Don Juan Manuel

 

Libro del cauallero et del escudero
(1326)

Miguel Vicente Pedraz
Universidad de León

CAPITULO XXXIIIIº
Commo el cauallero ançiano responde al cauallero nouel que cosa es el Infierno.

A lo que me preguntastes que uos dixesse eso mismo del Infierno, fijo, paresçe me que esta pregunta que me fazedes en tan pocas palabras, que lo fazedes por me prouar, o por que veedes que las preguntas que me feziestes que eran muchas, et quesiestes las ençerrar boluiendo[las] con las preguntas del Parayso. Pero desso non fago fuerça, mas quiero vos dezir algo, segund lo entiendo, sobre estas preguntas.

Fijo, estas preguntas que me fazedes, muchas dellas tannen [en] cosas que pertenesçen a la fe, et los legos non son tenidos a saber dellas, si non crer simple mente lo que sancta Eglesia manda. Que los fechos de Dios, que son muy marabillosos et muy escondidos, non deue ninguno ascodrin[n]ar en ellos mucho, mayor mientre los caualleros, que an tanto de fazer en mantener el estado en que estan, que es de muy grant periglo et de muy grant trabajo, que non an tienpo nin letradura para lo poder saber conplida mente. Et por ende non deue[n] mucho cuidar en ello, et sennalada mente los que son sotiles et entendudos, ca el diablo es tan maestro et tan sabidor que conosçe bien las maneras et las conplissiones de los omnes, et sienpre tienta al omne de aquella cosa en que entiende que mas ayna lo pu[e]de engannar. Ca si el falla que segund la conplision del omne es aparejado para vn pecado, de aquel lo tienta; et por ende, quando falla que alguno es muy sotil et muy entendudo, trabajasse del fazer pensar en las cosas que son de Dios et de la fe, marabillosas et muy ascondidas, por le fazer caer en alguna dubda. Ca la sotileza les faze pensar muchas cosas, et por la mengua de la letradura non pueden saber la verdad conplida mente commo es. Et asi podrie[n] caer en grandes yerros et en grandes dubdas. Et por ende yo, que bisque mucho en estado de cauallero et non aprendi otra sçiencia, sienpre fiz quanto pudi por partir el coraçon de non cuydar estas cosas. Et creo verdadera mente que me cunple que me he a saluar por crer conplida mente la sancta fe catolica, et faziendo tales obras quales pertenesçen a los buenos christianos que creen la fe verdadera mente. Et por todas estas razones, a mi deue seer mas escusado si tan conplida repuesta non vos diere; pero aquello poco que yo entiendo en esto, dezir vos lo he.

Digo vos, segund lo que yo entiendo, que el Infierno es cosa spiritual de la yra de Dios, do ay pena sin redenption, et que ovo comienço et que non abra acabamiento. Et la razon que yo entiendo que Dios touo por bien para que fue fecho, fue por que oviessen pena en el aquellos que por su mereçimiento perdieron la gloria en que estauan, et para en que ayan pena para sienpre spiritual mente las almas, que son spirituales, por las malas obras et por los pecados que fizieron los cuerpos en quanto en vno duraron, etc.

 

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© José Luis Gómez-Martínez
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