TIPOS
DE ACEITES EMPLEADOS
-
ACEITES DE PATA
DE BUEY: Los más apreciados, por lo general, por el curtidor,
debido a circunstancias que veremos más adelante. Proporcionan
plenitud, buena lubricación y son prácticamente inoxidables.
-
LANOLINAS:
La composición de la lanolina es muy rica en ácidos grasos
ramificados, en oposición a los aceites de pata de buey o de
pescado donde predominan las cadenas lineales (ácido oleico,
palmitoleico, esteárico, etc.) Estas cadenas ramificadas actúan físicamente
de "cepos" en los espacios interfibrilares haciendo
dificultosa su extracción por medios físicos
-
ACEITES DE
PESCADO: El aceite de bacalao es lo único, podríamos
decir,"homologado" de la familia. Luego los "aceites
de pescado" en general: sardina, atún, bonito, arenque,
merluza, etc. que se encuentran en el mercado a menudo formando
mezclas indeterminadas entre sí. Su elevado índice de yodo y su
facilidad al enranciamiento limita muchas veces sus aplicaciones.
-
ACEITES DE MAMÍFEROS
MARINOS: Cachalote, ballena foca. El aceite de
cachalote (o de spermaceti), se distingue notablemente de los demás
por su constitución química: alto contenido en céridos. Los
demás son menos generalizados en su uso, y en sus características
y aplicaciones, representan un intermedio entre un pata de buey y un
aceite de pescado. Actualmente debido a normativas internacionales
no es posible la comercialización de estos aceites.
-
LAS GRASA O
ACEITES VEGETALES: Son ampliamente utilizados en nuestra
industria, en contra de lo que a primera vista podría parecer,
aceites de oliva, de baja calidad para consumo humano por su alta
acidez, convenientemente reesterificados y winterizados pueden dar
composiciones parecidas a los aceites de pie de buey. Son muy
utilizados también aceites
procedentes de la palma, el coco y el de soja en forma de
fosfolípido natural (lecitina).
-
ACEITES DE SÍNTESIS: En primer lugar, debemos dejar bien establecido que
una mezcla de distintos aceites no es, no debe ser llamada
"aceite de síntesis" o "sintético". Existen
mezclas de diversos aceites muy bien estudiadas y equilibradas, que
proporcionan unos resultados excelentes en la práctica, y que han
tenido su origen en motivaciones generalmente económicas, aunque a
veces también tecnológicas. Un caso típico de estas mezclas son
los llamados generalmente "aceites tipo pata de buey", a
base de triglicéridos naturales, de índice de yodo relativamente
bajo (entre 85 y 95), con ligeras proporciones de aceites minerales,
etc. Los resultados en la práctica pueden ser buenos, e incluso
mejores que con una pata de buey puro, en ciertos aspectos, puesto
que sabemos que los hidrocarburos evitan en parte la formación de
eflorescencias grasa. Pero aquí, en ningún caso aparece la
síntesis por lo menos en el concepto estricto de la palabra.
En cambio, y circunscribiéndonos también a los aceites de pata de
buey, contemplemos la siguiente reacción química:
3 moles de ácido
+ 1 mol de glicerina ------- trioleato de glicerina
El trioleato de
glicerina es el constituyente principal de pata de buey natural. Esta
síntesis orgánica, esta esterificación, da origen verdaderamente a
un "aceite sintético". Por otra parte, hace ya años que se
efectúa en la práctica en gran escala, y gracias a ella circulan en
el mercado aceites de pata de buey, que en caso de no existir esta síntesis,
se limitarían a los países gran-productores de ganado vacuno.
Por consiguiente,
tendríamos que establecer una definición normativa del adjetivo
"sintético", aunque sea para nuestro uso particular, puesto
que no existe nomenclatura o definición oficial en este caso.
Diríamos que "un aceite es sintético cuando se ha obtenido
industrialmente (o en el laboratorio), por medio de una reacción
química propiamente dicha". Por tanto, no será
"sintético" según esta definición, un aceite obtenido por
filtración, destilación, decantación, mezcla, etc... puesto que
estas operaciones son físicas o físico-químicas, pero no afectan en
nada la naturaleza química de sus componentes.
-
ACEITES
MINERALES: Son propiamente los hidrocarburos, procedentes de la
destilación del petróleo, de las fracciones que destilan entre los
450° y 550° aproximadamente. Pueden ser perfectamente considerados
de "origen natural" puesto que la destilación es una
operación de separación de componentes y nada afecta a la
estructura química del compuesto.
Estos aceites minerales son usados ampliamente en la Industria del
curtido, en parte a causa de sus propiedades específicas, y en
parte y sobre todo como medio de abaratar mezclas de diversos
componentes grasos naturales, constituyentes de un producto
comercial.
Existen otros aceites también llamados "minerales" que de
hecho deberían ser incluidos en la categoría de los "aceites
de síntesis", puesto que se obtienen verdaderamente a través
de una operación de síntesis, propia de la química orgánica: por
ejemplo, los alquilbencenos y las alfa olefinas. Sin embargo se
utilizan indistintamente como los minerales propiamente dichos.
A continuación, incluimos un cuadro que describe la composición
cromatográfica en ácidos grasos de los principales aceites
naturales. Estos valores porcentuales en ácidos son promedio de un
gran número de determinaciones cromatográficas.
El ácido graso es el verdadero responsable de las características
típicas de un aceite determinado, por cuanto el resto alcohólico
(el otro componente del ester graso) permanece constante en muchos
casos. Del análisis y examen de los ácidos grasos componentes de
un aceite, podremos deducir pues muchas de sus cualidades y
posibilidades de aplicación: inoxidabilidad, capacidad de
enranciamiento, posibilidad de eflorescencias grasas, etc. Así como
es también el método más rápido y seguro de detectar una
adulteración de un aceite noble por otro menos noble.
Vamos a extendernos un poco sobre estas posibilidades de problemas
sobre la piel debido a los productos engrasantes:
-
La
posibilidad de formación de eflorescencias grasa: está
demostrado que este fenómeno es debido a la facilidad de
difusión por el interior del cuero, y a su posterior cristalización en
superficie, de ácidos, alcoholes y ésteres grasos de alto
punto de fusión.
-
Al
mal olor y capacidad de enranciamiento: Dos circunstancias
muy importantes en la práctica, estrechamente ligadas entre
sí, pues parecen ser debidas a la presencia o formación de aldehídos,
cetonas, aminas, etc., volátiles en el aceite.
-
Oxidabilidad,
o capacidad de provocar amarillamientos o pardeamientos: Esto
está también estrechamente relacionado con lo anterior, y en
definitiva se explica por una absorción de oxígeno, favorecida
por diversos factores, siendo uno de los más importantes la
radiación UV de la luz solar que provoca la oxidación de
ciertos compuestos nitrogenados, entre otros, que existen en
mínima proporción en las grasa naturales.
Respecto de las
eflorescencias grasa, hay que luchar contra ellas partiendo en
primer lugar de aceites dotados de un suficientemente bajo punto de
turbidez. También, evitando una excesiva proporción de ácidos
grasos totales o su formación durante la sulfonación. Respecto del
mal olor, enranciamiento y capacidad de oxidación, es indudable que
una selección de las materias primas es indispensable en un primer
estudio. Además, tenemos el conocimiento de que aceites con alto
índice de yodo son propensos, de un modo general, a originar estos
inconvenientes. Es por ello que los aceites de pescado mal refinados
pueden ser relativamente poco empleados en nuestra industria, pues
por el contrario, nadie duda de su excelente poder engrasante.
SIGUIENTE>>
|