Don Juan Manuel |
Libro del cauallero et
del escudero Miguel Vicente Pedraz CAPITULO XXIIIº Quando el escudero oyo todas estas respuestas et entendio quel conplia[n] para lo que el avia mester, et otrosi que se avia alli detenido tan poco por que non perderia nada de su camino, gradeçiolo mucho a Dios et tobose por muy de buena ventura. Et por ende dixo al cauallero: Sennor, yo gradesco mucho a Dios et a vos el vien que me a venido de la vuestra vista, et cred que yo me tengo por muy tenudo de vos seruir e[n] toda la mi vida, et pido vos, por Dios et por vuestra vondat, que si de alguna cosa de lo que yo aqui troxe vos puedo servir, o vos cunple, que lo tomedes, et que tengades que de aqui adelante vos seruire quanto pudiere muy de buena mente. Et [e]l cauallero le gradeçio mucho lo que dezia, et si se pago de alguna cosa de lo quel traya, tomolo mas por mostrarle buen talante que por otro plazer que en ello fallasse, et prometiole que sienpre rogaria a Dios por el. Entonçe se despidieron, llorando mucho, con plazer; [et] el omne bueno acommendolo a Dios et diol su bendicion.
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Miguel Vicente Pedraz |
© José Luis Gómez-Martínez |