La operación «ecualización» de especies, géneros, &c. A, B, &c. (en símbolos AÇ_B) puede considerarse como operación correlativa a la operación intersección (AÇB). Por la ecualización de A y B (o C, D...) en el marco k regresamos a un concepto o clase F común a A, B... tal que A, B,... se refunden en B.

La mejor prueba de que la ecualización no se reduce a la intersección nos la proporciona el hecho de que la ecualización puede tener lugar, como operación positiva, aplicada a clases disyuntas:

También habría que tener en cuenta la operación correlativa a la de reunión (AÈB), designada por AÈB, interpretada como composición no alternativa (como es el caso de la reunión).

Asimismo, correlativo al funtor B Ì A consideramos al funtor A –Ì B, denominado conformación. La operación