LA INDUSTRIA DEL CUERO Y DEL CALZADO (ARGENTINA)

A escala mundial, el sector de los cueros y sus derivados está sufriendo grandes cambios en la gestión de la producción y en las tecnologías aplicadas, incorporando nuevos niveles de competencia y el acceso a los mercados exteriores. Los países industrializados, los países del sudeste asiático y otros en desarrollo han mostrado gran interés en este tipo de producción debido a que la industria del cuero es un sector tradicional que prevé alta generación de divisas, requiere gran cantidad de mano de obra y es movilizadora de una amplia utilización de industrias abastecedoras, demandando además la necesidad de aspectos tecnológicos de última generación con el fin de satisfacer los exigentes requerimientos de los estratos de población con nivel de ingreso elevado.

Los países del Mercosur, en general, son grandes productores de cuero y cuentan con importantes ventajas comparativas en estos tipos de industrias, de tal forma que en la región se produce cerca del 30% de los cueros vacunos del mundo. Comparativamente, estos países poseen importantes extensiones aptas y un clima favorable para la cría de ganado, así como una larga trayectoria en el desarrollo de razas y en el mantenimiento de vientres y producciones. A corto plazo, las empresas de la región se encuentran atravesando procesos de cambios profundos dado que deberán afrontar dos desafíos inmediatos: la competencia interna que supone la apertura de los mercados en el marco del Mercosur, anteriormente protegidos con distintos regímenes y niveles de protección; y la competencia externa, cada vez más severa, con otros productores mundiales que pujarán por materias primas, productos industriales y mercados con incorporación de distinta tecnología y estructura de costos. La supervivencia y el crecimiento de las empresas dependerá, en buena medida, de su capacidad para disminuir sus costos y aumentar su deficiente eficiencia comercial.

La industria del cuero se abastece de importantes existencias de ganado bovino, situado en su mayor parte dentro de un radio de unos 1.000 km alrededor de Buenos Aires. La matanza de animales oscila entre los 11 y 16 millones de cabezas por año, de acuerdo con las existencias de ganado y la demanda de carnes y sus derivados.
La mitad de las pieles de los animales son enviadas en fresco a las curtiembres, mientras que el resto deben ser saladas para su conservación. También se dispone de cueros de otras especies, en particular lanares y caprinos, pero con volúmenes mucho menores.

El sector de los curtidos está formado por unas 350 empresas y emplea alrededor de 15.000 personas de forma directa y otras 30.000 de forma indirecta. La capacidad instalada oscila en torno a los 16 millones de cueros. La producción de cueros representó en el año 1993 el 0,25% del producto nacional, habiendo crecido en los últimos cuatro años a un ritmo del 11,4% como tasa promedio.
La exportación se encuentra altamente concentrada: las siete mayores firmas concentran más del 50% del monto total exportado y las primeras 24 firmas son responsables de más del 90%. Según los datos de la Cámara de la Industria Curtidora, durante los años setenta y comienzos de los ochenta Argentina fue el primer exportador mundial de cueros, siendo posteriormente desplazada por Italia. Argentina es país netamente exportador, dado que sólo se destina al mercado interno un 20% del total producido, exportándose el resto de la producción.
En el año 1965 se prohibió la exportación de cueros salados y desde comienzos de los setenta las curtiembres argentinas procesan el total de las pieles. En 1993 y del total de cueros exportados, el 59% fue sin acabado final, un 30% correspondió a cuero con acabado final y el 11% restante a suelas y descarnes.

PRODUCCIÓN NACIONAL DE CUEROS
Concepto 1990 1991 1992 1993
En miles de dólares
Consumo interno (20%) 111.312 120.421 111.682 130.681
Exportación (80%) 445.250 481.965 460.906 522.725
Producción (100%) 556.563 602.387 572.589 653.406
En miles de metros cuadrados
Consumo interno 8.677 8.405 7.357 8.098
Exportación 34.711 33.621 29.430 32.356
Producción 43.389 42.027 36.788 40.445
En miles de kilogramos netos
Consumo interno 15.307 14.301 14.435 15.118
Exportación 61.230 57.206 57.743 60.475
Producción 76.537 71.508 72.179 75.594
Fuente: Cámara de la Industria Curtidora Argentina.

 

EXPORTACIÓN DE CUEROS Y PIELES CURTIDAS Y SUS MANUFACTURAS
En miles de dólares.
Producto 1996 1997
Cueros curtidos de bovino 889.349 964.369
Manufacturas de cuero, marroquinería, guarniciones y peletería 146.650 112.758
Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censos.

La exportación de cueros de bovino (incluyendo los curtidos sin acabar, los acabados con flor y los otros acabados) representa el 3,8% del valor total exportado por el país en el año 1997. Los principales países de destino por volumen exportado fueron Estados Unidos, Italia, Brasil, Hong Kong, China y Uruguay.
 Otro capítulo importante del sector es la exportación de prendas y accesorios de vestir de piel, del que en 1997 se exportó por valor de 56.470 millones de dólares. Por destinos, el 43,4% del total se exportó a Rusia y el 20% a los Emiratos Árabes Unidos, seguidos de Alemania y Estados Unidos con menores cantidades.
La manufactura de la ropa de cuero, la marroquinería y otras industrias similares demandan el 40% del cuero consumido en el mercado interior, compuesto por unas 350 empresas, de las que la mitad se dedica a la fabricación de prendas de vestir. En general, se trata de empresas pequeñas y medianas, algunas de las cuales exportan volúmenes significativos aunque el acceso a los mercados externos se encuentra limitado por el tamaño de los lotes, por los diseños y por la cantidad de cuero disponible localmente.

La provisión de cuero a la industria manufacturera ha sido motivo de controversia entre proveedores y clientes. Las fábricas de calzado sostienen que reciben baja calidad a un precio superior al del mercado internacional, de lo que resultan costos que las desplazan del mercado de los países industrializados; por su parte, los curtidores indican que las modalidades de pago y los volúmenes de la exportación son mejores que los que están en condiciones de afrontar las empresas que manufacturan el cuero de forma local.

    De mantenerse las actuales circunstancias, la tendencia esperada del precio del cuero y sus derivados es al alza. Esta situación es debida a que el sector proveedor de cuero es básicamente el sector ganadero, de donde se obtiene la materia prima, estando su oferta determinada por otras variables y no por el precio que se obtenga. En consecuencia, el escenario que actualmente marca el rumbo de la oferta en Argentina se asienta sobre rebaños que necesitan ser recompuestos y con matanzas adecuadas a niveles internos de consumo y exportaciones asignadas por cuotas, barreras arancelarias y protección de sectores. Todo ello permite suponer que la oferta no será abundante a corto plazo y en consecuencia el precio tenderá a subir. Esta situación se verifica también en el mercado internacional, dado que el crecimiento de las exportaciones se debe a dos efectos concurrentes: la mayor cantidad exportada y los mejores precios unitarios.
    En este marco, la ventaja comparativa que conserva el recurso es la calidad que permite el acceso a niveles de producción de mayor precio en todos los subsectores: cueros, calzados, vestimenta y marroquinería.

    Por su parte, la industria proveedora de insumos para curtido se encuentra bien desarrollada aunque depende en buena parte de materias primas importadas. Las curtiembres mayores recurren a la importación temporal de los insumos, régimen que permite el ingreso sin gravámenes de materias primas destinadas a la exportación durante un plazo de 180 días.

    La mayor competencia para la producción nacional viene de Brasil; las ventajas brasileñas radican no sólo en una industria mejor establecida sino también al tipo de cambio monetario entre ambos países. El establecimiento de la industria es el resultado final de una protección que el vecino país implementó sobre el sector por espacio de más de veinte años, por lo que en la actualidad el sector es capaz de atender las demandas de Argentina en calidad y precio internacional.

La producción de calzado comenzó su inserción a escala internacional en los años setenta, pero su evolución ha sido diferente de la del cuero. Se observan altibajos de importancia en función de las cambiantes políticas económicas del país y de las restricciones al ingreso de calzado en los países industrializados, que en ocasiones han aplicado derechos compensatorios. Por otra parte, el sector ha tenido un escaso éxito en lograr medidas de apoyo gubernamental para la promoción de la industria.

Pocas empresas de calzado establecieron operaciones permanentes de exportación (menos de 3,5 millones de pares en el año 1993) y muchas de ellas han desaparecido o se encuentran con dificultades operativas. La capacidad total de producción se estima en 60 millones de pares al año, de la cual apenas se aprovecha el 70%. Así, en el año 1988 se producía por valor del 30% de 1970, se contaba con unas 3.000 fábricas y con una ocupación cercana a las 23.000 personas. El crecimiento continuó siendo negativo, ya que en 1990 se produjeron casi 10,5 millones de pares y en 1995 se superaba ligeramente los 9 millones de pares. La mayor parte de la producción radica en pequeñas y medianas empresas que actúan en el mercado interno, sin capacidad para proyectarse en el plano internacional.
En los últimos años el mercado se ha encontrado afectado por varias circunstancias que atentaron contra la misma supervivencia de las empresas: la liberalización total de la actividad comercial, el desplazamiento de la demanda y las preferencias del consumidor y la competencia con países que subsidian su producción (Brasil). Sin embargo, las condiciones ventajosas en términos comparativos subsisten, por lo que la respuesta de las empresas parece ser un vertiginoso incremento del equipamiento e incorporación de nuevas tecnologías para la producción.
Los núcleos productores de calzado se encuentran localizados en Buenos Aires, Rosario y Córdoba. En ésta última están radicadas las mayores empresas.
En la actualidad la industria está en condiciones de exportar algunos productos, tales como botas para damas, capelladas para botas y mocasines, mocasines para caballeros y niños y calzado fino para caballeros. Además, la industria del calzado deportivo dispone de algunas plantas productivas de importancia que destinan su producción fundamentalmente al mercado interno y a los países limítrofes; varias operan bajo licencias y marcas extranjeras.

PRODUCCIÓN DE CALZADO DEPORTIVO
En miles de pares.
Año

Producción

1994 9.971
1995 9.570
1996 10.135
1997 6.794
Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censos.

Las importaciones de bienes de capital para la industria del calzado, que en 1989 no superaban los 18 millones de dólares, totalizaron casi 78 millones en 1993.
Las importaciones argentinas de calzado no han sido de gran envergadura en los últimos doce años. En 1981 fueron de poco menos de 8 millones de pares, cifra muy parecida a la de 1991 aunque con notables descensos en el intervalo, ya que en 1988 apenas se compraron en el exterior 65.000 pares. Es sin embargo en 1993 cuando las cifras adquieren importancia: casi 20 millones de pares por valor de unos 150 millones de dólares.
De las cifras obtenidas en el período se desprende la fuerte competencia a la que está expuesta la industria del calzado argentino, observándose que el costo promedio en dólares por par importado se encuentra en la franja de calzado de menor valor (5,25 dólares por par en el período, con un tope de 8,50 dólares para el año 1988), que no es el más representativo por las bajas cifras de importación.
Las mayores importaciones se producen de China Popular, Hong Kong, Brasil, Uruguay y Estados Unidos. La composición de las mismas por unidades importadas y países es la siguiente: Hong Kong, 37%; China, 15%; Uruguay, 11%; Brasil, 10%; Estados Unidos, 5% y otros países, 22%. Un caso distinto resultan las importaciones efectuadas desde Corea del Sur que, por su importante valor, representaron el 15% del total mientras que en unidades físicas su participación fue de menos del 4%.

EXPORTACIÓN DE CALZADO Y COMPONENTES DE CUERO
En miles de pares.
Año

Exportación

1995 102.000
1996 72.734
1997 92.190
Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censos.

 

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