VACA LOCA, AFTOSA, IMPUESTOS, BANCOS:
¿APOCALIPSIS NOW?

Principal

La situación de nuestra industria pasa por momentos definitorios.

A la agresiva política de los Bancos, que por recuperar los préstamos que se hicieron redujo los créditos y al incumplimiento de la devolución de impuestos por parte de algunos gobiernos, se le suma la suba del precio del cuero en la región.

La enfermedad de la Vaca Loca hizo bajar el consumo de carne en Europa, con la consiguiente disminución de la disponibilidad de cueros. Pero como la demanda de artículos sigue en alza, el encarecimiento de la materia prima no se hizo esperar.

Las curtiembres europeas vinieron en malón a comprar cueros a la región, provocando la suba en los precios de mercado local.

Además la reaparición de Fiebre Aftosa en la Argentina provocó la disminución de la faena para exportación. Lo que llevó los precios del cuero vacuno salado a precios muy altos (U$S 1,60 el Kg en Argentina, U$S 1,10 en Brasil).

Momentos difíciles siempre los hubo. Pero la reacción de quienes tienen a su cargo el ordenamiento de la economía siempre buscó paliativos y así surgieron medidas que protegieron la industria. Pues se supone que el peso económico de la industria del cuero es relativamente alto en estas latitudes.

Además es lo que hacen los países desarrollados en este y otros rubros. Basta citar como ejemplo lo que ocurre con las frutas en California. Es decir los agentes de una industria importante para el país no son abandonados.

Pero todavía no se avizoran medidas que ayuden a sobrellevar el trance.

Por otro lado tenemos que la demanda mundial de cuero sigue firme.

Así que tenemos posibilidades de vender, pero no podemos cumplir a los precios que se venían manejando.

Es evidente que se deben renegociar los precios y las condiciones de venta, ya que vender un artículo de cuero vacuno a menos de U$S 2,00 el pie cuadrado significa una desfinanciación acelerada.

Es verdad que al tratarse de un problema casi mundial, la competencia de regiones es menos agresiva, pero se necesita mucha fuerza y creatividad para lograr una suba de los artículos como la mencionada.

Para fortalecer la posición vendedora de nuestros artículos un camino (diríamos el más potable), es la agrupación de los oferentes. Sea a través de consorcios o participando de los grandes grupos que manejan el negocio. Ello implicará en muchos casos la absorción de alguna empresa por otra con mayor peso internacional. En otros casos sería sano que la negociación entre varias empresas con intereses similares diera como fruto un trabajo en conjunto para atender determinado mercado.

Ciertamente ello significa un cambio en los métodos de producción que existen: mayor concentración, reestructuración de los cuadros dirigentes, técnicos y mano de obra. Obviamente el sector proveedor de insumos es el que se ve más amenazado, pues además de estar soportando parte del crédito que niegan los bancos, deberá absorber las deudas que seguramente dejen algunas empresas (ya que nadie se va a asociar a una empresa endeudada).

Otro camino consiste en la especialización productiva. Es decir, empresas pequeñas o medianas que hagan determinados artículos exclusivos y a medida. Este paso tiene un menor costo social pero necesita del apoyo de organismos supraempresariales (Cámaras de comercio, Pool, Oficinas Comerciales en las embajadas que trabajen bien), que realicen la promoción y negociación de los productos.

Hablábamos también de la creatividad, como elemento necesario para salir adelante. Con esto nos referimos a que ya no podemos copiar lo que se hace en otros lados. Debemos crear, diseñar artículos que se adapten a nuestra materia prima (con sus características y costos), dotados del máximo valor agregado e impulsarlos como característico de la región. Ya no podemos vender artículos que impliquen una calidad estándar, sino aquellos de calidad superior. Ya no podemos vender comodities, debemos vender exclusividades.

De cualquier manera el esfuerzo es imprescindible: lo estándar no lo vendemos por precio y lo exclusivo nos permite permanecer.

Un dato muy importante es que seguimos teniendo el mayor rodeo del mundo y que los artículos naturales (entre ellos los de cuero), siguen siendo los favoritos del mercado global. Y lo peor que podemos hacer es volver a convertirnos en exportadores de materias primas sin elaborar.