Eficaz receta

«Para ser comunista de verdad y sin trampantojo –si es que se puede– se necesita haber estudiado a fondo el sistema y la lógica de Hegel, con sus orígenes a partir de Kant y pasando por Fichte y Schelling; conocer el panteísmo de las escuelas trascendentales alemanas y sus concomitancias con Espinosa y aun con los antiguos monistas Parménides de Elea y Meliso de Samos; realizar un viaje a la derecha y otro a la Izquierda hegeliana, y encontrar en la primera –diríase paradoja– al judío Carlos Marx; saber la historia de la Economía política con sus fisiócratas y mercantilistas, con Adán Smith, Juan Bautista Say y David Ricardo; darse cuenta de lo que el socialismo significa desde la República de Platón, la Utopía de Santo Tomás Moro, La ciudad del sol del dominico Campanella, el samimonismo y el falansterio de Fourier... En pocas líneas ha sido esbozada toda una Facultad con varios cursos y asignaturas. Antes de haberla cursado, nadie se encuentra en disposición de llamarse comunista. El propio Lenin no llegó nunca a entender la Lógica, de Hegel.»