LA GAMA DE COLORES 
COMBINACIÓN
DE COLOR Y PIEL

LA GAMA DE COLORES

A lo largo de la historia, la moda del calzado masculino no sólo se ha caracterizado por unas formas típicas, sino también por distintas tendencias en la coloración. Los documentos e ilustraciones de que se disponen demuestran que, en determinadas épocas, el zapato favorecía por completo el colorido: según la moda o la posición social, plateado, dorado, rojo, violeta o incluso amarillo canario. El punto álgido del color tuvo lugar durante el barroco.

El calzado masculino artesanal clásico no sólo ha sido constante en la forma, sino también en su discreta coloración. En ocasiones se ha afirmado que existen únicamente dos colores para el calzado masculino: el color negro y el marrón. Aunque esto es un error, lo cierto es que el espectro de colores básicos se mueve en una franja muy reducida, a pesar de que existen numerosas posibilidades en cuanto a múltiples matices de color y su combinación con distintos materiales.

Si se mezclan los seis colores del espectro (rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta) con el negro, se obtienen los colores oscuros, que junto con el negro constituyen las tonalidades más frecuentes del calzado masculino. El marrón, por ejemplo, puede englobar desde el marrón oscuro, casi negro, pasando por el color coñac hasta el coñac claro. La escala de rojos también está muy dividida: desde el rojo guindilla hasta el burdeos oscuro.

COMBINACIONES DE COLOR Y PIEL

El calzado tradicional de un solo color sigue siendo considerado propio de un gentleman. No obstante, zapateros y diseñadores buscan siempre nuevos retos para romper la monotonía del zapato mediante el uso de distintas combinaciones de tonalidades y pieles. Incluso el Oxford liso, con su simple corte, ofrece dicha posibilidad, por no hablar de los modelos con varias piezas superiores.

Sin embargo, en general, los diseñadores se limitan a combinaciones de dos colores o a superficies con distintos tipos de piel: otro tipo de componentes serían considerados demasiado extravagantes.

Un ligera rebeldía  contra la tradición podría ser la combinación de dos tonalidades de un mismo color, como por ejemplo el marrón medio y el marrón oscuro. Por el contrario, las mezclas de marrón y burdeos, negro y coñac, negro y burdeos o negro y marrón, por citar solamente algunas de las infinitas combinaciones posibles a nuestro alcance, son consideradas mucho más atrevidas.

El diseñador también puede conseguir combinaciones que sorprendan al cliente a través de la mezcla de pieles con distintos tipos de superficies, como por ejemplo piel lisa y piel graneada. Con todo, las combinaciones de este tipo están sometidas a una estricta ley tácita: la puntera sólo puede confeccionarse con piel lisa para que pueda pulirse y brillar al máximo. Cuando se trata de un zapato full-brogue, el patrón del dibujo no tiene limitaciones.

Diseñadores y zapateros trabajan codo con codo en el desarrollo de un modelo individual. Además, no hay que olvidar al cliente: es imprescindible establecer una larga conversación con el futuro dueño de los zapatos, de la misma manera que durante la toma de las medidas. De este modo, el diseñador y el zapatero recibirán la máxima información posible sobre las distintas situaciones en que el cliente llevará este calzado y sobre su estilo personal. Sólo así pueden aconsejarle la mejor opción y responder a sus demandas individuales con profesionalidad.

Este Oxford full-brogue es un perfecto ejemplo de una refinada combinación de colores y tipos de piel. Los tonos claros reflejan el carácter veraniego de este modelo. la belleza de este ejemplar procedente del taller de John Lobb de Londres radica en el contraste de materiales: piel de ternero lisa y brillante conpiel de ternero mate y aterciopelada.

 

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