Sobre la palmilla alisada se coloca la plantilla, confeccionada con la misma piel suave del forro. A petición del cliente, puede tratarse de una plantilla entera, de tres cuartos de plantilla, o bien de sólo un cuarto de plantilla (la zona del talón).

El cliente puede elegir entre distintos formatos de plantilla.

Se aplica una fina capa de cola a la plantilla del tamaño deseado y se pega al zapato

PLANTILLAS ORTOPÉDICAS

Muchas personas prefieren los zapatos con plantillas ortopédicas incorporadas, aunque no necesariamente sufran de una caída significativa del arco del pie o de pies planos. A partir de la hoja de medidas y teniendo en cuenta el tipo de arco, el zapatero coloca un soporte ortopédico de corcho para levantar el arco y un disco con un diámetro de 2 cm bajo la línea central del metatarso.

Seguidamente pega las dos piezas de corcho de forma provisional entre la plantilla y la palmilla. Sólo cuando el cliente se pruebe los zapatos y de algunos pasos podrá comprobar si el tamaño y la situación de los soportes son los correctos. Si es necesario, corregirá o ajustará definitivamente su altura y situación bajo el arco. A continuación pegará la plantilla con toda precaución.

El zapatero no confecciona ni incorpora al zapato las plantillas ortopédicas prescritas por el médico. Estas se colocan sobre la plantilla original. La información al respecto se anota en la hoja de medidas y se tiene en cuenta durante la elaboración del zapato. En tales casos, el interior cuenta con 1 cm adicional de anchura y la pala y el contrafuerte del talón se cortan más altos para que el ancho del zapato pueda regularse de forma igualmente cómoda con los cordones tras la incorporación de la plantilla ortopédica, y para que la pala y el contrafuerte del talón ofrezcan un soporte adecuado al pie.

Evidentemente, las plantillas ortopédicas incorporadas no son equivalentes a las que pueda prescribir un médico. Simplemente ofrecen un soporte agradable al pie.

Los soportes de corcho, rebajados en los bordes, se sitúan entre la palmilla y la plantilla para contribuir al levantamiento del arco.

El punto más grueso del soporte puede alcanzar los 8 mm. Su posición correcta se confirma con una prueba.