CUANDO EL ZAPATO APRIETA...

La horma tensora sirve para ensanchar a mano el zapato. Se trata de la parte delantera de una horma dividida en dos que se introduce en el interior del zapato. El zapatero aumenta la distancia entre ambas partes con la ayuda de un tornillo (como en el caso del aparato tensor lateral). La ventaja consiste en que el zapatero puede sostener el zapato durante la operación y comprobar fácilmente hasta qué punto debe extenderlo.

La anchura de la pala también puede ampliarse hasta medio centímetro con el aparato tensor lateral de metal, cuya parte delantera se abre con un tornillo. Para ello normalmente bastan uno o dos minutos. Sin embargo, a menudo se da el caso de que el zapato debe permanecer tensado durante 24 horas (dependiendo del grosor de la piel).

El zapatero introduce la parte delantera del aparato en el interior del zapato, humedece la pala y empieza a extender el zapato haciendo rotar el tornillo muy lentamente a fin de que ni la costura ni la piel se resquebrajen.

Si el zapato es demasiado ancho, se introduce bajo la plantilla una base de conglomerado de corcho de 2 a 3  mm de grosor. A menudo, basta con una base que cubra únicamente la parte delantera del zapato. Además, el propietario del zapato puede regular la anchura de la pala con los cordones. Si el extremo superior de la pala se encuentra demasiado cerca del tobillo, el zapatero levanta la zona del talón con una base de corcho de hasta 5 mm de grosor.

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