Don Juan Manuel

 

Libro de los Estados
(1330)

Miguel Vicente Pedraz
Universidad de León

[Libro primero]

[Capitulo IX]

El ixº capitulo fabla de [commo] Turin se vio afincado del infante, et non [oso] encubrirle la verdat de lo que el infante le avia preguntado.

Quando Turin se vio afincado del infante non oso encubrir le la verdat, et por ende le dixo:

–Sennor, ya vos dixe que aquel que era cuerpo de omne muerto, et la razon por que non puede fazer lo que los otros fazen es porque se partio de[l] el alma quel fazia mouer et fazer todas las otras cosas que los omnes viuos fazen.

–Turin –dixo el infante–, pues dizides que el alma se partio del et non puede fazer lo que los otros fazen, quiero que me digades, pues tan grant danno et tan grant mengua le vino en partir se el alma del, por que la dexo partir de si.

–[Sennor infante –dixo Turin–,] mas esto [que dezides] non puede ser; ca lo mas que ella puede fincar en el cuerpo es en quanto en el dura la calentura et la humidat natural. Et esta calentura et humidat natural, del dia que nasçe el omne fasta que muere, cada dia mengua et non ha cosa en el mundo que la pueda acresçentar, ca el comer nin el veuer non acresçenta en la calentura nin en la humidat natural, mas enmiendal et mantienel lo que se desfaze del cuerpo por los trabajos et por los vaziamientos quel acaesçen. Mas ay otras razones por que esta calentura et humidat natural se desfaze mas ayna, asi commo por dolençias o por feridas o por vaziamientos que desfazen mas de la calentura et de la humidat natural de quanto es lo que se mantiene por el comer et por el veuer. Et avn ay otra cosa por que el alma non puede fincar en el cuerpo para sienpre: ca el alma es criatura de Dios spiritual, et por voluntat de Dios ayuntose al cuerpo et fazel beuir. Et porque el cuerpo es conpuesto de los elementos et de los vmores, conuiene que se desfaga. Et otrosi, porque es [con]puesto el omne del alma et del cuerpo, conuiene que se desfaga quando es voluntad de Dios. Ca el alma, el la puso en el cuerpo, et desque la parte del, finca el cuerpo muerto et desfazese, porque es corporal et conpuesto. Et fincara asi [fasta] la resurrection, que seran ayuntados el alma et el cuerpo. Et el alma, que es [cosa] spiritual [et] sinple, dura sienpre, que non se puede desfazer.

–Turin –dixo el infante–, mucho me marauillo porque desta razon nunca vos oi fablar fasta agora, et tengo que me fiziestes muy grant tuerto. Et pues vos me mostrastes otras cosas que non eran tan aprouechosas nin tan marabillosas nin tan estrannas, bien me diuierades mostrar esto. Por ende vos mando que me digades verdadera mente que fue la razon por que nunca me mostrastes esto fasta agora.

Quando Turin se vio tan afincado del infante, non pudo escusar del dezir la razon por que fasta entonçe non le fablara deste fecho, et por ende le dixo:

–Sennor, yo escusara de muy buena voluntat esta razon si pudiera; ca, sennor, vos deuedes saber que el pesar es vna de las cosas del mundo que mas danno trae al cuerpo. Otrosi, la muerte es tan espantosa cosa, que el omne que cuydare en ella desfaze todos los plazeres. Et por ende, quando el rey, vuestro padre, touo por bien que vos yo criasse, mandome que vos guardase en tal manera por que non tomasedes pesar. Et otrosi, que non fablasen ante vos ninguna cosa por que oviesedes a saber que cosa era la muerte. Et esto fizo el rey por [el] grant amor que vos ha.

 

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© José Luis Gómez-Martínez
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