Don Juan Manuel

 

Libro del cauallero et del escudero
(1326)

Miguel Vicente Pedraz
Universidad de León

CAPITULO XXXVº
Commo el cauallero ançiano responde al cauallero nouel que cosa son los ciellos.

A lo que me preguntastes que cosa son los çiellos et para que fueron fechos, bien asi commo [a] otras preguntas muchas vos dixe, bien asi vos digo agora que esta non es vna pregunta, ante son dos: la vna que cosa son los çiellos, et la otra para que fueron fechos. En verdat vos digo, fijo, que a mi paresçe que estas preguntas atales nin fazen a vos mengua de me las preguntar, nin pertenesçen a mi de vos responder a ellas. Ca vos sodes cauallero mançebo, et el que estado de cauallero a de mantener, asaz a que cuydar en commo lo mante[n]ga, et es de buena ventura et fazele Dios mucha merçed si lo puede mantener commo deue. Et a mi, por la mançebia, es marabilla commo vos da la voluntad de cuidar en ello; ca yo, commo quier que so mucho ançiano, por que me mantoue sienpre et vse estado de caualleria, tengo non so de culpar si a estas cosas [non] vos puedo responder [tan] conplida mente commo era mester. Mas si me preguntasedes alguna cosa de lo que pertenesçe al estado de caualleria, por aventura vos responderia a ello con recabdo; pero cuydo que la dexades por que tenedes que vos he ya respondido quando vos dixe commo puede omne aver et guardar la caualleria. Et commo quier que yo entonçe uos respondi lo meior que pude entender, quiero vos agora dezir vnas cosas que vos non dixe entonçe.

Vos devedes saber que vna de las cosas que se mas vsa en la caualleria es dezir por los omnes que son ardidos o couardes; et commo quier que las gentes les dizen estos no[n]bres, non son con razon, mas son por que lo han vsado asi dezir. Mas los nonbres verdaderos en esto son e[s]forçados o medrosos. Et, fijo, sabet que en el esfuerço et en el miedo ay quatro maneras: la vna es seer omne esforçado; la [otra] es ser quexoso; la otra es seer medroso; la otra es seer spantoso. El esforçado es el [que] ha e[s]fuerço quando lo deue auer et [miedo] en las cosas que lo deue auer. El quexoso es el que a esfuerço quando lo deue auer et ha esfuerço quando lo [non] deue auer: ca la quexa del coraçon non le dexa sofrir el miedo. El medroso a e[s]fuerço quando lo deue auer et miedo quando lo deue auer. El espantoso ha miedo et spantase de lo que deue auer miedo et espantase de lo que non ha razon por que deue auer miedo. Et en estas razones ha muy grant despartimiento entre el quexoso et el espantoso. Et cada vna dellas son malas maneras; ca el quexoso da a entender que non ha miedo de ninguna cosa, et non cata en ello razon nin cordura; et asi commo lo comiença sin razon, asi saldra ende mucho ayna sin razon. Et otrosi el espantoso, bien podedes entender quanto mala manera es para cauallero, et non es para entender si a miedo con razon o sin razon. Mas el esforçado et el medroso [se] paresçe[n] por estas palabras que he dicho. Ca yo digo que el esforçado es el que ha e[s]fuerço en lo que deue auer, et miedo quando lo deue auer; et el medroso ha esfuerço quando lo deue auer, et miedo quando lo deue auer. Et sin dubda esto es verdat, que asi lo fazen cada vno dellos. Mas si en alguna cosa non obiere entre ellos apartamiento, tan loado seria el medroso commo el esforçado, [pero seer esforçado] es mejor que seer medroso. La abantaja que ha entre ellos es esta: el esforçado ha esfuerço quando deue; et quando ha lugar para mostrar su esfuerço, muestra lo et faze sus fechos esforçada mente, et faze esforçar a los suyos et espanta a los otros, et aprouecha se en tal guisa de su esfuerço, que de todo quanto se puede acabar non le finca ninguna cosa. Et quando ha miedo, sabelo muy bien encubrir et da a entender a los suyos que lo non ha, et faze sus fechos con cordura, et ayudase el et ayuda lo Dios; ca si quiera vn exemplo es que dize que «Buen esfuerço uençe mala ventura»; et avn que de las cosas que acaesçen aya miedo, en guisa lo guarda, que todos cuyda[n] que, lo faze por seso mas que por miedo. Et el medroso ha esfuerço quando lo deue auer, et miedo quando lo deue auer; mas quando pleyto a guisado, para lo poder acabar non se esfuerça quanto deuia et faze los fechos a miedo; et por ende non acaba quanto podria de su pro et su onra. Et quando acaesçe alguna cosa de que deue auer miedo, non lo puede encobrir, et por ende esfuerça a los contrarios et pone miedo a los suyos. Et asi podedes entender quanto grant departimiento ha entre el esforçado et el medroso. Et por [que] vos sodes cauallero mançebo, tengo que esto vos cae de querer saber et aprender mas que otra sciençia. Et otrosi por que so yo mucho ançiano et bi et passe por muchas cosas en fecho de caualleria, tengo que puedo fablar en ello con verdat, et mas conplida mente que [en] sçiençia que oviesse mester grant sabiduria et grant studio, et que ovi[e]sse aprendido de muy buenos maestros. Et lo que deuedes vos entender por vuestro entendimiento que es mester para vos, [...] responder [vos he] a esto que vos preguntades que cosa son los çiellos. Ca muchas cosas ha en los çiellos que se pueden entender por entendimiento de omne, avn que otro maestro non gelas muestra, et otras cosas ha en ellos que se non pueden saber si otro non gelas mostrare. Et por que esta sabiduria non se llega nin punto al estado de caualleria, de lo que omne a de aprender della de otri, non vos sabria dar recabdo. Mas lo que yo ende se es por que lo aprendi andando muchas noches de noche, et madurgando algunas vezes por guerras et algunas por caça et veyendo las vnas estrellas en qual tienpo nacen et [en] qual tienpo se ponen; et commo el sol et la luna et las otras çinco estrellas commo salen en oriente, et commo se ponen [en] oçidente, asi commo las otras estrellas. Et veyendo el sol et la luna et las otras çinco que andan ellas por si de oçidente contra oriente, et que passan las vnas por las otras, esto me da entender que son ocho çiellos, et que anda en cada vno de los siete çiellos cada vna destas estrellas, et que vno es mas alto que otro. Ca si todas andudiessen en vn çiello, non andarian las vnas por las otras et cunplirian su camino tan ayna commo la[s] otras. Et asi para estas siete estrellas conuiene que aya siete ciellos. Et para que esten las otras que non se mueben et que [non] lieuan los otros çiellos en que stan las otras siete estrellas, conuiene que aya otro çiello que faga esto. Et asi, segund lo que yo entiendo, estos ocho çiellos non se pu[e]den escusar; et si mas ay, non alcançan mas el mi entendimiento, saluo ende que muchas vegadas bi que algunas destas siete estrellas que van de oçidente a oriente et que yendo su camino derecho tornan a andar de oriente [a] oçidente et desque avian asi andado vn tiempo, tornauan a su camino et yuan de oçidente contra oriente; pero a mi paresçer non venian por aquel camino mismo que tomaron quando yuan de oriente contra occidente. Et por estas razones me paresçe a mi que sin la razon que les faze yr de ocçidente a oriente, que otra razon ay por que andan de oriente [a] ocçidente, et despues se tornan andar en su camino derecho. Otrosi tengo que pues el çiello en que andan las estrellas que non andan es mas alto que todos, et paresçen las estrellas aca, por ende tengo que son muy claros. Et lo que yo entiendo por mi entendimiento de los çiellos es esto. Et la razon por que nuestro Sennor los fizo, el la sabe, mas lo que yo ende cuido es esto: tengo que los fizo por [que] el fuesse loado en fazer tan noble cosa et tan conplida, et por que fuesse puesto en ellos el sol et la luna et las estrellas, que por la merçed et la piadat de Dios dan virtud para se mantener las cosas que son aca en la tierra. Ca sin dubda non ha omne que bien pare mientes en los fechos que nuestro sennor Dios faze en el cielo et en la tierra, que non le deua mucho amar et loar et mucho temer; et parando mientes quanto marabillosa mente fizo los ciellos et la tierra et la mar et las otras cosas que en ellos son, que non le deua mucho loar; et parando mientes commo por el grant poder los mantiene et los desfara quando el quisiere, que non le deua mucho temer. Otrosi parando mientes quanto piadosa mente mantiene el mundo et da los tenporales, por que naçen los fructos de que [se] mantienen los omnes et las animalias; et commo los da a todos mantenimiento, por que se puedan mantener por la piadat de Dios, et entendiendo quanto vien galardona las buenas obras et quanto piadoso es contra los errados, que mucho non le deua amar. Et segund mi entendimiento esta [es] la razon por que el quiso que fuessen los çiellos. Et lo mas desto, los que son muy letrados o aprendieron de otros maestros lo pueden saber, mas el mi entendimiento non alcança mas desto.

 

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© José Luis Gómez-Martínez
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