Don Juan Manuel

 

Libro de los Estados
(1330)

Miguel Vicente Pedraz
Universidad de León

[Libro primero]

[Capitulo XLVII]

El xlviiº capitulo fabla de commo despues que el rey fue bateado, que envio por todos los mayorales de su tierra, et que les dio a entender el grant peligro de las almas et la grant escuridat [en] que fasta estonçe ellos avian estado.

Desque el rey fue bateado, envio por todos los mayorales de su tierra et dioles a entender el grant peligro de las almas et la grant escuredunbre en que fasta entonçe ellos avian estado, et las razones por que en la ley de los christianos se podian saluar et non en otra ninguna, et rogoles et consejoles, sin premia ninguna, que tomasen la ley de los christianos. Et desque ellos por su entendimiento entendieron que era la mejor, fizieronlo et batearonse todos los grandes omnes de la tierra, et en pos ellos todas las otras gentes. Asi que, por la merçed de Dios, el rey et el infante, su hijo, et todas las gentes del su inperio, fueron convertidos a la ley de Ihesu Christo. Et por este bien que les Dios fiziera, teniense todas las gentes por muy bien aventuradas et andauan faziendo muchas alegrias, commo si fuesen vodas.

Despues que las alegrias fueron pasadas, el infante dixo a Julio que commo quier que, loado a Dios, ya entendia el que era en la ley et en la carrera de saluaçion, pero que avn non le auia mostrado el en qual estado podria mejor saluar el alma, et por ende, quel rogaua que pues gelo prometiera, quel mostrase en qual de los estados en que los omnes biuen se puede mejor saluar.

–Sennor infante –dixo Julio–, yo tengo que tanta merçed a fecho [Dios] a nos et a todos los desta tierra por vos, et otrosi, avn pues vos et ellos avedes tomado la ley de Ihesu Christo, por que sodes en estado de saluaçion, que me paresçe, que pues en esta carrera sodes, que vos non faze mengua de saber en qual estado vos saluaredes mejor. Ca çierto es que vos en estado de saluaçion sodes, siquier vos sabedes quantos enperadores et reys vos he mostrado que fueron sanctos, pues non serian sanctos si saluos non fuesen, que çierto es que mas es seer sancto que salvo. Ca todo christiano que muere en verdadera penitençia, por muchos pecados que aya fecho, que non dexara de ser saluo; mas el alma que en este mundo fizo mal, purgarlo ha en Purgatorio; et despues que fuere purgado, yra a Parayso, do sera saluo. Mas avn que sea en Parayso, non sera sancto nin fara Dios por el miraglos. Mas los que fizieron en este mundo tales obras en seruiçio de Dios, que meresçieron que Dios feziese miraglos por ellos, bien entendedes que grant avantaja ha[n] de los que son salvos sola mente. Et porque de muchos reys et enperadores vos he mostrado que fueron sanctos, et vos sodes en aquel estado, tengo que vos non podedes fallar ninguno otro en que vos mejor saluedes.

–Julio –dixo el infante–, bien entiendo yo que muchas razones ay por que deuo crer que los enperadores christianos se pueden bien saluar. Et tengo lo sennalada mente por dos cosas: la primera, porque es çierto que tanto ama Dios la ley de los christianos et tantas graçias fizo en ello[s], et tan cierta mente los conpro et los redemio, que en qualquier estado que qualquier christiano sea se puede bien saluar si quisiere; la otra es porque yo entiendo et tengo que la vondat de Dios es tan conplida, que en quanto en mayor onra et en mayor estado pone a los omnes en este mundo, tanto mas es su voluntad de gelo mantener et cresçentar en el otro, si ellos gelo sopieren conosçer et obraren commo deuen. Et porque el estado de los enperadores es mayor et mas onrado entre los christianos, bien tengo que es muy buen estado para se saluar en el. Pero algunos peligros que yo en el entiendo, tan bien para el alma commo para el cuerpo, commo para la onra et para la fama del mundo, dezirvos lo[s] he. Et ruego vos que departamos en ello, et que asi commo en tomar de las leys me feziestes entender con razon que forçada mente oue a entender que la ley de los christianos es mejor, que me querades asi mostrar, por que el mio entendimiento entienda, en qual estado pueda mejor saluar el alma, [et] mas sin peligro. Ca como quier que los estados de los enperadores son muy buenos, en manera que se pueden muy bien saluar en ellos, çierto es que pues es estado deste mundo, que es estado falleçedero et que a de durar poco a conparaçion del duramiento del alma, que a de seer para sienpre, por ende, conuiene que ante que yo este estado tome, me declaredes vos todas las dubdas que en el tomare, porque la mi alma podria seer en peligro si yo este estado tomase.

 

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© José Luis Gómez-Martínez
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