DESARROLLO INDIVIDUAL Y/O GRUPALIDAD 
DOS ALTERNATIVAS PARA EL CRECIMIENTO

Principal

ANÁLISIS DEL CONTEXTO:

La cantidad de cueros procesados a aumentado en los últimos cinco años. Sin embargo la composición de la producción no se comporta igual. Por un lado a aumentado la cantidad de cueros semiterminados y los terminados se mantienen mas o menos igual. Por otro lado las confecciones han disminuido, trasladándose mayoritariamente hacia oriente.

Los cueros destinados a tapicería, tanto de muebles como de automóviles, son cada vez más y ocupan gran parte de la producción. Los cueros destinados a calzado han cedido parte de su producción a la tapicería, disminuyendo. Mucho más ha bajado el número de cueros para vestimenta, con la excepción del doble faz que luego de dos largos años de baja vuelven a aumentar.

Ha bajado el número de curtiembres en funcionamiento, con la consiguiente concentración del negocio.

La evolución de los precios, según veíamos en el Magazine de Setiembre, muestra un aumento del crudo y una disminución del precio de venta del producto elaborado.

¿CÓMO FUE LA REACCIÓN DEL SECTOR INDUSTRIAL?

Algunos apostaron al crecimiento, tratando de llegar escalas de producción rentables. Ello implicó una fuerte inversión en bienes de capital y tecnología. Además, con el objetivo de mantener un mínimo que amortizara los gastos fijos, muchas veces se bajaron los precios de venta.

ALTERNATIVAS:

Podemos afirmar que dentro de las posibles alternativas, las que menos dependen de agentes externos son dos:

UN CRECIMIENTO DE LAS INDUSTRIAS MEJOR PREPARADAS POR SEPARADO

EL APROVECHAMIENTO DE LA CAPACIDAD INSTALADA Y UNA REORGANIZACIÓN DEL ESQUEMA PRODUCTIVO.

Para el primer caso tenemos que una industria bien instalada, sana financieramente, con capacidad de compra y venta más que suficiente, tiene la posibilidad de invertir para crecer y así atender a un mercado mayor.

Ello ocurre muchas veces en empresas que pasan por la segunda generación de propietarios, que debe satisfacer a más familias y que tiene mucho impulso individual.

Los riesgos de tal medida son la elevada inversión inicial que no será recuperada a corto plazo. La falta de preparación de los cuadros intermedios para asumir una producción cada vez mayor. Las dificultades de control de proceso en etapas intermedias. El volumen de rechazos.

Las ventajas son una mayor velocidad de entrega. Un control del mercado más estricto.

Las fuerzas de tal estructura están dadas en la medida de que exista una buena cohesión en la dirección.

Para el segundo caso debemos considerar un conjunto de industrias no muy grandes en un grado de desarrollo similar, con instalaciones complementarias e historia similar.

Ello es posible sobre todo en pequeñas industrias con propietarios más o menos de la misma generación y con ganas de trabajar en conjunto. El aprovechamiento de la capacidad instalada, reorganizando el esquema productivo, repartiendo responsabilidades es el fundamento de este esquema. Será necesario una intervención externa de un agente que logre entusiasmar y amalgamar a los distintos protagonistas. Este agente bien puede ser una organización del tipo empresarial (asociación industrial), una oficina estatal que tenga que ver con el tema (cámara de comercio, corporación de desarrollo, etc.), o bien un empresario que tenga la llave de la venta y/o compra de cueros.

El proceso en general se divide en etapas que se realizan en distintas plantas.

Las ventajas de este segundo esquema esta dada en una baja inversión inicial, además de un control mejor de las etapas intermedias. También se da una especialización en cada proceso.

La desventajas más importantes son debidas a una burocratización del negocio con la consiguiente lentitud del proceso.

La fuerza de tal estructura están dadas en la medida de que el negocio sea fluido, con un alcance a mediano plazo para permitir el aprendizaje del trabajo en colectivo.

Ambas alternativas son posibles. Tengamos en cuenta que no inventamos nada, sólo extrapolamos experiencias como la de Italia, por ejemplo.

Si las condiciones están dadas para un aumento de la inversión de capital, el desarrollo individual se verá favorecido.

En cambio con poca inversión y utilizando la capacidad instalada, también es posible un desarrollo productivo para el sector.

Lo que parece inevitable es la elaboración de una planificación para el sector, con sus correspondientes objetivos en el contexto de la economía doméstica e internacional, y estrategias para lograrlos.

¿Quién elabora tales planes?

Creemos que la iniciativa debe partir de los interesados: gobiernos, industriales, comerciantes, que ya cuentan con estructuras a tal efecto.

O sea que hay que empezar a usar bien lo que ya tenemos.