GESTION AMBIENTAL
EN LA PRODUCCION DE ACEITE DE OLIVA

SECRETARIA DE AGRICULTURA, GANADERIA, PESCA Y ALIMENTACION

Capítulo 1 - La norma IRAM - ISO 14001 y el sector agroalimentario

En la segunda parte de este siglo, el uso en gran escala de nuevas tecnologías ha determinado un gran impacto ambiental, principalmente en los países desarrollados. Ello se ha debido en gran medida a las altas tasas de extracción y procesamiento de recursos naturales, acompañadas por un elevado nivel de residuos sin reciclar y al desarrollo de materiales sintéticos de difícil asimilación por el ambiente. En la República Argentina y en la mayoría de los países subdesarrollados el siglo XX se ha caracterizado por una tasa de deforestación altísima y el predominio de la agricultura minera, con la consecuente pérdida de nuestros recursos forestales nativos y la degradación del suelo, provocando una situación límite en cuanto a la capacidad productiva del sector agropecuario. Ocurre que, hasta el momento, los desarrollos tecnológicos estuvieron principalmente orientados a la producción de bienes y servicios y no han atendido adecuadamente al uso racional de los recursos. Con esto no se quiere significar que las técnicas de producción no hayan sido las preconizadas por la ciencia agraria desarrollada en éste siglo, sino que dentro de las variables consideradas en los análisis productivos no se le dio importancia a la conservación de los recursos, ya que se privilegiaba el presente y no el futuro. A partir de la última década se empezaron a difundir los problemas ambientales (Cambio climático, agotamiento de la capa de ozono de la atmósfera y biodiversidad) y a tal efecto, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y Desarrollo (ECO-RIO 92) elaboró El Programa 21, que refleja un consenso mundial y un compromiso político del más alto nivel sobre el desarrollo y la cooperación medio ambiental. El mismo, permite ver que uno de los requisitos fundamentales para alcanzar el desarrollo sostenible es lograr la amplia participación de la opinión pública en la adopción de decisiones, tendiendo a la búsqueda de alternativas consensuadas. Tanto la Ley de Conservación de Suelos, como la legislación ambiental relativa a industrias, no han conseguido revertir la degradación ambiental operada en los ambientes rurales y urbanos de nuestro país. La Ley de Fomento a la Conservación de Suelos fue promulgada en marzo de 1981 y consistía en subsidios para sufragar gastos o inversiones para conservación de suelos, pero tan sólo en 1985 su aplicación adquirió real generalización, bajo la dependencia de la Secretaría de Agricultura; pero por la Ley de Emergencia Económica (1992) se dejaron sin efecto todos los sistemas de subsidio. Y, desde el punto de vista comercial, es cada día mayor la presión de los países para que se exija certificación ambiental en las transacciones comerciales, habiéndose desarrollado distintas normas, tales como la BS 7750, EMAS, y los conocidos sellos verdes, como "Ángel Azul", "Green Cross", "White Swam", "Eco Mark". No existe acuerdo en definir qué es un impacto ambiental significativo y la norma ISO 14001 deja a criterio de la organización el establecimiento de los criterios que utilice para determinar qué aspectos ambientales o interacciones de sus operaciones con el ambiente pueden provocar un impacto de relevancia tal que requiera una atención prioritaria en su programa de gestión ambiental. Se han discutido algunos elementos esenciales para definir significación: que contemple tanto la utilización de recursos naturales como descargas de contaminantes provenientes de los procesos productivos y de las etapas de uso y descarte; que analice la probabilidad de ocurrencia, la frecuencia, el peligro involucrado (toxicidad y ecotoxicidad), las características beneficiosas de actividades tales como la remediación de áreas contaminadas. Sin embargo, un elemento importante es que para cada organización la significancia estará relacionada directamente con el estado de desarrollo actual de su gestión ambiental. La significación de los impactos ambientales para esa organización que trabaja en el mismo rubro, pero tiene un grado de desarrollo de su gestión ambiental distinto, será diferente. Por lo tanto, le permite a cada organización establecer su propio camino en el proceso de mejora continua. El sistema de producción de alimentos es uno de los pilares en los que se apoya la estructura evolutiva de la humanidad. Pero el desarrollo vertiginoso al que ha ingresado el mundo en el último siglo ha hecho cambiar radicalmente toda la estructura productiva, en detrimento de las generaciones futuras. Hay que recurrir a mejores métodos para aprovechar al máximo los recursos naturales, de forma de evitar su depredación y degradación. Y del lado de la industria es necesario implementar la optimización de los procesos productivos. Corresponde al sector consumidor una eficiente utilización de los productos y servicios, de manera de minimizar residuos y aprovechar al máximo su reciclado.


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