André Lalande, Vocabulario técnico y crítico de la filosofía [1926]
Librería El Ateneo, Buenos Aires 1953
tomo 1
páginas 228-229

«Connotación» [F. Connotation], E. Connotation.

En J. S. Mill, un término es llamado connotativo cuando designa (en extensión) uno o más seres, pero haciéndolos conocer por ciertos caracteres, y, por consiguiente, enseñándonos algo sobre sus propiedades. «The word white denotes all white things, as snow, paper, the foam of the sea, &c.; and implies, or as it was termed by the schoolmen, connotes the attribute whiteness.» («La palabra blanco denota todas las cosas blancas, como la nieve, el papel, la espuma del mar, &c.; e implica, o, como decían los escolásticos, connota el atributo blancura.») Logic, I, II, § 5. Por lo contrario, un simple nombre propio, o un atributo abstracto (blancura) son llamados «no connotativos».

Por consiguiente, la connotación de un término es para él su sentido o su comprensión subjetiva más difundida; e insiste sobre la necesidad para los filósofos de substituir esta connotación floja con «a fixed connotation» («una connotación fija») que será expresada por una definición (Ibíd.; Cf. I, cap. VIII, § 1 ).

Para J. N. Keynes (Formal Logic, I, cap. II; 4ª ed., págs. 26-27), la comprensión decisoria (conventional intension) es la que convendría designar con connotación, sea que se refiera a una definición comúnmente aceptada o subentendida, sea que se haya dado una definición explícita del término para determinado uso. El término se opondría al de «comprensión», que designaría la comprensión total, que es más bien la propiedad de la clase que la del nombre que la designa.

Pero hace observar que Stanley Jevons (Pure Logic, pág. 6) y E. C. Benecke (Mind, 1881, pág. 532) han tomado connotación en el sentido de comprensión total.

Para Goblot, connotación y comprensión se han tomado primero en un sentido muy general y como sinónimos: habla así de «la connotación (o comprensión subjetiva) de un nombre». Logique, pág. 105. Pero, más tarde, con el fin de distinguir netamente lo que antes hemos llamado «comprensión eminente», de los sentidos puramente lógicos de «comprensión», propone reservar este término para la primera, y reunir el definiente y la comprensión total bajo el nombre de connotación: «Diremos, pues, concluye, la connotación de los conceptos, y la comprensión de las ideas.» Ibíd., pág. 115.

Usos tan diversos hacen muy difícil la adopción de una definición única. Ver las expresiones sin ambigüedad en el artículo Comprensión: total, decisoria, &c.

Sobre Connotación.

Etimológicamente, esta palabra se aplicaba a los términos atributivos en su relación con los substantivos. Así se decía que la palabra «justo» connotaba (con y además del atributo que designa directamente) el sujeto «hombre» o «Dios», al cual este atributo es inherente. Este sentido etimológico ejerció sobre Mill una desdichada influencia, conduciéndole a negar que los nombres propios tuviesen una connotación, ya que no designan nada más que el sujeto al cual se aplican: «Sofronisco», por ejemplo, no contiene la idea de «padre de Sócrates». (C. Webb).


www.filosofia.org Proyecto filosofía en español
© 2000 www.filosofia.org
  Lalande
Enciclopedias