LA GAMA DE COLORES
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Si se mezclan los seis colores del espectro (rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta) con el negro, se obtienen los colores oscuros, que junto con el negro constituyen las tonalidades más frecuentes del calzado masculino. El marrón, por ejemplo, puede englobar desde el marrón oscuro, casi negro, pasando por el color coñac hasta el coñac claro. La escala de rojos también está muy dividida: desde el rojo guindilla hasta el burdeos oscuro.
COMBINACIONES DE COLOR Y PIEL El calzado tradicional de un solo color sigue siendo considerado propio de un gentleman. No obstante, zapateros y diseñadores buscan siempre nuevos retos para romper la monotonía del zapato mediante el uso de distintas combinaciones de tonalidades y pieles. Incluso el Oxford liso, con su simple corte, ofrece dicha posibilidad, por no hablar de los modelos con varias piezas superiores. Sin embargo, en general, los diseñadores se limitan a combinaciones de dos colores o a superficies con distintos tipos de piel: otro tipo de componentes serían considerados demasiado extravagantes. Un ligera rebeldía contra la tradición podría ser la combinación de dos tonalidades de un mismo color, como por ejemplo el marrón medio y el marrón oscuro. Por el contrario, las mezclas de marrón y burdeos, negro y coñac, negro y burdeos o negro y marrón, por citar solamente algunas de las infinitas combinaciones posibles a nuestro alcance, son consideradas mucho más atrevidas. El diseñador también puede conseguir combinaciones que sorprendan al cliente a través de la mezcla de pieles con distintos tipos de superficies, como por ejemplo piel lisa y piel graneada. Con todo, las combinaciones de este tipo están sometidas a una estricta ley tácita: la puntera sólo puede confeccionarse con piel lisa para que pueda pulirse y brillar al máximo. Cuando se trata de un zapato full-brogue, el patrón del dibujo no tiene limitaciones. Diseñadores y zapateros trabajan codo con codo en el desarrollo de un modelo individual. Además, no hay que olvidar al cliente: es imprescindible establecer una larga conversación con el futuro dueño de los zapatos, de la misma manera que durante la toma de las medidas. De este modo, el diseñador y el zapatero recibirán la máxima información posible sobre las distintas situaciones en que el cliente llevará este calzado y sobre su estilo personal. Sólo así pueden aconsejarle la mejor opción y responder a sus demandas individuales con profesionalidad. Este Oxford full-brogue es un perfecto ejemplo de una refinada combinación de colores y tipos de piel. Los tonos claros reflejan el carácter veraniego de este modelo. la belleza de este ejemplar procedente del taller de John Lobb de Londres radica en el contraste de materiales: piel de ternero lisa y brillante conpiel de ternero mate y aterciopelada.
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