Diccionario soviético de filosofía
Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo 1965
páginas 62-63

Causalidad

(del latín «causa»: causa). Categoría filosófica que denota la conexión necesaria de los fenómenos, uno de los cuales (denominado causa) condiciona a otro (denominado efecto). Se distingue la causa absoluta y la causa específica. La causa absoluta es el conjunto de todas las circunstancias cuya presencia determina necesariamente el efecto. La causa específica es el conjunto de circunstancias cuya aparición (ante muchas otras circunstancias que existen ya en la situación dada antes de que se produzca el efecto y que forman las condiciones para que la causa actúe) lleva a la aparición del efecto. Establecer la causa absoluta sólo resulta posible en casos relativamente sencillos; por lo común, la investigación científica se orienta hacia el descubrimiento de las causas específicas de un fenomeno dado. Esto también ocurre, además, porque en la causa específica se unen las componentes de la causa [63] absoluta más esenciales en la situación dada, y los componentes que quedan aparecen sólo como condiciones de la acción de dicha causa específica. El problema de la causalidad es campo de una enconada lucha entre materialismo e idealismo. El materialismo defiende la tesis de que la causalidad posee un carácter objetivo y universal, considera los nexos causales como nexos de las mismas cosas, los cuales existen fuera de la conciencia e independientemente de ella. El idealismo subjetivo o bien niega en general la causalidad reduciendola a una mera sucesión de sensaciones habitual para el hombre (Hume), o bien, reconociendo que la causalidad constituye un nexo necesario, estima que el sujeto cognoscente la aporta al mundo de los fenómenos (carácter apriorístico de la causalidad, Kant). El idealismo objetivo puede reconocer la existencia de la causalidad independiente del sujeto cognoscente, pero ve sus raíces en el espíritu, en la idea, en el concepto, a los que considera independientes del sujeto. El materialismo dialéctico no sólo reconoce el carácter objetivo y universal de la causalidad, sino que además rechaza la visión simplista de la misma, en particular la contraposición –característica de la metafísica– de causa a efecto y viceversa, a los que considera como momentos de una interacción en la cual el efecto, determinado por la causa, desempeña a su vez un papel activo, ejerciendo una acción inversa sobre la causa. Las conexiones causales poseen un carácter multiforme y no es posible reducirlas a un solo tipo, como hacía el materialismo metafísico (por ejemplo, el determinismo de Laplace, que asignaba un valor absoluto a la causalidad mecánica). El progreso de la ciencia moderna, que no admite se atribuya valor absoluto a las formas de conexión de causa y efecto antes conocidas, descubre el carácter polifacético de tales relaciones, confirma, ahonda y enriquece la concepción materialista dialéctica de la causalidad. La categoría de causalidad constituye una de las categorías de la investigación científica que, en última instancia, siempre se orienta hacia el descubrimiento de las principales dependencias causales. Ahí donde el conocimiento alcanza un estadio en el cual resulta posible el riguroso análisis cuantitativo de los fenómenos estudiados, los nexos causales reciben expresión en forma de dependencias funcionales, lo cual, sin embargo, no hace superflua la categoría de causalidad (Determinismo e indeterminismo).


www.filosofia.org Proyecto filosofía en español
© 2001 www.filosofia.org
  Soviético
Enciclopedias