EL CABO DE ZAPATERO

Para coser la vira se utiliza un trozo de hilo de lino o de cáñamo, de unos 2 m de largo, formado por 12 filamentos (en el caso del calzado muy sólido puede llegar a tener hasta 24 filamentos). Se da preferencia al cáñamo puesto que tolera un mayor grado de cerote y se impermeabiliza mejor. Normalmente, los filamentos no se cortan de la bobina original sino que suelen henderse para que la punta pueda trenzarse de la forma más lisa y firme posible. El zapatero trata el hilo con cerote elaborado personalmente para hacerlo resistente al agua y al desgaste. Caliente resina con cera de abeja y parafina, vierte la mezcla líquida en agua fría y tras dejarla enfriar un poco amasa pequeños rollos por los cuales pasará el cabo lo más rápido posible para que el cerote calentado no vuelva a enfriarse. Los pequeños trozos de cerote quedan pegados al cabo, lo rodena como una capa y mantienen unidos los filamentos.

El zapatero corta un trozo de 2 m de longitud de la bobina. Deshace sus 12 filamentos y los afila uno por uno como si de lápices se tratase. 
A continuación, los trenza de nuevo en un solo cabo. 
El extremo resultante es tan puntiagudo que entra fácilmente por el ojo de la aguja.

El zapatero prepara su propio cerote con resina, cera de abeja y parafina. 
De la masa resultante forma cilindros individuales.

El zapatero pasa varias veces los 2 m de cabo (normalmente de cáñamo) por el trozo de cerote. 
Con ello le confiere resistencia e impermeabilidad.

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