will Self publicó un divertido cuento corto llamado La teoría cuantitativa de la locura, el cual sugería que la suma total de cordura disponible para la raza humana podría ser fija -una constante, en otras palabra

El problema con esta teoría es que supone que todo el talento creativo es del mismo tipo. Aplíquese esta noción al atletismo y su absurdo se hace visible. La provisión de corredores de maratón no disminuye ante la popularidad de los eventos de velocidad.

Es más probable que el advenimiento de nuevas formas de arte permita que nuevos grupos incursionen en la arena creativa. Conozco muy pocos grandes cineastas que podrían haber sido buenos novelistas -Satyajit Ray, Ingmar Bergman, Woody Allen, Jean Renoir y

Estoy, en resumen, mucho menos preocupado que el Profesor Steiner ante la amenaza que estas formas de alta tecnología plantean a la novela. Es tal vez la naturaleza de baja tecnología del acto de escribir la que lo salvará. Los medios de expresión artísti

La celebración que el Profesor Steiner hace de la creatividad de la ciencia moderna -``Hoy es ahí donde yace el gozo, es ahí donde está la energía, el formidable sentimiento de mundo tras mundo que se abre''- es una celebración con la cual estoy muy de ac

El novelista Paul Auster me dijo hace poco que el hecho inescapable que todos los escritores estadunidenses tenían que aceptar, era que estaban involucrados en una actividad que no resultaba de interés excepto para una minoría -digamos, como el futbol soc

Auster habla de la muerte del interés de los lectores estadunidenses por este tipo de material de lectura, Kundera acerca de la muerte del propio sentido de enlace cultural del lector europeo con este tipo de producto de la cultura. Agréguense estos imped

O quizá no. Porque la literatura -la buena literatura- siempre ha provocado un interés de minorías. Su importancia cultural deriva no de su éxito en una especie de guerra de audiencia, sino de su éxito al decirnos cosas acerca de nosotros que no escuchamo

Lo que ahora sucede no es tanto la muerte de la novela sino el disgusto del lector. El año pasado, en Estados Unidos, más de cinco mil nuevas novelas fueron publicadas. ¡Cinco mil! Sería un milagro que se hubieran escrito quinientas novelas publicables en

Los que publican lo hacen en exceso porque en las editoriales los buenos editores han sido despedidos o no han sido reemplazados, y porque la manía por la rotación ha desplazado a la habiidad de distinguir los buenos libros de los malos. Dejemos que el me

Hay otro peligro real que la literaturaÊconfronta, y el Profesor Steiner no lo menciona, esto es, el ataque a la libertad intelectual, sin la cual no puede haber literatura. Tampoco es este un nuevo peligro. Una vez más, un texto de otros días, esta vez d

En nuestro tiempo, la idea de libertad intelectual está sitiada desde dos posiciones. Por una parte están sus enemigos teóricos, los apologistas del totalitarismo [hoy diríamos fanatismo], y por otra están sus enemigos prácticos inmediatos, los monopolios

En el pasado[...] la idea de rebelión y la idea de la integridad intelectual se confudían. Un hereje -político, moral, religioso o estético- era alguien que se negaba a violentar su propia conciencia...

[Ahora la] peligrosa proposición [es] que la libertad es indeseable y que la honestidad intelectual es una forma de egoísmo antisocial.

Los enemigos de la libertad intelectual siempre intentan presentar su caso como un alegato de la disciplina contra el individualismo[...] El escritor que se niega a vender sus opiniones siempre es marcado como un simple egoísta. Es decir, es acus

[Aunque] para escribir en lenguaje sencillo, vigoroso, uno tiene que pensar libre de temores, y si uno piensa sin temores no se puede ser ortodoxo en lo político.

Las presiones de los monopolios y la burocracia, del corporativismo y el conservadurismo, que limitan y estrechan el rango y la calidad de lo que logra ser publicado,Êson conocidos por cualquier escritor vigente. De las presiones de la intolerancia y la c

Hay muchas batallas que se llevan a cabo en el mundo de hoy: en Argelia, en China, en Irán, en Turquía, en Egipto, en Nigeria hay escritores que son censurados, acosados, encarcelados, e incluso asesinados. La muerte de la novela puede estar lejana, pero

A pesar de esto, no creo que los escritores hayan renunciado a la posteridad. Lo que George Steiner llama hermosamente la ``maravillosa vanagloria'' de la literatura aún nos enciende, incluso si, como él sugiere, estamos demasiado avergonzados para decirl

Pero, con lo mejor de mí, ganaré
un lugar más alto que las estrellas:
mi nombre,indeleble, eterno, ha de permanecer.

Estoy seguro de que la misma ambición reside aún en el corazón de cada escritor: que se piense de uno, en el tiempo por venir, como Rilke pensó de Orfeo:

Es uno de aquellos mensajeros que se quedan,
que aún sostienen, adentrados en las puertas de la muerte,
tazones con frutos dignos de alabanza.

 

 

 

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