ENGRASE DE LA PIEL   PARTE 1/4

TIPOS DE ACEITES EMPLEADOS

  1. ACEITES DE PATA DE BUEY: Los más apreciados, por lo general, por el curtidor, debido a circunstancias que veremos más adelante. Proporcionan plenitud, buena lubricación y son prácticamente inoxidables.

  2. LANOLINAS: La composición de la lanolina es muy rica en ácidos grasos ramificados, en oposición a los aceites de pata de buey o de pescado donde predominan las cadenas lineales (ácido oleico, palmitoleico, esteárico, etc.) Estas cadenas ramificadas actúan físicamente de "cepos" en los espacios interfibrilares haciendo dificultosa su extracción por medios físicos

  3. ACEITES DE PESCADO: El aceite de bacalao es lo único, podríamos decir,"homologado" de la familia. Luego los "aceites de pescado" en general: sardina, atún, bonito, arenque, merluza, etc. que se encuentran en el mercado a menudo formando mezclas indeterminadas entre sí. Su elevado índice de yodo y su facilidad al enranciamiento limita muchas veces sus aplicaciones.

  4. ACEITES DE MAMÍFEROS MARINOS: Cachalote, ballena foca. El aceite de cachalote (o de spermaceti), se distingue notablemente de los demás por su constitución química: alto contenido en céridos. Los demás son menos generalizados en su uso, y en sus características y aplicaciones, representan un intermedio entre un pata de buey y un aceite de pescado. Actualmente debido a normativas internacionales no es posible la comercialización de estos aceites.

  5. LAS GRASA O ACEITES VEGETALES: Son ampliamente utilizados en nuestra industria, en contra de lo que a primera vista podría parecer, aceites de oliva, de baja calidad para consumo humano por su alta acidez, convenientemente reesterificados y winterizados pueden dar composiciones parecidas a los aceites de pie de buey. Son muy utilizados también aceites procedentes de la palma, el coco y el de soja en forma de fosfolípido natural (lecitina).

  6. ACEITES DE SÍNTESIS: En primer lugar, debemos dejar bien establecido que una mezcla de distintos aceites no es, no debe ser llamada "aceite de síntesis" o "sintético". Existen mezclas de diversos aceites muy bien estudiadas y equilibradas, que proporcionan unos resultados excelentes en la práctica, y que han tenido su origen en motivaciones generalmente económicas, aunque a veces también tecnológicas. Un caso típico de estas mezclas son los llamados generalmente "aceites tipo pata de buey", a base de triglicéridos naturales, de índice de yodo relativamente bajo (entre 85 y 95), con ligeras proporciones de aceites minerales, etc. Los resultados en la práctica pueden ser buenos, e incluso mejores que con una pata de buey puro, en ciertos aspectos, puesto que sabemos que los hidrocarburos evitan en parte la formación de eflorescencias grasa. Pero aquí, en ningún caso aparece la síntesis por lo menos en el concepto estricto de la palabra.
    En cambio, y circunscribiéndonos también a los aceites de pata de buey, contemplemos la siguiente reacción química:

3 moles de ácido + 1 mol de glicerina ------- trioleato de glicerina

El trioleato de glicerina es el constituyente principal de pata de buey natural. Esta síntesis orgánica, esta esterificación, da origen verdaderamente a un "aceite sintético". Por otra parte, hace ya años que se efectúa en la práctica en gran escala, y gracias a ella circulan en el mercado aceites de pata de buey, que en caso de no existir esta síntesis, se limitarían a los países gran-productores de ganado vacuno.

Por consiguiente, tendríamos que establecer una definición normativa del adjetivo "sintético", aunque sea para nuestro uso particular, puesto que no existe nomenclatura o definición oficial en este caso. Diríamos que "un aceite es sintético cuando se ha obtenido industrialmente (o en el laboratorio), por medio de una reacción química propiamente dicha". Por tanto, no será "sintético" según esta definición, un aceite obtenido por filtración, destilación, decantación, mezcla, etc... puesto que estas operaciones son físicas o físico-químicas, pero no afectan en nada la naturaleza química de sus componentes.

  1. ACEITES MINERALES: Son propiamente los hidrocarburos, procedentes de la destilación del petróleo, de las fracciones que destilan entre los 450° y 550° aproximadamente. Pueden ser perfectamente considerados de "origen natural" puesto que la destilación es una operación de separación de componentes y nada afecta a la estructura química del compuesto.
    Estos aceites minerales son usados ampliamente en la Industria del curtido, en parte a causa de sus propiedades específicas, y en parte y sobre todo como medio de abaratar mezclas de diversos componentes grasos naturales, constituyentes de un producto comercial.
    Existen otros aceites también llamados "minerales" que de hecho deberían ser incluidos en la categoría de los "aceites de síntesis", puesto que se obtienen verdaderamente a través de una operación de síntesis, propia de la química orgánica: por ejemplo, los alquilbencenos y las alfa olefinas. Sin embargo se utilizan indistintamente como los minerales propiamente dichos.
    A continuación, incluimos un cuadro que describe la composición cromatográfica en ácidos grasos de los principales aceites naturales. Estos valores porcentuales en ácidos son promedio de un gran número de determinaciones cromatográficas.
    El ácido graso es el verdadero responsable de las características típicas de un aceite determinado, por cuanto el resto alcohólico (el otro componente del ester graso) permanece constante en muchos casos. Del análisis y examen de los ácidos grasos componentes de un aceite, podremos deducir pues muchas de sus cualidades y posibilidades de aplicación: inoxidabilidad, capacidad de enranciamiento, posibilidad de eflorescencias grasas, etc. Así como es también el método más rápido y seguro de detectar una adulteración de un aceite noble por otro menos noble.
    Vamos a extendernos un poco sobre estas posibilidades de problemas sobre la piel debido a los productos engrasantes:

    1. La posibilidad de formación de eflorescencias grasa: está demostrado que este fenómeno es debido a la facilidad de difusión por el interior del cuero, y a su posterior cristalización en superficie, de ácidos, alcoholes y ésteres grasos de alto punto de fusión.

    2. Al mal olor y capacidad de enranciamiento: Dos circunstancias muy importantes en la práctica, estrechamente ligadas entre sí, pues parecen ser debidas a la presencia o formación de aldehídos, cetonas, aminas, etc., volátiles en el aceite.

    3. Oxidabilidad, o capacidad de provocar amarillamientos o pardeamientos: Esto está también estrechamente relacionado con lo anterior, y en definitiva se explica por una absorción de oxígeno, favorecida por diversos factores, siendo uno de los más importantes la radiación UV de la luz solar que provoca la oxidación de ciertos compuestos nitrogenados, entre otros, que existen en mínima proporción en las grasa naturales.

    Respecto de las eflorescencias grasa, hay que luchar contra ellas partiendo en primer lugar de aceites dotados de un suficientemente bajo punto de turbidez. También, evitando una excesiva proporción de ácidos grasos totales o su formación durante la sulfonación. Respecto del mal olor, enranciamiento y capacidad de oxidación, es indudable que una selección de las materias primas es indispensable en un primer estudio. Además, tenemos el conocimiento de que aceites con alto índice de yodo son propensos, de un modo general, a originar estos inconvenientes. Es por ello que los aceites de pescado mal refinados pueden ser relativamente poco empleados en nuestra industria, pues por el contrario, nadie duda de su excelente poder engrasante.

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