![](balint2.jpg) En 1988, Lajos
Bálint, húngaro oriundo de Transilvania de 45
años de edad, empezó una nueva vida en Viena junto a su esposa como artesano
anónimo. Sin embargo, al cabo de 10 años, su nombre se había convertido en
todo un símbolo. Se hizo famoso gracias a la precisión en la toma de medidas y
a la perfección en la confección de la horma. para Bálint, el buen calzado
representa la toma de conciencia de uno mismo y de la propia salud.
Los zapatos hechos a mano de Bálint destacan por reflejar una
tradición con siglos de antigüedad. Son clásicos y deben ir acompañados
obligatoriamente de un atuendo perfecto.
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