EL MONTADO DEL ZAPATO

El material necesario para la confección de la suela y la piel necesaria para la parte inferior del zapato llega a la mesa de trabajo del zapatero junto con las hormas a medida y la pala cosida. A partir de ese momento, empieza a montarse el zapato. La expresión montar es muy adecuada, puesto que el zapatero combina las piezas y las edifica. Partiendo de un solo nivel, la pala obtiene una forma tridimensional.

El zapatero empieza cortando las piezas necesarias para la parte inferior del zapato con un cuchillo: la palmilla, la suela, la vira, el contrafuerte del talón, el tope duro y los estratos para el tacón. Se termina la preparación de la pala y se aplican las piezas de refuerzo, como por ejemplo el tope duro, el contrafuerte interior del talón y los forros de refuerzo.

La primera fase consiste en clavar la palmilla a la horma. A continuación, el zapatero procede al tensado para fijar los bordes de la pala a la palmilla.

La vira se cose a la palmilla y a la pala con hilo y aguja, siempre con puntos regulares. El primer revirón, es decir, la pieza necesaria como base para la suela, se fija con tacos a la zona del talón. En el espacio vacío que queda entre la vira y la suela, el zapatero coloca el cambrillón para estabilizar el zapato y lo cubre con un trozo de piel. A continuación, llena el resto del hueco con conglomerado de corcho. En el caso de los zapatos de suela simple, el próximo paso consiste en cose la suela exterior a la vira. Si el zapato es de doble suela, se coloca una entresuela entre la vira y la suela exterior. El zapatero fija con tacos otro revirón a la parte posterior de la suela, sobre el cual coloca el tacón. La horma ya ha cumplido su función y puede retirarse.

Los últimos retoques conferirán un matiz estético a la forma funcional. Tras embellecer y limpiar el interior y el exterior del zapato, la piel se pule hasta conseguir que brille. Con ello, las ornamentaciones y las costuras regulares quedan destacadas y la suela adquiere un brillo similar al de la seda.

La pala, las hormas a medida, la hoja de datos y la piel del forro han llegado al taller. 
A partir de ese momento es tarea del zapateo confeccionar un zapato perfecto.

  1. Contrafuerte del talón (interior)

  2. Piel de la pala

  3. Tope duro

  4. Forro

  5. Vira

  6. Palmilla

  7. Conglomerado de corcho

  8. Suela exterior

  9. Tapa del tacón

  10. Parche de goma

  11. Revirón

  12. Cambrillón

  13. Contrafuerte del talón (exterior)

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