Chinos imponen competencia desleal

Decae industria del cuero y calzado

Exportaciones cayeron el año pasado mientras que los empresarios encuentran cada día mayores obstáculos

Un elevado contrabando, altos costos de mano de obra, competencia desleal y la escasez que afecta el mercado por el mal de las vacas locas, parecen ser razones suficientes para llevar la industria del cuero y el calzado a una situación que la mayoría de empresarios califica como difícil.
Desde hace algunos años el sector va en franca decaída. Así lo reconocen los comerciantes y fabricantes dedicados a la actividad y lo confirman las cifras económicas.
La exportación de zapatos disminuyó el año pasado en $1 millón con respecto a 1999, mientras que las importaciones aumentaron en $4 millones. De igual forma, los cueros y las pieles no crecieron sino que mantuvieron sus índices de forma similar al año anterior, bajando inclusive algunos puntos (ver cuadro).
Quizá el factor más poderoso es la competencia que significan la industria china y los países de Oriente, donde los salarios son muy bajos y no existen cargas sociales que graven las utilidades, además de estar incluidos dentro del sistema de preferencias de Estados Unidos, lo que rebaja el arancel al mismo nivel que Centroamérica.
Por tal motivo, el ingreso de zapatos de esa región subió a pasos de gigante, arrebatando el mercado a fabricantes tan poderosos como México y sacando de la actividad exportadora a los más pequeños, como Costa Rica.
En los últimos años, varias empresas grandes y pequeñas, cerraron sus puertas en el territorio nacional, tal es el caso de la transnacional Wolvering que dejó desempleadas a más de 600 personas, o Calzado Eco que trasladó su sede a Nicaragua, donde encontró mano de obra más rentable.
A ello se unió la aplicación de recortes laborales en fábricas como Calzado Fit, que desde el año anterior se vio obligado a reducir su planilla en 250 plazas; y limitó al mercado local a otras tantas como Calzado Calderón e industrias Frank.
El vicepresidente de la Cámara de Industrias de Costa Rica y gerente general de Calzado Fit, Gabriel González, asegura que el problema del comercio desleal impuesto por las naciones asiáticas es muy grave, pues en ese continente los países están más integrados y los costos resultan muy bajos, ingresando sus mercaderías a Latinoamérica con claras diferencias de precio.
Sin embargo, en el ámbito local las cosas no están mejor. La subfacturación y el gemeleo provocan una venta de zapatos de cuero a precios ridículos. Además, muchos de los comerciantes evaden el pago de impuestos.
"Algunos importadores meten hasta cuatro furgones con la misma póliza. Otro problema es que Costa Rica no cuenta con infraestructura de calzado y debemos importar casi todo: cemento, suelas, forros, ojetes, formas, por eso venimos para atrás. Mientras que yo exportaba hasta $6 millones en un año, en 1999 solo exporté $1 millón. Las partidas ahora son muy pequeñas", explicó González.
Para Edwin Calderón, gerente de Calzado Calderón, el impedimento principal son los altos costos, pero coincide con González en que el contrabando va en aumento.
"La industria del cuero está aniquilada en el país. Nosotros hicimos varios intentos por exportar pero la gente no compraba por el precio tan alto, por ese motivo trabajamos solo a lo interno con nuestras propias tiendas, así es como diferenciamos la calidad", manifestó.
Actualmente, una de las pocas empresas que llevan sus productos a países como Estados Unidos, Panamá y el Caribe, es Industrias Frank, no obstante, la compañía solo exporta una línea, de billeteras en su mayoría.
El gerente de ventas, Franklin Chávez, indicó que las cosas se pusieron muy difíciles por las fuertes empresas que entraron al mercado de la marroquinería con precios considerablemente bajos.
"Se nos han caído mucho las ventas externas porque de pronto aparece Tailandia ofreciendo un componente muy alto de productos de cuero con precios que nosotros no podemos dar por cuestiones de mano de obra".
Chávez agrega otro escollo al problema, la calidad del cuero costarricense que no es tan buena como la del proveniente del norte de Europa, Argentina o Norteamérica, por el tipo de ganado de esas regiones, e importar el cuero resulta poco rentable.
Alejandro Trigueros, administrador de Polo Hut, afirma que la industria se contrae cada vez más. En el caso de su empresa, en menos de un año las exportaciones cayeron en un 30% o un 40%, lo que representa alrededor de 3 mil bolsos menos, con un valor cercano a los ¢5 millones.
La Marroquinería Cardini funciona localmente, pero cuenta con una empresa hermana en Colombia, donde, según asegura su gerente Marcela Garay, sí pueden exportar a México, Nicaragua y Panamá pues la mano de obra es más barata.
No obstante, una situación difícil que enfrentan en estos momentos los talabarteros en todo el mundo es la escasez de cuero por la enfermedad de las vacas locas, lo que ha encarecido el producto en casi un 40%
Ante este panorama, los marroquineros y zapateros encuentran poco atractivo en los tratados de libre comercio como el firmado recientemente con Canadá o con Chile, pues en el caso del primero, fue negociado en detrimento de los nacionales.
Así lo explicó el vicepresidente de la Cámara de Industrias, quien señaló que la asimetría económica que debe darse en estos acuerdos quedó de lado en el caso del tratado con Canadá.
El arancel de exportación de zapatos costarricenses a ese país es de un 20%, mientras que el proveniente de la nación norteña a suelo tico es de un 15%; es decir, un 5% menos, pero con iguales plazos de desgravación.
El gerente de Calzado Calderón afirma que, de todas formas, el contrabando ha llegado a niveles tan altos que cualquier arancel existente es burlado.
González prevé un posible respiro para los países centroamericanos en caso de lograr un nuevo avance comercial con Estados Unidos, pues muchas empresas europeas se verían motivadas a invertir en el istmo, aunque con un nicho diferente, pues sería más barato producir en esta región para exportar luego al mercado del Norte.
Sin embargo, el ambiente es pesimista entre la mayoría de marroquineros y fabricantes de productos de cuero, pues a su criterio, mientras continúen enfrentando costos tan elevados, su actividad se hará cada vez más complicada.

GENTILEZA DE "LA REPUBLICA" COSTA RICA

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