Debido al grosor del material de la pala, el revirón y la
vira, entre la palmilla y la suela exterior se forma un espacio vacío.
Para que dicho espacio no quede hueco, y para conferir más estabilidad al
zapato, se añade el llamado cambrillón y se rellena el resto con conglomerado
de corcho.
Según se el modelo, el zapato de vira cosida puede tener una
suela simple o una suela doble. En el caso de la suela simple, la suela exterior
se cose directamente a la vira. En los modelos de suela doble, se añade además
una entresuela algo más delgada que la suela exterior cortada de la piel del
cuello. Dicha entresuela se fija a la vira y al relleno antes de colocar
definitivamente la suela exterior. A continuación, el zapatero cose las tres
capas juntas.
![](apsuela1.jpg) |
![](apsuela2.jpg) |
Al andar, sólo debe doblarse el primer tercio del zapato. La
suela y el tacón deben permanecer estables a cada paso para que el tacón no
bascule y el pie puede apoyarse bien. El cambrillón es una pieza de acero que
se coloca en el espacio vacío de la suela y ofrece dicho apoyo. Se sitúa entre
la mitad del tacón y la zona del metatarso. La longitud del cambrillón depende
del tamaño, del grosor y del grado de inclinación del zapato, así como del
modelo. Se fija a la suela interior con una cubierta de piel sujeta por
estaquillas. |
![](apsuela3.jpg) |
![](apsuela4.jpg) |
El resto del espacio vacío del zapato se rellena con
conglomerado de corcho, flexible y ligero. |
La cubierta del cambrillón y la suela de corcho llenar por
completo el espacio intermedio entre suelas. El zapatero alisa la superficie con
una lima. |
![](apsuela5.jpg) |
![](apsuela6.jpg) |
![](apsuela7.jpg) |
Al igual que las viras, las suelas cortadas se ablandan con
agua y se conservan húmedas durante 24 horas, envueltas en papel de periódico.
De este modo, resulta más fácil trabajarlas. |
El zapatero lima las superficies que deben pegarse para que
queden ásperas y se peguen mejor. Durante esta operación debe procurar no
dañar los puntos. |
El zapatero presiona enérgicamente la suela pegada con el
mango del martillo y a continuación la amartilla para comprimir la cola en los
puntos en que ha sido aplicada. Para ello, el zapatero se ata el zapato en el
muslo con el tirapié. |
![](apsuela8.jpg)
Para que el engrudo penetre bien en la piel, el zapatero
comprime la vira y la suela con las tenazas de montar.
A continuación corta la
piel sobrante con un cuchillo ( la suela cortada a mano siempre es algo
mayor de lo necesario) y nivela los bordes de la vira con los de la suela.
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