Durante la década de los 50 los
jóvenes habían descubierto de mano del "nuevo cine" de Elia
Kazan (Un tranvía llamado deseo, 1951) y Nicholas Ray (Rebelde sin causa,
1955) y de sus estrellas, Marlon Brando, James Dean y Natalie Wood, formas
nuevas de expresar sus diferencias con los adultos. El Rock & Roll les
dio voz y ritmo distintivos, y lentamente fueron construyendo una
conciencia y una sensibilidad propias que pareció establecerlos como el
centro de la cultura, y especialmente de las industrias del
entretenimiento.
![](cero.jpg)
The Swinging London, estilo "Austin Powers"
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En los 60's esta tendencia se impondría
definitivamente. Nunca antes ser joven había sido tan excitante, y este
estado de conciencia se extendió desde el 'Swinging London' de principios
de la década hasta los campos de ácido, amor y paz de Woodstock.
Y
aunque comparados con los movimientos feministas y las reivindicaciones de
Martin Luther King y Malcom X, los 'movimientos jóvenes' de la época
padecían de una ingenuidad ideológica mayúscula, nadie puede negar la
diversidad y riqueza imaginativa de esos años. |
Parte de la revulsión social protagonizada por los
jóvenes estuvo en la sensibilidad desplegada, que parecía hacer de la
exploración de lo diferente su principal propósito. La vestimenta fue un
medio de expresión privilegiado, y si bien prendas, texturas y formas
fueron importadas desde otros continentes, espiritualidades e identidades,
fue el cuero, un material largamente utilizado en Occidente, aunque hasta
entonces de manera restrictiva, quien invadió las prácticas
vestimentarias de toda la sociedad, rompiendo los límites a los que
había sido sometido y entrando en la industria de la vestimenta de manera
definitiva.
Ya a comienzos de los 60's, el mundo de la moda se
había percatado de la versatilidad del cuero, no sólo para abrigos,
zapatos y accesorios, sino para todo tipo de prendas. Al principio, fueron
los llamados 'rockers', herederos directos del Rock & Roll más
clásico, los que se beneficiaron de pantalones, sacos y hasta camisas
elaborados con todos los cueros conocidos.
Así se continuaba una
relación entre el cuero y el rock que, comenzada en los 50's, nunca
desaparecería, quizás para hacer honor al aura de rebeldía y ferocidad
que este género musical siempre inspiró y pretendió sostener como
imagen. Hasta los Beatles comenzaron su carrera con dicha indumentaria, y
hacia el fin de la década, el propio Rey del Rock, Elvis Presley
intentaría resucitar infructuosamente su soberanía enfundado en un traje
de cuero negro. |
![](uno.jpg)
Travolta en "Grease",
recreación disco de la cultura "rocker"
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Sin embargo, a pesar de la influencia de la publicidad
en torno a la industria de la música, fue Alan Bates, diseñador de moda
inglés, quien bajo la grifa de Jean Varon creó una serie de diseños que
moldearon la sensibilidad de los jóvenes de Londres, epicentro de la
estética y de la cultura joven de la primera mitad de los 60's. El cuero
figuró siempre entre sus texturas favoritas, confeccionando vestidos,
minifaldas, camperas, y especialmente catsuits, prendas de una sola pieza
con cierre frontal, que enfundaban el cuerpo femenino, y que solían
usarse con botas largas, obviamente también de cuero.
Esta prenda sería enormemente popular durante toda la
década, especialmente debido a la TV, dominada por personajes como
Catherine Gale, Emma Peel, o la propia Catwoman de la estridente serie de
Batman, que vestidas por ceñidos catsuits desplegaban una femineidad
felina, de enorme sensualidad, veleidad lúdica y ferocidad.
![](dos.jpg)
Catwoman (Julie Newmar)
después de un encuentro
"fortuito" con Batman
Pero no
fue Catwoman quien se destacó por el uso del catsuit de cuero, sino que
fueron las deliciosas y letales Catherine Gale y Emma Peel quienes dieron
forma a gran parte de las fantasías de la Cultura Pop en torno al cuero.
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