Fernán Pérez de Guzmán
 
 

 

DON PABLO DE SANTA MARÍA

Don Pablo, obispo de Burgos, fue un grant sabio e valiente onbre en ciencia. Fue natural de Burgos e fue ebreo, de grant linaje de aquella nacion. Fue conbertido por la gracia de Dios e por conoscimiento que ouo de la uerdat, que fue grant letrado en amas las leyes. Antes de su conuersion era grande filosofo e teologo, e desque fue conuertido, continuando el estudio estando en la corte del papa en Aviñon, fue avido por grande pedricador. Fue primero arcidiano de Treviño, e despues obispo de Cartaiena, a la fin, obispo de Burgos, e, despues, chanciller mayor de Castilla

Ouo muy grande lugar con el rey don Enrique el tercero e fue muy acebto a el; e, sin dubda, era muy grande razon que de todo rey o principe discreto fuese amado, ca era onbre de grant conseio e de grant discricion e de grant secreto, que son virtudes e gracias que fazen al onbre digno de la priuança de cualquier discreto rey. Cuando el dicho rey murio, dexolo por uno de sus testamentarios. E despues ouo grande lugar con el papa Benedicto XIII.

Fue muy grande pedricador. Fizo algunas escrituras muy prouechosas de nuestra fe, de las cuales fue una las Adiçiones sobre Niculao de Lira, e un tratado De çena Domini, e otro De la generacion de Ihesu Christo, e un grant volumen que se llama Escrutinio de las Escrituras, en el cual, por fuertes e biuas razones, prueua ser venido el Mexia, e Aquel ser Dios e Ome.

En este lugar acorde de enxerir algunas razones contra la opinion de algunos que, sin distincion e diferencia, absoluta e sueltamente condenan o afean en grande estremo esta nacion de los christianos nueuos en nuestro tienpo conbertidos, afirmando non ser christianos nin fue buena nin util su [conbersion]. E yo, fablando con reuerencia de los que asi determinadamente e sin ciertos limites e condiciones lo dizen, digo que non dubdo que una gente que toda su generacion biuio en aquella ley, e ellos nacieron e se criaron en ella e, mayormente, los que en ella enbegecieron e fueron por fuerça, sin otras amonestaciones e exortaciones, traydos a nueua ley, que non sean asi fieles e catolicos christianos como los que en ella nacieron e fueron enseñados e informados por dotores e escrituras. Ca aun los dicipulos de nuestro Señor, que oyeron sus santos sermones e, lo que es mas, vieron sus grandes miraglos e maravillosas obras, e, con todo eso, a la pasion, lo desanpararon e dubdaron de su resuricion con mengua de la fe, fasta que por el Espiritu Santo fueron confirmados en la fee. E aun despues, por hordenança de los apostoles, a los que de nueuo se conviertian dexauan usar algunas cirimonias de la ley vieja, fasta que, poco a poco, se afirma en la fe. Por todas razones non me maravillaria que aya algunos, especialmente mugeres e omes groseros e torpes, que non son sabios en la ley, que non sean catolicos christianos; ca el sabidor o letrado mas [ligero] es traer al conocimiento de la verdad que el inorante, que solo cree la fe porque la heredo de su padre mas non porque della aya otra razon. Pero yo esto non lo creo de todos ansi generalmente, antes creo auer algunas deuotas e buenas presonas entre ellos, a mueuenme a ello las razones siguientes: la primera, que de tanta virtud creo ser la santa agua del bautismo, que non sin algunt fruto seria en tantos esparzida e derramada; la segunda, que yo he conoscido e conosco dellos algunos buenos religiosos que pasan en las religiones aspera e fuerte vida de su propia voluntad; la terçera, que he visto algunos, ansy en hedificios de monesterios como en reformación de algunas [hordenes] que en algunos monesterios estauan corrutas e disulutas, trabaJar e gastar asaz de lo suyo, e vi otros, ansi como este obispo o el onorable su fijo don Alfonso, obispo de Burgos, que fizieron algunas escrituras de grande utilidad a nuestra fe. E si algunos dizen que ellos fazen estas obras por temor de los reyes e de los perlados o por ser mas graciosos en los oios de los principes e perlados e valer mas con ellos, respondoles que por pecados non es oy tanto el rigor e zelo de la ley nin de la fe por que con este temor nin con esta esperança lo deuan fazer, ca con dones e presentes se ganan oy los coraçones de los reyes e perlados mas non con virtudes e deuociones, nin es tan reguroso el zelo de la fe por que con temor del se dexe de fazer mal e se faga bien. Por ende, a mi ver, no ansi precisa e absolutamente se deue condenar toda una nacion, e non negando que las plantas nueuas e enxertos tyernos han menester mucha lauor e gran diligencia; e aun digo mas, que los fijos de los primeros conuertidos deurian ser apartados de los padres, porque en los coraçones de los niños grant inpresion fazen los preçetos e conseios de los padres. E aunque ansi fuese como ellos por larga manera lo quieren afirmar, yo digo que todavia su conversion fue util e prouechosa, ca el apostol sant Pablo dize: "En esto me alegrare que el nonbre de Ihesu Christo sea loado con verdad o con infinta". Asimismo, puesto que los primeros non sean tan buenos cristianos, pero a la segunda e terçera generacion, e todavia más adelante, seran catolicos e firmes en la fe. E para en prueua desto, en las coronicas de Castilla se lee que cuando los moros ganaron la tierra, por pecados del rey Rodrigo e traycion del conde Julian, muchos de los christianos fueron tornados a la seta de los moros, cuyos fijos e nietos e deçendientes nos defendieron e defienden la tierra e son asaz contrarios a nuestra ley, ca tanto quedo España poblada dellos como de moros. Yo vi en este nuestro tienpo, cuando el rey don Iohan el segundo fizo guerra a los moros, que, por diuision que auian los moros con su rey Esquierdo, se pasaron aca muchos caualleros moros e, con ellos, muchos elches, los cuales, aunque auian asaz libertad para lo fazer, nunca uno se torno a nuestra fe porque estauan ya afirmados e asentados desde niños en aquel error, e aun algunos dellos que aca murieron ansi estauan ya endurecidos en aquella mala aventurada seta e presos de aquel error, que aun en el articulo de la muerte, cuando ya non esperauan goçar de aquellas carnales deleytaciones, nin auian temor de los moros estando en tierra de christianos, murieron en su mala e porfiada seta. Pues ¿por que yo non pensare de algunos de los conversos lo que vi de todos aquellos? E ansi, a mi ver, en todas aquestas cosas son de dexar los estremos e tener modos e limites en los juycios; o si de algunos saben que non guardan la ley, acusenlos ante los perlados en manera que la pena sea a ellos castigo e a otros enxenplo: mas condenar a todos e non acusar a ninguno, mas pareçe voluntad de dizir mal que zelo de [correction].

Tornando al proposito, morio este obispo don Pablo en edad de ochenta e cinco años, e dexo dos fijos, grandes letrados: don Alfonso de Burgos e don Gonçalo, obispo de Plazencia.

(Generaciones y semblanzas, 1450)

 

 

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