LA AFTOSA Y SUS CONTAGIOS
Su reaparición es una amenaza mayor para Uruguay

La mera aparición de un solo animal infectado provocaría para Uruguay la suspensión del status de país libre de la enfermedad, como mínimo por tres meses, a contar desde que el problema sea superado.
Además de trancarse los embarques hacia países que están comprando más de la mitad de la carne en volumen ?y el 46% en dólares? (NAFTA, Extremo Oriente, Caribe, Chile, Sudáfrica), se interrumpiría la comercialización de menudencias (despojos), que ha adquirido una importancia creciente en la ecuación económica del negocio cárnico, duplicando en lo que va del 2000 los montos vendidos el año pasado, con casi 17 millones de dólares.
No solo se afectaría la carne vacuna, sino también la ovina, con impacto en los importantes negocios de carne con hueso, particularmente en los auspiciosos embarques de corderos pesados.
Se cortaría la exportación en pie de animales vivos, de todas las especies, que tanta importancia tiene en la formación de los precios internos.
No tenemos virus en nuestro territorio y cuidamos nuestra condición privilegiada, pero, aun así, pagamos un precio.
México, que se había convertido en uno de los principales animadores de nuestro mercado cárnico y de animales vivos, interrumpió sus compras y, hasta el cierre de esta nota, no las había reanudado.
Hasta la suspensión, había adquirido carne por casi 26 millones de dólares, algo de menudencias y unas 10 mil vaquillonas lecheras, negocio, este último, que asume una importancia estratégica fundamental, para descomprimir un mercado de vacas lecheras sobre-ofertado por los problemas del rubro a partir de la retracción de Brasil.
Jamaica ?que compra la mayor parte de los rabos? y Guatemala se asociaron a México y suspendieron sus compras en Uruguay.
Japón hizo una pestañada, aunque luego rectificó y volvió a comprar. Nadie piensa que Uruguayana y Concepción del Uruguay (localidades que fueron señaladas como problemáticas) estén en nuestro territorio. Pero, visto desde lejos -desde Japón o Norteamérica?, la distinción es bien difícil. Debe equivaler a que nosotros distingamos las localidades de frontera de Burundi, de Namibia o de Uganda. Por las dudas, al estar todas en la misma zona, se ven afectadas por similares sospechas y restricciones.
Desde EE.UU. y Canadá se exigieron garantías de que los contenedores embarcados en Uruguay no serían trasbordados en puertos que hoy están interdictos, como Buenos Aires o Río Grande.
Obviamente, esta exclusión de Uruguay, en la medida en que no tiene fundamentos, no puede sostenerse indefinidamente, pero bastantes trastornos crea.
En todos los países existen grupos de presión interesados en cerrar mercados, o en favorecer a otros, y cualquier situación les sirve de excusa para imponer criterios segregacionistas. No son trabas de largo aliento, son obstáculos transitorios, pero ocasionan perjuicios indudables.
Las trabas de origen sanitario constituyen la más frecuente de las barreras no arancelarias que se ponen al comercio y, como tales, son rechazadas por los organismos multilaterales como la OMC, pero siempre hay que recorrer vastos y lerdos caminos burocráticos. Es como los subsidios; están prohibidos, pero ahí están.

Más en contra

Desde otro ángulo, todo factor que opere en contra de la confiabilidad de la carne, bajando los consumos y los precios en los principales mercados, provoca un daño persistente, porque no siempre se restablecen los volúmenes consumidos, cuando se sustituyen por otras opciones.

Buena letra en la región

Uruguay tiene desde 1995 el reconocimiento por parte de la OIE de país libre sin vacunación, estatuto que solo tenía Chile desde hacía décadas.
Argentina había conseguido el mismo galardón en mayo de este año.
La zona del Sur de Brasil (Río Grande y Santa Catarina) había obtenido el status de libre con vacunación también este año y se aprestaba a dar el último paso: dejar de vacunar y pedir el reconocimiento de este status.
Paraguay ya había anunciado que la vacunación que realizó en febrero pasado era la última.
Los brotes en Argentina originaron medidas muy duras, que aparentemente cortaron de raíz el problema. En Paraguay volvieron a vacunar. En Brasil se establecieron controles fortísimos y rifle sanitario, pero hasta ahora no vacunan, para no atrasarse en el calendario previsto.
Uruguay está haciendo los deberes. Al cierre de las fronteras para todos los productos eventualmente peligrosos, suma la instalación de rodiluvios (para desinfectar vehículos), el patrullaje del Ejército, un control mucho más estricto de los movimientos de ganado en los establecimientos de la zona de frontera, etc.
Además, multiplicó los muestreos serológicos en los rodeos de todo el país, para demostrar a las misiones sanitarias extranjeras, invitadas a revisarlo todo, que no existe actividad viral en nuestro país.
Luego de una etapa inicial donde todos se echaban la culpa recíprocamente, ahora parece haber una mayor coordinación entre los países de la región.
Sobre el tema conversamos con el doctor Francisco Muzzio, coordinador del Proyecto de Control y Erradicación de la Fiebre Aftosa en la Cuenca del Plata, organización que depende de PanAftosa (Centro Panamericano de Fiebre Aftosa), que a su vez depende de la OPS.

Algunos datos

Es una enfermedad de los animales de pezuña hendida, no se trasmite al hombre.
Los vacunos, ovinos, caprinos y cerdos, entre los animales domésticos, son los susceptibles. Las especies silvestres constituyen reservorios circunstanciales, nunca primarios: solo se afectan cuando las especies domésticas los contagian, explicó el doctor Muzzio.
Hay alguna enfermedad humana que produce síntomas parecidos (aftas en la boca, fiebre, etc), a la que popularmente (y equivocadamente) se le dice "aftosa", pero se trata de estomatitis. Los pocos casos de aftosa humana que se conocen afectaron a personal de laboratorio, que manipulaba virus vivo.
Entre los animales, la aftosa produce fiebre, dificultades para trasladarse y para ingerir alimentos, por lo que sufren graves pérdidas en su estado y condición corporal, hasta el punto de arriesgar la propia subsistencia. No es, sin embargo, una enfermedad necesariamente mortal.

Contagio

La forma de contagio más corriente entre los animales es por vía aérea superior: el virus se trasmite por el aire (aerosoles) y contamina la mucosa bucofaríngea. No se necesita contacto entre los animales. El animal enfermo contagia a distancia, pero también por la saliva, por la orina, por el sudor, etc., por los que va eliminando el virus.
En los cerdos, la forma más normal de contagio es por los alimentos contaminados. Esta especie manifiesta rápidamente los síntomas y cumple una función de centinela. Los cerdos suelen presentar una miocarditis y morir
El proceso de la enfermedad dura, desde que el animal se contagia hasta que se cura (si se cura), unos 15 días, de los que puede estar hasta siete días en etapa de incubación.
A veces no manifiesta los síntomas, pero está enfermo, en un proceso subclínico, puntualizó Muzzio. Puede curarse, pero quedar infectado y transformarse en un portador sano. El virus puede permanecer en la faringe.

Persistencia

El virus también persiste en el ambiente, en condiciones favorables (humedad alta, temperatura no muy elevada), hasta 15 días, en los restos de materia orgánica.
Por eso es importante la desinfección de los sitios donde hubo animales enfermos y también de los vehículos que pasaron por el lugar.
Cuando está presente la enfermedad, los chacinados pueden contener virus.

Prevención y tratamientos

Si hay peligro, las achuras no deben darse a los animales (a los cerdos). El librillo es particularmente peligroso. La cocción elimina el virus, pero se precisan altas temperaturas.
La leche también puede contaminarse. La mera pasteurización no es suficiente garantfa de su eliminación; por eso, durante mucho tiempo, algunos mercados pedían productos con UHT, proceso que implica someter a la leche a una temperatura de 132' durante tres segundos, lo que elimina absolutamente todos los virus.
En algunos productos, como la leche en polvo, se pueden exigir mayores garantías que la pasteurización. En los quesos, se pide un estacionamiento, una maduración especial.
Es muy improbable que el virus sobreviva en la carne, ya que la maduración se produce a lo largo de la preparación, altera el pH y mata el virus.
Persiste, sin embargo, en los huesos, en la médula ósea y en los ganglios. Por eso estuvimos años sin poder exportar carne con hueso a Europa, a la que sí le enviábamos carne desosada.

Los riesgos, ajustados a las condiciones

Hay que considerar los distintos ecosistemas epidemiológicos, que responden a las diferentes realidades productivas. Existen sistemas endémicos "primarios", en los que el virus se recicla (proviene de fuente propia).
Los sistemas "secundarios" son receptores del virus, que proviene de otras fuentes. Los sistemas de recría e invernada, que cambian de animales, son ejemplos clásicos.
En tercer lugar, los ecosistemas "paraendémicos o esporádicos" solo pueden contagiarse por fuente externa y no persiste la enfermedad, dijo el doctor Muzzio.
Cada sistema tiene su paquete de medidas ajustadas a sus características, para enfrentar los riesgos.
Hay que considerar la vulnerabilidad de las áreas libres de virus y, luego de traspasadas las barreras, evaluar la receptividad de éstas. No debe haber contactos con animales susceptibles.

Fondo de indemnización

En Uruguay existe un fondo de aproximadamente 13 millones de dólares para indemnizar, en caso de que se aplique el rifle sanitario. Asl se facilita mucho la declaración por parte de los productores.
Este fondo se constituyó mediante una tasa que gravaba la carne, hasta alcanzar la cifra mencionada, quedando depositado a la orden del MGAP, para enfrentar cualquier eventualidad.
En Brasil, por ejemplo, recién ahora se habla de las necesarias indemnizaciones a os productores a los que se les mataron ,las vacas, sus ovejas y sus cerdos, lo que genera múltiples percances.
Lo dramático del caso es que la zona el foco en Río Grande es de pequeños predios de colonos (por eso se la llama "la Colonia"), que tienen entre 10 y 20 vacas por productor, dedicadas en su mayoría a la lechería.
Esto supone un nivel de relación personal y afectiva del productor con sus animales, los que debieron ser sacrificados, hasta hoy sin indemnización, aunque ya se proveyeron los fondos para resolver el problema.

El rifle 

Como puede imaginarse, una matanza de vacunos a los tiros es una cosa terrible. Quienes tuvieron ocasión de participar o de presenciar un episodio de éstos no lo olvidan fácilmente. El animal se da cuenta de lo que pasa, busca huir, protesta a los balidos, no siempre muere de entrada... un panorama dantesco.
Pero el precio hay que pagarlo. Chile ya vivió la terrible experiencia en 1987 Debió sacrificar 32 mil vacunos para mantener su condición sanitaria, cifra notoriamente mayor, en términos absolutos y relativos, que las 3 mil o 4 mil muertes que llevan argentinos y brasileros hasta ahora.

Vacunación

También está prevista la posibilidad de vacunar los ganados en un anillo de protección en torno al foco. Esos animales deben destinarse necesariamente, en un plazo no distante, a la faena; se trata de una faena sanitaria, aunque no de sacrificio, ya que puede aprovecharse la carne en el mercado interno.
Para cubrir esos episodios se conservan, en convenio con PanAftosa, en Río de Janeiro, bancos de antígenos con los que elaborar vacunas específicas para los virus que puedan aparecen En los casos recientes, las cepas de Argentina, Paraguay y Brasil fueron diferentes.
Esas reservas se califican como "emergenciales" '
En caso de aparecer un foco, inmediatamente se aísla y se procede al sacrificio de todos los vacunos, ovinos y cerdos del sitio y sus alrededores, hasta una distancia que sea considerada segura.
Se desinfecta el lugar con los productos apropiados y se mantiene una política de severa prohibición de movimientos de haciendas en la zona, para evitar eventuales traslados de la infección a otras zonas, como ocurrió en Argentina y Brasil en los recientes episodios.

Ni vacas ni veterinarios conocen la aftosa

La inmunidad del rodeo se va perdiendo progresivamente. Puede esperarse que un animal adulto, que fue vacunado repetidas veces, mantenga hasta un año la inmunidad frente al virus. Un animal que haya sido vacunado solo una vez, como un ternero, por ejemplo, tendría unos seis meses de inmunidad.
Fuera de esos períodos ya no tendrían protección, aunque seguirían registrándose trazas de anticuerpos en los exámenes serológicos que se realicen.
Docentes de la Cátedra de Rumiantes de la Facultad de Veterinaria destacan la excepcional condición sanitaria de nuestro rodeo, que no sufre un episodio de aftosa desde hace más de 10 años. Por eso mismo, las nuevas generaciones de estudiantes no conocen la enfermedad: nunca vieron un animal afectado. Los doctores veteranos reconocían la aftosa a distancia. Los nuevos, por suerte, la conocen por los libros. Que siga así.

Fuente: "El País Agropecuario Año 6 N° 67" 
Montevideo - Uruguay

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