La phi simboliza la filosofía de tradición helénica, la ñ la lengua española Proyecto Filosofía en español
Antonio de Guevara 1480-1545

Libro áureo de Marco Aurelio

Capítulo XXIX
De una enfermedad que tuvo Marco Emperador, y de lo que dixo a unos médicos porque le reñían que, estando malo, no dexava los libros.


Estando en aquella çiudad de Partínoples, como otros buscan passatiempos para conservar la vida, assí él se occupava en sus libros para augmentar la sciencia. No avía cosa con que alguno le pudiese hazer algún gran serviçio como era buscarle algún libro nuevo -no dezimos nuevo de los que escrevían en sus tiempos, sino de los muy antiguos que por viejos eran olvidados. Era amigo no sólo de libros antiguos, pero aun de viejas vejedades, y por ellas hazía muchas mercedes.

Estando en aquella çiudad malo, truxéronle de Asia, de una ciudad que se llama Helia, unos hebreos un libro escripto en hebraico, y tomó tanto sabor en leerle y tanta cobdicia en acabarle, que muchas vezes sobre comer se ponía a estudiar, y estando con calentura no podía dexar de leer. Y como los médicos le amonestasen, y los amigos le rogasen, y los privados le riñesen porque, olvidada la salud de su persona, se occupava tanto en la escriptura, respondió:

Por los dioses que adoramos vos coniuro y por la amistad que nos tenemos vos ruego me dexéis. Bien sabéis que no se curan los de sangres delicadas como los rústicos de nervios duros. Por semejante manera, unas medicinas han menester los de claros juizios y con otros socroçios se han de curar los de botos entendimientos. Ésta es la differençia que ay de lo uno a lo otro: que el idiota como idiota tiene dieta de libros y ártase de manjares, y el sabio como sabio [117] aborresçe los manjares y recréase con los libros. ¡O!, si supiesen los que no saben qué cosa es saber, yo vos iuro ellos viesen cómo vale más lo poco que sabe el sabio que lo mucho que tiene el rico. Porque el mísero rico, quanto augmenta en riquezas desminuye en amigos y cresçe en enemigos para su daño; y el que es sabio, quanto más sabe, tanto es más amado de los buenos y temido de los malos por su provecho.

Una de las cosas en que soy cargo a los dioses es averme hecho compassivo, lo qual no es pequeño don para el hombre que vive en este mundo. Dígolo porque yo gran compassión tengo a los pobres muy pobres, a las biudas muy biudas, y a los tristes muy tristes, y a los huérfanos muy huérfanos; pero sin comparaçión la tengo mayor a los nesçios muy nesçios. Porque los dioses, haziéndolos hombres por naturaleza, se pudieran hazer dioses por la sabiduría, y ellos como torpes se han tornado menos que hombres por su necedad. Por cierto, bendito es el hombre que no se contenta con ser hombre, sino que procura ser más que hombre por la virtud; y maldito el hombre que no sabe ser hombre si no se torna menos que hombre por el viçio.

Al paresçer de todos los más philósophos, una es la primera causa, y uno es solo el dios immortal; y si ay muchos dioses en los çielos, es porque huvo muchos virtuosos en la tierra. En aquellos siglos passados, quando los simples eran siervos y los buenos señores, eran en tanto tenidos los buenos que se avían señalado en famosas obras quando vivos, que eran tenidos por dioses después de muertos. Como el dote de la virtud sea el premio que se da por ella, cosa es cónsona a razón los que se esforçaron a ser buenos entre tantos malos de esta vida sean muy honrados con los dioses después de la muerte.

Vosotros estáis mal comigo porque me veis siempre leer, y yo estoy peor con vosotros porque nunca hos veo un libro en esas manos tomar. Vosotros tenéis por trabajoso al hombre enfermo leer; yo tengo por más peligroso el que está sano holgar. Vosotros dezís que la lectión en mis carnes causa quartana; yo digo que la oçiosidad en vuestras [118] ánimas engendra pestilencia. Mientras yo me pudiere aprovechar de mis libros, ninguno tenga compassión a mis trabajos, porque más quiero morir como sabio entre los libros que no vivir como simple entre los hombres. Pregúntohos una cosa: el hombre que presume de hombre y no tiene letras, ¿qué differençia ay dél a las bestias? Por cierto, más provechosos son los animales para labrar la tierra, que no los hombres simples para servir la república. Un simple buey da su cuero para calçar y sus carnes para comer y sus fuerças para arar, y una innocente oveja aprovechan sus velloçinos para paños y su leche para quesos; pero el hombre nescio ¿a qué aprovecha, sino que offende a los dioses, escandaliza a los innoçentes, come el pan de los pequeños y es cabeça de vagabundos? De verdad, si en mi mano fuese, yo antes daría la vida a un búbalo simple que a un idiota maliçioso, porque aquel animal vive en utilidad de muchos y sin daño de alguno, y el hombre idiota vive en daño de todos y sin provecho de alguno.

¿Por qué pensáis que estoy yo mal con los ignorantes y amo tanto a los doctos? Pues oýd, que yo hos lo diré. Bien me paresçe a mí el hombre que es columbino en su condiçión, suave en sus palabras, reposado en su persona y grato en su conversación; y por contrario mucho me desplaze el hombre que es áspero en las palabras, bullicioso en las obras, rixoso en la condición, doblado en las promesas y duro en el coraçón; pero quiero dezir otra cosa que siento, que assí como el sabio lo que le falta de natural suple con buena sciencia, assí el que es simple lo que le falta de discreçión suple con malicia. Tened esto por çierto, y de ligero no se crea alguno de nadie, porque el hombre para que le creamos, o ha de ser tan simple que de simple se torne bobo, o ha de ser tan cuerdo que de cuerdo se torne sabio; y al que fuere de otra manera, guardahos dél porque anda a vender malicia. El que quiere engañar a otro, lo primero que haze es ponerse en possessión de simple, porque teniendo crédito de bueno puede derramar su maliçia seguro. Las mollinas blandas passan las ropas, y la calentura lenta se mete en los huessos, y los hombres mansos engañan a las gentes. [119]


{Antonio de Guevara (1480-1545), Libro áureo de Marco Aurelio (1528). Versión de Emilio Blanco publicada por la Biblioteca Castro de la Fundación José Antonio de Castro: Obras Completas de Fray Antonio de Guevara, tomo I, páginas 1-333, Madrid 1994, ISBN 84-7506-404-3.}

<<< Capítulo 28 / Capítulo 30 >>>


Edición digital de las obras de
Antonio de Guevara
La versión del Libro áureo de Marco Aurelio, preparada por Emilio Blanco, ha sido publicada en papel en 1994 por la Biblioteca Castro, y se utiliza con autorización expresa de su editor y propietario, la Fundación José Antonio de Castro (Alcalá 109 / 28009 Madrid / Tel 914 310 043 / Fax 914 358 362).
© 1999 Fundación Gustavo Bueno (España)
Proyecto Filosofía en español ~ www.filosofia.org ~ pfe@filosofia.org