Primer Congreso Nacional de Filosofía | Mendoza, Argentina 1949 |
Ponencias finales del Congreso Palabras pronunciadas por el Señor Presidente Señores Congresales: Deseo haceros conocer el texto definitivo que, como resultado de un detenido estudio de las ponencias presentadas al Primer Congreso Nacional de Filosofía, ha sido aprobado por esta Presidencia, de acuerdo con el informe de la Secretaría Técnica, y a manera de síntesis del ambiente en que se han desarrollado las deliberaciones. El citado informe, en mérito al número importante y valioso de las sugestiones llegadas, ha aconsejado la conveniencia de refundirlas en las siete ponencias que paso a leer. Pero también hago constar que algunas ponencias, por haber sido presentadas demasiado tarde, han llegado a esta Presidencia sin el informe de la Secretaría Técnica y, por tanto, devueltas a este Organismo para que, una vez estudiadas, se eleven a la consideración de la Junta Permanente de Congresos Nacionales de Filosofía. |
Ponencia I El Primer Congreso Nacional de Filosofía, después de haber abordado en diálogo cordial y fecundo los problemas más fundamentales e inquietantes para el espíritu humano, recomienda la necesidad de fomentar el intercambio de ideas filosóficas entre los hombres de estudio de todas las naciones, en un ambiente de mutua y libre comprensión, considerando especialmente que deben arbitrarse los medios para que los países de América marchen a la vanguardia en la prosecución de esa tarea. [120] Ponencia II El Primer Congreso Nacional de Filosofía afirma su adhesión al principio de que la verdad metafísica, que persigue y descubre la investigación filosófica, trasciende por conocimiento cierto las circunstancias históricas en que es definida, pero que ella también debe ser conjugada con los grandes problemas nacionales y las urgencias humanas de la hora presente. Ponencia III El Primer Congreso Nacional de Filosofía interpretando el ambiente en que sus discusiones se han movido, y la coincidencia de numerosas ponencias, en busca de una interpretación integral del ser humano, afirma que, además de lo corporal, que explica su radicación en el mundo, es necesario el espíritu, que explica su destino trascendente, el Ser Supremo, al que debe llegar con su acción libre. Ponencia IV El Primer Congreso Nacional de Filosofía, conforme al texto de su nacionalización, propone el establecimiento de una Junta Permanente de Congresos Nacionales de Filosofía, cuya integración provisional, ad referendum del Poder Ejecutivo Nacional, será la siguiente:
Esta Junta funcionará con recursos propios, bajo la dependencia de la Subsecretaría Universitaria del Ministerio de Educación. Asimismo, se recomienda que los Congresos Nacionales se realicen cada cuatro años, en la sede universitaria que fije la Junta Permanente. Ponencia V El Primer Congreso Nacional de Filosofía propone la creación de una Oficina Nacional de Información Filosófica, bajo la dependencia de la Subsecretaría Universitaria del Ministerio de Educación, encargada de difundir en el extranjero la producción filosófica argentina y realizar intercambio de información bibliográfica con centros similares del exterior. Ponencia VI El Primer Congreso Nacional de Filosofía propone la creación de un Centro de Altos Estudios Filosóficos, bajo la dependencia de la Subsecretaría Universitaria del Ministerio de Educación, con las siguientes funciones:
Como primera etapa en la labor del Centro de Altos Estudios Filosóficos, el Congreso recomienda se acepte el ofrecimiento del Instituto de Estudios Filosóficos de la Universidad de Roma, formulado en la Sesión inaugural. Ponencia VII El Primer Congreso Nacional de Filosofía comprueba que la actuación de los universitarios argentinos, además de poner de relieve la existencia de vocaciones genuinas por los estudios desinteresados, es un índice del arraigo de la filosofía en Argentina, a cuyo desarrollo ha contribuido la labor silenciosa de las Facultades de Filosofía y Letras que han tenido la responsabilidad de la formación de un profesorado idóneo y culto. En consecuencia, expresa el anhelo de ver confirmadas en su jerarquía y en su autonomía propias las disciplinas filosóficas dentro de la actual estructura universitaria y en el espíritu humanista de nuestra cultura occidental. Señores Congresales: Están sometidas a la confirmación de esta Asamblea. Las ponencias son aprobadas por aclamación entusiasta de los Miembros del Congreso. A continuación el Presidente Dr. Cruz propone la siguiente: [123] Ponencia VIII En consonancia con una de las ponencias que acabo de leer, la cual proclama que la filosofía, si bien tiende su mirada hacia el mundo puro y límpido de las ideas, no puede desentenderse de la realidad, desde el seno de la cual el filósofo, que lo es a partir de ser hombre, las elabora y las eleva, propongo a esta Asamblea un recuerdo y un homenaje a todos los argentinos que desde antes de nuestra primera nacionalidad, la pensaron y la proyectaron hasta la realidad, combatiendo y sufriendo por ella y organizándola más tarde con fidelidad, según su leal saber y entender, y que después, en forma anónima o personal, han seguido escrutando su destino y elaborando sus nuevos programas de acción; a los que, en fin, han pensado en su soledad para el bien de esta Argentina que sentimos afianzar como nunca en el concierto de las naciones soberanas; para todos ellos, propongo que en su homenaje y en su recuerdo la Asamblea se ponga de pie. El Dr. Cruz invita a la Asamblea a ponerse de pie. Así lo hace toda la concurrencia entre sostenidos aplausos. |
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Primer Congreso Nacional de Filosofía 1949 Mendoza 1950, tomo 1, páginas 119-123 |