Don Juan Manuel

 

Libro del cauallero et del escudero
(1326)

Miguel Vicente Pedraz
Universidad de León

CAPITULO XLVIº
Commo el cauallero ançiano responde al cauallero nouel que cosa son los metales.

A lo que me preguntastes que cosa son los metales et para que fueron fechos, fijo, commo quier que los caualleros non se pueden mantener sin metales et an por fuerça de vsar con todos o con los mas dellos, pero en conosçer que cosa son los metales, non pertenesçe a estado de caualleria. Ca los caualleros, por mucho que biuan, asaz an de fazer en toda su vida en seruir sus sennores et ayudar sus amigos et defender a si mismos et a lo suyo, et en fazer mal et danno et vengar se de aquellos de que obiere[n] reçebido tuerto. Et bien cred, fijo, que tan bien los grandes sennores commo los otros quales quier que biuan en estado de cauallero, que bien asy commo en ninguna manera non deuen fazer tuerto nin soberuia a ninguno, bien asi, quando les alguno fiziere tuerto, non gelo deuen sofrir, ante se deuen ende vengar lo mas ayna que pudieren. Ca si non lo fiziessen, venir les ya ende dos dannos muy grandes: el vno, sofrir el mal que obiesse[n] reçebido; et el otro, dar exenplo a otros muchos quel fiziessen esso mismo. Ca bien cred que de tal manera son los omnes todos, que mas deuen de fazer enojo et mal al que saben que si gelo fizieren que se vengara en[de], que non al que saben que tan mesurado et tan sofrido es que dara passada a quales quier que gelo fagan. Ca si quiera dizen los caualleros vn prouerbio que «El que quiere beuir en paz, que se apareje para la guerra». Et el que quiere que los otros se atreuan a le fazer guerra, que guise sus fechos commo descuydado que cuyda sienpre beuir en paz. Et, fijo, bien cred que en todos los estados de los omnes non ay ninguno, segund razon, en que los omnes sean mas aparejados para non beuir mucho commo en estado de caualleria; et esto por razon de los grandes trabajos et de los grandes peligros que ha en el, mas que en ninguno otro estado, si Dios por la su merçed non le quiere alongar la vida. Et sabet que Dios aluenga la vida en este mundo a los omnes por tres razones, o por alguna dellas: la vna es si el omne faze tales obras que sea en todo loado Dios et su seruiçio; atal commo este aluengal Dios la uida por esto, por que quanto mas bive mas loa et sirve a Dios. La [otra] es si faze cosas muy aprouechosas [al] poblamiento et mantenimiento del mundo. Ca çierto es que Dios quiere el poblamiento et el mantenimiento del mundo; et el que lo faze commo deue sirue en ello a Dios et cunple su uoluntad, et por ende aluengal Dios la vida por que lo puede fazer. La otra es si el omne es de tan buen corregimiento en si mismo que faze su vida ordenada mente et con razon et guarda bien su conplision et su salud, por que faze su vida ordenada mente et con razon et natural mente, aluengal Dios la vida por dar conplimiento a la naturaleza del omne, [et] non la quiere de[slfazer sin razon. Et si por aventura el omne que ha en si estas tres cosas Dios le lieua ayna del mundo, deuemos crer que lo lieua por que non le quiere dexar en este mundo, que es lleno de engannos et de pecados, por que podria perder el alma si [en] el mas fincasse, [et] por le dar galardon ayna por los bienes et por [los] merecimientos que en este mundo oviere fechos. Et el que por tal manera lieua Dios deste mundo es de buena bentura. Mas las otras muertes son de otras maneras; et segund el mi entendimiento, todas las muertes que los omnes mueren son en tres maneras: la vna es muerte natural, quando el omne biue tanto fasta que se acaba toda la humidat et la calentura natural. Entonçe, por que el spiritu uidal non ha en que se mantener, ha por fuerça a falleçer. La [otra] es muerte de galardon, quando el omne toma martirio por la fe, la qual Dios quiera que ayan aquellos que la desean, o quando Dios le quiere dar galardon de los seruicios quel ha fecho. La otra es muerte de justiçia, quando el omne por su mala ventura faze tales obras por que mereçe iustiçia en el cuerpo et en el alma, por que o por aventura las sus maldades non son sabidas, o por que es tal omne que los que an a fazer la iustiçia en la tierra non pueden o non la quieren conplir, entonçe en el cunple la Dios, que ha poder de la fazer, et aqui non se esconde ninguna cosa. Et si por aventura la su iustiçia se aluenga algun tiempo contra los tales omnes [es] por pecado del pueblo: que el mal que ellos fazen que lo fazen a tales que merecen que consienta Dios que les venga mal de aquellos malos, et por que Dios quiere consentir que fagan tanto mal por que aya el de mostrar en ellos su iustiçia conplida, o por alguna cosa escondida que sabe Dios, et non la entienden las gentes. Ca çierto es que los que son malos et fazen malas obras et non se ar[r]epienten nin se quieren partir dellas, que si alguna buena andança an, que non les puede durar mucho nin aver buena fin. Et asi todo omne se debria guardar de fazer malas obras por que Dios non gelo acalonnase en este mundo nin en el otro. Et mayor mente los caualleros, que an tanto mester la gracia de Dios para les guardar las almas et para los mantener en este mundo en onra et sin vergüença, et para les guardar de los peligros en que todo el dia andan, mas que ningunos omnes de otros estados, de que sabe Dios que passe yo muchos en quanto al mundo dure et visque en estado de caualleria. Por ende non oue tienpo nin logar de aprender mucho de otras sabidurias nin de otras sçiençias; et por esta razon, si non uos pudiere responder conplida mente que cosa son los metales, non lo deuedes tener por marabilla. Mas lo que yo ende entendiere, dezir uos lo he.

Digo vos que yo tengo que los metales son cosas que se engendran en la tierra, segun la conplision que ha la tierra do se engendran. Et los que yo ende se son estos: primera mente el oro, que [es] el mas noble de todos los metales, et la plata et el argen biuo et el laton et el cobre et el fierro et el plomo et el estanno. Et oy dezir que cada vno destos metales era conparado a vna de las siete planetas, et avn, que se engendraua en la tierra por el poder et por la virtud que Dios puso en aquella planeta.

Et la razon para que tengo que Dios quiso que fuessen los metales fechos, es para conplimiento del mundo et para que los omnes se siruan dellos.

 

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© José Luis Gómez-Martínez
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