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Residuos líquidos
Desde
siempre el proceso de curtición estuvo relacionado con la contaminación de las aguas, debido a
que emplea
grandes cantidades en todas sus etapas. Las aguas residuales se van cargando con
proteínas solubles liberadas por los cueros y con remanentes químicos de los
productos utilizados, que afectan el medio ambiente
de distinta forma:
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Proteínas y diferentes
clases de sustancias orgánicas, tales como taninos sintéticos y vegetales,
aceites y grasas y otras sustancias orgánicas que consumen oxígeno del
medio a donde se descargan. Esta contaminación orgánica es expresada como
DBO y DQO (demanda química de oxígeno) y si es muy elevada puede resultar en daño a la fauna
del medio
receptor. Afortunadamente estas sustancias orgánicas son relativamente
fáciles de degradar biológicamente, por lo que técnicamente no hay problemas
para reducir los valores de DBO y DQO a niveles aceptables.
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Sulfuros
que son potencialmente tóxicos por la posibilidad de generar sulfuro de
hidrógeno a un pH bajo. Existen alternativas bajo la forma de
recirculación de baños o sistemas de pelambre con bajo sulfuro. También
existe la posibilidad de oxidar facilmlnete los sulfuros durante el
tratamiento de las aguas mediante el uso de aireadores. La eliminación del
sulfuro en las aguas residuales no representa un problema desde el punto de
vista tecnológico.
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El
Cromo, utilizado en curtiembres dentro de ciertos límites, es
dudoso que sea nocivo para el medio ambiente. El principal problema reside en la posibilidad de transformación de éste en cromo hexavalente
por oxidación. El Cr -6 es mucho más móvil y más tóxico. El cromo
trivalente, que es utilizado en curtiembres, se convierte en hidróxidos
insolubles en el agua y estas sales envejecen y se vuelven cada vez menos
solubles, permaneciendo sólo una pequeñísima parte en solución. Además,
sólo una pequeña parte de sales de cromo trivalentes puede ser absorvida
por las plantas, por lo que el cromo no puede acumularse en la cadena
alimentaria. Sin embargo, la tendencia general ha sido la de restringir cada
vez más las regulaciones concernientes a este elemento, teniendo en cuenta
el riesgo de oxidación a cromo hexavalente. La inquietud principal es que si bien se conocen los efectos del cromo a corto plazo, es
muy difícil prever las consecuencias en un mediano y largo plazo.
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Los
Cloruros y Sulfatos, aunque son productos químicos relativamente
inofensivos, están volviéndose cada vez más problemáticos para las
curtiembres porque las cantidades que se descargan en el medio y el hecho de
que es extremadamente costosa su remoción causan serios problemas en la
forma de salinización de aguas superficiales.
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El
Nitrógeno ha puesto en evidencia en Europa el riesgo de la presencia
de nitratos en el agua potable. Si bien la industria del cuero es
responsable sólo de una pequeña cantidad de nitrógeno eliminado, en forma
amoniacal o de nitrato, es posible que se restrinja cada vez más su uso.
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Residuos sólidos
1)
Residuos provenientes del
cuero fresco (recortes) y de cuero en tripa. Los recortes de cuero crudo son un
riesgo desde el punto de vista ecológico para las curtiembres, ya que
constituye un elemento que entra rápidamente en putrefacción y que no puede
ser procesado ni aprovechado por la curtiembre. Los recortes de cuero en tripa
son comercializables, por lo que no conforma en principio un problema.
2) Los
residuos sólidos
cromados son los provenientes de recortes y rebajaduras de cuero curtido y
el barro proveniente de las plantas de tratamiento de aguas residuales. La mayor
parte de los residuos sólidos tienen un contenido de cromo tan elevado que son
considerados tóxicos y deben descargar únicamente en sitios
especialmente destinados a tales efectos.
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