En 1962 la TV británica ponía al aire el episodio de
su serie de aventuras The Avengers (Los Vengadores) en el cual se
introducía a la antropóloga Catherine Gale, interpretada por Honor
Blackman. A partir de ese momento la industria de la moda del cuero
viviría una época dorada tanto comercial como creativamente. The
Avengers era una serie singular, sus historias de espías eran tan
inverosímiles que sólo quedaba prestar atención al estilo, la estética
y el perfil de sus personajes, especialmente los femeninos. Si bien
Catherine Gale compartía sus aventuras con John Steed (Patrick Macnee),
quien había estado desde un año antes en la serie, fue su vestimenta y
su temperamento lo que hizo la diferencia. |
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Catherine Gale (Honor
Blackman) y John Steed (Patrick Macnee) comparando habilidades.
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Catherine
Gale, una mujer difícil de convencer.
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Mujer decidida y temeraria, representaba una imagen
difícil de encontrar en la época. Lo más interesante resultaba su
vestuario, prácticamente todo elaborado en cuero, donde podían
distinguirse las más diversas texturas, plasmadas en diseños que no le
dificultaban despliegues de energía y fuerza al confrontar a los villanos
de turno. Su apariencia, de una extraña belleza severa, estableció el
estilo innovador de la serie y su representación vigorosa del género
femenino. Otra vez el cuero aparecía como símbolo expreso de fuerza,
ahora aunado a la belleza y gracilidad de una silueta femenina capaz de
amedrentar al más delirante de los pretensos conquistadores del mundo.(4)
Las fantasías provocadas por Mrs. Gale y su indumentaria tendrían un
enorme efecto en el mundo de la moda, donde el cuero recibió un impulso
sustentado en la popularidad de la serie, que le permitió entrar a la
Alta Costura de manera ostentosa. |
Al promediar la década The Avengers era un éxito
mundial, pero Honor Blackman decidió dejar su papel de Cathy Gale y los
productores se vieron obligados a buscar sustituta, y no pudieron haber
tenido mejor suerte. La elección de Diana Riggs como la joven viuda Emma
Peel marcó la Cultura Pop de manera indeleble. La belleza picaresca y
plena de humor de Emma Peel contrastaba con la mayor agresividad de Mrs.
Gale, pero ambas ofrecían un modelo enérgico de mujer pleno de seguridad
e independencia, lo cual las volvió una referencia indudable para muchas
mujeres, y a la vez objeto de fascinación para no pocos hombres. Emma
Peel también sabía de las virtudes del cuero como materia simbólica,
pero fue más allá y portó diseños cuyo surrealismo iba muy en
consonancia con el carácter dominante en la serie, llena de climas
bizarros, donde la sugestión y el humor importaban más que las
historias, por lo general sólo una excusa para los diálogos punzantes de
los protagonistas y para la exhibición delirante del vestuario de Emma.
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Emma Peel (Diana Riggs) en su contundente primera aparición en TV.
La influencia de la estética innovadora de la serie se
hizo sentir pronto y las jóvenes del mundo desarrollado, ya arrasado por
el 'Boom Británico' que habían catalizado los Beatles, comenzaron a usar
catsuits atrevidos y de colores brillantes, prendas en cuero, y
especialmente todo tipo de botas, al mejor estilo 'The Avengers'. A esta
altura, Alan Bates, el diseñador especializado en cuero que mencionamos
anteriormente, se había convertido en algo cercano al asesor oficial del
vestuario de Diana Riggs al interpretar a Emma Peel. De esta manera el
cuero había pasado de ser un símbolo de vigor masculino a ser una forma
de expresión femenina que aunaba a la fortaleza y la sensualidad, el
humor surrealista, delirado e intrascendente tan propio de la Cultura Pop.
Así la incidencia de este material en el imaginario social de Occidente
era cada vez más complejo, siendo enriquecido por evocaciones que eran
impensables sólo diez años antes, cuando un traje de cuero ceñido al
cuerpo de una mujer sólo podía observarse, con pudor y lascivias casi
rituales, en las páginas de revistas clandestinas que apenas circulaban
por correo.
Las connotaciones sexuales del cuero no habían
desaparecido, pero ciertamente se habían sofisticado, alejándolo de la
oscuridad y gravedad que las referenciales tribales y 'primitivas' le
habían otorgado a lo largo de su historia en Occidente, y que el cuero
había logrado conservar hasta bien entrado el siglo XX. Sin embargo, el
mundo del rock se resistía a prescindir de la fuerza evocadora del cuero
como materia animal y violenta. La mayoría de las estrellas de rock
usaban profusamente prendas de cuero, buscando beneficiarse de una imagen
de rudeza que brindara credibilidad a sus posturas de rebeldía. Sin
embargo, todo parecía una pose, hasta que en Los Angeles surge una figura
que pareció aunar la ferocidad, la rabia, la inspiración y el éxtasis
de la experiencia americana de los 60's, Jim Morrison. |
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The Lizzard King
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