La phi simboliza la filosofía de tradición helénica, la ñ la lengua española Proyecto Filosofía en español
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Marxismo
Recopilación de cartas
26 a 50 (9 enero 1997)
0026 29dic1996 / Carlos Campos / Marxismo, terrorismo y santos inocentes
0027 29dic1996 / Pedro Torrealba / Re: Marxismo, terrorismo y santos inocentes
0028 29dic1996 / Pedro Torrealba / Re: ya arrancamos!
0029 29dic1996 / Rosa E. Martínez / Re: Marxismo, terrorismo y santos inocentes
0030 29dic1996 / Pedro Torrealba / Re: Izquierda Unida y el PCE
0031 29dic1996 / Carlos Campos / Marxismo, terrorismo y santos inocentes 3
0032 29dic1996 / Manuel Chapuseaux / Re: Izquierda Unida y el PCE
0033 30dic1996 / Pedro Torrealba / Re: Marxismo, terrorismo y santos inocentes 3
0034 02ene1997 / Juan Manuel Forte / Re: ya arrancamos!
0035 02ene1997 / Barbara Correll / Re: Van creciendo los suscriptores
0036 02ene1997 / Zeta Zerdeja / Fuga
0037 02ene1997 / Manuel Chapuseaux / Marxiano
0038 04ene1997 / Carlos Campos / Re: Marxiano
0039 04ene1997 / Pedro Torrealba / Re: Marxiano
0040 06ene1997 / Carlos Campos / Re: Marxiano (4 y última)
0041 07ene1997 / Pedro Torrealba / La democracia representativa
0042 07ene1997 / Pedro Torrealba / Democracia big-ban
0043 07ene1997 / Rosa E. Martínez / No me sorprende...
0044 08ene1997 / David Teira Serrano / Re: No me sorprende...
0045 08ene1997 / Claudio Mendoza / A la opinión pública
0046 08ene1997 / Pedro Pablo / Re: Marxismo, terrorismo y Santos Inocentes
0047 08ene1997 / Pedro Torrealba / Marxismo... y Cuba
0048 08ene1997 / Manuel Chapuseaux / La dialéctica en acción
0049 09ene1997 / Juan Manuel Forte / Dialéctica en acción
0050 09ene1997 / Pedro Torrealba / Re: Dialéctica en acción


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Marxismo 0026
Fecha: Domingo, 29 diciembre 1996 12:45:57 +0100
De: Carlos Campos / atenea@lix.intercom.es
Título: Marxismo, terrorismo y Santos Inocentes

Queridos amigos:

Perdónenme por la intromisión, ¿de verdad Vds. han meditado sobre el trasfondo del escrito adjunto? No puedo creer que sea serio por parte de sus autores y publicistas el apoyo al grupo que tiene secuestrado a un centenar de personas en Lima. Si no es una broma de Santos Inocentes, por cierto bastante macabra, lamento decirles que tienen del marxismo una opinión bastante superficial y anecdótica.

¡Que cómodo es ser marxista-leninista-revolucionario de salón desde la amable situación de ciudadano informatizado!

Aunque resulte bastante presuntuoso de mi parte lo que voy a decir estoy convencido que si Marx, Engels, Rosa Luxemburgo, Gramsci, y tantos otros marxistas de verdad levantaran la cabeza y vieran las cosas que hacen en su nombre se morirían de nuevo de asco y de vergüenza.

¿No sería mucho mas «marxista» defender el reconocimiento legal de los «Tupac Amaru», «Senderos Luminosos», «Etas», «Gias» y similares con la condición «sine qua non» del abandono por su parte de las armas, la extorsión, el terrorismo y el asesinato como medio de lucha, y ganarse el apoyo de «sus» pueblos con los votos? No, claro, eso no, porque la democracia burguesa capitalista es un fraude... ¡Claro, y yo sin darme cuenta!: ¡La democracia verdadera es la otra!... la de la dictadura del proletariado, el «gulac» estalinista, el tiro en la nuca, y el Partido como vanguardia de la clase obrera!

Por favor, perdónenme por mi ignorancia. Al fin y al cabo no tengo yo toda la culpa: es la alienación burguesa-capitalista a la que estoy sometido.

A pesar de todo, saludos afectuosos.
Carlos Campos / Historiador
35016 Las Palmas de Gran Canaria / Islas Canarias, España, U.E.


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Marxismo 0027
Fecha: Domingo, 29 diciembre 1996 14:32:22 +0000 (UT)
De: Pedro Torrealba / Torreal@msn.com
Título: RE: Marxismo, terrorismo y Santos Inocentes

> No puedo creer que sea serio por parte de sus autores y publicistas el apoyo al grupo que tiene secuestrado a un centenar de personas en Lima. Si no es una broma de Santos Inocentes, por cierto bastante macabra, lamento decirles que tienen del marxismo una opinión bastante superficial y anecdótica. <

Pudiera tratarse más bien como que «de más latinoamericana». Menos europea. Más cercana a difíciles procesos sociales donde la violencia está sistematizada y que se expresa en un universo casi ilimitado de pobreza agria y hedionda. De muertes por doquier «porque no hay medicina para la gente pobre». De muertes por doquier porque «no hay respeto por los derechos humanos de cualquiera que ose constituirse en enemigo del sistema». De muertes por doquier. A un nivel más riguroso: Más cercano a los procesos de marginalidad social. Más cercano a una delincuencia infantil desmedida y hambreada. Peligrosa. Más cercano a masacres de campesinos. Más cercana a los pueblos del tercer mundo que al capitalismo europeo. Más cercano a la praxis política que a un marxismo meramente academicista. Más cercano a una situación general inflacionaria, que en nombre de «la aldea global» y del neo-liberalismo, esclaviza a naciones enteras, a mercados que expolian los recursos de los países pobres a causa de la «dolarización» de las inversiones. De una corrupción política sin precedentes. De un caos social a duras penas sostenido sobre la falsa democracia y el uso indiscriminado de la fuerza, cada vez que cualquiera pretenda una actitud insurrecional.

> ¡Qué cómodo es ser marxista-leninista-revolucionario de salón desde la amable situación de ciudadano informatizado! <

¿Te estarás psicoanalizando de incógnito...?

> Aunque resulte bastante presuntuoso de mi parte lo que voy a decir estoy convencido que si Marx, Engels, Rosa Luxemburgo, Gramsci, y tantos otros marxistas de verdad levantaran la cabeza y vieran las cosas que hacen en su nombre se morirían de nuevo de asco y de vergüenza. <

Marx y Engels, por ejemplo, fueron hombres bastante más prácticos de lo que te imaginas. Participaron en la organización política del comunismo de la época a todo lo largo y ancho de Europa. Hasta España llegaron. Y fueron igualmente perseguidos.

> ¿No sería mucho más «marxista» defender el reconocimiento legal de los «Tupac Amaru», «Senderos Luminosos», «Etas», «Gias» y similares con la condición «sine qua non» del abandono por su parte de las armas, la extorsión, el terrorismo y el asesinato como medio de lucha, y ganarse el apoyo de «sus» pueblos con los votos? <

Desde la «perspectiva europea» y -por supuesto- desde la comodidad pequeño burguesa, la respuesta podría sonarte a un «Si» discordante. Y sin embargo, es perfectamente comprensible tu rechazo a todo cuanto tenga que ver con «terrorismo». Yo -puedes creerlo- considero que el terrorismo es la forma de lucha armada más atroz y desquiciada que se haya inventado el hombre. Hablo del terrorismo de derecha, de izquierda, del gubernamental, del de la CIA. De todos. Y entiendo que no estoy de acuerdo con la «metodología» que usan los grupos que arriba has mencionado. Pero, en el caso particular de la toma de la embajada japonesa en el Perú, me parece política y militarmente acertada. Sin de ninguna manera incurrir en la falacia de «la generalización».

Por otra parte, también estoy en total desacuerdo con el otro «extremo». La posición derechista de la lucha revolucionaria que sostienes. No debías creer -desde la perspectiva marxista- que sea posible derrotar (arrebatarle el poder) a las clases dominantes por la vía electoral. El Chile de Salvador Allende te sería una referencia obligada. Bastase con que los grupos revolucionarios tengan alguna cierta posibilidad de poder, para que se produzcan todas las formas de represión político-militar imaginables. Si no, revisa la historia de los países latinoamericanos de los últimos sesenta años. No debes olvidar que la lucha política es lucha por la preeminencia, y que las luchas políticas pueden escalar a la lucha armada (Clausewitz). En el caso concreto de los países latinoamericanos, solo Cuba -hasta el presente- ha tenido éxito en el derrocamiento del poderío burgués.

> No, claro, eso no, porque la democracia burguesa capitalista es un fraude... ¡Claro, y yo sin darme cuenta!: ¡La democracia verdadera es la otra ...la de la dictadura del proletariado, el «gulac» estalinista, el tiro en la nuca, y el Partido como vanguardia de la clase obrera! <

Sí, efectivamente: la democracia burguesa es un fraude; independientemente de que el «bloque soviético» haya colapsado. Lo primero nada tiene que ver con lo segundo. La «democracia política» como forma de elegir gobernantes es bastante más trascendente en el socialismo. Un país como Cuba, donde los índices de abstención escasamente llegan al 6%, los «principios de la democracia» se aplican también al universo entero de la vida social. Abarca lo económico; lo educativo-cultural, &c.

Por el contrario en la sociedad burguesa tradicional «los principios de la democracia» son aplicados -exclusivamente- a la forma del modelo electoral de la sociedad. De allí en adelante estamos hablando de una dictadura económica desmedida y demente cuya única prioridad es la multiplicación del Capital, aunque a veces ello implique la aniquilación sistemática de miles y miles de familias enteras.

Que el socialismo, bajo el enfoque stalinista, haya sido un rotundo fracaso social (político, económico, &c.) no es suficiente para «condenarlo» y que tengamos que salir espantados a buscar refugio en la falsa democracia burguesa. El socialismo es perfectible en una medida infinitamente superior a lo «perfectible» que pueda llegar a ser la falsa democracia burguesa. Para empezar, el socialismo -no stalinista- es como concepto, altamente humanista. Yo diría que la forma del humanismo más elevada que ha haya sido concebida por el hombre hasta nuestros días.

> Por favor, perdónenme por mi ignorancia. Al fin y al cabo no tengo yo toda la culpa: es la alienación burguesa-capitalista a la que estoy sometido. A pesar de todo, saludos afectuosos. Carlos Campos. Historiador <

No para nada. Mucho más sorpresa me causó, por ejemplo, que el «marxista» Guadarrama propusiera -¡públicamente!- que «los marxistas no debemos tener, necesariamente, ningún tipo de militancia política. Basta con que seamos de izquierda». Y asumo, por tu escrito, que -en el peor de los casos- eres, pues, un hombre de izquierda. Lo cual, dicho sea de paso, es perfectamente válido aún cuando en lo personal yo no comparta tus puntos de vista ni como enfoque, ni como posición, ni como nada.

A pesar de todo, saludos afectuosos.
Pedro. Más bien como «empujado por la historia».


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Marxismo 0028
Fecha: Domingo, 29 diciembre 1996 17:48:44 +0000 (UT)
De: Pedro Torrealba / Torreal@msn.com
Título: RE: ya arrancamos!

> Esto lo entiendo, Pedro, lo que quería decir es que para mí no esta claro que en los manuscritos Marx haya roto definitivamente con su herencia hegeliana, con su visión ontológica de la alienación. <

El Marx «joven» (1848) rescata de Hegel el concepto «alienación» para redimensionarlo y exponerlo como característica consecuencial del desarrollo de la sociedad del capital. Y Marx logra explicar el fenómeno en su contexto «sociológico» y no -en modo alguno- «filosofal». Ello por sí mismo es una ruptura conceptual. Marx ha sido «acusado» de cristiano. No creo ni que Marx ni Engels ni el mismo Lenin ni Fidel. Y ni tu ni yo hayamos «roto» por completo con «la hegeliana». Algunos rasgos de su «discurso» son inherentes al hombre mismo. Tanto como puede ocurrir con «el cristianismo». Pero es casi seguro que a ninguno de los arriba mencionados (y ni a ti ni a mi) nos sea aplicable el término de «Cristianos».

Me interesa mucho que reexaminemos esto: Refiriéndome a «la suma de posibilidades» hacia una sociedad capaz de alcanzar «los más altos niveles posibles de humanidad», dije poco más o menos lo siguiente:

> La sociedad sin clases. La sociedad que orienta la distribución de sus riquezas; a la satisfacción de las necesidades materiales de sus conciudadanos. La sociedad que garantiza también educación y trabajo; participación activa de sus miembros en el universo de las decisiones políticas, sociales, económicas; culturales, etc., etc. Me sugiere la mayor suma de probabilidades para garantizar la No-alienación. La No-alienación que me significa la libertad del hombre de ataduras pseudo-culturales; místico-religiosas, &c. Y encuentro en esto lo más cercano a «los más altos niveles de humanidad del hombre». <

Tu puntualizas un conjunto de «opciones» que por separado o «mezcladas» pudieran explicar ese «nivel humano». Entiendo como «No-alienación» la posibilidad de que el hombre pueda vencer la limitación ideológica que le imponen, por ejemplo, «la religión y el ocultismo». La ignorancia; los procesos de «marginalidad» observables en la composición de las sociedades clasistas. Y el «consumismo» a ultranzas, con sus largas cargas de necesidades «artificialmente concebidas» en virtud de la perpetuidad de un sistema (Capitalismo). Sugiero que la «liberación» de este tipo de «ataduras», se constituirá en una suma muy importante de posibilidades de un desarrollo humano infinitamente más racional -la cual es lo que potencialmente nos define como «humanos»- en una aproximación a lo que Marx definió como «el fin de la pre-historia».

> 1. El fin de la historia, el desenvolvimiento del espíritu absoluto de Hegel... <

No necesariamente. Pero podríamos estar hablando de un escenario social que sume posibilidades a un desarrollo sostenido -y por lo tanto impredecible- de las capacidades (todas) del hombre. El punto exacto es: el sistema social que logra que esa «suma de posibilidades» pueda abarcar (beneficiar directamente) al grueso de la población y no tan solo a una estrecha minoría, escuálida y arrogante; es el comunismo.

> 2. El trabajo como enajenación, la conquista del tiempo libre, Marcuse. <

No necesariamente. Pero -en lo personal- creo que Marcuse fue, básicamente, «un marxista-cristiano» cuyo trabajo intelectual presuponía la «restauración» del «Paraíso Perdido». Asumo que estamos tan lejos de esa posibilidad práctica que ni siquiera concibo que debamos incluirla ni como «elemento estratégico» en la lucha político-militar de los pueblos.

Sin embargo, al margen de las «motivaciones ideológicas» de Marcuse, no seré yo quien se atreva a «profetizar» que «la conquista del tiempo libre» no pueda constituirse un día en una posibilidad social para la sociedad comunista del futuro. Si esa «conquista» existe como característica de los miembros de la burguesía dominante de nuestros días, es perfectamente posible que también un día pudiera llegar a caracterizar la «praxis social» del colectivo de la sociedad comunista del futuro.

> 3. ¿Necesidades materiales? ¿cuáles son? ¿cómo descubrirlas? 5. ¿Hay necesidades materiales producto de algún tipo de alienación? ¿se deben distinguir? ¿cómo distinguirlas? <

Podríamos comenzar por trabajar en garantizar una plena y abundante satisfacción de las más universales (comida, techo, ropa, calzado; salud, educación; trabajo; recreación; desarrollo del arte; libertad...) y por ahí veremos cuáles más iremos añadiendo al universo de las prioridades. Supongo que surgirán con el tiempo las «no-tan-prioritarias». Pero igual seguiremos aprendiendo y progresando.

> 6. De estos altos niveles de humanidad que defines, ¿podríamos deducir una esencia humana para oponerla a la enajenación? <

Si, pero no como «esencia» cuya acepción tiende a explorar cuestiones más bien relacionadas con «fuerzas inconscientes». Dejemos eso a los «psicoanalistas». Es más objetivo quizá definirlo en términos de una cultura opuesta a la alienación; porque la alienación es -básicamente- un problema cultural de origen social y no de origen «psico-somático».

> Ya entiendo lo que quieres decir, tu aclaración es bastante buena... Por curiosidad me gustaría saber cómo piensas que en esta etapa debería ser usado el Estado, ¿sería la celebre dictadura del proletariado? <

Si. Absolutamente. La transición del Capitalismo al Socialismo debe estar en manos de la Dictadura del Proletariado. Otorgo una importancia muy especial a la fundamentación ideológica que identifica al proletariado. Me representa el sector de la sociedad -el sector mayoritario- que ha entendido que podemos vivir en sociedad sin que pre-exista la pugnacidad de diferentes grupos sociales. Me representa la posibilidad concreta de la abolición de la lucha de clases. Sólo a partir de allí se sumarían posibilidades reales al desarrollo eventual de la sociedad comunista.

> Pues Pedro, tirando línea considero que es la infraestructura lo que prima sobre la superestructura y aquí habría mucho que decir. En realidad yo todavía no tengo una idea clara sobre las razones del derrumbe de Europa del este, tengo ciertas pistas te comento unas cuantas: 1. Estoy convencido que un factor determinante fue la incapacidad de las economías de Europa del este por calcular los precios... <

Te aclaro que cuando he dicho que «las fallas en lo ideológico tuvieron mayor peso que el problema estrictamente técnico-económico» quiero hacer notar que muy lamentablemente, el modelo stalinista del bloque soviético, en mucho «se alejo de las grandes masas en general y del proletariado en particular». Asumo que «esa derrota» fue primera que la derrota o los errores cometidos en el terreno económico. Polonia colapsa ante el gran divorcio que existía entre el Estado y amplios sectores del proletariado. Desde el punto de vista estrictamente económico, Polonia tenía aún para entonces enormes posibilidades de recuperación; pero ya no contaba con la unidad política del proletariado.

> Me interesa mucho el aporte de los filósofos existencialista al Marxismo, en particular: Sartre. El capitalismo aliena y da una filosofía de vida; una razón para ahogar la angustia: «el consumo». ¿Y el socialismo? <

A esto habré de dedicarle un mail en particular. Me interesan algunas varias opiniones del «existencialismo-marxista».

> ¿Sabías que la URSS tuvo la más alta tasa de alcoholismo en el mundo? Para un estimado amigo otro abrazo. Leon G. Medellín, Colombia <

Eso lo leí una vez, pero en Selecciones Reader's Digest. De modo que no le di mayor crédito. (Siempre es bueno saber que dice «el enemigo») :)) Además muy poco se del «Vodka». De vez en cuando me trago un «wiskysito» pero, sobre todo, porque al día siguiente me puedo levantar e ir tranquilamente a mis labores, sin llevarme «un ratón a cuestas».

Para un estimado amigo, un abrazo solidario
Pedro.


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Marxismo 0029
Fecha: Domingo, 29 diciembre 1996 16:00:22 -0500 (EST)
De: Rosa E. Martínez /roseta@juno.com
Título: Re: Marxismo, terrorismo y Santos Inocentes

No deduje del mensaje de Pedro «un aplauso al terrorismo». Deduje de su mensaje la ironía de que, finalmente, la guerrilla urbana peruana está enfocando sus acciones político-militares a objetivos mucho más sensatos políticamente que colocar «carros bombas» en un lugar tras otro. Y lo llamo «mucho más sensato» porque casi que me atrevo a apostar que después del ataque al cuartel Moncada en Cuba, esta ha sido la operación político-militar de izquierda más importante de los últimos cuarenta años.

Me divertí ante la sutileza del mensaje. Y disfruté la idea de «la caricatura» de que, de pronto, todas las embajadas de todos las grandes potencias y los edificios gubernamentales desde donde «despachan» los presidentes, estuvieran «en jaque», tomadas por revolucionarios armados hasta los dientes. Se me ocurrió pensar que quizá con ello se detendría, por lo menos, el neo-liberalismo que estrangula y asfixia a los pueblos hispanoamericanos para satisfacer las exigencias del mercado global.

Hace poco leí la respuesta que Pedro envió a este mismo mensaje (¿qué tal Pedro?) y descubro para mi satisfacción que no estuve equivocada de la manera como tomé su mensaje que reenvié a marxismo-l.

Por mi parte yo también condeno el terrorismo; pero, como ya dije, entre lo que ha hecho o ha dejado de hacer el MRTA, este ha sido un gran golpe político contra el gobierno neo-liberal del Señor Fujimori.

Felicidades.
Rosa Martínez.


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Marxismo 0030
Fecha: Domingo, 29 diciembre 1996 22:14:04 +0000 (UT)
De: Pedro Torrealba / Torreal@msn.com
Título: RE: Izquierda Unida y el PCE

Perdón camaradas:

No soy partidario de «abrir» muchos «frentes» a la vez por eso de la tristemente célebre experiencia napoleónica. Pero hay entre ustedes alguien que pudiera explicarme qué se llama marxiano y su evidente diferenciación con marxista...?

Considero esto de suma importancia mucho antes de atreverme a opinar sobre el proceso político español.

Es esto todo lo respetuoso que puedo ser: ¿alguien por favor me explica de qué se trata ese concepto para mi completamente nuevo...?

Gracias.
Pedro.


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Marxismo 0031
Fecha: Domingo, 29 diciembre 1996 23:43:56 +0100
De: Carlos Campos / atenea@lix.intercom.es
Título: Marxismo, terrorismo y Santos Inocentes (3)

Estimado amigo Pedro:

Le quedo muy agradecido por su respuesta. Evidentemente, partiendo quiero suponer que de un mismo «lugar» ideológico, vemos los problemas con una óptica distinta. No creo que tenga mayor importancia.

No soy condescendiente en las discusiones, pero reconozco que no me ha costado esfuerzo especial asumir su crítica, sobre todo en lo del psicoanálisis, sin que ello suponga compartir su opinión.

No me parece serio que Vd. ponga al régimen cubano (lo puntualizo, al régimen cubano, no al pueblo cubano) como ejemplo de democracia, fundamentándolo en datos como la abstención electoral o en el hecho de que fueron los únicos en derrocar una dictadura como la de F. Batista.

Hombre, en España, salvo nuestro gobierno actual y cuatro o cinco ineptos mas, nadie comparte las tesis del bloqueo económico de Cuba, ni las salidas de tono del presidente Aznar, pero de ahí a presentar al régimen de Castro como ejemplo de democracia... Los logros sociales y económicos del régimen castrista de la primera época no los pone en duda nadie y «fueron» un ejemplo que muchos intentaron imitar, copiar o seguir. De acuerdo. Pero punto.

El régimen cubano no ha sido una democracia nunca: ni libertades públicas, ni libertades privadas, ni opiniones libres, ni partidos políticos, censura, represión, falta de derechos, partido único. Casi igualito que lo que tuvimos aquí hasta hace tan solo veinte años... Y, por favor, no me diga otra vez lo de la democracia burguesa. La idea de democracia es la misma en todo el mundo, al menos desde 1946 (ya ve que no me alejo mucho) por eso la copian el nombre: democracias «socialistas», democracias «populares», Parlamentos «del Pueblo», Consejos «Revolucionarios», pero claro, luego vienen los adjetivos que son los que «definen» al sustantivo previo (en castellano) y ahí es donde comienzan las tergiversaciones.

Para terminar, y efectivamente como hombre de izquierdas, comparto la amargura de su exposición sobre la situación actual de la mayor parte del pueblo latinoamericano, pero esa situación es mayormente responsabilidad de vds. y de la ineptitud de sus clases dirigentes (políticas, educativas, económicas, sociales, culturales), y en gran parte, de ausencia de esa tan denostada y al mismo tiempo añorada burguesía o clase media. Históricamente ya no cuela endilgar la responsabilidad de los propios errores en exclusiva a los otros, aunque sea una práctica «revolucionaria» generalmente aceptada.

A pesar de ello, seguiré creyendo, precisamente por mi condición de hombre de izquierdas, o si quiere Vd., por deformación profesional de historiador, que la solución revolucionaria no es la solución a ninguno de esos problemas. Y perdóneme de nuevo por insistirle en ello: eso ya le dijeron Engels y Rosa Luxemburgo en situaciones mucho más terribles que las actuales. Desgraciadamente, tampoco se cual es la solución.

Como dice el filósofo Fernando Savater, cito de memoria: «Lo respetable son las personas; las opiniones no tienen por que aceptarse».

Un saludo muy afectuoso de un amigo que no comparte su opinión pero se honra en manifestárselo así, cuando lo más cómodo hubiera sido callarse.

Carlos Campos. Historiador
«La dicha de la vida depende de un numero muy pequeño de condiciones» (Marco Aurelio; «Meditaciones», Libro VII, 67).
atenea@lix.intercom.es / 35016 Las Palmas de Gran Canaria / España


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Marxismo 0032
Fecha: Domingo, 29 diciembre 1996 22:05:16 -0500
De: Manuel Chapuseaux / c.manuel@codetel.net.do
Título: RE: Izquierda Unida y el PCE

Hola. El Sr. Carlos Campos escribe:

> personalmente estoy interesado en el estudio de los actuales partidos europeos de izquierda y su relación con la doctrina marxiana (que contrapongo -al igual que otros autores- a la marxista). <

Primera noticia. Lo que es ser ignorante. Me encantaría que el Sr. Campos me ilustrara (aunque sea brevemente) acerca de lo que significa «marxiana» y su diferencia con «marxista».

> El diario de Madrid El País publica hoy un artículo de Antonio Elorza sobre la situación de Izquierda Unida y el enfrentamiento en su seno de las tesis del PCE y del PDNI. Supongo que en una lista de discusión dedicada al análisis del marxismo tiene cabida el comentar este artículo. <

Antes de comentar cualquier cosa, me gustaría preguntar al Sr. Campos: ¿cuál es la posición política del Sr. Elorza? ¿qué intereses representa? ¿y El País? No sé como harán los «marxianos», pero los marxistas es lo primero que deben saber antes de opinar acerca de algo o alguien.

Saludos de
Manuel Chapuseaux / Santo Domingo, Rep. Dominicana / c.manuel@codetel.net.do


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Marxismo 0033
Fecha: Lunes, 30 diciembre 1996 04:41:52 +0000 (UT)
De: Pedro Torrealba / Torreal@msn.com
Título: RE: Marxismo, terrorismo y Santos Inocentes (3)

El 29 diciembre 1996 Carlos Campos escribió: > Estimado amigo Pedro: Le quedo muy agradecido por su respuesta. Evidentemente, partiendo, quiero suponer, que de un mismo «lugar» ideológico, vemos los problemas con una óptica distinta. No creo que tenga mayor importancia... <

Ante todo vaya de mi parte un respetuoso y cordial saludo. Habemos algunos muchos en esta lista que aspiramos que la misma sea un foro constructivo que contribuya de manera especial a la exaltación de los postulados teóricos del marxismo, en virtud de que tenemos que admitir que tras el colapso del bloque soviético, el socialismo ha quedado herido y debilitado a los ojos del mundo. Y los enemigos de la propuesta marxista han avanzado en su tarea de desacreditarlo, desvirtuarlo y mediatizarlo de todas las maneras posibles.

Los enemigos del comunismo han sacado un provecho impresionante de los errores cometidos.

Muchos marxistas coincidimos -mucho tiempo atrás- en indicar que el «método stalinista» estaba destinado a desvirtuar en mucho el sentido político e ideológico de la concepción marxista. Sin embargo, no por ello tenían que llegar muchos a las posturas revisionistas que culminaron en los «pactos sociales» con las clases dominantes. Había salidas y alternativas distintas al «enfoque stalinista»; pero la inmensa mayoría de los partidos políticos de índole revolucionaria, se rindieron. Y los que no, no vieron la necesidad de rectificar y se ahogaron cada vez más en acciones militares sin acción política; sin apoyo popular; alejándose cada vez más de las masas, hasta quedar completamente aislados y sobreviviendo sólo a costa de acciones militares de dudosa calidad política.

Quienes prefirieron rendirse «pasaron de un extremo al otro», colapsando igualmente el desarrollo posible de las formas alternativas de la lucha revolucionaria. Pactaron con las clases dominantes y se dejaron absorber en las figuras típicas de la dominación política de las clases dominantes («democracia representativa», la «democracia federativa», &c.) en nombre de la mediocridad de un concepto largamente utilizado por aquellos: «la Paz Social»; como garantía de la estabilidad política de un sistema opresor que no logra éxito en la resolución de los problemas más apremiantes de las grandes mayorías desposeídas.

Sin embargo, allí están presentes las crisis en sus infinitas contradicciones mayormente antagónicas e irreconciliables, que fuerzan una salida política revolucionaria. Es decir, independientemente de los errores cometidos.

Independientemente del revisionismo que se entregó en brazos de la sociedad burguesa o del extremismo que abandonó completamente su indispensable relación con las masas; e independientemente de los múltiples ataques de índole ideológico de los cuales son objeto los postulados marxistas; e independientemente de que las ideologías dominantes insistan en desfigurar el humanismo marxista; sin embargo, la historia continua su avance mostrando la gravedad de contradicciones insuperables dentro de las limitaciones de la sociedad burguesa. Ello es inevitable.

No aspiro yo -de ningún modo- que «la composición de clase» que accede a La Red pueda ser «el elemento de vanguardia que recupere el transitar por los caminos revolucionarios» ni mucho menos (y ni nada que se le parezca). Pero aspiro que conversemos sana, clara y sinceramente con el objeto común de efectuar aportes que puedan contribuir a la recuperación, al menos, de los fundamentos clásicos del marxismo. Al final alguien terminará por reincorporarse a la lucha activa en el terreno práctico. Ello constituirá nuestra victoria.

Bienvenidos Carlos Campos, Rosita Martínez, Ignacio Castell; mi buen amigo Rodrigo León y todos aquellos con quienes podamos compartir un poco de la angustia que nos quema.

Un abrazo. Pedro Torrealba Wagner.


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Marxismo 0034
Fecha: Jueves, 02 enero 1997 09:35:03 +0100 (MET)
De: Juan Manuel Forte / forte@datacomm.iue.it
Título: Re: ya arrancamos!

Un saludo a los compañeros de discusión,

Antes de nada quisiera disculparme por los posibles indeseados efectos de mis limitados medios técnicos. Escribo desde un servidor universitario en Italia que, anglosajón por vocación, ignora por completo qué cosa sea una eñe o un acento. Espero no obstante que la cosa mejore pronto y pueda escribir en un castellano decente.

Aunque bien se que la lista acaba de empezar y que mucha gente no se interesará por ella hasta después de las Navidades, me gustaría no obstante comentar algún punto tocado en las discusiones precedentes.

El primero de todos compete a la noción misma que nos agrupa como lista de discusión. En efecto, todos los problemas surgen ya cuando se pretende hacer batalla con un término que, no faltándole ambigüedad ni complejidad, se usa tal cual sin precisar ni acotar mínimamente. El mismo término «marxismo» se halla atravesado por todo tipo de disputas tanto histórico-políticas como estrictamente académicas. Creo que esta complejidad y ambigüedad se ha visto reflejada en las numerosas familias y tradiciones, que en buena medida unas irreconciliables respecto de las otras, han ido sucediéndose en la historia y la geografía del siglo XX. No nos extrañe pues que quien se dice marxista se diga mas bien maoista, el otro leninista, antisocialdemócrata o gramsciano, uno antihumanista althusseriano y ateo, aquel en cambio no entiende el marxismo sin el humanismo y aun sin una buena dosis de Evangelio, aquel en fin quiera ser menos marxista que marxiano.

Me parece que bien podría empezarse una discusión por ver si es que todas o la mayoría de las familias y tradiciones que se dicen marxistas comparten un núcleo común y en que consistiría este núcleo común. Abro la cuestión a debate y espero que lleguemos a alguna noción que, siendo lo mas general posible, pueda servir como base de operaciones terminológica.

Por mi parte me gustaría señalar dos puntos en relación con lo anterior. En primer lugar noto en estos momentos una doble tendencia mas o menos diferenciada aunque no de carácter disyuntivo. Por un lado, un tipo de aproximación de corte académico, centrado en la dimensiones gnoseológicas del marxismo, ya entendidas estas como verdad filosófica, o como herramienta meramente heurística para penetrar en la historia o en la realidad socio-económica. Creo que tal tendencia, asume del marxismo sobretodo su ontología o metodología materialista; postulados básicos, como que la vida de los hombres está esencialmente determinada por la realidad material que les rodea, tal como el modo de producción de la sociedad en la que viven, vida que sin embargo puede ser representada de un modo totalmente separado de la realidad (ideologías, religión); o que la historia es el producto del conflicto de tales intereses materiales, por ejemplo en la forma de la lucha de clases. Aislada de sus dimensiones políticas, creo que aquí la noción de marxismo limita y podría tender a subsumirse en la noción un tanto menos ambigua de materialismo (de corte marxista).

Para abreviar diré que la otra tendencia es aquella que enfatiza los aspectos práctico/políticos del marxismo, sin los cuales entiende que el tal está más o menos «muerto». Es el caso de los militantes, políticos y hombres de acción interesados sobre todo en los aspectos constructivos o programático/políticos que pueda contener el marxismo. Así las diferentes formas y experiencias del activismo revolucionario. Ya la formas de los diferentes partidos políticos que no adoptan una estrategia revolucionaria ni subversiva para tomar el poder, ya los modelos de estado socialista que parecen ir reduciéndose de momento a dos relevantes (Cuba y China). Creo que tales tendencias, en cuanto que mas enfatizan sus prácticas concretas y sus ideales programáticos, más pueden acotarse y ser absorbidas por su diferentes adjetivaciones de corte práctico-político; maoistas, stalisnistas, troskistas.

Es obvio también que la posición que uno tome respecto del marxismo estará a su vez determinada por las condiciones materiales con las que cada sociedad y cada uno personalmente se encuentra. En condiciones de extrema desigualdad, de pobreza y miseria ingentes y de Estados que se emplean a fondo en la represión y en la tortura, hablar de la vía parlamentaria, y de la ilegitimidad de procesos revolucionarios (que incluyen, no solo salirse, sino abolir un marco legal que no hace sino perpetuar y asegurar el estado de cosas) me parece en efecto una ilusión eurocentrista. Otro problema es que las diferentes prácticas revolucionarias, en Sudamérica por ejemplo, se encuentren en un callejón histórico, y que aun en algunos casos no hallan conseguido sino empeorar la situación de la que partían. Pero a su vez, en Europa, como en Estados Unidos, el contexto es muy diferente, las condiciones de vida son (con excepciones) comparativamente mucho más altas, las clases sociales se hallan enormemente estratificadas y en estado de distensión, existen desigualdades pero en general no implican miseria ni hambre (a la mayoría de la población); a partir de tales condiciones el sistema constitucional y la vida parlamentaria mal que bien parecen funcionar. Una militancia de izquierdas, se cifre programáticamente en lo que se cifre, parece desestimar las vías revolucionarias y en la práctica su mayor empeño está dirigido a adquirir mayor poder dentro del sistema (incluso a costa de desestimar todo contenido programático).

Siento mucho haber sido tan prolífico en un medio tan poco apto. Por último sólo quiero recordar que toda la tradición Marxista, tanto la académica como la militante, tienen inevitablemente como problema a resolver la superación del stalinismo y del maoismo, así como el desafío y la incerteza que supone la enorme capacidad y funcionalidad del sistema capitalista occidental en los países plenamente desarrollados. En definitiva, a mi modo de ver, el modelo chino y soviético han puesto y siguen poniendo en jaque cualquier alternativa al capitalismo (tal y como lo vemos en los países desarrollados), que no haya consistido en un profundo horror o consista en un fracaso anunciado.

Un saludo. Juan Manuel Forte.


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Marxismo 0035
Fecha: Jueves, 02 enero 1997 09:37:34 +0100 (MET)
De: Barbara Correll / bc21@cornell.edu
Título: RE: Van creciendo los suscriptores

Estimados amigos,

Yo soy Barbara Correll, profesora de literatura inglesa en la Cornell University. Me alegra muchísimo ser suscriptora de la lista marxismo -aunque estoy aprendiendo español hace unos meses y además soy una de las personas que pretenden leer: en inglés se dice «a lurker».

Soy especialista en la literatura del Renacimiento -es decir, la edad del Descubrimiento / Conquista / Genocidio, acumulación primitiva, capitalismo temprano- y ahora estoy escribiendo un libro sobre discursos literarios, amatorios y económicos en el Renacimiento. (Y tengo que decir que, como especialista, yo no confundo socialismo-con-un-rostro-humano o el valor de la humanidad con la palabra, tan cargada de significación histórica, «humanismo».)

Viviendo en el presente, estoy siempre interesada por las ideas marxistas y los sucesos políticos, especialmente en América Latina.

Buscando América,

Barbara Correll
Associate Professor of English / Cornell University
teléfono 607-277-5435 Ithaca, NY 14853 USA
fax 607-255-6661 / bc21@cornell.edu


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Marxismo 0036
Fecha: Jueves, 02 enero 1997 07:02:36 -0300
De: Zeta Zerdeja / zeta@chilesat.net
Título: Fuga

Santiago de Chile, enero 01 de 1997
Cuatro ex-presos políticos se fugaron

Queremos extender a usted, nuestra profunda preocupación por los acontecimientos de estos últimos días, ocurridos en Santiago de Chile.

Cuatro Presos Políticos realizaron una espectacular fuga de la Cárcel de Alta Seguridad (CAS); estos cuatro ex-prisioneros políticos, miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), han puesto en alerta a las diferentes organizaciones de defensa de los derechos humanos, tanto en Chile como en el exterior del país.

La audaz acción realizada por estos ex-presos políticos, es un resultado de la desesperada situación a que son sometidos los prisioneros políticos de Chile; bajo un régimen de visitas extremadamente estricto, condiciones de detención deplorables que tienen por fin el eliminar psicológicamente al individuo, privándolo de las nociones de espacio y tiempo, al cual se adhiere un trato vejatorio para los familiares de los Presos Políticos por parte de las autoridades. Sobre todo esto, se tiene que agregar las atenuantes de premeditación y cruenta alevosía del sistema judicial chileno, que los condena dos veces por un mismo delito, imponiéndoles penas dos y tres veces más severas que lo previsto en el código penal, en un mero acto de ensañamiento, producto del odio. Estas y otras injusticias del ensañamiento legal chileno, permiten explicar el porque, algunos de ellos se ven obligados y ven como única salida el recurrir a acciones extremas que les permita alcanzar la libertad que meritan, como en la increíble fuga del Lunes pasado.

Los ex-prisioneros son:

Ricardo Alonso Palma Salamanca, 26 años
Mauricio Hernández Norambuena, 37 años
Pablo Muñoz Hoffman, 29 años
Patricio Fernando Ortíz Montenegro, 30 años.

Debe destacarse, que pese al intenso tiroteo ocurrido en el momento de la fuga, que no hubo bajas ni herido.

Actualmente las autoridades chilenas han dado lugar a un intensa caza de brujas, compuesta por operativos militares destinados a invadir las casas de los barrios pobres, al más viejo estilo de la ex-Dictadura de Pinochet. La población la Legua ha sido cercada y allanada al igual que decenas de viviendas a través del Gran Santiago. Así mismo, se ha redoblado la seguridad al interior de la Cárcel de Alta Seguridad (CAS), sometiendo a los presos que allí se encuentran a un intenso interrogatorio y a una rigurosa disciplina de castigo, en un estado de aislamiento absoluto.

Nosotros tememos que las autoridades chilenas asuman una actitud nefasta, que implique serias violaciones a la vida, integridad y seguridad legítima del individuo, las cuales están estipuladas en la constitución chilena y en la carta fundamental de las Naciones Unidas. Estos abusos de tortura y otros actos vejatorios a la dignidad humana siempre han formado parte del repertorio táctico de las autoridades chilenas y hoy, tales métodos, solo tienen como meta el lograr un castigo ejemplar para los ex-presos políticos, amparándose la autoridad en la indignación que siente y en el espíritu de venganza y revancha que la mueve. Es importante destacar que esta metodología inhumana vuelve a ser la conducta cotidiana del estado chileno.

Por todas estas razones, como familiares y amigos de los Prisioneros Políticos, estamos profundamente inquietos por la integridad física de nuestros familiares y amigos que se encuentran prisioneros en este recinto (CAS). Por tanto, hacemos un llamado urgente a estar alertas en los próximos días y a expresar su preocupación por esta dramática situación a las autoridades chilenas correspondientes.

http://www.letelier.com/presos.htm

Desde esta dirección usted puede escribir a cada miembro del Congreso Nacional, expresando su inquietud. Al hacerlo, los familiares y amigos de los presos recibirán copias a través de la red internacional que hemos creado para tal fin.

Muchas gracias y les deseamos un feliz año nuevo

Atentamente les saluda a usted
Familiares y Amigos de los Presos Políticos de Chile


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Marxismo 0037
Fecha: Jueves, 02 enero 1997 23:00:54 -0500
De: Manuel Chapuseaux / c.manuel@codetel.net.do
Título: Marxiano

Saludos amigos y amigas,

Hace varios días pregunté al Sr. Carlos Campos el significado del término «marxiano» que él utilizaba en oposición a marxista. Leyendo algunas de las contribuciones recientes del Sr. Campos a la lista creo que ya lo entendí.

Veamos:

«No puedo creer que sea serio por parte de sus autores y publicistas el apoyo al grupo que tiene secuestrado a un centenar de personas en Lima.»
«¿No sería mucho mas «marxista» defender el reconocimiento legal de los «Tupac Amaru», «Senderos Luminosos», «Etas», «Gias» y similares con la condición «sine qua non» del abandono por su parte de las armas, la extorsión, el terrorismo y el asesinato como medio de lucha, y ganarse el apoyo de «sus» pueblos con los votos?»
«La idea de democracia es la misma en todo el mundo, al menos desde 1946.»
«comparto la amargura de su exposición sobre la situación actual de la mayor parte del pueblo latinoamericano, pero esa situación es mayormente responsabilidad de vds. y de la ineptitud de sus clases dirigentes (políticas, educativas, económicas, sociales, culturales), y en gran parte, de ausencia de esa tan denostada y al mismo tiempo añorada burguesía.»
«la solución revolucionaria no es la solución a ninguno de esos problemas.»

Es mas que evidente. La definición de «marxiano» es: ¡REACCIONARIO!

Saludos de Manuel Chapuseaux
Santo Domingo, Rep. Dominicana / c.manuel@codetel.net.do


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Marxismo 0038
Fecha: Sábado, 04 enero 1997 01:34:29 +0100
De: Carlos Campos / atenea@lix.intercom.es
Título: Re: Marxiano

Queridos amigos:

Ante argumentos tan profundos como los que emplea nuestro contertulio dominicano para rebatir los míos, sin haberme dado ocasión de contestarle, el insulto de reaccionario se convierte en un elogio inmerecido ante algo tan sencillo como negarse a comulgar con ruedas de molino. Si ese es el análisis de la situación que hacen algunos marxistas, lo que no me explico (bueno, la verdad es que es sencillo de explicar) es como pudo resistir setenta años semejante entelequia como la que el Sr. Chapuseaux parece defender.

Suerte en la vida, compañero, por que la va a necesitar. En cambio, lo siento por sus paisanos. No merecen que se preocupe Vd. por ellos.

Saludos y hasta siempre. Por mi, la conversación está zanjada.

Carlos Campos. Historiador.
atenea@lix.intercom.es / 35016 Las Palmas de Gran Canaria
Islas Canarias, España, U.E.


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Marxismo 0039
Fecha: Sábado, 04 enero 1997 02:18:08 +0000 (UT)
De: Pedro Torrealba / Torreal@msn.com
Título: RE: Marxiano

Carlos Campos escribió: > Ante argumentos tan profundos como los que emplea nuestro contertulio dominicano para rebatir los míos... <

Al respecto diré: Tu respuesta al planteamiento de Manuel Chapuseaux ha sido totalmente inesperada. Podía admitirse de primer momento -y ello fue lo que hice; o para mejor decir, fue en lo que yo incurrí- que tu «posición» correspondía más bien «a la óptica marxista de la Europa económicamente recuperada y fuerte». Pero asumo que me equivoqué y que efectivamente Manuel tuvo una mucha mayor precisión en su diagnóstico.

Tu posición dista mucho de ser marxista. No me sorprendería que fueras inclusive, un elemento anti-comunista en esta lista.

Pedro.


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Marxismo 0040
Fecha: Lunes, 06 enero 1997 19:13:34 +0100
De: Carlos Campos / atenea@lix.intercom.es
Título: RE: Marxiano (4 y última)

Queridos amigos:

Contesto a las últimas aportaciones, y lo hago absolutamente decepcionado. Por supuesto que no soy comunista. Y no lo soy, precisamente, por respeto a las ideas de Carlos Marx. No puedo aceptar, ni siquiera dialécticamente, que marxismo y comunismo sean equiparables. El comunismo, tal y como lo hemos conocido, es la interpretación marxista formulada por Lenin, primero, y por Stalin, después. Y ha sido históricamente, la manipulación más absoluta que ha conocido la humanidad en este último siglo.

Y por supuesto que soy de izquierdas; y aunque me parece muy bien lo que dicen los señores Chapuseaux y Torrealba, yo creo, modestamente, que los reaccionarios son ellos. A ambos les recomendaría, si lo desean, la lectura de algunos autores de izquierdas que tampoco son comunistas. La lista es interminable, desde León Trotsky hasta Norberto Bobbio, desde Berstein hasta Vaclav Havel. ¿Todos ellos son «elementos», «antis» e «infiltrados», como dice el Sr. Torrealba? Si es así, está claro que somos muchísimos. Y ahora, un ruego: ¿podemos elevar un poco el tono de las intervenciones?

Pienso que a los contertulios les tienen que aburrir bastante nuestras pequeñas escaramuzas de salón. Y por favor, si alguien más piensa que estoy de sobra aquí por que confieso que no soy comunista, pues me lo dicen y me voy. Sin problema; no tengo el menor interés en hacer de Pepito Grillo y de aguarle la fiesta a nadie. Tampoco sabía cuando me suscribí a la Lista que se exigía la fidelidad al Partido, porque si no es así, ¿a qué viene la calificación de «elemento infiltrado anticomunista» que el Sr. Torrealba tiene la amabilidad de endilgarme? Yo no se en su país, pero en el mío, la libertad de expresión es un derecho constitucional, que, además, se ejerce.

Como en Cuba, por ejemplo.

Saludos cordiales,
Carlos Campos.


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Marxismo 0041
Fecha: Martes, 07 enero 1997 13:15:48 +0000 (UT)
De: Pedro Torrealba / Torreal@msn.com
Título: La democracia representativa

Lo presente es parte de una discusión que se desarrolla en otra lista de correos pero que he querido reenviar a marxismo-list en el animo de ver si ponemos a funcionar la lista de modo más activo.

Gracias. Pedro

Alfredo Aguirre escribió: No recuerdo si Torrealba, ya se nos había unido a la lista,pero así como me entero de su opinión, quisiera reiterar la mía sobre el punto. Saludos. Lic. Alfredo Armando Aguirre.

Agradezco hayas reeditado tu escrito. Por esos días perdí buena parte de la información que tenía en mi máquina. No fue culpa de la CIA. Sólo un «virus» odioso y obsceno, esta vez.

Quiero comenzar, a propósito del proceso de pacificación que se inicia en Guatemala, y que deseo que sea todo lo duradero que se pueda, que cuando se produjo el golpe contra Arbenz en 1954, se realizó una conferencia alusiva en Caracas, y el representante argentino del Gobierno del General Perón el todavía Senador Antonio Cafiero, expreso la posición del gobierno constitucional peronista argentino, es el sentido que la única solución a los intentos marxistas (que ya preocupaban al Departamento de Estado) era la JUSTICIA SOCIAL...

Ha sido esta «la puntilla predilecta» de la que han hecho uso por décadas quienes defienden y protegen «el sistema». «Justicia Social», «Paz Social», son, en realidad, una gran hipocresía. No existen esa justicia ni esa paz social a nivel del pueblo latinoamericano; aún cuando «si existan» para los grupos poderosos y hasta para la pequeña burguesía (burócratas de media altas posiciones; profesionales; militares; clérigos y militares de alto rango).

Las clases populares; los amplios grupos marginados de la educación y del trabajo. Los inmensos contingentes de familias enteras para quienes la vida es solamente dura y miserable; y que «pende de un hilo» la comida de cada día; para ellos NO EXISTEN ni la justicia social ni la paz social. Existen para ellos la imposibilidad de acceder a foros y tribunas como estos. Existen para ellos la negación de ostentar el poder suficiente que les permita resolver sus muy graves problemas. Existen para ellos una izquierda vacilante, entregada en las dos caras del extremo: o el PACTO SOCIAL (esa izquierda que va a elecciones en busca de «cuotas de poder»; de «acomodarse» en «el sistema») o el «movimiento armado» (ese que se autoaisló cada vez más de las masas y concibió la lucha política como una simple concatenación de actos militares que ni aportan ni contribuyen en nada al desarrollo de la organización política de las grandes masas). En ninguno de estos casos están las grandes masas populares legítimamente representadas.

El «ascenso social» no tuvo nunca antes tantas posibilidades como en el presente «sistema democrático» en los países latinoamericanos. Ello, sin embargo, no dice ni aporta absolutamente nada a favor de quienes sufren las mayores y peores consecuencias de un sistema clasista que -aún en nombre de la paz y de la justicia- no podría ser negación de sí mismo: las clases dominantes irán siempre en la dirección de robustecer cada vez más su status de dominación política, social, económica, cultural, &c. Y no hay posibilidades reales de que esa situación sea modificada a nivel de la «superestructura social». Si hay abundancia, la pequeña burguesía ascenderá en «la escala social». Y hasta llegarán a sentirse «amos del planeta». Pero -ojo- ello no es aplicable al colectivo de los pueblos latinoamericanos: el éxito de las economías poderosas es premisa cierta del fracaso de las economías pobres y de bajo desarrollo. Si la situación económica de AL fuera distinta, ello afectaría terriblemente las economías europeas y US.

No puede haber «Justicia Social» ni «Paz Social» para el conjunto de la sociedad clasista. Esto es una posibilidad relativa sólo para los grupos dominantes; y para aquellos grupos de apoyo que refuerzan la estructura del sistema burgués.

Imagina por un momento que hubiera en AL un par de economías como la alemana; y veríamos a una Europa en guerra.

Poco tiempo después los militares argentinos (en un extraño maridaje con los sectores progresistas universitarias, que recién terminaría, «bastones largos» de por medio en 1966) derrocaron al gobierno constitucional del general Perón, dando lugar a una ordal mas, que se recuerda poco, porque el concepto de derechos humanos no estaba instalado por esos años, ni existía Amnesty Internacional. En 1972, aun en el exilio, Perón decía que los problemas de los pueblos del Tercer Mundo, eran la ausencia de participación popular y la falta de Justicia Social. Claro 1954, 1972, eran tiempos de una «Guerra Fría» que tiñó toda esa época. Aunque caído el muro de Berlín las propuestas de Justicia Social y de participación popular siguen vigentes.

Sería interesantísimo que pudieras explicarnos desde cual «óptica clasista» has evaluado el supuesto de «la ausencia de participación popular» en AL. No amigo: Cada vez que en AL surge un movimiento popular con amplias posibilidades políticas de adquirir poder local, estatal o nacional; tendrá que afrontar la represión brutal de los órganos militares y para-militares del estado burgués. Recuerdas a alguien llamado Salvador Allende. Allí muy cerquita de la Argentina de Perón...?

Como felizmente la lista se renueva y amplia, no es ocioso reiterar las posiciones desde las que participamos con entusiasmo en la lista. Partiendo que la gente se mueve más por creencias que por evidencias (esto más ligado al concepto de «pensamiento indígena y popular» acuñado por Kusch), creo con Perón, que «no se vence con violencia. Se vence con inteligencia y organización». Con uso intensivo de la inteligencia, previo acopio de materia gris, y con la organización del Pueblo.

¿La violencia de quién...? ¿La violencia que a cualquier precio mantendrá la forma de la dominación política en AL...? O la violencia que -más temprano que tarde- estallará en el corazón de los pueblos latinos por su liberación de los yugos de la opresión...? ¿La violencia de quién...? ¿De quien accede a jugar con distintos enfoques políticos siempre y cuando no sea tocada -para nada- la estructura social de la propiedad de los medios de producción social y de la distribución de las riquezas sociales...?

Es verdaderamente muy fácil ver las cosas desde la cómoda posición de quienes hemos sido «bendecidos» con una posición socio-cultural que supone una escalada en ascenso. De verdad muy cómodo.

Sin desconocer que la política es lucha por la preeminencia, y que las luchas políticas pueden escalar a la lucha armada (Clausewitz). Creo en la lucha por la preeminencia caracterizada por la deliberación, que eso es la esencia de la democracia. Y sigo creyendo en la utopía de la democracia representativa, con los aditamentos del federalismo, de las autonomías, municipales y universitarias, y aun de las nuevas instancias institucionales que se van abriendo en la Argentina, como la regionalización interna y el Mercosur.

En realidad la «democracia representativa» no es un utopía. Es un hecho histórico incontestable: Ha logrado que muchísimas personas poseedoras de una media-alta preparación intelectual crean posible que la superestructura social no sea afectada-determinada por la estructura e infraestructura social correspondiente. La esperanza de las grandes mayorías deberá estar encadenada al «éxito abrumador». Es decir: habrán de esperar que cada país de AL llegué a un nivel tal de abundancia que tras la repartición desequilibrada de las clases dominantes, sin embargo, quedé alguito para las grandes masas populares.

Una proyección jungiana del «Sueño Americano». Lo que nadie es capaz de creer como será posible el triunfo de economías dependientes. Al momento que dejen de ser «dependientes» desestabilizarán completamente el sistema económico mundial. Y en ese territorio -en realidad- es más que utópico: Es ridículo. El éxito de las economías de AL tendrá que significar el colapso de las economías de las cuales ha dependido y depende hasta nuestros días.

Sigo creyendo, que en la estabilidad democrática está la posibilidad de su perfeccionamiento. No soslayo que una la problemática de nuestros pueblos se focaliza en la pobreza de nuestras megalopolis, y derivadamente en la forma que los intelectuales abordan ese problema y el desdén con el que consideran los procesos democráticos tal como se vienen dando desde hace poco mas de una década. Sigo apostando a un proceso contingente donde se concilien los contenidos mayoritarios del pensamiento indígena y popular, con los continentes de la república representativa, republicana y las demás autonomías que cada pueblo se haya dado legítimanente según sus constituciones. Creo en las elecciones periódicas, con más de un partido político y con democracia interna en los partidos. Y en los juicios políticos como potestad de los parlamentos. Hace tiempo recordé que en algunas provincias (estados argentinos) ya se estableció la institución de la revocatoria de mandatos de los elegidos.

Yo, por el contrario, soy marxista. Creo que la mejor solución posible es la sociedad comunista. La sociedad sin clases; que no está en lo absoluto en contradicción con la participación activa de la población ni mucho menos con el ejercicio de la democracia como concepto socio-político. Esto, muy por encima de que el «stalinismo» haya desvirtuado en mucho el enfoque humanístico esencial del comunismo; creando un estado opresor y demente que los enemigos de la sociedad sin-clases han sabido -admito- aprovechar a extremos inauditos. Por encima de esto, yo creo que el aprovechamiento de esas tristemente célebres experiencias, contribuirá al éxito de la sociedad libre; de la sociedad sin clases; de la sociedad sin oprimidos ni opresores.

Pondando en medio siglo de vida percibo las posibilidades de sublimidad y de abyección insitas en toda vida humana, y que es ilusorio que las instituciones políticas sean conducidas por personas que sean de otra vocación que no sea la política. Los hombres somos iguales en dignidad y biológicamente (salvo felizmente en el género), pero somos vocacionalmente desiguales, y este es un dato insoslayable a la hora del análisis político.

Y sobre lo cual hay que tener mucho cuidado. No hay relación posible entre nuestras características individuales y el escenario socio-político. Y digo que hay que tener mucho cuidado con eso porque cada vez que alguien ha tratado de buscar «un nexo» entre nuestras especificidades neurológicas y la lucha social, han surgido cosas tan aberrantes como el nazismo, el fascismo, &c.

En fin de la persistencia de esa poliarquia en constante ampliación y perfeccionamiento, espero cristianamente, aun contra toda esperanza un procesamiento equilibrado y no violento de nuestras problemáticas.

Y si. Yo también estoy comenzando a sospechar que tanto en el «mundo oriental» como en el «occidental», la moral religiosa (paraíso, pecado, perdón; la «otra vida»; el más allá; los santos y la santidad, &c., &c.) de algún modo -decisivo en muchos casos- ha estado contribuyendo de modo muy sui generis al sostenimiento de una ideología -contradictoriamente- muy apegada al individualismo y sectarismo social: Los pobres que tengan fe y esperanza que, si les va mal por aquí, el altísimo los recompensará un poco más allá de la muerte.

Yo soy un convencido de que la ideología burguesa es y ha sido hasta el presente la ideología que más formas ha reordenado, desarrollado y manipulado a favor de la reproducción de sus formas político-sociales y económicas de dominación. Es admirable. Triste -muchas veces- pero admirable -por sorprendente que no por admiración-.

Saludos respetuosos.
Pedro Torrealba.


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Marxismo 0042
Fecha: Martes, 07 enero 1997 13:17:58 +0000 (UT)
De: Pedro Torrealba / Torreal@msn.com
Título: Democracia Big-Ban

Parte de lo mismo, discusiones en otras listas que bien podríamos analizar y promover acá, en nuestra lista de marxismo; la cual, inexplicablemente, aún no ha arrancado con la fuerza que caracteriza todo acto marxista.

Saludos. Pedro.

Diego Miranda escribió: Muy dramática tu descripción, pero muy irrepresentativa. Los niveles de vida más altos en toda la historia de la humanidad fueron alcanzados por democracias representativas. Un pobre de los Estados Unidos, el país con más porcentaje de pobres y con niveles de pobreza más extrema de las así llamadas «democracias industriales avanzadas», vive en condiciones muy por encima de lo que se puede ver caminando el continente americano. No hablemos de los países escandinavos, de Francia, de Italia o Alemania. Y esto no es algo que siempre existió. Esto fue creado a través de los mecanismos del sistema de gobierno que denostas.

¿Sobre la base de qué proceso crees tu que ha emanado la presente abundancia de las economías europeas, el poderío japonés o US...? Sobre la base de la subyugación de las economías tercer-mundistas. Sobre la base del dominio de los mercados internacionales. Sobre la base de la monopolización de la planta industrial internacional.

Te pondré por ejemplo Chile, un país sobre el cual se dice que «es un país a las puertas del desarrollo». ¿Sabes cual es la condición única y especial que tiene sobre la mayoría de los países de AL...? Inversión de capitales extranjeros. That's it. A lo largo y ancho de la dictadura militar de Pinochet, el neo-liberalismo sin limitaciones congresionales ni estatutarias de ninguna naturaleza, volcó sobre la economía chilena la compra (a destajo, en muchos casos) de más del 85% de lo que otrora fue «propiedad del Estado chileno». El cúmulo de privatizaciones y EL DOLAR extranjero, nos presentan, en el papel, en la revista y el noticiero económico, «un Chile recuperado y ascendente». Estuve de visita en Santiago de Chile en febrero pasado: te puedo asegurar que no se trata de un boomm que haya beneficiado a la economía popular. A la economía y el bolsillo de las grandes masas chilenas.

Sin embargo, se trata de un pueblo latinoamericano que, como la inmensa mayoría de la AL, sus grandes masas desposeídas no están política ni socialmente organizadas. La «democracia representativa» las mantiene divididas (suficientemente divididas) en luchas «intestinas», enfrentándose los unos contra otros en nombre «del partido»; en nombre de líderes políticos que, sin embargo, no representan socialmente los intereses de esas grandes masas populares (una de las más tristes consecuencias del «enrole» de la democracia representativa: todos se creen representados, pero el poder político solo representa a las clases dominantes).

En US, por ejemplo, puedes conseguir un par de zapatos de regular-buena calidad por tan solo $10. Lo mismo una buena camisa o un pantalón. Pero podrás verificar que siempre estos productos provienen de «made» en Asia menor; centro o sur américa; donde la hora-trabajo apenas se resume a unos tres o cuatro centavos de dólar. Si quisieras comprar un par de zapatos de fabricación americana; lo mismo que una camisa o un pantalón, entonces estaríamos hablando ahora de seis, ocho, diez o veinte veces más caro.

Si le sumas que el promedio del trabajo asalariado-hora americano es de $4,25 a $5.25 a 30-40 horas a la semana, sabrás rápidamente quienes sí pueden comprar y quienes no, productos «made in USA»; aún naciendo, viviendo y muriendo en territorio US. Con esto intento mostrarte que existe una relación muy estrecha entre el «éxito» de algunas economías con el fracaso de las otras. Si en Guatemala, Venezuela, Colombia, Argentina, Chile, Ecuador, Perú, Bolivia, México, &c., &c., por ejemplo, los obreros que extraen materias primas y elaboran productos terminados ganaran más de tres centavos de dolar la hora, la inflación en Americana requeriría de más de un arreglo con el FMI.

La tradición del enfoque económico del presente (la globalización de la economía y la integración monopólica de los mercados mundiales) no arroja buenas expectativas económicas a los países de AL. Justo por el contrario, muchos economistas americanos -por ejemplo- están sosteniendo que tras el proceso de «privatizaciones» de los países del «tercer mundo» (columna vertebral del llamado neo-liberalismo) sin embargo, el proceso contribuirá a una mucha mayor dependencia económica de las economías poderosas (US, Japón; algunos países europeos). Esos altísimos niveles de dependencia económica son la negación misma de su posible desarrollo.

Bastase con observar las consecuencias inmediatas que ha vivido la sociedad Argentina, por ejemplo, ante «el paquete de medidas de ajustes económicos» que está tratando de imponer el gobierno con el fin último de «garantizar la inversión extranjera», y les darás la razón.

Estoy seguro que «la vía democrática» obstaculizará en mucho el desarrollo sin oposición de estos procesos neo-colonialistas. Pero -¡cuidado!- que sabemos también que bajo los regímenes militares (Pinochet) las cosas «funcionaron muy bien». Sin oposición política a los desmanes. Me preocupa que ante el resurgimiento de una oposición popular más organizada y congruente, se adopte nuevamente la forma de la dictadura militar en muchos países latinoamericanos, al menos durante la inyección de los paquetes económicos de la «globalización» (propiedad de las grandes corporaciones internacionales sobre los elementos más importantes de las economías tercermundistas).

No sé en que basas lo que asumís. No te aconsejaría irte a vivir en un Estado autoritario, cosa de que pudieras ver lo que no pudiste aprender leyendo, pero considero que sería bueno que al menos lo visitaras, que intentaras trabajar allí. Mi consejo sería que no intentaras decir lo que decís actualmente, al menos no públicamente, sin embargo...

Insisto: comprendo que observarás una diferencia inapreciable entre una forma de gobierno y la otra. Es real. Pero en el fondo de las cosas, ambas formas de gobierno (democracia representativa y dictadura militar) cumplen, cada una desde su metodología, la misión última: Preservar una estructura social que garantiza la dominación política, económica, social y cultural de una clase minoritaria; profundamente enraizada con la oligarquía nacional e internacional; con el alto clero y, por supuesto, con el Departamento de Estado americano. Y esto es así, por lo menos, a nivel de los países de AL.

Yo, modesto sociólogo, creo mucho en las cifras y en las estadísticas. A partir de allí no intento yo, amigo Diego, convencerte de nada. No creo posible la figura del «proselitismo político» vía serial-ASCII. Sabes como yo -seguramente- que la «composición social» que accede a la red es, en su inmensa mayoría, gente que ostenta posiciones sociales (y probablemente también ideológicas) como que más cercana a «las clases dominantes». Esto es un privilegio; y hasta donde las mismas cifras nos revelan, un privilegio muy particular desde el territorio de américa latina (dada la magnitud de los costos que implica la figura del «internauta»). Y por supuesto que habrán entre nosotros muchos que, con menos privilegios de clase, accedemos a la red gracias a una universidad, un tecnológico u otro cualquier centro de investigación o de estudio.

Pero estos somos acá una minoría que, sin embargo, tampoco asistimos a la red para que nadie nos esté «convenciendo de nada». Y aclaro esto -de verdad- en una actitud de respeto por la inteligencia y la madurez.

Sin embargo, ello no está en oposición -por otra parte- a que tu y yo y todos hagamos uso de nuestro sagrado derecho a expresar nuestras opiniones, aún cuando el fin último no sea jamás la pretensión de convencer a nadie de nada. Vista así las cosas, concluyo diciendo:

«La democracia representativa» para la América Latina en particular ha sido una forma de «dominación política» muy acertada; en tanto que ha logrado subdividir en tantas partes a la vez al movimiento popular y a las grandes masas populares que resulta bien complicado suponer que a corto plazo pudiera producirse un reagrupamiento de esa fuerza social a los fines de cambiar las estructuras de la sociedad clasista. Sin embargo, el éxito político de esta concepción del estado burgués (como debilitador del movimiento popular) no es premisa -en modo alguno- para que se produzca algún un éxito relativamente similar en lo económico ni en lo social.

«La «dolarización» de la economía venezolana ha elevado los indices inflacionarios por encima de los cálculos del mismo FMI. El neo-colonialismo empuja a la sociedad venezolana a un régimen de facto, predecible en cuanto el movimiento popular muestre síntomas ciertos de recuperación política y organizativa... Los partidos de izquierda tradicionales (MAS, MIR, CAUSA R) han sido arrastrados por el desprestigio y descrédito que afecta al conjunto de los partidos del status... Se espera en Venezuela un repunte del movimiento insurreccional... La misma situación comienza a perfilarse en Argentina y en Chile... En México el proceso es ya incontrovertible: Hay guerrilla armada con amplio apoyo de algunos sectores populares.» (Allen Fundation, Annual Report. Georgia, Dec. 1996).

Te recuerdo que Venezuela y México tienen las «democracias representativas» más antiguas de la América Latina. ¿Por qué no han tenido éxito...? Porque el éxito de una sociedad no depende tan sólo de la forma superestructural que asuma. Será determinante la forma estructural que la sostenga. En este sentido no podremos atribuirle a la sociedad capitalista ningún éxito a largo plazo: Más temprano que tarde el cúmulo de sus contradicciones intestinas colapsarán a la sociedad en una lucha política que tendrá alcances de guerra popular, si fuera necesario. Justo hasta ese entonces las economías de los poderosos estados capitalistas deberán demostrar si pueden sobrevivir por sí solas, sin el apoyo a ultranzas que les brinda la economía dependiente y la pobreza a cuestas de los pueblos latinoamericanos.

Saludos respetuosos,
Pedro Torrealba.


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Marxismo 0043
Fecha: Martes, 07 enero 1997 13:37:32 -0500 (EST)
De: Rosa E. Martínez / roseta@juno.com
Título: No me sorprende...

Pedro:

No te tiene que sorprender, ni siquiera, el modo irregular como está funcionando esta lista. El mensaje que enviaste hace nueve días, el mismo que enviaste a mi buzón personal, apenas me llegó hoy.

Y -ojo- no estoy acusando y ni siquiera sugiriendo que quienes administran esta lista pudieran estar «encomplotados» con elementos anti-comunistas; pero algo muy raro está ocurriendo aquí y alguien debería tener la amabilidad siquiera de darnos una explicación.

Rosa Martínez.


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Marxismo 0044
Fecha: Miércoles, 08 enero 1997 00:28:08 -0100
De: David Teira Serrano / dteira@las.es
Título: Re: No me sorprende...

Estimados suscriptores,

Respondo por el Proyecto Filosofía en español a la solicitud de Rosa Martínez acerca del retraso en la recepción de un mensaje de Pedro Torrealba. He verificado, mediante una función que incorpora mi versión del programa Eudora, la fecha de salida del emisor y la fecha de recepción en nuestro servidor de los mensajes enviados por Pedro Torrealba estos últimos quince días y no encuentro más dilación que la normal en el flujo de correo electrónico (minutos a lo sumo). Revisaremos en cualquier caso el programa de correo, si me indica, en correo a mi dirección, cuál era el mensaje demorado y cualquier otra anomalía observada.

En cuanto a la irregularidad que aprecia en el funcionamiento de la lista, es cierto que es así, ya que el coordinador aún no ha podido incorporarse a ella por distintos motivos, y por ello son sus mismos suscriptores los que rigen su marcha, como es normal, por otra parte, en cualquier lista. En cualquier caso, considerando que apenas nació hace un mes, creo que se puede ser indulgente, ya que, gracias a sus contribuciones, comienza de momento a funcionar.

David Teira Serrano
dteira@las.es


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Marxismo 0045
Fecha: Miércoles, 08 enero 1997 07:18:14 -0300
De: Claudio Mendoza / zeta@chilesat.net
Título: A la opinión pública

A la opinión Pública

La Red de Familiares y Amigos de Presos Políticos de la CAS, denunciamos ante la opinión pública que, como consecuencia del rescate de cuatro militantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez desde la Cárcel de Alta Seguridad el pasado lunes 30 de diciembre, los 75 presos políticos que permanecen en este recinto penal viven una situación extremadamente grave,

1. Desde el día del rescate, los presos políticos sin excepción sufren régimen de castigo con un encierro total en sus celdas durante las 24 horas del día, con suspensión de visitas de sus familiares y sin recibir encomiendas. Sólo el 2 de enero Gendarmería aceptó recibirlas, pero ignoramos si llegaron a sus destinatarios. Como los presos políticos temen, con justa razón, que se introduzcan sustancias nocivas en los alimentos, se niegan a aceptar la alimentación del penal. De no entregarse las encomiendas, los detenidos no estarían alimentándose.

2. El jueves 2 de enero en curso, un grupo del llamado GEAn (Grupo Especial Antimotines) de Gendarmería ingresó a las celdas de los presos políticos ubicadas en el segundo piso sur de dicho recinto y, sin motivo alguno, golpeando violentamente a los detenidos. Como consecuencia de esta acción resultaron gravemente heridos: Juan Aliste Vega, Oscar Cruces Espinoza, Carlos Gutiérrez Quiduleo, Carlos Plaza Villarroel y Juan Tapia Olivares, quienes, luego de la golpiza, fueron trasladados a celdas de aislamiento. Hasta donde se sabe, los heridos no han recibido atención médica.

3. La CAS se encuentra ocupada militarmente por funcionarios del GEAM. Cabe señalar que en la CAS no ha habido ningún motín que justifique su presencia. Además, violando su propia reglamentación, tanto el personal de planta como el GEAM han ingresado a las celdas con armamento de guerra.

4. Durante los primeros días después del rescate y por instrucciones «Superiores» según el personal de guardia, se impusieron restricciones al acceso de abogados y procuradores a los presos políticos creándose de hecho una situación de incomunicación.

Sin ánimo de dramatizar, alertamos a la opinión pública sobre el grave peligro en que se encuentran nuestros familiares, ante una actitud revanchista de gendarmería que está tensionando la situación a extremos muy agudos.

Es por ello que denunciamos que los derechos humanos que el Gobierno afirma majaderamente que respeta, están siendo violados gravemente respecto de los presos políticos de la Cárcel de Seguridad.

En consecuencia, solicitamos que:
1. Se brinde atención médica inmediata a los presos políticos heridos al mediodía del 30 de diciembre de 1996 y que fuera obtenido tras prolongadas huelgas de hambre de los presos políticos, restaurando el régimen de visitas, la recepción de encomiendas y, muy especialmente, todas las normas sobre la vida diaria en el penal que estaban siendo aplicadas hasta el 30 de diciembre.
3. Se ordene que el GEAM abandone el penal y que el personal que permanezca en el recinto cumpla las normas sobre uso del armamento.
4. Se instruya al Jefe de la Unidad carcelaria para que dé estricto cumplimiento al reglamento de visitas de abogados del Ministerio de Justicia
5. Se dé cuenta al tribunal pleno de todos los hechos denunciados para que este:
- disponga la instrucción de los sumarios criminales respectivos por los delitos antes señalados;
- constituya un ministro en Visita en el recinto penal con atribuciones de ordenar todas las medidas que juzgue pertinentes para restablecer el imperio del derecho.
- ordene informar, por vía telefónica y sin perjuicio de un informe escrito más detallado, a la Jefatura del recinto, sobre la situación imperante y las razones de ella.
- ordene el traslado ante los tribunales de los 5 heridos ya mencionados - ordene un examen médico de los heridos y de todos los presos políticos.

Red de Familiares y Amigos de Presos Políticos de la CAS
Santiago, 7 de enero de 1997
Elías Letelier
Coordinador de la Red de Familiares y Amigos de los Presos Políticos de Chile
http://www.letelier.com/presos.htm / presos@letelier.com


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Marxismo 0046
Fecha: Miércoles, 08 enero 1997 18:11:44 +0100
De: Pedro Pablo / pedro@seuix.seui.mec.es
Título: Re: Marxismo, terrorismo y Santos Inocentes

Pedro Torrealba escribió: La «democracia política» como forma de elegir gobernantes es bastante más trascendente en el socialismo. Un país como Cuba, donde los índices de abstención escasamente llegan al 6%...

Pedro, coincido con bastantes concepciones e ideas que tienes sobre el marxismo, también comparto la visión que tienes del Subdesarrollo en América Latina.

Admiro al pueblo cubano, aunque se muy poco de este país, por eso, me gustaría que me explicaras qué mecanismos democráticos rigen en la vida económica, educativo-cultural, &c. de Cuba.

Gracias. Pedro Pablo.


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Marxismo 0047
Fecha: Miércoles, 08 enero 1997 16:43:49 +0000 (UT)
De: Pedro Torrealba / Torreal@msn.com
Título: Marxismo... y Cuba

Pedro Pablo,

El concepto DEMOCRACIA ha sido una «puntilla intelectual» que los ideólogos burgueses han utilizado hasta el cansancio para «diferenciar» sus formas super-estructurales de las formas superestructurales de las sociedades socialistas en general; y del sistema soviético en particular.

Es claro, además, que el enfoque «stalinista» que abrigó durante casi toda su historia a la Rusia soviética -tras la muerte de Lenin- y hasta hace apenas unos pocos años atrás; fue un factor decisivo para el descrédito de las formas de la democracia socialista.

Lo que no han explicado los enemigos del comunismo es que fueron muchos los factores que históricamente contribuyeron al fortalecimiento de aquel tristemente célebre «enfoque stalinista»; comenzando por el hecho simple de que la revolución bolchevique fue impulsada en mucho por los cuadros medios del ejército ruso, lo cual asimiló un alto «verticalismo» en la organización política del partido comunista.

Las múltiples etnias y culturas que confluyeron en el «bloque»; más adelante la «guerra fría» que se extendió, desde el voraz espionaje y la conspiración política en contra del régimen comunista; hasta las presiones económicas y los problemas de los precios y de la distribución del producto social soviético. Todo lo cual, en suma, configuró un desarrollo no-deseado del modelo comunista en el siglo XX.

Sin embargo, es tan falaz el argumento del supuesto de «la democracia» en los países latinoamericanos, por ejemplo, que se intenta concentrar toda «la carga democrática» en el hecho -casi simple- de que haya elecciones, «por votación directa y secreta» y multiplicidad de partidos políticos.

Entonces, lo primero que habría que redefinir es el hecho de que la «lucha política» es (o debería ser) la expresión elevada de «la lucha de clases». En ese sentido en la sociedad burguesa debía de haber, a lo sumo; tres grandes partidos políticos; a saber: El partido de las grandes mayorías desposeídas; el partido de las capas intermedias (burócratas; profesionales y técnicos; militares de medio-alto rango y el clero. La pequeña burguesía). Y, por último, el partido de los oligarcas. Pero al ser desvirtuado el contenido de clase de la lucha política, es fácil -triste pero fácil- encontrar, por ejemplo, a un grupo de «afro-americanos» militando en el partido republicano en US (partido político que ha sido la representación histórica del racismo y la xenofobia en ese país). O a gente que vive bajo un puente, militando activamente en un partido social-cristiano, regido, mayormente, por grupos como el OPUS-D. Gente especialmente alejada del ámbito de las clases populares.

Una vez rescatamos el carácter clasista de la lucha política (y es este el factor decisivo que ha derrotado el desarrollo de los movimientos revolucionarios en todo el mundo, como bien calcularon los ideólogos burgueses del siglo XIX) podremos diferenciar con total objetividad en qué consisten las innumerables fallas y falacias del supuesto de la «democracia burguesa» en cualquiera de sus formas.

Si comparamos desde el punto de vista «representativo» a la sociedad cubana, la cual tiene un índice muy bajo de abstención; con el resto de las formas de la «democracia representativa» en América Latina -por ejemplo- ese muy bajo nivel de abstención en las urnas electorales nos indicaría la manifestación de un mucho mayor compromiso y apoyo de parte de la comunidad cubana con la sociedad socialista; que el que se deduce de las democracias burguesas. A menos que prefiramos invocar el argumento de ¡FRAUDE! que sostienen los grupos anti-castristas fuera de Cuba desde hace más de 35 años.

El territorio cubano, a los fines político-administrativos, está dividido en provincias y municipios. Estos últimos en «repartos» que por su ubicación pueden se rurales o urbanos. Muy similares a los que en otros países latinoamericanos se les conoce con el nombre de «parroquias». Cada parroquia elige a los miembros del «Poder Popular Local». El índice de abstención en Cuba es apenas del 6% promedio en los últimos cuatro ejercicios electorales (20 años) (Puedes verificar estos datos en los registros de la UNAM).

El pueblo en su conjunto (literalmente hablando) elige, parroquia por parroquia, a sus autoridades locales, por voto directo y secreto. Los miembros del «Poder Popular Local», por votación directa y secreta, eligen a los miembros del «Poder Popular Municipal»; estos a su vez eligen, por votación directa y secreta a los miembros del «Poder Popular de la Provincia». El conjunto de estos miembros son delegados con derecho a voz y voto de la «Asamblea de Delegados del Poder Popular», el organismo de más alta jerarquía política en la conducción de los destinos de la Cuba comunista.

Asambleas Locales, Asambleas Municipales, Asambleas Provinciales y la Asamblea de Delegados del Poder Popular, son para el cubano la expresión legítima de su voluntad política. Y todos los órganos del Poder Popular en Cuba son resultado directo del mismo tipo de elección.

Democracia significa «forma de gobierno elegido por la voluntad del pueblo». En este sentido el sistema electoral de Cuba es infinitamente más democrático que cualquiera que hayamos conocido hasta el presente. En USA la abstención alcanzó, las pasadas elecciones de Noviembre, nada más y nada menos que el 46%. En países latinos como Venezuela y Colombia, promedia el 75% de abstención. En el Chile postPinochet, alcanzó el 62% a pesar de las ansias por el retorno de «la democracia». Y por regla general, la abstención en los países latinoamericanos promedia el 50-60% o más. (UNAM)

Pero: ¿por qué no hay más partido político que el Partido Comunista? Porque Cuba es una sociedad sin clases y sin pugnas clasistas y el Partido Comunista es el órgano político de la sociedad comunista. La presencia de cualquier otro partido político sería un contra-sentido de la significación de la sociedad no-clasista. No tiene ningún sentido la presencia de más de un partido político cuando el interés es el bienestar de la sociedad en su conjunto. No habiendo lucha de clases, no hay espacio para la lucha política, propiamente dicha. En Rusia operó un resurgimiento y estallido de las diferencias sociales largamente alimentadas por la burocracia de partido. No así en Cuba.

En este orden de ideas, toda la superestructura social obedece al mismo principio. Por ello en Cuba la educación es absolutamente gratuita (de hecho es el país de América con menos índice de analfabetismo, incluido US). Por ello es que la salud y la asistencia pública son un derecho superlativo para la comunidad cubana (es el único país de América que posee un médico por cada 20 habitantes: de hecho cada familia cubana tiene una suerte de «médico de cabecera», hecho sólo posible en los límites de la sociedad no-clasista).

Cómo se manifiesta este sentido democrático también en lo económico? Para empezar la infraestructura y estructura económica funciona bajo el enfoque socialista desde hace más de 35 años. Cooperativismo y distribución por «repartos» (núcleos comunitarios) es el sistema imperante del modelo socialista. Si pudiéramos anexarle a este «niveles de abundancia» estaríamos hablando de tiempos infinitamente más felices.

Un bloqueo genocida. Una economía que cometió gravísimos errores al permitirse ser una economía dependiente del bloque soviético. Un estado de acoso y persecución constante de parte de grandes y poderosos enemigos; sin embargo, se sostiene sobre la base de la adecuación social a «estos tiempos especiales» y poco a poco está desarrollando su propia planta industrial y manufacturera, no-dependiente; estimulando el turismo y trabajando arduamente en el desarrollo de nuevas tecnologías para el área agrícola y pecuaria. Y esto, totalmente al margen de la manipulación de los ideólogos burgueses, porque -al menos hasta el presente- las crisis de la Cuba comunista -a diferencia de la crisis soviética- no son crisis políticas del sistema. Son crisis económicas motivadas por fallas estructurales que se han venido corrigiendo con relativo éxito, como expresión del aprendizaje y de la asimilación de la experiencia directa e indirecta de los regímenes no-clasistas existentes en el mundo.

Es, amigo mío, una sociedad embrión de lo que habrá de ser un día no muy lejano, la sociedad universal de la raza humana: Esa situación moral en la que el hombre da prioridad absoluta a las necesidades de tipo colectivo, ubicándolas muy por encima de la necesidad de tipo individual. El Comunismo.

Un abrazo. Pedro.


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Marxismo 0048
Fecha: Miércoles, 08 enero 1997 22:00:27 -0500
De: Manuel Chapuseaux / c.manuel@codetel.net.do
Título: La dialéctica en acción (era: ya arrancamos!)

Juan Manuel Forte envía a la lista un mensaje que plantea cuestiones muy interesantes, de las cuales me gustaría destacar algunas como muestra de cómo la dialéctica materialista sigue siendo el método por excelencia para comprender nuestra realidad y actuar sobre ella:

> En primer lugar noto en estos momentos una doble tendencia más o menos diferenciada aunque no de carácter disyuntivo. Por un lado, un tipo de aproximación de corte académico, centrado en la dimensiones gnoseológicas del marxismo, ya entendidas estas como verdad filosófica... [...] Para abreviar diré que la otra tendencia es aquella que enfatiza los aspectos práctico/políticos del marxismo, sin los cuales entiende que el tal está más o menos «muerto»... <

Es evidente que cualquiera de las dos «tendencias» es una reducción del marxismo. El marxismo verdadero es el dialéctico, es decir, el que sintetiza en una unidad contradictoria pero indisoluble la teoría y la práctica. Cualquier aproximación a la lucha política revolucionaria que no esté fundamentada en una comprensión científico-filosófica de la realidad no llegará muy lejos. Inversamente, un análisis marxista de la sociedad que no tenga como base la práctica política revolucionaria, será un ejercicio inútil y sin asidero.

El otro punto que quiero comentar en el mensaje de Forte es el siguiente: Es obvio también que la posición que uno tome respecto del marxismo estará a su vez determinada por las condiciones materiales con las que cada sociedad y cada uno personalmente se encuentra...

Esta es otra reducción anti-dialéctica. Las «condiciones de vida comparativamente mucho mas altas» que existen en Europa y Estados Unidos se basan precisamente en el atraso y la miseria de los pueblos dependientes. Ha sido el saqueo histórico de estos pueblos por parte de las potencias capitalistas desarrolladas lo que ha permitido que en estas últimas se hayan podido dar esas condiciones de relativo bienestar. No existe un capitalismo «malo» y uno «bueno», un capitalismo de los países desarrollados que puede funcionar con algunas modificaciones y otro despiadado, explotador y represivo. Ambas cosas son dos caras de la misma moneda: la moneda ensangrentada del sistema imperialista contemporáneo.

De modo que una actitud de izquierda que desestime la vía revolucionaria en los países desarrollados y que caiga en el error de creer en los mecanismos «democráticos representativos» como vía para la transformación social esta olvidando que esta transformación es imposible al margen de la abolición de las relaciones de dependencia imperialista con respecto a los países pobres. En otras palabras, el cambio verdadero es imposible sin la revolución.

Saludos de,
Manuel Chapuseaux
Santo Domingo, Rep. Dominicana
c.manuel@codetel.net.do


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Marxismo 0049
Fecha: Jueves, 09 enero 1997 18:17:45 +0100 (MET)
De: Juan Manuel Forte / forte@datacomm.iue.it
Título: Dialéctica en acción

Respecto de los comentarios enviados a mi anterior mensaje: > Es evidente que cualquiera de las dos «tendencias» es una reducción del marxismo. El marxismo verdadero es el dialéctico, es decir, el que sintetiza en una unidad contradictoria pero indisoluble la teoría y la práctica. <

Estoy de acuerdo con Chapuseaux en que en el planteamiento original de Marx, teoría y práxis aparecen explícitamente como un todo inseparable e indisociable. De hecho yo no quería trazar un análisis conceptual (cuál es el verdadero Marxismo) sino una descripción de tendencias de facto (en qué sentido se denominan Marxistas a intereses y actitudes diferentes). Por eso mismo, decía yo, con frecuencia el marxismo, en cuanto académico, se disuelve en el materialismo o, en cuanto sumergido en luchas de poder, tiende a perderse en metodologías y estrategias revolucionarias o no. Estoy de acuerdo por tanto que cuando se dicen marxistas tales extremos (casi nunca observables en estado puro), lo dicen sin excesiva legitimidad conceptual.

> Cualquier aproximación a la lucha política revolucionaria que no esté fundamentada en una comprensión científico-filosófica de la realidad no llegará muy lejos. Inversamente, un análisis marxista de la sociedad que no tenga como base la práctica política revolucionaria, será un ejercicio inútil y sin asidero. <

No estoy seguro, que ambas frases sean ciertas. El problema es que la práctica revolucionaria, si bien empezada por Marx, no está desarrollada por él, como no podía ser menos teniendo en cuenta sus propias posibilidades y circunstancias. Marx parece tener claro cuales son las miserias del proletariado del siglo XIX, y cuales sus intereses, no tanto ya (si dejamos a un lado consideraciones utópicas que el mismo Marx, en mi opinión, no se tomaba demasiado en serio) pero no ofrece ningún libro de instrucciones de cómo se accede a un victoria proletaria, ni a una sociedad sin clases. La práctica revolucionaria, el asalto al poder, ha sido desarrollada por el marxismo posterior (especialmente por Lenin por el lado revolucionario, y Gramsci por el lado no bélico). Ahora bien, cuando uno inventa, desde el marxismo (pero ya sin Marx) cómo se organiza una sociedad sin clases, cómo se puede acceder a ella, estaremos de acuerdo en que aquí Marx sirve de poca ayuda. Por otro lado las prácticas revolucionarias, las luchas por las tomas de poder, tal y como el siglo XX las ha dado a luz (revolución, insurrección, huelga, guerrilla), terrorismo no son patrimonio del marxismo y pueden ser desconectadas de los presupuestos teóricos de Marx.

En cuanto a que «un análisis marxista de la sociedad que no tenga como base la práctica política revolucionaria, será un ejercicio inútil y sin asidero», es sólo cierto si uno asume que entender el conocimiento como tal no tiene valor, y que la práctica política revolucionaria es la única práctica que uno puede derivar del marxismo.

No creo que todos los que se dicen y se han dicho marxistas históricamente estén de acuerdo con tal punto de vista. Por lo demás las prácticas revolucionarias no son patrimonio del marxismo, sino de todo cambio radical (y violento) de un sistema político (puede hablarse de una revolución burguesa, islámica, anarquista). Recuerda además que, en principio, la revolución ha sido históricamente siempre un momento de la toma de poder por parte de las organizaciones revolucionarias. Que yo sepa no ha sido nunca un estado, ni una forma de ser. Cuba o China no son revoluciones, sino el fruto de dos revoluciones puntuales.

> Esta es otra reducción anti-dialéctica. Las «condiciones de vida comparativamente mucho mas altas» que existen en Europa y Estados Unidos se basan precisamente en el atraso y la miseria de los pueblos dependientes... <

Estoy de acuerdo en que el Imperialismo y el Colonialismo estuvieron a la base del crecimiento económico en los países capitalistas desarrollados. La explotación de las materias primas, primero, y mas recientemente, el capital usurario a macroescala que supuso la enorme deuda externa de los países capitalistas, han generado sin duda riqueza para el primer mundo capitalista a la vez que miseria en determinados países. Por ello creo que hay una deuda histórica con el Tercer mundo, en la medida en que éste fue garante de la riqueza en el primer mundo, a la vez que consolidador de las miserias y el bajo crecimiento de tales países. El problema es que ya no existe tal. Entiendaseme. No digo que no exista explotación imperialista o colonialista, en un modo u otro.

Simplemente digo que la riqueza actual de los países capitalistas desarrollados no depende ya de tal explotación. Si nos damos cuenta, en realidad lo que nos encontramos en muchos casos no son las miserias que el Capitalismo ha produce en el tercer mundo. Sino las miserias que produce la falta de capitalismo (léase Africa). En efecto, el drama de muchos países del tercer mundo, es la ausencia total de inversión capitalista de ningún tipo, la ausencia total de un tejido burgués (y por lo tanto proletario) mínimamente desarrollado. Tales países, parecen verse abocados al tribalismo político y al abismo económico. Creo que no es este el caso de América Latina en general, en donde, en efecto, es el mercado y un liberalismo salvaje (esto es sin ningún tipo de freno político) al lado del despotismo político han creado una situación explosiva de la cual sin embargo parece haber salida (revolucionaria o desarrollista) (en la medida en que el tejido proletario y burgués no están ausentes como en el caso de muchos países africanos.)

> De modo que una actitud de izquierda que desestime la vía revolucionaria en los países desarrollados... En otras palabras, el cambio verdadero es imposible sin la revolución. <

En realidad mi planteamiento era el siguiente. El capitalismo desarrollado, aprovechando los recursos de la ciencia y la técnica, ha llegado a una capacidad productiva a años luz de cualquier otra anterior al siglo XIX.

Tal capacidad, apoyada y unida al llamado sistema democrático representativo, ha conseguido rebasar holgadamente la barrera de lo insostenible. No digo que Europa, Japón y USA, estén en una situación de armonía perfecta. Digo que se hallan en una situación no intolerable (sobre todo por lo que se refiere a las necesidades materiales, mucho menos, seguramente, por lo que se refiere a las aspiraciones políticas, o democráticas) para la mayoría de la población. No se dan, en principio, no ya las condiciones, sino ni siquiera el mas mínimo estímulo para cualquier proceso revolucionario global (aunque quizá si parciales). Si se acepta que tal sistema no depende actualmente de la pobreza de otros países (aunque la haya creado históricamente, y se aproveche de ella en la actualidad), ¿no es tal sistema deseable, digo, en aquellos países que están en posibilidades de adoptarlos sin enormes costes humanos? ¿Cómo se puede acelerar tal adopción, sin costes inaceptables para los intereses de una mayoría de la población, &c.? Por lo demás, estoy de acuerdo, no ya con los marxistas revolucionarios, sino con cualquier insurgencia popular, que en países que están tan lejos del bienestar material como de unos mínimos de libertades políticas, otra postura de izquierdas no queda mas que la insurrección revolucionaria.

Juan Manuel Forte / forte@datacomm.iue.it


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Marxismo 0050
Fecha: Jueves, 09 enero 1997 20:11:35 +0000 (UT)
De: Pedro Torrealba / Torreal@msn.com
Título: RE: dialéctica en acción (?)

De la lectura de la exposición de Juan Manuel Forte concluyo que están presentes algunas consideraciones que incurren en graves contradicciones conceptuales que sería muy bueno examinar.

Lo primero que habría que establecer es que el marxismo es ante todo un instrumento teórico-práctico de análisis crítico de las sociedades clasistas; orientando esa crítica hacia la conformación de un nuevo modelo social que emancipa a la sociedad de la lucha de clases; y del cúmulo de las contradicciones consecuentes que esta padece. De manera que debe ser evaluado muy independientemente de la segmentación que propones: No existe un «marxismo academicista»; existen «academicistas» que se auto-califican «marxistas» y pretenden darle al marxismo, un tratamiento exclusivamente «academicista». Ni tampoco existe un marxismo «sumergido en luchas de poder, que tiende a perderse en metodologías y estratégicas revolucionarias o no». El marxismo es un instrumento revolucionario, muy independientemente de que pudieran haber hombres que, auto-definiéndose «marxistas», descuiden la formación política e ideológica de orientación marxista.

Lo que sí existen son hombres que, movidos por todo tipo de intereses, limitan su «praxis social marxista» a «lo academicista». A lo teórico. Sería cuestión de precisar, en este caso, que ese enfoque -de ningún modo- ni constituye la «praxis» general de los marxistas ni mucho menos una «praxis» que podríamos definir en términos de «revolucionaria». Son los típicos «revolucionarios de cafetín», marcados -mayormente- por claras posiciones de tipo «pequeño-burguesas».

En esta «ala de las agrupaciones marxistas», podemos ubicar el movimiento revisionista que concluyó en lo que algunos llamaron «Euro-comunismo»; que consistió -básicamente- en la tesis del «congelamiento» de la lucha política como expresión de la lucha de clases; y la deformó para convertirla, fundamentalmente, en «lucha electoral». Un «pacto» con las clases dominantes que encontró buen eco en muchos de los «movimientos revolucionarios» de América Latina, liderizados -mayormente- por individuos de ascendencia pequeño burguesa.

La «otra ala» a la que parecieras querer referirte, comete errores teóricos muy graves al «aislarse y separarse» de las masas en una lucha político-militar no siempre exitosa; y que redunda en alejarlos cada vez más de la posibilidad de jugar papeles de vanguardia real, del movimiento revolucionario.

Pero esto, en ningún caso, presupone una «partición del marxismo» en dos «marxismos». No. Lo único que realmente indica es que en ambos casos se incurre en errores metodológicos de la práctica revolucionaria. El marxismo, a pesar de ello, sigue siendo una unidad teórico-práctica indivisible cuyo objeto es ser instrumento revolucionario para la transformación estructural de la sociedad clasista; y la instauración del socialismo.

Por lo demás, la «separación» de la «teoría» y de «la práctica» no es -en modo alguno- una premisa marxista. Justo por el contrario, el marxismo reafirma su vigencia y su capacidad metodológica en el hecho de que vincula la concepción teórica a la praxis política revolucionaria.

El marxismo, como hemos visto ya, no es de ninguna manera «una extensión de la vida de Marx». No es «cristianismo». No requiere para nada del hecho de que Marx haya actuado o no, en esta o aquella dirección. Por lo demás Marx fue un revolucionario tremendamente consecuente. La interacción de la teoría y de la práctica en la conducta política de Carlos Marx es un hecho absolutamente concreto y verificable. Y sin embargo pudiera ser irrelevante a los efectos de lo que significa «ser marxista».

Insistamos en esto: Ser marxista es actuar desde un enfoque político e ideológico a partir de una concepción que emana de la crítica de la sociedad de clases; y que concluye en la proposición de un nuevo modelo social. De modo que Chapuseaux define con aproximada claridad las condiciones básicas de la conducta revolucionaria: Tiene que estar fundamentada en la crítica social. Y tiene que existir una relación permanente entre esa crítica (teoría) y la acción política revolucionaria (práctica) por lograr la toma del poder social que permita transformarla a favor del enfoque marxista.

Cómo lograr acceder a este nuevo modelo social, implica -necesariamente- la lucha revolucionaria contra el presente sistema clasista. Lenin formuló aportes políticos mucho más cercanos a lo que significa la praxis revolucionaria marxista que los aportes que al respecto formuló Gramsci.

> Ahora bien, cuando uno inventa, desde el marxismo (pero ya sin Marx) cómo se organiza una sociedad sin clases, cómo se puede acceder a ella estaremos de acuerdo en que aquí Marx sirve de poca ayuda... <

No. No estaremos de acuerdo. Marx fue un hombre (de carne y huesos); el marxismo es un «sistema» que lleva el nombre «marxismo» porque Carlos Marx fue una de las figuras más sobresaliente que impulsó el desarrollo de ese «sistema». Pero fueron muchos otros quienes, junto con Marx, perfilaron esta nueva visión de la vida y de la organización social humana. Y que Marx, por problemas de tiempo y espacio, no haya participado «personal y directamente» en el universo de las luchas sociales-revolucionarias, no desdice absolutamente nada en torno a la calidad marxista de las acciones u orientaciones posteriores a la muerte de Marx.

Las formas que ha asumido la lucha revolucionaria desde Marx hasta nuestros días ha sido fruto directo e irreversible de la lucha revolucionaria. Y todas estas formas de lucha estarán siempre infinitamente vinculadas al desarrollo político del marxismo. Lo que debemos hacer los marxistas es aprender de las experiencias directas e indirectas y retomar de ese universo de las formas de lucha, aquellas que nos sean más eficaces y útiles hacia la toma del poder político. Y desechar aquellas que en el estricto lenguaje de los hechos se han mostrado inútiles e improductivas.

No es la lucha revolucionaria semejante a «un partido de fútbol», en el cual «las reglas del juego están previamente inscritas y aprobadas». No. En la lucha revolucionaria está presente -dialéctica- el laboratorio social; la experimentación política. Y se producirán aciertos y fracasos porque -recuerda- es una lucha por el control social; y las clases enemigas, además de tener el poder político social, militar y económico en sus manos, no están dispuestas a «aflojarlo» por nada. ¿Cuál es la responsabilidad de los marxistas? Mantener el hilo coherente de la lucha revolucionaria. Convertir el revés en fuerza y aprendizaje y continuar luchando por conquistar el poder, utilizando todas las formas posibles de la lucha revolucionaria que sean útiles al fin último.

> En cuanto a que «un análisis marxista de la sociedad que no tenga como base la practica política revolucionaria, será un ejercicio inútil y sin asidero», es solo cierto si uno asume, que entender el conocimiento como tal no tiene valor, y que la practica política revolucionaria es la única practica que uno puede derivar del marxismo. <

No basta con «el conocimiento». Y si: La praxis política revolucionaria es la práctica correcta que uno puede y debe derivar del marxismo. Cualquier otra forma conceptual teórico-práctica (los jesuitas, por ejemplo) no estaría dirigida a resolver el problema de la estructura social del estado capitalista; y, en consecuencia, a la altura del «euro-comunismo» actuará en el universo de los «pactos» con las clases enemigas del proletariado. Y perderá así su cualidad de ser marxista.

Históricamente ninguna de «estas formas revolucionarias» modifica la estructura capitalista. Modificaría tan sólo el orden superestructural de la sociedad clasista. La estructura de la explotación del hombre por el hombre y de la lucha de clases, queda intacta.

> Recuerda además que, en principio, la revolución ha sido históricamente siempre un momento de la toma de poder por parte de las organizaciones revolucionarias. Que yo sepa no ha sido nunca un estado, ni una forma de ser. Cuba o China no son revoluciones, sino el fruto de dos revoluciones puntuales. <

No, otra vez. La revolución es fruto de un proceso político que no culmina con la toma del poder político. Por el contrario, la parte más difícil y compleja de la revolución apenas se inicia tras la toma del poder político. Además, requiere de la incorporación real de movimiento popular. No funciona como «un golpe de estado militar». No. Históricamente ha sido fundamental que cuente con el apoyo de amplísimos contingentes de las clases populares para garantía de su supervivencia y continuación al frente del control del poder político.

El imperialismo y el colonialismo no solo no han desaparecido si no que, muy por el contrario, se han desarrollado y perfeccionado, asumiendo hoy formas neo-colonialistas y de control internacional impresionantes. Basta con que revises un poco la tesis del neo-liberalismo para que observes un desarrollo inusitado del poder del monopolio internacional que aspira convertir los mercados nacionales en «sucursales» de la globalización del mercado de capitales. Por otra parte, las especificidades de algunos países africanos no les libra ni del capitalismo ni de la opresión. Pudiera darte la impresión de haber sido «abandonados» por las redes del monopolio internacional; pero eso no es cierto. Se trata de economías segmentadas y primitivas algunas de las cuales funcionan aún hoy con criterios del «intercambio» típico feudal. Y sin embargo existen también dentro de los mismos países amplios desarrollos de minería esclava; explotación de hidrocarburos y de otras fuentes naturales que son objeto de la más brutal explotación; aún cuando esas comunidades no se hayan aun «occidentalizado» lo suficiente para reordenarlas con lo criterios utilizados, por ejemplo, en Sudáfrica, El Congo o Nigeria. Africa esta en pleno proceso de «re-colonización». Muchas de las más cruentas luchas que se están produciendo en algunos países africanos, obedecen al rechazo de la «occidentalización» de esos países.

> Por lo demás, estoy de acuerdo, no ya con los marxistas revolucionarios, sino con cualquier insurgencia popular, que en países que están tan lejos del bienestar material como de unos mínimos de libertades políticas, otra postura de izquierdas no queda mas que la insurrección revolucionaria. <

Aquí si que ya no tengo muchas fuerzas y tendré que romper con el estilo respetuoso y decir: ¡Esto es un tremendo disparate! Lo primero que tienes que recordar es que «el éxito de las sociedades capitalistas que viven tiempos de abundancia», esta irreversible basado en el colapso de las economías dependientes. La mayoría de los estados europeos así como también Japón y US, son sociedades capitalistas que sobreviven a los procesos inflacionarios sólo gracias al poder-valor de sus monedas; en tanto más del 70% e la materia prima y de los productos manufacturados que consumen, provienen de las economías dependientes.

Si hicieras una proyección de desarrollo de las economías latinoamericanas por ejemplo, ello significaría el colapso económico de las grandes potencias. El supuesto de «la paz social» que dices existe en los países desarrollados depende -en gran medida- del hambre y la miseria de los países proveedores de materia prima y de mano de obra barata (casi esclava).

Para terminar yo sugiero que sometas a revisión los postulados ideológicos del «Euro-comunismo» y las consecuencias históricas del «pacto social» que se estableció entre esa óptica política que se ha auto-definido de «marxista» y las clases dominantes. Y su afectación en el universo político en el resto de los países; especialmente en los latinoamericanos: Ello ha constituido en un atraso del desarrollo del movimiento revolucionario y, en consecuencia, una agudización feroz de la explotación, el hambre y la miseria de los pueblos.

Saludos.
Pedro Torrealba.


Marxismo / Cartas
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