LA PIEL DE LA SUELA

Las tradiciones del curtido varían de un país a otro. La piel de curtido vegetal es fuerte, sólida y aun así flexible y muy maleable. Además, soporta sin problemas las presiones a las que se ve sometida durante la confección del zapato y durante su uso posterior. De ella se obtienen las suelas, las palmillas, los tacones, las viras y los contrafuertes interiores del talón. Las piezas confeccionadas con piel de curtido vegetal tienen muchas ventajas. La forma de una suela de piel de curtido vegetal nunca se deforma, ni con la lluvia ni con la nieve, ni sobre el asfalto caliente ni en terrenos pedregosos. La vira no sufre distensiones fácilmente ni se encoge, sino que ofrece un soporte perfecto al zapato en todas las situaciones. La palmilla permite la transpiración y absorbe el sudor del pie sin quedar húmeda. Además, posee un efecto germicida que actúa sobre las bacterias y los hongos. Gracias a las sustancias vegetales, la piel adquiere un atractivo color natural. Y el aroma de la piel adquiere un atractivo color natural. Y el aroma de la piel bien curtida puede competir tranquilamente con el mejor desodorante para pies.

La piel se comprime mediante unos cilindros metálicos y la alta presión.

Aunque la calidad de la piel puede comprobarse mediante el color y el taco, no debe olvidarse la realización de una prueba instrumental.

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